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Para ir hablando claro (*)

jueves, 31 de julio de 2014
Por Camilo Martiano**

 

El Ex presidente de la República de Cuba Fidel Castro Ruz, se pronunció en un connotado análisis sobre la Cumbre de los BRICS, haciendo un balance general sobre los beneficios que a mediano y largo plazo esta representará en Latinoamérica. Hace ya más de una década varios países del Cono Sur han venido trabajando por la integración de nuestra América. Lejos estaba Cuba en los años noventa poder imaginarse que la unidad de los pueblos estaba tan cerca; hoy día se ve más que fortalecida y gracias a ese empeño y esmero del máximo líder de aquel país que a una voz se le escuchaba decir: “mientras más unidos estemos mas difícil le será al enemigo el podernos derrumbar”. Hoy algunos países como Guatemala, Honduras, Colombia, Perú, Paraguay entre otros,  no apuestan en estos momentos por esta iniciativa de cambio y unidad, razones expresas lo dicen importantes medios de comunicación, como para poder pensar estos en unirse a este nuevo orden económico mundial.

El Interés de esta Cumbre es sacar del atolladero y darle una oxigenación al modelo de vida impuesto desde hace mucho por Estados Unidos de Norteamérica; dándonos por doctrina el endeudamiento tras endeudamiento según para salir de la deuda impuesta por ellos mismos. Caso que ha quedado más que evidenciado con el tema de los fondos buitres (analizado e investigado por el gobierno Argentino). Por ello es oportuno mencionar y seguir trabajando sobre este pronunciamiento que el Ex presidente cubano nos ha enviado como reflexión. Su aporte sobre la necesidad de ir conociendo más sobre la realidad económica es responsabilidad de todos y para ir hablando claro es necesario desenmascarar las malas gestiones administrativas de los diferentes gobiernos que han impedido el progreso en los diferentes pueblos que han estado atados al consenso de Washington.

Con este aporte tratamos de exponer parte de la realidad nuestra y de lo que lejos estamos como guatemaltecos alcanzar un acercamiento ante esta iniciativa que presentaron los países BRICS en su última reunión celebrada en Fortaleza, Brasil. El pueblo está empantanado y cubierto hasta el cuello por los denominados fondos buitres; Guatemala necesita un nuevo aire, un nuevo respiro económico donde las fuerzas políticas y económicas sean responsables, pero sobre todo honestas. Se necesitan revisar muchos aspectos socioeconómicos que tienen dolida toda la infraestructura política y social. Si bien es cierto en Guatemala se necesitan hacer estos cambios profundos, al tiempo hay otros rubros que merecen especial atención y ser fortalecidos tal es el caso del sistema agrario; es necesario saber y más bien revisar desde las instancias internacionales como se encuentra Guatemala ante el FMI, BID, BM entre otros. Cabe resaltar que estos organismos han llegado a ser el opio de muchos países y nuestro pueblo no es la excepción.

No se puede dejar de mencionar que Guatemala esta supeditada a estos organismos imperiales, Guatemala siendo un país extremadamente rico, es extremadamente endeudado y empobrecido, no podemos siquiera participar u opinar en este nuevo grupo de países que están pensando en pagar la deuda externa – dios nos guarde – mucho menos pensar en las iniciativas de integración centroamericana que ya El salvador y Nicaragua retomaron el tema que hace mucho Guatemala fue el paladín. Todo el sistema jurídico, judicial, Legislativo y Ejecutivo está comprometido hasta el tuétano con estas instituciones “benéficas” que no han hecho otra cosa que saquear y seguir saqueando. Adicionalmente donde se queda toda la ayuda Internacional que reciben diversas organizaciones sociales - mayoría de la izquierda, lamento decir - por parte del pueblo Noruego, Sueco, Escoses, Austriaco, Alemán, entre otros. Se conocen datos en millones de euros que dichas organizaciones reciben un promedio de 5 millones  anuales para sus “proyectos” ¿Dónde están? Por ello es hora de hablar claro.

Es tan triste y crudo decir: ¿Que le interesa al actual Gobierno? como a los anteriores, - excepto el gobierno de 1944-1954 -  poder comenzar a pagar la deuda que ellos mismos nos imponen, ¿Que les interesa la falta de educación?, erradicación del analfabetismo, salud, la erradicación de la impunidad, ¿Qué les interesa la honestidad? Les interesa empobrecer más a la nación y eso es un hecho. Llegar al poder a través de su empresa electoral “partidos políticos”, saquear y hacer los mejores negocios durante cuatro años ¡ESO SI LES INTERESA!, luego desaparecer del mapa y gozar del erario robado – así muchos países – eso les ha interesado siempre a los malandrines de turno. El actual gobierno está preocupado por las concesiones que se hacen, el reparto de los minerales expoliados y los intereses que dejan de pagar empresarios que se hacen ricos con el dinero del pueblo y no por su capacidad emprendedora, de esos hay un buen número en Guatemala. Un presidente dijo, recuerdo: “Quiere tener el poder, forme su partido político y gane las elecciones” (Álvaro Colom) ¡y eso que era socialista!… 
         
Otro y el más descarado Álvaro Arzú, privatizó y dio en concesión las Empresas del Estado, generando cualquier tipo de ganancias, no solo para él, sino para su sequito de esbirros. A la fecha este pide a instancias del Estado que no se fiscalice la Municipalidad del Departamento de Guatemala, la cual preside por varios años. Basta con una llamada telefónica y se suspende cualquier fiscalización en esta Municipalidad. Ahora ¿que medio de comunicación dice esto?, ¡nadie!

