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Base Naval de Guantánamo: La historia de un despojo y el reclamo de Cuba para su devolución

jueves, 5 de marzo de 2015

Por Andrés García Suárez


Punto de control en la línea de demarcación del territorio
libre de Cuba y el ilegalmente ocupado por EEUU contra
la voluntad del pueblo cubano.
En contra de la voluntad del pueblo cubano el 2 de marzo de 1901 el Congreso de Estados Unidos otorgó su aprobación definitiva a la Enmienda Platt, inmediatamente firmada por el presidente de ese país, William McKinley. El texto —que es obra de Elihu Root, secretario de Guerra, y no del Senador Orville Platt cuyo apellido recibió el apéndice convertido en Ley— quedó incorporado a la Constitución de la República de Cuba por imposición del gobierno de Washington, como condición indispensable para otorgarnos la categoría republicana. Fue un chantaje que sólo así logró el voto de legisladores que realmente eran patriotas y aborrecían la maniobra.

La cláusula siete de la Enmienda, otro cepo sobre el cuello del Caimán, expresa: “Para poner en condiciones a los Estados Unidos de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de los Estados Unidos”.


Los “puntos determinados” ya los tenía muy claros el Almirante George Dewey,  jefe de la Naval General Board y representante de los grandes intereses financieros y militares de EEUU, quien el 9 de febrero de 1901, cuando comenzaba sus labores la Asamblea Constituyente cubana y la Isla estaba bajo la primera ocupación militar norteamericana, alertó al Presidente norteamericano: “Estados Unidos necesita la posesión permanente  (¡atención!, dijo “posesión permanente”) de las bahías de Guantánamo y de Cienfuegos.  Debe ser en un radio de diez millas en torno al fuerte El Toro de Guantánamo y alrededor de la Iglesia Catedral de Cienfuegos…”.  Lo curioso e importante es que en lo que dio en llamarse “Convenio de arrendamiento” no hubo ni real convenio ni cabal arrendamiento, porque este tipo de documento se concibe legalmente con una fecha de caducidad o término que no se consignó y por eso se extiende aún en el tiempo sin legalidad. El Gobierno Revolucionario no cobra desde 1959 por ese concepto la ridícula cifra del “alquiler” anual en señal de protesta y desconocimiento de la operación. Actualmente existe allí una prisión internacional para prisioneros políticos que son cruelmente torturados.
Resultaron vanas, a principios del siglo XX, las gestiones de una Comisión que los patriotas cubanos crearon para intentar salvar la soberanía cubana y la enviaron a Washington para discutir el asunto de la cesión de terrenos de nuestro territorio. Contra la imposición imperial alzaron sus voces o emitieron ponencias, patriotas tan notables como Salvador Cisneros Betancourt, Juan Gualberto Gómez, el General Lacret Morlot, Manuel Sanguily, y otros, y también la prensa nacionalista con sus caricaturas tan ilustrativas denostó el chantaje. También el pueblo protestó en manifestaciones populares y coreaba: “Nada de carboneras…”. A todos repugnaba  entregar partes del territorio y preocupaba los peligros de guerras dentro de nuestro país que ello entrañaba.
 

La frase impositiva del presidente McKinley al títere Tomás Estrada Palma, respecto a que: “¡Es una  decisión del Gobierno de Estados Unidos!”, y la pronunciada por Root, el Secretario de Guerra, ambas en 1901, a la Comisión cubana que fue a Washington: “Eso no tiene discusión porque esas bases son esenciales para la seguridad de Estados Unidos por su posición estratégica!”,  resultan semejantes en su prepotencia a la que funcionarios norteamericanos dijeron, en fecha reciente, durante la primera ronda de conversaciones binacionales, y algunos voceros de Washington recalcaron en la prensa internacional respecto a que: “no es negociable, no es discutible, ahora, el asunto de  la Base Naval de Guantánamo”.
 

Incluso ahora, el pasado 23 de enero la señora Roberta Jacobson, al frente de la delegación enviada por Washington a esa primera ronda de conversaciones enfatizó que: “Estados Unidos no ha modificado sus objetivos estratégicos hacia Cuba, lo que cambian son las formas”. (Las tácticas). Solo que ahora la parte cubana recalcó en que los futuros nexos deben basarse en los principios del derecho internacional refrendados en la Carta de las Naciones Unidas y las Convenciones de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas y Consulares. Y nuestro Presidente Raúl Castro Ruz fue explícito en la III Cumbre de la CELAC al expresar: “El restablecimiento de las relaciones diplomáticas es el inicio de un proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales, pero esto no será posible mientras exista el bloqueo, no se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo, (…) Si esos problemas no se resuelven, este acercamiento diplomático entre Cuba y Estados Unidos no tendría sentido”.
 

