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50 años de La democracia en México

miércoles, 27 de mayo de 2015


50 años de La democracia en México
Carlos Murillo González

Frente al México organizado del gobierno (con su sistema presidencialista, su partido, sus uniones de trabajadores) y frente a los sectores de poder, también organizados (como el ejército, la iglesia, los empresarios nacionales y extranjeros) hay un México que no está organizado políticamente.
Pablo González Casanova


En 1965 aparece la primera edición del libro de Pablo González Casanova La democracia en México*, el primer estudio sociológico donde se somete a prueba las condiciones de vida de las y los mexicanos en un régimen de apariencia democrática. ¿Ha cambiado algo desde entonces?

El texto, terminado en mayo de 1963, es un amplio y rigoroso examen estructural de la economía, la política y la sociedad del México posrevolucionario. Para el lector(a) actual, acostumbrado al uso superficial del concepto de democracia, le parecerá raro encontrar dicha palabra mucho después de comenzada la lectura y en cambio entrar de lleno a la cuestión político económica con referencias directas de los indicadores más cercanos y confiables de la época, principalmente el Censo de 1960, así como anuarios estadísticos y otras fuentes de cuantitativas relevantes.

Se trata pues de una investigación de amplio alcance, hasta entonces algo inédito en el país, sobre el desarrollo de la democracia en base al desarrollo económico; los datos duros permiten ver un México marginal en muchos aspectos tan sensibles y básicos como la alimentación, el vestido y la educación. Es también un retrato de época, de la transición de una sociedad rural a una urbana. Las zonas rurales del siglo XX son tan marginales como las actuales; la diferencia es su ponderación poblacional: en 1960 representaban casi la mitad de la población (hoy son menos de la tercera parte).     

Para quienes gusten de los datos electorales, González Casanova ofrece varios
apartados interesantes que muestran comparativos por elección y porcentajes de participación. Hay también una crítica a la democracia capitalista y las aspiraciones burguesas de las élites económicas y políticas por mantener una situación favorable a sus intereses. Muestra lo que él llama un “México precapitalista y predemócrata” (página 187). Es la última etapa del “Milagro mexicano”, de la industrialización del país a partir de la sustitución de importaciones iniciada en los años cuarenta con motivo de la Segunda Guerra Mundial.

También entonces nota una atomización social, una distorsión política fruto del analfabetismo y el conservadurismo mexicano. Hacia esas fechas la protesta social y en general, inconformarse, demandar o exigir públicamente y organizarse para ello, son considerados más como actos delictivos que como derechos democráticos, tanto por el Estado, obvio, pero también por la sociedad. La tradición cultural autoritaria mexicana atraviesa clases y estratos para mezclarse con la apatía política, la sumisión cívica y lo que hoy llamaríamos el desencanto con las instituciones democráticas.  También para entonces es notable ya la penetración e influencia de los Estados Unidos en la vida del país: desde la inversión privada hasta la invasión cultural y por supuesto, la dependencia económica.

El análisis de las estructuras del poder político, sus actores y dinámicas, están representadas como fuerzas desiguales, donde el monopolio del poder se centra en alrededor del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el presidencialismo, pero subsisten a la vez partidos de oposición, movimientos sociales, organizaciones patronales, caciques regionales y un clero y sector católico de derecha todavía muy influyente,  según el autor, con tendencias fascistas. El gran actor marginal, el gran explotado, es el indígena, como ya se habrá imaginado el lector(a).

Las grandes ausencias en La democracia en México son los jóvenes, las mujeres y los medios de comunicación, quienes ahora juegan importantes roles en la sociedad del siglo XXI.  No obstante González Casanova reivindica que “No habrá otra revolución en México (y de ello es necesario tener plena conciencia) sino cuando la estructura social sea incapaz de resolver los problemas urgentes del desarrollo de la nación y cuando se hayan agotado las posibilidades de una lucha cívica” (página 96). Faltan datos sobre televisores, radios y su cálculo de usuarios, pues sería interesante conocer su penetración cultural por insignificante que fuese. En cambio el texto nos ofrece el número de tirajes de los principales periódicos a nivel nacional y estatal, pues se contaban por millones, algo inaudito en la actualidad.