La modalidad actual  es: EMERGENCIA NACIONAL, COMPRAS SIN LICITACIÓN; piden Fideicomisos para las transferencias a los distintos Ministerios y cuando estos no alcanzan piden fideicomisos pequeños en millones de dólares, para que las empresas extorsionadoras del sistema bancario los manejen y puedan suministrar dineros a dependencias y personas de gobierno. Mientras que el ex presidente Alfonso Portillo – sinvergüenza también - sigue purgando en cárcel de Miami, este según muchos guatemaltecos ha sido “bueno” y está preso por apretarles un poco la bolsa a los “ricos” – vaya pecado -  en este caso a Dionisio Gutiérrez y emporio. Para ir Hablando claro…

Entonces, a Guatemala y  estos  déspotas – aprendices de buitres - cómo se le puede pedir que se integren a un programa como el BRICS, en donde se están preocupando por el bienestar de la sociedad en general y no de unos cuantos. La comunidad Internacional deberá estar atenta a toda incursión de los países dentro del BRICS, exigir transparencia de los recursos que ahí se manejen y que pueblos como Guatemala tendrán que tener la solvencia en todos los campos que ahí se manejarán, esto por el bien propio de la iniciativa, de lo contrario seguiremos en las mismas, atados al modelo impuesto de los prestamos Leasing.

Por el momento no veo a Guatemala en estas instancias, deberá hacerse una reorganización Estatal. Los cambios o como dicen los tecnócratas – paradigmas – no se debe tener miedo a romperlos; el nuevo orden mundial que se avizora para los pueblos que integren el BRICS, será una tarea de muchos desafíos y muestra clara que la mentira dura mientras la verdad no aparece. La verdad apareció y está dando muestras de cambios sólidos sustentados en la responsabilidad y honestidad. América Latina debe girar hacia nuevos tiempos, la traición y el aprovechamiento de los pueblos quedó atrás. Estos cerebros que tendrán la oportunidad de demostrar que el FMI, BID y BM, fueron los responsables de muchas catástrofes que ahora toca recomponer y comenzar un nuevo orden de vida. Todos los países que en su momento cayeron el las garras de estos buitres, tendrán que ser muy responsables y pedir la revisión de cuentas de que se a pagado y que se han llevado a precio de hormiga y generado ganancias a precio de elefante. Es hora de cobrar la factura y decir la realidad. A ver si este artículo no me trae consecuencias, pero hablemos claro y en Guatemala las cosas están pasando así.
 
* El titulo de este material esta Inspirado en el análisis profundo del Comandante de La Revolución cubana Ex presidente Fidel Castro, escrito el día 21 de julio de 2014, publicado en diversos medios de comunicación, refiriéndose a la cumbre del BRICS y la importante incursión de América Latina. “Es hora de conocer un poco más la realidad”. Fidel Castro Ruz

 **Periodista guatemalteco
 

Grotesca réplica de EEUU a oferta cubana

sábado, 4 de enero de 2014
Por Manuel E. Yepe*

 
“Estados Unidos está abierto a dialogar con Cuba si garantiza la protección de los derechos humanos” es el título que dio el diario El Nuevo Herald, vocero de la extrema derecha cubano-americana de Miami, a un despacho de la agencia de prensa francesa (AFP) de diciembre 24 de 2013. “El gobierno de Estados Unidos está abierto a forjar una nueva relación con Cuba cuando el pueblo cubano disfrute de las protecciones a los derechos humanos fundamentales y la habilidad de determinar libremente su propio futuro político”.

Tal fue la respuesta poco seria de Washington, formulada por “un funcionario de alto rango de la diplomacia estadounidense que pidió el anonimato” a una oferta de diálogo reiterada por el Presidente Raúl Castro al inquilino de la Casa Blanca en el discurso de clausura del Segundo Período Ordinario de Sesiones de la 8ª Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento cubano) el 21 de diciembre último.

En aquella ocasión, el Primer Mandatario de Cuba expresó que “si en los últimos tiempos hemos sido capaces de sostener algunos intercambios sobre temas de beneficio mutuo entre Cuba y los Estados Unidos, consideramos que podemos resolver otros asuntos de interés y establecer una relación civilizada entre ambos países como desea nuestro pueblo y la amplia mayoría de los ciudadanos estadounidenses y la emigración cubana.

“En lo que a nosotros respecta, -enfatizó el Presidente Raúl Castro- hemos expresado en múltiples ocasiones la disposición para sostener con Estados Unidos un diálogo respetuoso, en igualdad y sin comprometer la independencia, soberanía y autodeterminación de la nación. No reclamamos a Estados Unidos que cambie su sistema político y social ni aceptamos negociar el nuestro. Si realmente deseamos avanzar en las relaciones bilaterales, tendremos que aprender a respetar mutuamente nuestras diferencias y acostumbrarnos a convivir pacíficamente con ellas. Solo así; de lo contrario, estamos dispuestos a soportar otros 55 años en la misma situación”.

