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Exhiben logros y retos de sistema cubano de urgencias médicas

jueves, 18 de abril de 2013

Exhiben logros y retos de sistema cubano de urgencias médicas
La Habana, 18 abr (PL) El sistema cubano de urgencias médicas exhibe hoy importantes logros, entre los que se destaca la disminución de la mortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles, indicó aquí una experta.
La doctora Angela Hidalgo Sánchez, jefa del departamento del sistema integrado de urgencias del Ministerio de Salud Pública, explicó a Prensa Latina, que en el último año también disminuyeron los tiempos de espera para la emergencia, los que deben reducirse más, así como la disponibilidad técnica, muy deprimida en otros momentos.

Este sistema tiene como misión mejorar la calidad de atención al paciente necesitado, en el menor tiempo posible, brindado por un personal médico y paramédico con elevado desarrollo científico técnico, de alta profesionalidad, con dominio de los procedimientos técnicos, medios diagnósticos y terapéuticos de punta, señaló la experta.

Sin embargo, reconoció que aún existen insatisfacciones, por lo cual se desarrolla un programa de perfeccionamiento, que incluye entre otros aspectos, elevar la capacitación y profesionalidad de los trabajadores que laboran en la emergencia médica móvil.

El país cuenta con 122 áreas intensivas municipales, 56 unidades de cuidados intensivos para adultos, 35 pediátricas y 40 neonatales, además de otras 61 para emergencias, 22 unidades de Ictus y 20 coronarias.

Esto permitió disminuir la letalidad por infarto agudo del miocardio y enfermedad cerebro vascular, manifestó la experta, quien participa en el VI Congreso Internacional de Urgencias, Emergencias y Cuidados Intensivos, URGRAV 2013, en el Palacio de Convenciones de la Habana.

El encuentro en el que participan cerca de 400 expertos de una decena de países, culminará mañana viernes. También se desarrollan de manera paralela el IV Congreso Internacional de Enfermería en Medicina Crítica, y el III Foro de la Asociación Latinoamericana de Cooperación en Emergencias Médicas y Desastres.
Fuente Prensa Latina

Cuba y el día y el ahora de la medicina latinoamericana

sábado, 1 de diciembre de 2012
Por Wilkie Delgado Correa*

“Unos hicieron el juramento de Hipócrates y otros hicieron el juramento de hipócritas”. 
Fidel

El 3 de diciembre se celebra el Día de la Medicina Latinoamericana en reconocimiento a Carlos J. Finlay, ilustre médico cubano nacido en esa fecha en 1833. Por su trascendente y visionario descubrimiento merece honor en las Américas y el mundo.

En el contexto epidemiológico, social, científico y cultural propio del siglo XIX, permeado por teorías confusas diversas en torno a la etiología de la fiebre amarilla, Carlos J. Finlay expuso su medular y genial trabajo en la sesión ordinaria de la Academia de Ciencias Médicas en La Habana, el domingo 14 de agosto de 1881. El título del trabajo fue El mosquito hipotéticamente considerado como agente de transmisión de la fiebre amarilla. El mismo había sido precedido por una ponencia presentada el 18 de febrero de 1881 en la Conferencia Sanitaria Internacional de Washington.

 En este trabajo Finlay postuló meridianamente su teoría: “Tres condiciones serán pues necesaria para que la fiebre amarilla se propague: 1o  Existencia de un enfermo  de fiebre amarilla, en cuyo capilares el mosquito puede clavar sus lancetas e impregnarlas de partículas virulentas, en el período adecuado de la enfermedad;   2o Prolongación de la vida del mosquito entre la picada hecha en el enfermo y la que deba reproducir la enfermedad;  3o Coincidencia de que un sujeto apto para contraer la enfermedad y que el mismo mosquito vaya a picar después”.

 Tal como afirmara Finlay a continuación, “Tal es mi teoría, señores, y en verdad ella ha venido a robustecerse singularmente con las numerosas coincidencias históricas, geográficas, etnológicas, meteorológicas que ocurren entre los datos que se refieren al mosquito y lo que tenemos  acerca de la fiebre amarilla, y también con la circunstancia de que podemos con su auxilio explicar circunstancias hasta ahora inexplicable por las teorías existente”.