Si al leer La democracia… siente que ha regresado al pasado, entérese que no ha salido de él. Ese pasado es el presente extendiéndose en el tiempo en un camino lento y tortuoso. La gran contribución de González Casanova es interpretar la democracia no sólo desde lo electoral, institucional y jerárquico, sino de atraer la atención sobre el problema de la desigualdad, la pareja del binomio libertad-igualdad básico de cualquier democracia. Por eso la legitimidad de la democracia en México se desmiente: por su enorme rezago social. 50 años después, La democracia en México de Pablo González Casanova nos sigue recordando las contradicciones mexicanas vigentes a la fecha, ¿qué haremos al respecto?



*Pablo González Casanova, La democracia en México, Ediciones Era, Vigésima reimpresión, México, 1995.

Fuego en San Lorenzo (Ciudad Cárcel, Chihuahua, 2012)

lunes, 16 de enero de 2012



Dedicado a la gente de todo México solidaria con la Tarahumara. Gracias.


Corre la noticia de la hambruna en la sierra, de los suicidios colectivos de los tarahumaras…la policía detiene en las calles y extorsiona o remite a la cárcel por no portar identificación…continúa la limpieza social con miles de asesinatos y desapariciones de hombres y mujeres, continúa alta la delincuencia…miles de negocios cerrados…multiplicación del ambulantaje…una ciudad sometida por el imperio de la anomia provocada y descontrolada de los tres niveles de gobierno.

La derechización de la vida social en su versión conocida más terrible, el fascismo, sigue siendo un modelo de aplicación gubernamental instrumentado actualmente en Ciudad Cárcel (CC): aquí todos somos delincuentes hasta no demostrar lo contrario, claro, a menos que seas influyente; el clasismo se hace evidente. Quienes transitan a pie o en transporte colectivo son vulnerables a las razzias policiacas. Las y los automovilistas por su parte se las ven con los retenes antiebrios y policiacos sorpresivos, sobre todo en fin de semana y por la noche.

Dato curioso: las extorsiones, los secuestros y los asesinatos se reducen con la salida de las fuerzas federales por motivo del reforzamiento de la seguridad en los juegos panamericanos de Guadalajara el otoño del 2011; aún así los tiroteos y asesinatos continúan casi diariamente en CC, además muchos negocios todavía pagan cuota (son extorsionados) e incluso tienen prohibido cerrar.

La Navidad pasó sin contratiempos, testiga muda de la soledad de CC, encerrada en sí misma y con sus calles desiertas, donde rondan los fantasmas de miles de asesinados(as) sin justicia. ¿Y quién iba a decirlo? La aburridísima vida nocturna de El Paso, Texas pasó a tomar mejor sabor, sabor a chile y salsa picante de otros muchos miles de escapados(as) de la ciudad, llevándose también consigo la antigua nocturnidad juarense.

Acostumbrados a vivir como si hubiera gobernantes, aunque sí los hay y son peligrosos, la gente se las arregla para vivir o sobrevivir en estas condiciones: la economía no termina de caer por que todos los días surgen personas emprendedoras a ganarse la vida; no les queda de otra, no tienen trabajo y no hay mucho empleo, son su propia empresa. En las clases medias permea el aislacionismo de la privatización de las calles, con y sin permiso (lo cual es legítimo, como el ambulantaje, si el Estado no  garantiza la seguridad ni el alimento) tiene la gracia de una individualización de la vida social donde se sigue conviviendo y haciendo fiestas, pero en lugares cercados y entre conocidos, así se vivan tragedias familiares, vecinales o a pesar de ellas. La tragedia social y económica de la “guerra” contra el narco vino a conflictuar más la circunstancia familiar (esa institución que defiende tanto la derecha como un valor universal) pero no ha terminado por matar la alegría; hay necesidad de ella.