En la clausura del X Período Ordinario de la 7ª Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en diciembre 13 de 2012 el Presidente cubano había dicho, a pocas semanas de que se iniciara el segundo periodo de mandato del presidente Barack Obama, que “de la misma forma que Cuba jamás renunciará a la defensa de la independencia y la autodeterminación, reitera una vez más a las autoridades norteamericanas la disposición al diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana, sobre todos los problemas bilaterales, a la vez que continúan sobre la mesa nuestras ofertas de cooperación en cuestiones de interés común, sin precondiciones o gestos previos”.

La oferta de diálogo de parte del gobierno cubano no es nueva. De hecho puede decirse que esa ha sido una disposición invariable de La Habana desde que surgieron las primeras objeciones oficiales estadounidenses al proceso político cubano tras el triunfo de la revolución en 1959 y su líder, Fidel Castro, viajó a Washington para sostener conversaciones llamadas a dejar claras la disposición cubana de sostener una relación respetuosa, sin injerencias en los asuntos internos de las  partes.

Lo que sí ha variado una u otra vez ha sido el pretexto para rechazar la oferta.
Inicialmente fue el tema de la nacionalización de propiedades extranjeras en Cuba, un programa básico de la revolución que afectó a varios países con nacionales que poseían importantes industrias o grandes fincas en la Isla. Todos estos inversionistas – excepto los de Estados Unidos, a quienes les fue vedado por su gobierno negociar con el gobierno cubano una compensación mutuamente aceptable acorde con las normas del derecho internacional- arribaron a acuerdos satisfactorios de indemnización, hecho que demostró que Washington no buscaba arreglo sino confrontación.

Luego surgieron otros efugios en forma de objeciones de Estados Unidos que impedían el dialogo negociador entre las dos partes: las relaciones de Cuba con la Unión Soviética, la presencia militar soviética en Cuba, el apoyo cubano a los movimientos de liberación nacional en América Latina (varios de los cuales hoy son gobiernos), la presencia militar cubana en África en apoyo a los movimientos de liberación nacional y a la lucha contra el execrable apartheid.

Y, en los últimos tiempos, el gobierno de Estados Unidos ha recurrido al pretexto de una presunta violación de los derechos humanos en Cuba. Tan desatinada acusación promovida por el país que más sistemáticamente viola los derechos humanos en el mundo de hoy y que incluso opera un centro de tortura de detenidos sin condena en una base militar que opera ilegítimamente hace un siglo en territorio de la provincia cubana de Guantánamo es, cuando menos, grotesca.

Enero 4 de 2014

*Manuel E. Yepe Menéndez: Abogado, periodista, economista y politólogo. Profesor adjunto del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) . Entre otros importantes cargos, fungió como Director Nacional fundador del Sistema de Información Tecnológica (TIPS) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Cuba y Secretario del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos.
 Enviado por su autor a Cuba coraje; imagen agregada RCBáez

Cuba, presos y prisiones: volviendo las costuras del revés

martes, 9 de abril de 2013
Por Rosa C. Báez

Periodistas escuchan a oficial de prisiones
Gracias a la puntual revisión matinal de los blogs de mis más queridos amigos de la Isla Insurgente, me llega a través de Yohandry [1] la información de que periodistas nacionales y acreditados en Cuba, realizan un recorrido por diferentes prisiones del país.

Nos cuenta el Yoha: “Divididos en dos grupos, los periodistas visitan el Combinado del Este, uno de los cinco centros penitenciarios de Mayor seguridad de la Isla y La Lima, Centro de Trabajo y Estudio para adultos y jóvenes ubicado en Guanabacoa, mientras otros recorren la prisión de mujeres, El Guatao y el Centro de Jóvenes por conducta, San Francisco Paula.

Durante el recorrido, la prensa ha tenido total acceso a las celdas de los reclusos, el hospital, el teatro donde se desarrollan actividades culturales para su esparcimiento, así como lugares de trabajo y estudio”.

Como posiblemente los descreídos y desacreditadores consuetudinarios adversaran diciendo que “todo está preparado”, que es un “espectáculo montado por Los Castro”, quiero compartirles algunas ideas de un trabajo que publicáramos en marzo de 2010 [2], del reconocido historiador cubano Felipe J. Pérez Cruz:  

“En Cuba el sistema penal se dirige precisamente a concretar el paradigma del humanismo, que insiste en la necesidad de buscar en todo momento, la oportunidad y los medios para la dignificación del ser humano.  La profilaxis del socialismo cubano se inserta en toda la filosofía del hombre y la mujer que defiende nuestro proyecto. Consideramos al ser humano perfectible, y se asume que sus conductas negativas pueden reformarse, y sobre esta base, se enriquecen constantemente los conceptos de reeducación en los centros penitenciarios”.

Y nos habla de cómo se contribuye a dignificar al hombre que, por circunstancias específicas, ha delinquido:

“En la mayoría de las prisiones existen bibliotecas, salas de televisión y vídeos y se está incorporando la computación. En el plan de vida de los reclusos hay opciones recreativas, deportivas y culturales, con la aspiración de que toda la población penal, tenga la posibilidad de ampliar sus conocimientos, se instruya y pueda recrearse de forma sana.  El derecho a la práctica del deporte, la cultura y recreación, incluye la constitución de equipos deportivos y grupos de artistas aficionados, atendidos por instructores profesionales, y la realización de competencias inter establecimientos”.