 A pesar de su fundamentado estudio y su brillante y detallada exposición, su tesis tardó muchos años para ser aceptada, pues era una teoría que discrepaba esencialmente de las ideas que hasta entonces eran propagadas acerca de la fiebre amarilla. Incluso se intentó escamotear la gloria a Carlos J. Finlay, y adjudicarla ilegítimamente al médico norteamericano Walter Reed, quien recibió del sabio cubano todos los resultados, hallazgos y las fundamentaciones teórica y práctica.

 Pasaron años y fue necesario una lucha tenaz de instituciones y científicos de Cuba para que se hiciera justicia a Carlos J. Finlay, y para que la historia de la ciencia reconociera la verdadera esencia de su descubrimiento. Uno, la teoría científica del contagio de la enfermedad, y otro, la identificación del mosquito como agente de transmisión o vector de la fiebre amarilla.

 Finalmente un siglo después de su nacimiento y después de su muerte ocurrida el 14 de agosto de 1915, en 1933 le fue reivindicada y reconocida la paternidad de su aporte científico con el establecimiento el 3 de diciembre como el Día de la Medicina Latinoamericana.

 Así se inició el papel trascendente de Cuba a la medicina latinoamericana y mundial. Después del triunfo de la Revolución Cubana el aporte a la medicina en estos ámbitos geográficos ha sido más directo y práctico a través del desarrollo de un modelo de colaboración excepcional para la atención sanitaria y la formación de los recursos humanos en el sector de la salud, así como la elaboración de vacunas y medicamentos de alto impacto.

 De manera que el AHORA en América Latina y el Caribe, y también en gran parte de los países subdesarrollados del mundo, está signado por progresos en el campo de la salud de esos países en los cuales la ayuda y colaboración cubana ha sido decisiva.

 Pero todo tuvo que empezar a partir de las transformaciones ocurridas en la educación cubana en todos los niveles, en particular el universitario, pues la nueva Universidad refundada por la Revolución Cubana sería, a partir del triunfo revolucionario, una universidad de nuevo tipo, desarrolladora y trascendente. Y como dijo Fidel, “la universidad, libre ya de los problemas políticos que la embargaban, libre ya del eterno conflicto con los gobernantes, porque el sentimiento universitario público, y el sentimiento del pueblo, y el sentimiento de los gobernantes, serán en lo adelante una sola cosa, libre ya de las batallas que antes libraba, porque ya no tendrá que librarlas, porque ya no habrá injusticia, porque ya no habrá tiranía, porque ya no habrá inmoralidades, la universidad podrá invertir su extraordinario caudal de energía y entusiasmo en preparar a los hombres, en preparar a la generación de hombres capacitados que la patria necesita, porque allí donde campeaba antes la politiquería, el oportunismo y el vicio, ha de campear en el futuro la virtud y la capacidad.”

 En estos cincuenta años han surgido numerosas Universidades en Cuba y, por desarrollarse con una concepción nueva, hoy existe un país-universidad.

 Fidel Castro ha expresado: “Si se quiere salvar a la humanidad de esa autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos despilfarro en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra. (…) Utilícese toda la ciencia necesaria para un desarrollo sostenido sin contaminación.” [1]

 Se ha dicho que el bienestar de las futuras generaciones dependerá de la cantidad y calidad de las reservas de recursos naturales, tanto de los no renovables como de los renovables, que sea capaces de legarles, y también dependerá, en gran medida, de cuánto se sepa hoy invertir en la formación del patrimonio humano de esas generaciones, fundamentalmente a través de la educación y la investigación.

 Más de un millón de graduados universitarios en todas las ramas ha sido el fruto de las Universidades cubanas después del triunfo de la Revolución, que han hecho un aporte extraordinario a su país, mientras que un número de cientos de miles han contribuido al desarrollo de otros muchos países en todas partes del mundo, ejerciendo una labor de cooperación solidaria en los más variados campos.