Es increíble la constancia de las iniciativas de muchísimas personas por seguir adelante con un proyecto de vida en la ciudad. Este desierto mimado y cohabitado por gente de todas partes se niega a morir. La esperanza, el amor o el instinto de supervivencia o hasta la misma inocencia e ignorancia de la enajenación política y económica, favorecen la necesidad de hacer, participar o reinventar la ciudad creativa y artísticamente para darle otro sentido al panorama de violencia constante; no se puede eliminar o disminuir la violencia con más violencia, sino con educación para la paz, con formas de salud alternativa o la capacitación en derechos humanos, como ofrecen muchas ong´s (incluso de derecha o sin ideología) movimientos sociales e iniciativas particulares no lucrativas, sin los cuales CC estaría peor.

El 2012 es año electoral, de la elección grande, la de presidente de la república, puesto que en estos momentos equivale al premio nobel de la paz: se le puede dar hasta a un Barak Obama (pierden credibilidad). En realidad se vive siempre en campañas electorales, se saturan tanto los medios de divulgación en periodos tan largos, prácticamente permanentes, que ya no se ven, no se oyen, la gente no les abre las puertas de su casa, con esta inseguridad ¡cómo arriesgarse! La inmensa sociedad anónima que no se manifiesta, no vota, no se queja, se ignora, ahora también actúa desde su indiferencia.    

La sociedad civil organizada sigue vigente y contrarresta el poder sobre representativo de la clase empresarial, que a través de sus cámaras se autoproclaman voceros de todos mientras los partidos, obviamente, se representan a ellos mismos. A pesar de la represión y los asesinatos, sigue existiendo una pacífica protesta social (inexistente de vivir en democracia) la violencia proviene de las esferas de poder político-empresarial.

Fuego en San Lorenzo. El fuego surgió de repente, del asfalto (ver: http://arrobajuarez.com/notas.php?IDNOTA=24607&IDSECCION=Portada&IDREPORTERO=De%20la%20Redacci%F3n ) una fuga del deteriorado sistema de gas natural, justo detrás y a un costado de la iglesia de S. Lorenzo. Afortunadamente no terminó en tragedia. Así de empobrecida y abandonada está la ciudad. Ciudad Cárcel no existe y la sociedad miente, no es de confianza. Sólo el gobierno es vocero oficial de la realidad, pero la realidad no tiene verdad oficial.


Ciudad Cárcel sí existe.

No tengas miedo

viernes, 6 de mayo de 2011
La sociología de la religión es una rama de las ciencias sociales que estudia la relación entre la curiosidad innata de la humanidad por conocer e inteligir las cosas, con la creación de instituciones y sociedades afines. La religión es tan importante como la política; de hecho tendrían el mismo origen junto con la ciencia en un momento remoto de la existencia humana cuando no estaban tan definidas las funciones de cada una, sino más fusionadas y confusas.

La influencia de la religión en la vida cotidiana de las personas se vuelve tan intensa que luego pasa desapercibida, como algo natural. La religión marca las reglas de conducta en sus grupos de influencia. Los grandes filósofos del siglo XIX, como Hegel, Marx, Saint Simon y Comte (este último pretendido padre de la sociología moderna) escribieron mucho al respecto. Hoy es posible estudiar las relaciones de poder entre iglesia y Estado o bien entrar a lo profundo de las creencias sobre lo sagrado en los cultos populares como el de la Santa Muerte, las sectas suicidas, los ritos satánicos y no menos interesante, estudiar fenómenos alienantes como el fanatismo.

Fácilmente se pueden regionalizar los países donde predominan las grandes religiones de masas en el mundo contemporáneo, donde destacan el Islam, la religión con la feligresía más grande y de mayor crecimiento, seguida por el cristianismo, el hinduismo, taoísmo, budismo, hasta la poco populosa, pero muy influyente religión judía. Pero la cifra es indeterminable, hay cantidad de religiones por todas partes, de muy diversos tamaños e influencias. El fenómeno de lo que actualmente llaman sectarismo, no es otra cosa que el descubrimiento moderno de cómo surgen o se desprenden de otras religiones, nuevos cultos que luego tendrán la oportunidad, como todas las creencias religiosas, de trascender la barrera del tiempo. La religión es un fenómeno sociológico, más que social: hay al menos una intención de que la creencia, cualquiera que esta sea, se contagie, se disperse a otras personas para que deje de ser una locura personal a una compartida.