Y reafirma esta idea:

“En Cuba se parte del principio de que la persona que cumple una sanción de reclusión, lo hace para volver a reinsertarse en la sociedad. Nuestro concepto esencial radica, en que la no permisibilidad y el rigor en la defensa de la legalidad y el clima solidario de la nación, presupone que cada recluso, incluido el que haya sido comisor de delitos contrarrevolucionarios, es también una responsabilidad de la sociedad, y esta debe esforzarse por ayudarlo a rectificar su error.

Las opciones de trabajo resultan elemento fundamental para incentivar la labor de reincorporación social de los reclusos, tanto dentro como fuera del penal, en dependencia del delito que se extinga.  Por ello se le propicia que en el período en que transcurre su pena, tenga acceso al estudio y al trabajo, preparándose en un oficio y ayudando económicamente a su familia, pues en todos los casos, se le retribuye salarialmente, por igual labor que la realizada por otro ciudadano fuera de la prisión. La sanción de trabajo correccional sin internamiento es una de las soluciones penales más recurridas”.

Pero por supuesto, todos sabemos “por dónde le entra el agua al coco”… una gran parte de los que se interesan por nuestra población penal, o bien intentan sacar “jugo” de cualquier hecho que con ellos se relacione, para acumular “puntos” a los ojos del imperio; o, simplemente, han sido engañados por la propaganda imperial que coloca a Cuba como un país terrorista, como un país que protege al terrorismo, a pesar de la repulsa del consenso de países que piden sea excluida y reivindicada por semejante acusación, falaz y tendenciosa…

Les recordamos estas palabras de Felipe

“La aspiración de la Revolución de resolver por medios humanistas, las causas y consecuencias de las conductas antisociales y delictivas, tienen una barrera principal en la política criminal que auspicia y desarrolla el imperio estadounidense.  La peligrosidad de las acciones terroristas, que se urden en Miami y otros centros de la mafia cubano americana, con el apoyo y aliento del gobierno norteamericano y de sus grupos más conservadores y profascistas, están dirigidas en primer lugar contra la vida y la seguridad de los ciudadanas y ciudadanos  cubanos. Un saldo hasta ahora documentado de 3 478 muertos, 2 099 incapacitados y daños físicos y psíquicos a cientos de víctimas y familiares, resulta el terrible costo humano con el que hemos sido castigados por nuestra decisión de defender la soberanía, la independencia y el socialismo.

Mientras el gobierno norteamericano proteja y despenalice a criminales internacionales como Orlando Bosh y Luis Posada Carriles, les otorgue el perdón presidencial, o los juzgue por delitos menores, para dejarlos luego en plena libertad en territorio estadounidense, el pueblo de Cuba tendrá que estar más alerta que nunca, y sus medidas de protección y disuasión para evitar nuevos actos terroristas, tienen que ser necesariamente muy rigurosas. Quienes se presten a secundar la actividad contrarrevolucionaria, recibirán la justa respuesta de nuestros órganos de seguridad y orden interior y tendrán que responder por los delitos tipificados en la ley. Y sobre todo, los que cometan actos criminales contra la niñez y la juventud, la integridad física y la vida de los ciudadanos, deben saber que pueden ser sancionados hasta con la pena capital”.

En las próximas horas, iremos socializando, a través de Twitter y Facebook, las noticias que nos lleguen de este acontecimiento, una muestra más de las intenciones de Cuba de mostrar al mundo sus verdades, sus potencialidades… A ver qué dicen ahora los de “la acera de enfrente”, para empañar tan nobles propósitos…

Para terminar, les dejo con un párrafo de un trabajo del inolvidable Samuel Feijoo, de su visita a las cárceles de Santa Clara [3], visita reseñada en una revista Bohemia… de enero de 1959:

“Lo que parecía inconcebible en nuestra época y, sobre todo, en nuestra isla pacifica y alegre: la existencia de cámaras de torturas y sus horribles Instrumentos, utilizados ya contra presos políticos o ya contra ciudadanos inocentes de actividades revolucionarias. Es un hecho tan cierto como espantoso. Los relatos de los numerosos torturados, de los vejados y golpeados, lisiados y desmembrados por los carniceros de Batista, se confirman ahora con los hallazgos (en varios lugares de la República, tanto en cuarteles como en las jefaturas de Policía y de los distintos cuerpos “represivos” ‘de la (Tiranía) de los utensilios horrendos para la tortura física y moral los infelices cubanos que caían en manos de los asesinos sustentadores de la dictadura”.

Los invito a leer in extenso, los trabajos de Felipe y Feijoo, que pueden encontrar a través de sus direcciones en las notas de este breve acercamiento al tema. ¡Y a seguir la cobertura informativa de la fraterna CubaSí de esta visita, con fotos y videos! [4].