Observemos que a 53 años de la firma del Decreto 3447 del Presidente John F. Kennedy y la entrada en vigor el 7 de febrero de 1962 de la declaración formal del bloqueo a la Isla, éste persiste, está intacto en su crueldad. Pero, ¿por qué ellos insisten en llamarlo “embargo?. No es una cuestión semántica sino conceptual. Porque “embargo” es término jurídico frecuente en el mundo legal, pero bloqueo entraña un acto de guerra que es ilegal. Entonces, resulta un contrasentido llevar a cabo agresiones contra un país con el cual se pretende restablecer relaciones. Es una discusión que tiene que enfrentarse en el Congreso de Estados Unidos y desmontar allí el entramado legal que lo sustenta. 
 

Como el momento que se abre no significa que el Gobierno norteamericano haya renunciado a su intención de poner a Cuba bajo su esfera de influencia, —es solo un cambio de táctica, como señaló la señora Jacobson—,  frente a esta realidad se impone encontrar en las reservas de nuestra identidad como pueblo las respuestas adecuadas para que el proceso en marcha tras dos rondas ya de diálogo no socave nuestra dignidad y no nos devuelvan a un estado de dependencia oprobiosa que ya vivieron nuestros antecesores.
Resulta muy necesario que nuestros jóvenes encuentren en el aula, donde se forma la conciencia de la Nación, en los hogares y en los medios de comunicación, los hitos de nuestra cultura e historia patria, de nuestro humanismo y nuestro internacionalismo. Ignorar el pasado compromete el futuro.
 

 “A semejanza de la política y la religión  —dijo el teólogo brasileño Frei Betto en el reciente Congreso Internacional Pedagogía 2015— la educación (y el conocimiento de la historia, agrego) sirve para liberar o para alienar, despertar protagonismo o favorecer el conformismo, propiciar una visión crítica o legitimar el status quo como si fuera inmutable, promover la praxis transformadora o sacralizar la dominación”. Por eso importa conocer la hermosa historia de Cuba, las raíces de todo lo que ahora se discute, y a los mejores luchadores.  Así sabremos seguir mejor a éstos y ser también protagonistas del futuro.

Tomado de Fanal Cubano

Roberta Jacobson: Diálogo respetuoso, aunque a veces con muchos retos

viernes, 27 de febrero de 2015
Roberta Jacobson en la conferencia de prensa. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate
Roberta Jacobson en la conferencia de prensa. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate
Palabras de la Subsecretaria de Estado Roberta Jacobson, en la conferencia de prensa al concluir la segunda ronda de conversaciones sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU, en el Departamento de Estado, Washington
Buenas Tardes a todos, gracias por venir.
Hoy, 27 de febrero del 2015 funcionarios cubanos y americanos se reunieron en Washington para hablar del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. La Directora General de Asuntos Estadounidenses, Josefina Vidal, lideró la delegación de Cuba.
Restablecer las relaciones diplomáticas es una de las medidas necesarias para normalizar las relaciones entre ambos países después de estar más de 50 años en pugna. Por ello, hoy fue un día productivo y que nos dio mucho ánimo. El diálogo fue siempre respetuoso, aunque a veces con muchos retos. En él abordamos los requisitos de ambos lados y las diferencias que identificamos en La Habana hace un mes, durante la primera ronda de conversaciones.
Hoy hemos avanzado bien, aunque sabemos que todavía hay diferencias serias entre ambos gobiernos.
Me complace decir que tuvimos el tipo de intercambio constructivo que nos lleva a unas relaciones más favorables. Este espíritu de intercambio también se verá reflejado en los eventos de la próxima semana, donde Cuba mandará dos delegaciones para hablar sobre la aviación civil y la trata de personas, entre otros temas.
El próximo mes de marzo se efectuará otra reunión en La Habana donde irá el embajador Daniel Sepulveda para trabajar con el gobierno de Cuba y ampliar el acceso de información al pueblo cubano. En ese mismo mes una agencia viajará a la capital de la isla para hablar de los cambios reglamentarios en Estados Unidos y fines de marzo hablaremos de la estructura de nuestro dialogo sobre Derechos Humanos.
Por el momento, estamos comprometidos con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas que nos permitirán de la manera más efectiva posible representar los intereses de los Estados Unidos e interactuar con el pueblo cubano. Hoy fue un paso muy importante hacia el futuro y con mucho gusto seguiré trabajando con la Directora General Josefina Vidal.