En el caso del cristianismo, que anda celebrando sus 2011 años de existencia, con influencia principalmente en Europa y América descansa en tres grandes ramas: el catolicismo, el protestantismo y la ortodoxia. En México la Iglesia católica es la principal religión (83%) de una población que se declara como tal, aunque en la práctica dista de serlo e incluso se contrapone a la posición de sus jerarcas en temas como el aborto o la protección a curas pederastas. El catolicismo mexicano, si es que se le puede llamar así, tiene a la vez varias vertientes: la Teología de la Liberación, de inspiración marxista; el movimiento carismático, inspirado por el movimiento pentecostés evangélico; las distintas órdenes (jesuitas, franciscanos, dominicos, etcétera) coadyuvantes en la colonización de la Nueva España; congregaciones conservadoras y polémicas como los Legionarios de Cristo o fraternidades tipo los Caballeros de Colón.

La influencia de la Iglesia católica en México es fundamental para comprender mucho de la historia de este país. No son aislados los conflictos políticos donde interviene la iglesia, como la Independencia, la Guerra de Reforma e Intervención francesa y la Guerra cristera o bien los protagonismos de sacerdotes como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Agustín Pro o Samuel Ruiz. En Chihuahua esta religión ha tenido su cuota de participación en la historia regional: inaceptable explicar las luchas por la apertura democrática en la década del ochenta del siglo pasado sin la decidida participación del catolicismo. Hoy la iglesia no sólo actúa aliada del poder político y económico, también actúa a través de una infraestructura educativa, de beneficencia, además de sus templos, a la vez que surgen nuevos movimientos hacia dentro de su grey, como antaño hacían las comunidades eclesiales de base (CEBs) pero ahora inclinados hacia los derechos humanos.

En cuanto a la superestructura desarrollada por el catolicismo en el estado, es importante reconocer la influencia de los franciscanos en el proceso de colonización primero, de los grupos originarios, luego en la aculturación bajo su batuta hacia una sociedad humilde y sumisa, despolitizada acorde con la ideología propuesta por su fundador: un cristianismo con tendencia al sacrificio y sufrimiento. Esta influencia permitió el desarrollo de sociedades dóciles, aunque luego vinieran otras órdenes a evangelizar bajo su creencia. El impacto de los misioneros franciscanos en el antiguo Paso del Norte o en la Sierra Tarahumara es evidente. La domesticación de la población de esta manera permite la explotación del poderoso sin temer una reacción violenta a sus actos.

Actualmente el catolicismo y el cristianismo en general siguen recurriendo a la política del miedo para mantener la unidad de su feligresía:miedo al pecado, miedo al infierno, miedo a las posesiones satánicas del cuerpo, miedo a Dios y por consecuencia, miedo a la autoridad. A diferencia de la doctrina original de Jesús el Cristo, la fastuosa Iglesia católica actúa exactamente en sentido opuesto a la propuesta cristiana: aliada de los poderosos y severa con su grey, condenando a esta última a una vida ideológicamente esclavizada, no permitiendo su desarrollo y libertad, precisamente lo que criticaba Jesús de su época.

La ignorancia es un enemigo invisible, pero combatible e eliminable. Muchas religiones prefieren mantener a sus seguidores en la oscuridad de la ignorancia que auxiliarles a ser personas libres e inteligentes. El miedo es una forma aberrante pero eficaz para mantener sometida a una sociedad dada y lo más difícil para la persona es precisamente dejar de creer en lo que se le ha enseñado desde la niñez, cuestionarle o cuestionarse sobre la verdad de las cosas y de aquello que considera como incuestionable, es desmoronar, hacer pedazos su realidad y eso también genera miedo: aceptar haber vivido equivocado.
 