[1] Periodistas reportan desde centros penitenciarios de Cuba
http://yohandry.com/index.php/component/content/article/44-cuba/2269-periodistas-reportan-desde-centros-penitenciarios-de-cuba-

[2] Hablemos de las prisiones y el regimen carcelario en Cuba; por Felipe de J. Pérez Cruz

http://lapolillacubana.blogcip.cu/2010/03/01/hablemos-de-las-prisiones-y-el-regimen-carcelario-en-cuba/

[3] La increíble crueldad de la tiranía: Cámara de torturas en Santa Clara; Texto y fotos de Samuel Feijoo

http://librinsula.bnjm.cu/1-205/2004/mayo/21/pasado/pasado39.htm

[4] FOTOS y VIDEOS: Periodistas reportan desde cárceles en Cuba
http://www.cubasi.cu/cubasi-noticias-cuba-mundo-ultima-hora/item/16086-visita-la-prensa-centros-penitenciarios-de-cuba

Fotos "cortesía" CubaSí:

Tras las rejas pero seguros de ser escuchados
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Una de las detenidas conversa con los periodistas
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El estudio dignifica: enseñar, aprender, el primer paso
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Comedor de una de las instalaciones
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Una de las actividades culturales realizadas por las reclusas
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Familiares comparten con las reclusas
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Un numeroso grupo de periodistas asistió a la visita
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Con una mirada de esperanza
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La patria libre y próspera de José Martí

viernes, 4 de enero de 2013
Por Carlos Rodríguez Almaguer*


“Antes que cejar en el empeño de hacer libre y próspera a la patria,
se unirá el mar del Sur al mar del Norte,
y nacerá una serpiente de un huevo de águila.”
José Martí
Lectura en Steck Hall, Nueva York, 24 de enero de 1880


Vine al mundo por los campos que rodean a un pequeño batey en el límite norte entre el Camagüey y Oriente, cuando ya la Revolución Cubana había cumplido 12 años, en octubre de 1971. Año duro, como han sido casi todos los años de una Revolución que no aceptó rendirse cuando las esperanzas de que fuera “una revuelta más, liderada por un caudillo ambicioso” se vinieron abajo, y sus enemigos vieron llegada la hora de estrangularla. La obra social que ya desplegaba el nuevo proceso en el campo de la salud pública y gratuita para todos,  logró salvar “milagrosamente” la vida de aquel endeble bebé que fui, nacido a destiempo, y que hubo de permanecer todavía en una incubadora bajo los cuidados intensivos de médicos y enfermeras solícitas por un período largo, hasta la sobrevida.

Mi madre, joven de 17 años, era maestra rural. Mi padre, obrero agrícola. Mi casa siempre estuvo llena a la vez de libros y estrecheces. Lo que soy y seré lo debo a la obra profundamente humana de la Revolución y a sus hombres y mujeres, porque ella no es un ente abstracto, tiene rostros y voces, tiene nombres que habrán de “tener siempre cubierto libre en nuestra mesa” y altares cariñosos en nuestros corazones, como pedía José Martí para los padres fundadores de la nación.

Cincuenta años, en tiempo histórico, es apenas un suspiro en la inmensidad de los siglos para un pueblo que ha sido en los últimos 500 años, desde la llegada de los conquistadores españoles hasta hoy, 400 años colonia de España y otros 60, neo colonia yanqui. Hace muy poco tiempo nos gobernamos a nosotros mismos, el tiempo que lleva en el poder la Revolución de enero de 1959. Por eso Fidel ha llamado, con razón, “errores de aprendizaje” a aquellos desaciertos que se han cometido en el maremágnum de presiones a que se ha visto sometido el Gobierno Revolucionario, por los problemas internos heredados de cuatro siglos y medio de expoliación extranjera y por las descomunales presiones externas venidas de los mismos que nos explotaron antes y nos quieren ahogar ahora. Algunos de esos errores, por supuesto, han dependido más de los hombres que ejecutan, que de los que preven, puesto que son más aquellos.
 
En cambio, en tiempo humano, 50 años es más de media vida y ello ha de tenerse en cuenta por los que representan con sus nombres y sus actos, en cualquier lugar y época, a esa Revolución inspirada en los más elevados principios éticos y humanistas que ha conocido la sociedad humana hasta nuestros días. Con razón también, Fidel expresó que “hemos hecho una revolución más grande que nosotros mismos”. Nadie, ni joven ni viejo, tiene el derecho de sentirse jamás por encima de la “revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes” por la que marcharon dispuestos a morir miles de hombres, jóvenes en su inmensa mayoría, hacia las arenas de Playa Girón, en abril de 1961. Muchos de ellos entregaron allí, enfrentando a los odiadores de este mundo, sus preciosas vidas.    

Hemos hecho los cubanos en todos estos años muchas cosas para hacer y mantener a la patria libre de cualquier intromisión extranjera, tanto en el espacio físico que la sostiene, como en el espacio cultural que la compone, desde lo político hasta lo espiritual. Y Cuba es de una vez y para siempre libre, independiente y soberana. En cambio, y a pesar de todos los esfuerzos, muchos de ellos mal organizados y otros tantos peor implementados, más las zancadillas perennes de las poderosas fuerzas externas que no quieren que avancemos, no hemos logrado todavía hacer a la patria próspera como soñó el Apóstol.

Somos los responsables de nuestro destino nacional e individual, y así como la dignidad nacional no es sino la suma de la dignidad personal de cada uno de sus integrantes, y como tampoco existiría la patria sin patriotas que la sientan, la sufran y enaltezcan con su trabajo y con sus vidas, tampoco tendremos patria próspera sin ciudadanos prósperos, ateniéndonos al precepto martiano de “con todos y para el bien de todos”, que solo excluye, según él, a quienes quieren o aceptan a Cuba sometida a algún poder extranjero.

