Por Pablo Portillo de Jesús*
José
Francisco Morazán Quezada, nuestro héroe nacional, nació el 3 de
octubre de 1792 en la, entonces, villa de San Miguel de Heredia de
Tegucigalpa; siendo sus padres Eusebio Morazán Alemán y Guadalupe
Quezada Borjas, quienes integraban una familia que se había dedicada al
comercio y la agricultura.
Francisco
Morazán en 1808 se trasladó con su familia a Morocelí, allí trabajó
en los terrenos heredados por don Eusebio Morazán, y tuvo la oportunidad
de trabajar como empleado de la Alcaldía Municipal; en 1813 se regresó
con su familia a la villa de Tegucigalpa, la cuna de nuestro héroe.
Una
vez residenciado nuevamente en Tegucigalpa, su padre puso a su hijo
Francisco bajo la tutoría de León Vásquez, quien le enseñó Derecho
Civil, Proceso Penal y Notariado; con su tío Dionisio de Herrera tuvo la
oportunidad de aprender el idioma francés y también el privilegio de
leer importante libros en la excelente biblioteca de su tío político.
En
la Biblioteca de Dionisio de Herrera estudió a importantes pensadores,
especialmente conoció “Del Espíritu de las Leyes”, de Montesquieu; el
“Contrato Social”, de Juan Jacobo Rousseau; “La democracia en América”,
de Alexis de Tocqueville, etc. La sed de conocimiento de Morazán le
permitió abrazar el pensamiento revolucionario de la época.
Francisco
Morazán contrajo matrimonio con María Josefa Lastiri en la Catedral de
Comayagua el 30 de diciembre de 1825; de este matrimonio nació en San
Salvador, en 1838, Adela Morazán Lastiri, la única hija de Morazán. Su
esposa María Josefa pertenecía a una de las familias acomodadas de la
provincia de Honduras.
Francisco
Morazán fue padre de Francisco Morazán Moncada, quien nació el 4 de
octubre de 1827; Francisco Morazán hijo, vivió en la casa del matrimonio
Morazán-Lastiri, y acompañó permanentemente a su padre, especialmente
en Guatemala, El Salvador, Panamá, Perú y finalmente en Costa Rica.
A
raíz de haberse firmado en la ciudad de Guatemala el Acta de
Independencia del 15 de septiembre de 1821, los grupos coloniales
residentes en Comayagua provocaron el enfrentamiento con Tegucigalpa,
cuyos ciudadanos eran partidarios de la independencia y, a fines de 1821
e inicios de 1822 la pugna entre estos ciudadanos se exacerbó.
En
el marco de esta contradicción que concluye en el enfrentamiento bélico
entre los habitantes de Comayagua y Tegucigalpa apareció Morazán en el
escenario político. Después de la desintegración del Imperio de Agustín
de Iturbide, las Provincias del antiguo Reino de Guatemala instalaron el
primer Congreso el 24 de junio de 1823.
El
1 de julio de 1823 este Congreso declaró que las “Provincias Unidas del
Centro de América eran independientes de España, de México y de
cualquier potencia, y por tanto formaban una nación soberana”; el 5 de
mayo de 1824, la Asamblea Constituyente aprobó el nombramiento de los
Jefes y vice. Jefes de Estado de varias Provincias.
La
primera Asamblea Constituyente de Honduras eligió como Jefe de Estado a
Dionisio de Herrera el 16 de septiembre de 1824, correspondiéndole
firmar la primera Constitución Política de Honduras el 11 de diciembre
de 1825 y nombró a Francisco Morazán como Ministro General del Estado.
El
16 de febrero de 1825, se instaló el primer Congreso Federal en la
ciudad de Guatemala, y eligió a Manuel José Arce, como primer
Presidente de Centroamérica, defraudando la voluntad popular que se
había manifestado a favor del ciudadano José Cecilio del Valle; este
ciudadano hizo causa común con los círculos reaccionarios de la época.
Manuel
José Arce, como Presidente Federal, provocó enfrentamientos con los
gobernantes progresistas de Centroamérica, especialmente con José
Francisco Barrundia de Guatemala, Mariano Prado de El Salvador y contra
Dionisio de Herrera de Honduras, apoyando al vice Jefe Justo Milla para
que lo destituyera.
El
10 de mayo de 1827, Honduras sufre el primer golpe de Estado de su
historia, el Presidente Dionisio de Herrera es destituido y conducido
prisionero a Guatemala; Francisco Morazán encabezó la resistencia armada
contra las fuerzas golpistas que luchaban violentamente por retornar
al pasado colonial.
Francisco
Morazán, al dirigir las fuerzas revolucionarias alcanzó importantes
triunfos contra las fuerzas reaccionarias de Centroamérica, y se ubicó
muy pronto en el mismo plano de los actores de la emancipación y la
unidad de nuestra América, especialmente Simón Bolívar, Antonio José de
Sucre, Manuela Sáenz Aispuru, etc.
En
marzo de 1829 Francisco Morazán fue electo Presidente de Honduras y
asumió sus funciones el 2 de diciembre de ese año; en su gobierno
practicó el diálogo con todas las fuerzas políticas del país e impulso
un profundo programa de cambios sociales y revolucionarios para la
época.
El
28 de julio de 1830 dejó el gobierno de Honduras para asumir la
Presidencia Federal de Centro América, cargo para el que fue electo el
16 de septiembre de 1830; en el acto de su investidura pronunció un
histórico discurso en el que expuso los aspectos centrales de su plan de
gobierno, especialmente, el tema de la educación y el papel de la
juventud.
La
educación, expresó: “destruye los errores y prepara el triunfo de la
razón y la libertad”, con respecto a la juventud, dijo: “esa preciosa
porción de la República es la destinada a regir los destinos de la
patria”, nosotros sostenemos que los jóvenes, hoy más que nunca, están
llamados a ser los protagonistas de las grandes trasformaciones que
exige Honduras.
Enviado por su autor, Profesor de Educación Superior, Tegucigalpa, Honduras
Imagen agregada RCBáez
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