Hoy vivimos en Chihuahua con miedo. Miedo a la violencia, miedo a la inseguridad, miedo a que las cosas se pongan peor, pero lo único que logramos con tanta preocupación es la inmovilidad. Si su religión le ofrece más miedos, conformismo o ni siquiera toca los temas que llaman la atención urgente, en vez de confortarle e invitarle a asumir la realidad de otra manera más propositiva y valiente, probablemente esa religión no le esté ayudando, sino perjudicando a usted y a la sociedad en general, creyente o no creyente.

Pobreza de la sociología

viernes, 8 de abril de 2011
La sociología es una ciencia creada desde la academia para comprender y dar soluciones al mundo contemporáneo, cada día más complicado. Por el hecho de ser humanos(as) está en nuestros genes ser sociables, vivir en sociedad; pero esta condición también es parte de nuestros conflictos y desavenencias por la forma como nos relacionamos y organizamos. La sociología no pudo evitar en Ciudad Juárez el asesinato del doctor Manuel Arroyo ni el atentado al estudiante Darío Álvarez.  
Lo que llamamos “realidad”, el presente, la vida en sociedad, es muy difícil de abordar y comprenderla en su justa dimensión y peor aún, transformarla, pero es lo que la sociología ha pretendido hacer desde su creación a mediados del siglo XIX en Europa. Siendo una ciencia todavía  joven, su desarrollo y aportaciones a la humanidad son notables, pero no suficientes para evitar el mundo que hoy vivimos. Muchas de las tesis y teorías más comprometidas con las transformaciones sociales profundas suelen ignorarse o van directo al ostracismo, donde no puedan hacer “daño”  o bien, no salen de la academia para autocomplacencia de las élites intelectuales, no se socializan.
La sociología prevaleciente en el mundo corresponde más al predominio de las posturas más conservadoras de dicha disciplina (no en balde Karl Marx la señalaba como una “ciencia burguesa”) mientras las mentes más revolucionarias generalmente son incomprendidas, desterradas y calumniadas como “poco serias” o “nocivas”. Por lo tanto no se puede decir que ser sociólogo(a) sea sinónimo de ser socialista o radical, por que más bien son las y los menos.
Las ciudades, la pobreza, los conflictos, el capitalismo o la modernidad son temas sociológicos muy estudiados, pero de poco han servido las observaciones y soluciones sociológicas: pesan más los intereses del poder político-económico (el poder es otro de los grandes temas sociológicos) que lo que pueda decir la sociología.
En Ciudad Juárez, ciudad de la cual se dice es un laboratorio de lo social desde hace varios años, las y los sociólogos locales son el gremio profesionista con mayor desempleo en una sociedad ignorante de las virtudes sociológicas, como en otras partes del mundo. La misma profesión está compuesta en buena parte por personas que inicialmente dirigían sus esfuerzos por estudiar otra profesión (otra característica universal) pero al no lograrlo optaron sin convicción por la sociología y ahí se quedaron.    
En la actualidad, como en sus inicios, la sociología enfrenta fuertes enemigos: la marginación científica (en la predominante rama positivista) la exclusión gubernamental (sobre todo los gobiernos corruptos –la mayoría– pues ven en la sociología un peligro para su subsistencia) y la más importante, la distancia entre sociología y sociedad. Por no haber sido una clara preocupación  surgida de la gente, de la persona común, la sociología ha tardado en llegar a la cotidianidad de las personas, a diferencia de las ciencias de la salud o las matemáticas, bien establecidas y solicitadas.
Tal vez las pretensiones de la sociología sean muy elevadas (mejores formas de organización social, solución de conflictos, mejores relaciones humanas y con el ecosistema, etcétera) pero no por eso sus aspiraciones deben ser una ilusión inalcanzable. No es una ciencia de la esperanza como sí lo es de la realidad humana. A diferencia de las ciencias autodenominadas “duras”  como la física o la química, que trabajan con fórmulas y sustancias, la sociología “trabaja” con y en  sociedades humanas a las cuales no se les puede manipular ni experimentar con ellas (aunque sí lo hacen los científicos y políticos sin escrúpulos) además que el sociólogo(a) está así mismo inserto en aquello que estudia, lo cual hace más delicada su tarea.
Pobreza de la sociología significa pobreza de aportaciones y aplicaciones, debilidad o subordinación ante los grupos de poder (incluidos los científicos) y falta de compromiso social. Pocos buscan a las y los sociólogos o recurren a las teorías sociológicas para encontrar soluciones a los problemas sociales. Aun siendo parte intrínseca del ser social, la sociología no ha podido influir de una manera determinante en la dirección civilizatoria actual, cuyo futuro se vislumbra catastrófico si no se realizan cambios radicales.
La buena noticia es que todavía va a aportar soluciones a la sociedad actual, aun así tenga en su contra a gobiernos y sistemas económicos. La sociología, como parte de las ciencias sociales, puede y debe transformar las condiciones que nos impiden desarrollarnos plenamente como sociedad para beneficio humano y de la vida en general.
Todos somos sociólogo(as). Consciente y más comúnmente, inconscientemente, todos y todas hacemos sociología, ya sea reproduciendo la cultura tal cual con sus defectos y virtudes, ya sea transformándola, cuando procuramos mejorarla y mejorarnos.