A veces pareciera que individualmente sentimos un rechazo natural a la riqueza, que poseer es sinónimo de egoísmo y de maldad, cuando en verdad los instintos biológicos de sobrevivencia están más a flor de piel en aquellos que más privados se ven de satisfacer las necesidades naturales básicas como comer, tener un techo y vestirse, como establecería, según el propio Engels,  el Prometeo de Tréveris, Carlos Marx. De igual forma pareciera que ser pobre es sinónimo de sencillo, y por tanto la pobreza devendría en virtud y no la sencillez. La primera no es ni virtud ni vicio, sino desgracia de la que debe ser  obligación humana esforzarse por salir y a la vez ayudar a otros a que salgan de ella. La segunda, responde a una actitud ante la vida y no al tamaño de la bolsa, y que por tanto puede encontrase en determinadas personas, independientemente de la prosperidad de que gocen o la precariedad de que padezcan.     

El socialismo en sí mismo ha tenido desde sus orígenes la premisa ética de luchar contra la pobreza material y espiritual humana y, también, contra la riqueza material mal repartida o mal obtenida, pero no contra la riqueza en sí. Contra aquellas riquezas injustas habrá que luchar siempre, como habrá que luchar contra el igualitarismo, también injusto, que por proteger al holgazán  desalienta al laborioso. “Tener no es signo de malvado, y no tener tampoco es signo de que acompañe la virtud”, como ha dicho sabiamente el Trovador. De hombres y de mujeres, prósperos y generosos, tenemos ejemplos sublimes en nuestra propia historia, tantos acaso como los que tenemos de personas pobres y mezquinas que, sofocadas por los apetitos, sin cultura ni instrucción que les sirvan de freno y solo con los instintos por brújula, han sucumbido a las más bajas pasiones humanas y han cometido los más horrendos crímenes en contra de la Patria y de sus hijos.

Por ello salté de alegría cuando en la clausura de la pasada Asamblea Nacional, con las mismas banderas de Yara y de Guáimaro presidiendo el Salón de Sesiones, escuché a Raúl decir que “Valoramos que la actualización del modelo económico cubano, tras las medidas iniciales de supresión de prohibiciones y otras trabas para el desarrollo de las fuerzas productivas, marcha con paso seguro y se empieza a adentrar en cuestiones de mayor alcance, complejidad y profundidad, partiendo de la premisa de que todo lo que hagamos va dirigido a la preservación y desarrollo en Cuba de una sociedad socialista sustentable y próspera, única garantía de la independencia y soberanía nacional conquistadas por generaciones de compatriotas en más de 144 años de lucha.”

A los “retranqueros” de la nueva política económica que actualiza y salva a la vez al socialismo y a la nación en Cuba habrá que tenerlos bien identificados y de cerca, para salvar al que quiera salvarse con la patria, y apartar a tiempo, sin merma de su dignidad, a los que, aún con una equivocada “buena fe”, quieran salvarse a su costa o hundirse con ella. Temer a la liberación de las fuerzas productivas en una Revolución que se ha encargado desde el primer momento de desarrollarlas  y fortalecerlas, es un suicidio. Temer a la acumulación de riquezas bien habidas por los que la trabajan con sus manos o con su intelecto, bajo la sospecha de que la prosperidad engendra el egoísmo, es no tener en cuenta lo expresado por Martí  de que “Ser bueno es el único modo de ser dichoso. Ser culto es el único modo de ser libre. Pero, en lo común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno.”

Trabajemos cada uno la parte de deber que nos corresponde, hacia la patria y hacia la familia que es nuestra patria chica, y aprovechemos el enorme caudal de conocimientos, bondad e ingenio  que hemos acumulado en estos años gracias a la Revolución que nos hicimos los cubanos y que hemos sabido conservar por más de medio siglo frente a todos los peligros. Esa será una de las mejores maneras de honrar, en el 160 aniversario de su natalicio, la memoria de aquel hombre solar que nos enseñó que “el patriotismo es un deber santo, cuando se lucha por poner la patria en condición de que vivan en ella más felices los hombres.”       

*Profesor, escritor y estudioso del legado de José Martí,  Héroe Nacional de Cuba


Materialmente humildes, sobreabundantes por los dones del espíritu

martes, 27 de noviembre de 2012
Extraído del post “Resonancias”, del Blog Segunda Cita -que administra el trovador Silvio Rodríguez- este texto responde al “intercambio de ideas que abrió la entrada "Materialmente pobres"  de ese blog, según nos aclara Silvio... Su belleza, la profundidad de sus postulados, me parecen motivos suficientes para compartirlo con ustedes:

Materialmente humildes, sobreabundantes por los dones del espíritu
Por Joel Suárez Rodés*



…de aquellos tiempos duramente humanos.
…aunque la cruda economía ha dado luz a otra verdad.
Silvio