 En el campo específico de las Ciencias Médicas esto ha significado alcanzar una cosecha de futuro, construido en estos años, representada en las graduaciones de profesionales de las ciencias médicas que hoy se efectúan a lo largo del país, y que son reflejo de la lucha de Cuba, a nivel nacional e internacional, para garantizar el derecho humano a la vida, en primer término; para complementar la vida con el derecho a la salud, en forma gratuita, en segundo término; y para asegurar una calidad de vida como elemento indispensable del bienestar general de hombres, mujeres, niños, adultos y ancianos.

 En el periodo comprendido entre 1959 y el 2010 se han graduado en el país más de 108 000 médicos, de los cuales, al cierre del primer trimestre del 2011, se encontraban en plena labor 73 025.

 Y en el curso escolar que se inició en septiembre del 2012 se encuentran en las aulas 103 880 estudiantes de Ciencias Médicas –en el curso anterior la matrícula total fue de 118 914- que abarcan Medicina, Estomatología, Licenciatura en Enfermería, Psicología y Tecnología de la Salud.

 Durante los cincuenta años transcurridos después del triunfo de la Revolución, incluso desde sus primeros años, se inició la formación de profesionales de la salud extranjeros en Cuba. Pero fue a partir de la creación de la Escuela Latinoamericana de Medicina, fundada el 15 de noviembre de 1999, que este proceso se incrementó con ritmo inusitado.

 Si bien el objetivo inicial de esta institución fue la formación de Médicos Generales Básicos, orientados hacia el trabajo de la atención primaria de salud, como escenario fundamental de su actuación profesional y con una elevada preparación científica, humanista, ética y solidaria, capaces de actuar en su entorno para satisfacer las necesidades de la región latinoamericana y contribuir al desarrollo humano sostenible, la experiencia de la colaboración internacional ha extendido su misión al resto de países del mundo, incluyendo a los Estados Unidos de América, con un acento particular en jóvenes procedentes de los sectores humildes de esos países, que, a su vez, se comprometan a reciprocar estas oportunidades a las poblaciones o comunidades de los que son originarios. En la actualidad estudian miles de jóvenes de estos países, el 75% de ellos son hijos de obreros y campesinos; además de estar representadas con becarios 104 comunidades originarias de América Latina y también suman ya cerca de 15 000 los egresados de la institución.

 El papel académico de esta institución resulta acrecentada con la derivación de los estudiantes, en distintas fases de formación, al resto de las 21 Facultades de Medicina con que cuenta el país.

 Además, en el ámbito de la formación de profesionales extranjeros. tiene una significación especial la Escuela Caribeña de Medicina de Santiago de Cuba, dedicada a estudiantes de países de habla anglófona, que acogiera inicialmente a estudiantes procedentes de Haití.

 Adicionalmente a este aporte de Cuba en la formación de personal de la salud para la América Latina y el resto del mundo, dentro del país, y la que llevan a cabo cientos de profesores universitarios dedicados a la docencia médica fuera del país, cabe recalcar la contribución que realiza a través de la colaboración que ofrecen miles de médicos, estomatólogos, enfermeros y tecnólogos de la salud cubanos en la atención médica gratuita a las poblaciones pobres.

 En América Latina, la más desigual de las regiones del mundo en lo que respecta a la distribución de las riquezas, se ha avanzado mucho en lo que se refiere a la inclusión social, el acceso a los servicios de salud y la formación de los recursos humanos, partiendo del ejemplo y modelo cubano y su contribución solidaria con el programa integral de salud. Y esto se refleja en indicadores diversos de la salud pública de los países de este y otros continentes.

 El día en que todos los países, sin excepción, se decidan a establecer y concertar las políticas de salud viables y necesarias, mediante la asignación de los recursos materiales y humanos indispensables, y en las que medie la solidaridad incondicional, el salto cuanti-cualitativo en lo social será gigantesco y asombroso. América Latina y el mundo esperan y merecen ese día en que el futuro se convierta en presente.

 *Médico cubano; Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.

[1] Discurso de Fidel Castro en Conferencia ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo, 1992 http://www.cubadebate.cu/opinion/1992/06/12/discurso-de-fidel-castro-en-conferencia-onu-sobre-medio-ambiente-y-desarrollo-1992/

 Imagen agregada RCBáez

Cuba tiene más de 1.500 centenarios

martes, 8 de mayo de 2012
XINHUA

Poco más de un millar y medio de cubanos ha logrado sobrepasar los cien años de edad, reveló un estudio realizado por geriatras y demógrafos de la isla, quienes investigaron los hábitos de vida de ese segmento poblacional.