¿Dónde quedó el sujeto tácito?

jueves, 24 de marzo de 2011

¿Dónde quedó el sujeto tácito?
Carlos Murillo González

El nuevo siglo, el nuevo milenio, entró con mucha rapidez y a la vez, con mucho sigilo. Estamos ya en el 2011! pero nos sigue costando trabajo abandonar del todo el siglo XX, el milenio pasado. En el siglo XXI, el siglo de la información y el conocimiento, sin lugar a dudas se consagrarán nuevos derechos e izquierdos: derecho a la información, derecho a compartir, copylefts, derechos colectivos, software libre, acceso a internet, nuevas formas de comunicación y de expresión artística, tecnología y así. 
Pero la humanidad sigue enfrentando a viejos fantasmas que no se van: hambrunas, enfermedades epidémicas, desastres naturales, guerras; muchos de ellos resultado de cuestiones político-económicas, como el caso de las guerras, más que como resultado de la evolución natural del planeta. Todavía no comprendemos como colectividad, los alcances de nuestros conocimientos y el abuso que hacemos con la Tierra en nombre del progreso y la modernidad en exclusiva para beneficio humano; en otras palabras no importando su impacto ecológico y la extinción de otras especies (seres vivos) con quienes compartimos el planeta.   
Este es el mundo que nos toca vivir hoy: con muchos progresos y logros, con mucho conocimiento y un sinnúmero de peros. Las grandes esperanzas de la modernidad llevan más de dos siglos sin cumplirse; la humanidad sigue sin conocer las bondades plenas de las promesas libertarias y de igualdad que la inauguran basadas en conceptos como individuo y ciudadano(a) esa nueva identidad social, síntesis de responsabilidades y derechos: mientras unos pueblos conocen o recuperan la libertad, otros la pierden. Todavía nos falta por estudiar, comprender y modificar el poder político, característica que no es exclusiva de los humanos, pero sí su complejo desarrollo, pues no hemos podido o querido atender a un destino diferente.
Si aterrizamos estas ideas en el México contemporáneo, la rapidez casi vertiginosa de la globalización nos arrastra más que jalar nosotros a ella de eso que llaman posmodernidad: un presente, pasado y futuro al mismo tiempo y de forma fragmentada; una especie de foto instantánea, personal o ambiental, que puede significar todo o nada a la vez, así de simple, vago y ambiguo; pero que también viene con falta de compromiso, enfocada en un individualismo egoísta, influyendo en la despolitización mundial actual. México no es ajeno a estas circunstancias.
¿Cómo explicar la violencia en una sociedad democrática?; ¿qué tienen que ver las crisis económicas o políticas de otros países con México?; o bien, ¿cómo impacta en el mundo lo que sucede en Ciudad Juárez? son cuestiones verdaderamente importantes para la persona actual, pues estamos en un mundo interconectado. Es cada vez más difícil mantenerse al margen de los acontecimientos a nivel mundial y es a la vez tan importante estar al tanto de ello como de lo local, que por ello es indispensable informarse no sólo para saber, sino para actuar. Las sociedades que no sepan adaptarse o sobrevivir a las nuevas circunstancias, corren peligro de desaparecer. 
Esta delicada situación están enfrentando las sociedades contemporáneas como Juárez cuya particular situación de ciudad fronteriza, maquiladora y violentada, nos mantiene en uno de los centros de la atención mundial. Por lo mismo no podremos avanzar sin saber quiénes somos y cómo resolver los problemas y retos actuales. Anónima se llama a esa sociedad multifacética y a la vez sin rostro, de la cual emanan y a la cual regresan las acciones de sus integrantes; pero también aquella donde repercuten las no acciones, la abstención de involucrarse en la cosa pública. El sujeto tácito es quien se encarga de mover la sociedad, de brindarle dirección cuando se desequilibra. Una sociedad abstencionista, por lo tanto, es una sociedad anónima que necesita convertirse en sujeto tácito.
¿Cómo surge el sujeto tácito? Es todavía un misterio, pero a veces las circunstancias son propicias para su aparición, como se puede comprobar en las recientes manifestaciones sociales de los países árabes, o las que inician hoy jueves 24 de marzo las y los estudiantes de Europa, mientras en otras latitudes como nuestro país ha aparecido en casos de desastres humanos dentro y fuera del país a manera de solidaridad y en el pasado se ha manifestado en forma de revoluciones sociales. En ciudades como Juárez el sujeto tácito no llega al suficiente número de personas como para hacer la diferencia; está en muchas personas y grupos, pero no en todas partes ni en todos los grupos.
El sujeto tácito está en sentido opuesto al sujeto anónimo: mientras está última identidad permite escabullirse de las responsabilidades, o bien es tan grande su enajenación que no llega a convertirse en sujeto, por ejemplo, no siendo ciudadano o desconociendo sus derechos, como es el caso de mucha gente pobre (aunque también de jóvenes, universitarios(as) y profesionistas) el primero toma consciencia de su condición y actúa en consecuencia. Es decir, el sujeto tácito asume el acto de vivir no como propio, sino como parte integrante de un todo interconectado: se vuelve consciente de sí mismo, para sí mismo y con la vida.   