La “pobreza irradiante y sobreabundante por los dones del espíritu” que une “los espejuelos modestos de Varela“; “la levita de las oraciones solemnes de Martí” ; las raídas ropas de negros, mulatos y blancos humildes de los anónimos insurrectos de nuestras guerras de independencia; la desgastada Biblia del socialista y pastor metodista Deulofeu; el agua con azúcar prieta, aprieta y dale, de los hogares de Pogolotti, el primer barrio obrero de La Habana; el lecho sin pan de Tina y Mella; el estómago pegado al espinazo de los descamisados de las columnas de Camilo y Che hacia occidente; la harina con boniato de mis abuelos de Aguacate; los parches almidonados de los pantalones pobres pero decentes de la infancia de mi padre; el caqui y las botas rusas de la Columna Juvenil del Centenario y las escuelas al campo como única indumentaria para conquistas en fiestas de Deep Purple, Santana, José Feliciano y Almas Vertiginosas; el papel gaceta de Ediciones Huracán; las cuerdas de cables de teléfono de Experimentación Sonora; las tres gracias -arroz, chícharo y huevo– sobre una bandeja de aluminio en el comedor de una beca; los guaraches de suelas de goma de camión de Carlos Téllez, artesano; el tizne de las ollas a fuerza de leña y luz brillante; el bolero desentonado en las noches de apagón, la lavadora rusa, el televisor Caribe, el perro sin tripa, la pasta de oca, los pollitos vivos, el picadillo de gofio, las forever bycicle…. la vivimos las cubanas –sobre todo las cubanas– y los cubanos, a lo largo de nuestra historia como angustia apostólica y virtud sacrificial. Es el testimonio más significativo en los últimos 50 años de la capacidad de hombres y mujeres de remontar las adversas circunstancias cotidianas que imponía por un lado la “desigualdad engendrada por el colonialismo, [...] formas abismales de subdesarrollo y la acción perenne de nuestro gran enemigo” y por otro, errores y desaciertos por cuenta propia. Y no predico porque la contracción que pudo significar en nuestras circunstancias la gran redistribución de pan y de belleza que debe suponer cualquier proyecto emancipador signifique que el socialismo por ley sea siempre un proyecto carencial. La materialidad de la felicidad junto con la redistribución del poder, la soberanía popular, el acceso a la cultura y la información, la libertad, la dignidad de mujeres y hombres y el respeto a los derechos de la naturaleza deben ser conquistas y derechos a garantizar en las concreciones de los proyectos de quienes lo intenten ahora y siempre.

Pero en nuestro caso, esa virtud consagrada en el sacrificio, en el apostolado de la causa revolucionaria, en las esperanzas de un futuro promisorio y en el chiste irreverente con angustias, desaciertos y dirigentes, fue posible gracias a que el hecho revolucionario transformó la vida de las personas y sus relaciones, y la transformación cultural fue tal que las cubanas y cubanos que borraron el sinsabor de la epopeya frustrada de la zafra con cerveza en perga de cartón en los famosos carnavales del 70 eran radicalmente distintos a los que alcanzaron y vitorearon el triunfo del primero de enero. Pero sobre todas las cosas, porque las botas rusas, el pitusa de caqui y la melena reprimida estaban llenos de revolución, y con ellos asistimos a fiestas y conflictos desgarradores, a trabajos voluntarios y enfrentamientos ideológicos, a victorias celebradas y mezquindades, a la irrupción de los Van Van y a los santos en el closet. Silvio, Pablo, Noel y “tantos muchachos hijos de esta fiesta” ponían la banda sonora mientras fumábamos tupamaros, desembarcábamos en la Patricio Lumumba, gritábamos libertad pa’ los pescadores, jugábamos a los Comandos del Silencio. El speddrun, Black Power, Power to the People, free Angela Davis los sentíamos como nuestros, y sobre las mismas botas y el camuflaje cambiamos las manos del timón de un taxi chevy por el de una rastra en caravana en la guerra de Angola.

“El futuro se hizo mucho más dilatado en el tiempo pensable y fue convertido en proyecto”, y sus objetivos retaban a lo imposible, porque de lo posible se sabía demasiado; esa “audacia se convirtió en confianza y costumbre” y fue el sustento de tanta resistencia. La epopeya de la Revolución Cubana era la principal fuente de producción de sentido de vida de la inmensa mayoría de los cubanos y las cubanas. Pero a principios de los 70 y en los años subsiguientes le cargaron mataduras al proyecto y los bolos contaminaron tanta obra del espíritu, la que tanto había ayudado “a crear firmeza de convicciones, capacidad de sacrificio, disciplina, entre otras virtudes”; por el contrario, se censuró la rebeldía, el criterio propio, el pensamiento crítico y la crítica al pensamiento, lo que provocó, cierto, “extraordinarias combinaciones de avances muy notables que cambiaron decisivamente al país, y desviaciones y retrocesos también notables, que hicieron mucho daño y han dejado hondas huellas”.

Comenzó a alejarse de entre nosotros una inédita posibilidad cultural (espiritual) para las revoluciones socialistas de liberación nacional: aquella que tenía su sustrato en la “pobreza irradiante y sobreabundante por los dones del espíritu”, aquella en que se subvertía la ética del tener por la ética del ser; aquella que ayudaba a que la Revolución nuestra fuese un valladar y una alternativa frente a las lógicas del desarrollo y el bienestar de la modernidad; aquella que pudo parir una nueva subjetividad para la otra relación con las cosas, un consumo modesto y el goce sano que nos ayudara a administrar personal y socialmente la necesidad y el deseo dentro de límites éticos, estéticos, espirituales y ecológicos y que la plenitud, la vida digna a que aspirásemos fuese un testimonio de humildad y de solidaridad con los otros y las otras.