En la actualidad viven en la isla 1.551 hombres y mujeres mayores de 100 años, indicó el Estudio de Centenarios Cubanos, realizado en el periodo comprendido entre los años 2004-2008 y que investigó varias particularidades de ese grupo.

La investigación abarcó características socio-demográficas como sexo, raza, educación y lugar de residencia, además del funcionamiento físico y cognitivo así como los rasgos sicológicos y sociales de los centenarios.

La sicogeriatra Josefa González, del Centro de Investigaciones de Longevidad, Envejecimiento y Salud de La Habana, dijo que aquellos ancianos que practicaron ejercicios físicos tienen mejor memoria y adecuado estado de ánimo, además de que presentar menos dificultades para caminar.

Cuba estará entre los países más envejecidos del mundo en 2050 con el 39,2 por ciento de sus habitantes con 60 años o más, de acuerdo con un pronóstico demográfico de la Organización de Naciones Unidas.

En 2050, la edad media de los cubanos estaría en 52 años, el cuarto del orbe en ese indicador, superados en orden descendente por Bosnia y Herzegovina, Japón y Portugal, de acuerdo con el cálculo de la División de Población del organismo internacional.

Los vaticinios de la ONU, publicados bajo el título Perspectivas de la Población Mundial: Revisión 2010, ubican también a la nación caribeña en el octavo puesto del mundo para la mitad del siglo XXI, en cuanto a mayor dependencia del segmento poblacional envejecido del que en esa época se encuentre en edad laboral.

Tales opiniones coinciden con los demógrafos cubanos, quienes auguran que para 2024 el país será el más longevo de América Latina y el Caribe, según el informe Proyecciones de la Población Cubana 2011-2035, realizado por el Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE) de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

Actualmente el grupo de población con seis décadas o más se calcula en dos millones, cifra que deberá incrementarse a 3,6 millones en 2035, lo que significaría una notable sobrecarga para la seguridad social, el sistema de salud y la disponibilidad de fuerza de trabajo, asegura el estudio.

De acuerdo con el estudio, Cuba ha transitado desde un 11,3 por ciento de personas de 60 años y más, en 1985, hasta un 17,8 por ciento en el 2010.

La proyección para 2035 significaría el 33,9 por ciento de la población en esas edades, según el informe publicado en la página web de la ONEI.

Es importante destacar que al encontrarse la fecundidad por debajo del nivel de reemplazo -menos de una hija por mujer desde hace 33 años- la población de 0-14 años ha ido disminuyendo con respecto al total, añadió el texto.

Las mujeres cubanas no cubren desde 1978 el nivel de reemplazo poblacional, al no dejar al menos una hija por mujer al final de su vida reproductiva, al tiempo que se ha ido acentuando el patrón de familias pequeñas.

Para los expertos, el país vive el llamado proceso de transición demográfica, que requerirá de esfuerzos ingentes para asumir la situación de forma satisfactoria, enfatizó el mencionado documento.

Al cierre del 2010, cuando se publicaron los datos oficiales más recientes, la ONEI informó que la isla alcanzó los 11,241.161 habitantes, cifra que significa 1.467 personas menos en relación con el 2009, cuando hubo un crecimiento positivo de 6.529 ciudadanos.

La variable de nacimientos incidió desfavorablemente en el hecho de que la población volviera a decrecer como en el período 2006-2008, algo que los expertos achacaron a los problemas habitacionales, la insuficiencia de los salarios, la escasez de ajuares de bebés.

Entre los principales factores que desestimulan a los cubanos a tener más hijos consideraron también el aumento de la independencia social de las mujeres para decidir sobre el momento oportuno del embarazo.

De acuerdo con la ONEI, en 2010 se registraron 127.746 alumbramientos en el país, que significaron 2.290 nacimientos menos que el año anterior, un problema que se adiciona al envejecimiento de una población cuya expectativa de vida es de 78 años.