Preguntas de la prensa

Conferencia de prensa al finalizar las conversaciones entre ambas delegaciones. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate
Conferencia de prensa al finalizar las conversaciones entre ambas delegaciones. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate
  • ABC: ¿Qué progreso se puede lograr en eliminar a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo? La Directora General Vidal dijo que no era una pre-condición, pero es sumamente importante. También, ¿cree usted que las embajadas de ambos países podrían abrirse antes de la Cumbre de las Américas, el 10 de abril?
Creo que el punto de vista nuestro, y hemos sido claros, que los dos temas son distintos, y separados. Entendemos el hecho de que la delegación cubana dé este hecho como prioridad. Para nosotros es importante terminar la revisión que todavía está en curso y desde el principio hemos pensado que teníamos que hacerlo tan pronto como fuera posible. El Secretario (de Estado) hizo hoy algunos comentarios que después reitero, que lo vamos a terminar tan pronto como sea posible según la ley, pero eso y el establecimiento de relaciones diplomáticas son dos procesos separados, y es lo que quiero reiterar.
En cuanto a la cronología, me parece que sí se puede lograr antes de la Cumbre de las Américas. Creo que con el tipo de cooperación que hemos visto hoy, yo soy una líder de esa conversación y de forma optimista, comprometida y reconociendo el trabajo que todavía queda por hacer, me gusta la idea de abrir las embajadas antes, y es muy bueno que fuera antes de la Cumbre.
  • Reuters: ¿Pudieron progresar hoy en el tema del Convenio de Viena sobre relaciones diplomáticas y la libertad de movimiento para los diplomáticos? Yo sé la importancia de eso para Estados Unidos a partir de las ventajas de poder reunirse con los disidentes políticos en Cuba.
Una de las cosas que yo dije entrando a estas conversaciones era que a lo mejor se podían decepcionar un poco, porque no vamos a tener grandes titulares, pero si hemos dicho que son temas de importancia, y sí hablamos de ese tema, y sí creo que hemos progresado. Hubo un espíritu muy cooperador. Eso es importante para nosotros, que la Embajada en La Habana pueda operar de forma que sean conformes con el convenio y los dos estuvimos de acuerdo. Así que creo que sí. Hemos progresado, hemos tenido un espíritu de cooperación, pero más que eso creo que lo dejaría para el diálogo diplomático.
  • Miami Herald: ¿El tema de derechos humanos lo hablaron en algún contexto de las conversaciones de hoy?
Lo que puedo decir es que de un par de maneras y en el sentido que nosotros siempre hemos dicho, en términos de poder vislumbrar una apertura de lo más grande posible, está conocer a todo el pueblo cubano, que es parte de nuestro trabajo. No sé si es directamente relacionado con derechos humanos pero si toca el tema de personas en Cuba, con quienes queremos hablar. Pero creo que para progresar, es una de las cosas que más me ha complacido: hablar de derechos humanos.
Por cierto, hablamos de que ese tema es uno de los más difíciles pero uno de los más importantes. Quizás en el momento haya unos 6 o más diálogos programados, me parece sumamente importante como una medida del dinamismo; y el movimiento de las relaciones hemos hablado como uno de ellos desde el principio. Van desde la aviación civil, hasta la tecnología de informática o la protección de la vida marina. Para nosotros es muy importante el diálogo sobre derechos humanos.
  • Wall Street Journal: ¿Usted dijo que a lo mejor podrían abrir las embajadas antes de la Cumbre de las Américas, pero esto va a requerir otra reunión en La Habana, por ejemplo?
Creo que usted escuchó lo que dijo la Directora General Vidal sobre la comunicación permanente, y me gusta esa frase aunque permanente, me parece implicar que no vamos a dormir nunca, pero si estamos de acuerdo que vamos a seguir teniendo conversaciones sobre muchos de estos temas, que todavía tenemos muchos que resolver. Hemos progresado el día de hoy, pero hay cosas que tenemos que consultar con nuestros superiores, otras cosas donde no tenemos un acuerdo completo. Entonces, ¿en qué forma se va a dar ese diálogo?
No nos queda muy claro, obviamente tenemos secciones de interés ambos y no tenemos que reunirnos cara a cara, pero también creo que en estas últimas reuniones hemos solidificado la importancia de esa diplomacia cara a cara y refuerza nuestra idea de las relaciones diplomáticas; y que tener embajadas enteras es importante para una relación como esta en la que hay diferencias y hay que sobrellevar tantas cosas. Entonces la variable es la comunicación. Entonces no sé qué forma tendrá esa comunicación pero seguirá hasta que tengamos un acuerdo.
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