Es cierto que a partir de 1986 el proceso de rectificación volvió a poner la mirada en el proyecto nuestro y la mano en el arado cubano que labra el surco de esta epopeya. Pero el óvulo fecundado de nuestros hijos e hijas abrió sus ojos cuando la resistencia de sus padres fue puesta a prueba y, para casi todos, la vida cotidiana fue duras carencias y proezas por poner un plato en la mesa. La pobreza y el sacrificio dolían; la virtud y el decoro recibieron golpes abrumadores y la promesa de la “tierra sin males” perdió asidero en cabezas y corazones. Pacotilla y consumismo atraparon a no pocos de los que fueron “saliendo de uno en uno del Período Especial”. Los padres sintieron en el alma la cercanía del fin del tiempo que fue futuro, con sentimientos muy encontrados que no pocos llevaban como “la espina de la promesa incumplida”. ¿Y nuestros hijos e hijas, los jóvenes? Esa factura se la cobran al proyecto, y su relación con el proceso ha sido muy compleja y diversa. No es desestimable la anomia social.

Si de lo que se trata es, como dice Aurelio, de reinventar el socialismo, y el socialismo por sobre todas las cosas es una obra cultural y del espíritu, seriamos irresponsables si no reconocemos que hoy son disimiles las motivaciones y los proyectos personales y grupales de muchas y muchos en esta isla, y que muchos de ellos, por su naturaleza, son un desafío si queremos recolocar la promesa, el proyecto y sus valores entre las fuentes de producción de sentido de vida, si queremos fortalecer y garantizar la continuidad del proyecto socialista. A esta tarea inmensa le son imprescindibles condiciones materiales dignas para la reproducción de la vida, entre ellas la dignificación del trabajo y su retribución, pero en lo que esto sucede para las mayorías, como antaño, los cubanos y las cubanas tenemos reservas para ir más allá de las circunstancias. Lo muestran en estos días los habitantes de la región oriental, brutalmente dañada por el huracán Sandy, y los que nos movemos en solidaridad con ellos. Fernando afirma que hay más de una solución posible. Para desplegar en toda su intensidad las soluciones en curso y todas aquellas que se pudieran emprender, la gente necesita sentirse motivada, y la mejor manera de lograrlo es cuando uno se siente que forma parte, que lo que se va a hacer contó con su contribución -y el debate en torno a los lineamientos fue un buen prólogo- y que mantiene el control y disfruta de sus resultados.

Los cubanos y las cubanas viviremos, de ahora en adelante, con una buena contribución del esfuerzo propio, y como ha sido ratificado, pensando con cabeza propia. Así como se precisa, nos dice Aurelio, de “mecanismos que hagan innecesarias (o suplementarias al menos) las exhortaciones” para elevar la producción y la eficiencia y un funcionamiento de estos que armonice la contribución de los sectores estatal y no estatal de la economía, es imprescindible que el pensamiento con cabeza propia de nuestros conciudadanos y conciudadanas encuentre cauces institucionales, hoy deficitarios, para incrementar su papel, de manera orgánica, en las decisiones políticas. En un tiempo en que el liderazgo histórico de la Revolución no estará más entre nosotros y nosotras, debemos innovar y fortalecer la soberanía popular. Por un lado, el poder de los trabajadores en las organizaciones económicas para el ejercicio del control popular y obrero de la gestión empresarial estatal y privada, su responsabilidad social y ambiental. Por otro lado, la participación popular consciente, organizada y crítica en el ejercicio institucionalizado de la opinión pública y en mecanismos efectivos de control popular sobre las instituciones, dirigentes y los estamentos burocráticos; y sobre todo, la participación en la planificación y en la implementación de políticas sociales y en la rendición de cuentas como mecanismo de seguimiento y evaluación de la gestión en los territorios. Estas son tareas pendientes para que el socialismo sea entre nosotros expresión de un poder de la gente al servicio de la gente.

Empeñémonos en arraigar el ideal, la promesa, el proyecto socialista en los diferentes sectores del pueblo cubano. Solo así podremos mantener un proyecto de nación independiente, justa, solidaria y fraterna, próspera para todos y todas, con respeto a la naturaleza, inclusiva de la diversidad nacional, que rechace cualquier forma de discriminación, que es el horizonte que la Revolución, por su raíz popular, situó como deseado y posible.

En sus viajes por los países socialistas e intentando comprender la crisis que dio al traste con esos regímenes, Frei Betto habló de hambre de pan y de belleza, y mi padre en su tribuna parlamentaria y sus sermones dominicales reclamaba que este pueblo merece un refrigerio. Merecemos un refrigerio de pan y de belleza. Raúl Castro nos dijo sin tapujos que esta era la última oportunidad: la última oportunidad para la Revolución cubana de desplegar aquella posibilidad infinita que no lograron los socialismos históricamente existentes, que acompaña desde siempre entre nosotros José Martí, de reinventar el proyecto como toda la felicidad posible para todos y todas, de no dejarnos bloquear por la dificultad que significa imaginar cómo hacer las cosas más allá de la lógica del mercado y del dinero y vivir intensamente el imaginario del fin del capitalismo. Otro modo de ser entre los seres humanos y otro modo de estar con la naturaleza.

Y “bendito sea el paraíso algo infernal que me parió”.

Noviembre 11 y 2012

Fuente Segunda Cita

*Coordinador General Centro Cultural Martin Luther King-Jr., Cuba

Imagen agregada RCBáez sobre imágenes de archivo y foto de Alejandro Ramírez
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