Actualmente, Uruguay, Cuba y Argentina son los países más envejecidos de América Latina y el Caribe, pero a la vuelta de unos pocos años serán Barbados y esta isla las naciones que presentarán mayor proporción de población de mayores de 60 años.

Tomado de ARGENPRESS

FOTO RCBáez Circulo de abuelas de excursión por la Habana Vieja

¿Dónde están los médicos peligrosos?

jueves, 10 de noviembre de 2011
Creo que este texto que me envía mi nuevo amigo Jean Araud, no necesita explicaciones... sin embargo, me hace recordar cómo algunos oftalmólogos de Argentina gritaron airados por la Misión Milagro, que desde Cuba, ayudaba a aquellos que temían perder la visión y poder contemplar nuevos amaneceres... recuerdo los que de igual forma gritaban descolocados en otros países de América... y nos sentimos orgullosos de, quizá, no tener analgésicos o demorar en el turno de nuestro alergista... sabiendo que, en cambio, muchas vidas son salvadas por nuestros médicos en cualquier parte de este mundo, ancho y, para nosotros, nada ajeno:

¿Dónde están los médicos peligrosos?
Carola Chávez


Hace un año, mi papá agonizaba en una clínica privada. Había sido diagnosticado, dos meses antes, con una enfermedad terminal y sin derecho a pataleo. Todo pasaba muy rápido y yo, como no soy médico, no podía sino dejarlo en manos de los doctores, no esperando que mi papá se salvara sino pensando que ellos estarían velando por su derecho de morir sin tanto sufrimiento y con mucha dignidad.
Pasa que la dignidad no te lleva de vacaciones a Europa… el sufrimiento ajeno sí.
Una semana antes de su muerte nos pidieron donantes de sangre porque a mi papi se le destruían las plaquetas y podía sufrir una hemorragia interna, y yo, casi huérfana, pedía angustiada donantes para mi papá.
La sangre salvadora se perdía en un organismo que, los doctores sabían, estaba dedicado a destruir plaquetas, fueran propias o prestadas. Transfusiones inútiles para un papá brillante cansado de esta nueva lentitud para pensar, de tantas agujas, de tanto no poder, para un papá que no se iba a salvar porque estaba desahuciado.
La sangre es para salvar vidas, no para prolongar agonías. Eso lo sabía yo, no así los médicos que atendían a mi papá.
Vivió una semana más de lo que su cuerpo habría vivido. Una semana de dolores intensos que ameritaban drogas mortíferas -¿Y qué?-. Y aquella incoherencia, y aquel qué hago yo aquí y aquellos doctores exprimiendo del seguro hasta el último centavo, ignorando al hombre, su dignidad y el dolor quienes no podíamos ignorarlo…
Hace cuatro años corría yo a emergencias con mi bebé de cinco meses: mi gordita no podía respirar. Para que la viera un médico tenía yo que demostrar a la clínica, con una tarjeta de crédito que, aún si seguro, yo podía pagar por el derecho a la vida de mi bebé. Si se moría en mis brazos esperando de la luz verde bancaria sería solo culpa de esta madre irresponsable capaz traer niños al mundo sin seguros de salud para chupar.
Pero hay médicos con alma, y muchos -hay que ser justos-, como el pediatra que se llevó a mi niña y la nebulizó, sin permiso y sin cobrar, a riesgo de ser regañado y luego me dijo: “Llévala a la Clínica Bolivariana que ahí va a estar muy bien”. Y eso hice.
Diez días de hospitalización, buenos cuidados y amor, sin que nos costara un centavo, sin que nadie creyera que mi gordita, por pelabolas, no merecía poder respirar.
Hoy pegan el grito en el cielo los mismo que callan -y otorgan- los desmanes de las clínicas privadas. Un derroche de cinismo que alerta que los médicos integrales comunitarios, según los expertos decentes y pensantes de este país, son un peligro para la salud, cuando sabemos, muchos en en carne propia, que nada es más peligroso para la salud que el sistema de ¿salud? privado, donde si tienes plata te mantienen enfermo hasta el último centavo, y si no tienes, simplemente, te dejan morir.
http://carolachavez.wordpress.com/2011/11/10/%c2%bfdonde-estan-los-...

Una ciencia sin fronteras

lunes, 25 de julio de 2011
Por Patricia Cáceres

Un total de 250 estudiantes cubanos y de 21 países recibieron en La Habana sus títulos de licenciados en Medicina, Enfermería y como técnicos de salud, acompañados de caravanistas de Pastores por la Paz

Cuba es el país de mayor cantidad de médicos por habitante, con más de 78 000 doctores, miles de enfermeros, estomatólogos, trabajadores de la salud y de profesores, que hacen posible, día a día, el progresivo desarrollo de este sector.

Así expresó este sábado Juan Carrizo, rector de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), durante la graduación Aniversario 50 de la Victoria de Playa Girón, de la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende, de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, donde 250 estudiantes cubanos y de 21 países —incluyendo 20 norteamericanos—, recibieron sus títulos de licenciados en Medicina, Enfermería y como técnicos de salud.

Según Carrizo, el sistema de salud cubano, con la atención primaria como columna vertebral, ostenta entre sus méritos la reducción de la tasa de mortalidad infantil a 4,3 por ciento por cada mil nacidos vivos, así como la erradicación de 13 enfermedades infantiles gracias a 11 vacunas desarrolladas en el país.

Jorge Jiménez Armada, decano de la Facultad de Ciencias Médicas, resaltó en la ceremonia la importancia que ha tenido la creación y desarrollo de la ELAM, mediante la cual se han graduado allí estudiantes de África, América del Norte, Latinoamérica y el Caribe.

El académico también hizo énfasis en la actitud desinteresada y altruista que ha caracterizado a todos los alumnos quienes, aún sin haber concluido su carrera, apoyaron la lucha contra el dengue y la influenza AH1N1, y brindaron su ayuda humanitaria a las víctimas del devastador terremoto en Haití.

A la gala de graduación asistieron integrantes de la  XXII Caravana de la Amistad Estados Unidos-Cuba, promovida por Pastores por la Paz, quienes, acompañados en la ocasión por las cenizas del reverendo Lucius Walker, agradecieron a la nación cubana por haber ofrecido una oportunidad de estudio a tantos jóvenes de países hermanos, incluidos los de Estados Unidos.

«Necesitamos médicos en todo el mundo, pero sobre todo médicos como los cubanos, dispuestos a trabajar en cualquier lugar, con una atención centrada en el ser humano, capaces de sentir y de compartir sus conocimientos y habilidades cuantas veces sea necesario», refirió Helen Bernstein, coordinadora interina de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO, por sus siglas en inglés).

A nombre de los estudiantes extranjeros, la licenciada Adasa Alenis Padmore, de nacionalidad panameña, manifestó que la Universidad cubana no solo le ha enseñado la especialidad de Medicina. «Hoy podemos decir que somos estudiantes integrales porque nuestra vida en Cuba nos ha convertido en hombres y mujeres de bien, a los cuales nadie podrá detener en el empeño de ser parte del cambio de nuestra América», dijo.

http://www.juventudrebelde.cu/internacionales/2011-07-23/una-ciencia-sin-fronteras/

Decrece la mortalidad infantil en Cuba

jueves, 10 de febrero de 2011
Un recién nacido. Foto Raquel Pérez.
Si Cuba tuviera la mortalidad media de América Latina,
en el 2010 habrían muerto 1.800 niños más.
 
La mortalidad infantil en Cuba descendió a 4,5 por cada 1.000 nacidos vivos durante el 2010, muy por debajo de la media continental donde, según el último informe de UNICEF, de cada millar de niños que nacen mueren 19 antes de cumplir su primer año.
BBC Mundo penetró en el sistema de Salud Pública cubano para tratar de comprender cómo se logra algo así en un país de clima tropical favorecedor de enfermedades y que lleva además décadas enfrentando serias dificultades económicas.

La principal explicación del fenómeno radica en la cobertura médica que se inicia apenas se detecta el embarazo y que termina mucho después del nacimiento del bebé. Este seguimiento permite prever gran parte de los problemas que puedan surgir.

Todo el proceso descansa sobre la base de un sistema de salud que es gratuito y beneficia a todos los ciudadanos. Esa es la razón por la cual el 99% de las embarazadas –sin importar su ubicación social o geográfica- dan a luz en centros hospitalarios y son atendidas por médicos.

Atención prenatal

Todas las embarazadas cubanas son controladas periódicamente por su Médico de la Familia o en el policlínico del barrio. Si durante los 9 meses los galenos encontraran alguna anomalía, la mujer es atendida e incluso internada en centros especializados.

El médico Alexei Capote, dirige uno de estos centros, el Hogar Materno Leonor Pérez, en la Habana Vieja, donde se atienden 110 embarazadas, la mitad de las cuales son asistidas de forma ambulatoria y el resto están internadas.
"Cada niño que muere es estudiado desde la preconcepción hasta el momento en que fallece. Hay una comisión en cada hospital, a nivel provincial e incluso nacional. Se analiza cada caso, en busca de errores en la atención y para recabar experiencia" / Dr. Eduardo Díaz, jefe del Comité de Fallecidos del hospital William Soler
Estos hogares surgen en los años 60, en las cercanías de los hospitales. Eran residencias para que las mujeres campesinas pasaran los momentos finales de la gestación. Fue el primer paso hacia lograr que todos los partos ocurran bajo la supervisión médica.

Capote nos explicó que hoy el perfil se ha ampliado y allí llegan todos los casos en los que se detecta algún tipo de dificultad como malformaciones, macro fetos, bajo peso de la madre o el bebé y todos los embarazos múltiples.

Las beneficiadas

Bárbara Herrera, de 27 años es vecina de la Habana Vieja y está internada en el Hogar Materno porque los médicos temen que se trate de un macro feto. "Es que ya yo hice un parto anterior y mi bebé pesó 13 libras (casi 6 kilos)", nos explica.

Agrega que "aquí me siento muy segura, no hay ningún riesgo, sé que cualquier cosa que me pase tengo a los médicos y a las enfermeras para atenderme al momento". Además estas mujeres descansan de las tareas del hogar, tienen tranquilidad, limpieza y una alimentación adecuada.

A pesar de ser camarera de una cafetería, Yalorde Maikel López, de 19 años, está internada porque los médicos percibieron que ella y el feto tenían problemas de peso. "Me lo detectaron casi desde el inicio de la barriga" nos explica sonriendo siempre.

Asegura que está satisfecha en el Hogar, "estoy muy bien atendida y no siento ningún peligro". Agrega que llegó "vomitando y con desnutrición, después mejoré y pasé al grupo de bajo peso pero ya he engordado cantidad, entré con 35 kg y estoy en 45 kg".

Caso por caso

Cuando las futuras mamás son trasladadas al hospital traen consigo un historial que les permite a los médicos saber con qué problemas se pueden encontrar y preparar las condiciones para solucionarlos, incluyendo la atención neonatal.

El doctor Eduardo Morales está a cargo del servicio de terapia intensiva neonatal del hospital William Soler, el principal pediátrico de Cuba. Nos explica que "esta especialidad es muy importante porque nunca un ser humano tiene tanto riesgo de fallecer como en esa etapa de la vida".
Yalorde Maikel López, de 19 años. Foto Raquel Pérez.
 La cobertura de salud abarca a todos los sectores sociales.
Yalorde llegó al Hogar Materno desnutrida y ya aumentó 10 kg.
 
La sala de terapia cuenta con incubadoras y otros equipos adquiridos hace 2 años en Japón. Los médicos desconocen los costos, afirman que su misión es salvar vidas y ponen como ejemplo al niño Jorge Batista para el cual se compra un medicamento que cuesta US$1000 cada bulbo.

El médico Eduardo Díaz, jefe del Comité de Fallecidos del hospital, nos explica que a pesar de que reciben casos graves de todo el país, la mortalidad es del 8,3 %, fundamentalmente por deficiencias hepáticas y malformaciones congénitas.

Agrega que "cada niño que muere es estudiado desde la preconcepción hasta el momento en que fallece. Hay una comisión en cada hospital, a nivel provincial e incluso nacional. Se analiza cada caso, en busca de errores en la atención y para recabar experiencia".
Fuente BBC



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