JAVIER DE LA ROSA PREPARA UN LIBRO.

miércoles, 9 de febrero de 2011
DEJARÁ FUERA AL REY.

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 9-2-2011. La noticia no es que me merezca mucha credibilidad, tampoco la mayoría de las que leo y comento, pero merecería ser verdad, aunque quienes la esparcen por la Red no parecen muy informados. Con lo de “dejará fuera al Rey”, resaltan más la implicación real que la posible autobiografía. Pero tratándose de uno de los personajes clave de la Gran Corrupción, y tan deseada o temida por reducidos grupos (al Pueblo no le importa un comino a tenor de a quien vota o por el simple hecho de votar en un Estado de total Corrupción) debo considerarla;

“Lunes, 17 de enero de 2011

El libro que está preparando Javier de la Rosa dejará fuera al rey, pero arremeterá contra la clase política y empresarial del momento

Javier de la Rosa está preparando un libro. Se trata de una idea-proyecto todavía en fase muy inicial. Desde hace tiempo ha tenido ofrecimientos para plasmar en papel su experiencia.
Fuentes conocedoras del proyecto explican a El Confidencial Digital que De la Rosa tiene previsto ‘arremeter’ contra una amplió sector de la ‘jet set’ empresarial, y también política, del momento. Desde su entorno se precisa que aún es demasiado pronto para hablar de algo concreto.
El empresario, que actualmente disfruta del tercer grado (sólo tiene que presentarse a dormir) en la cárcel modelo de Barcelona, aún debe ser juzgado por la supuesta apropiación de 375 millones de euros, más de 62.000 millones de pesetas, de KIO (Kuwait Investments Office), compañía de la que era representante en España.
Pues bien, en este libro, aseguran las fuentes consultadas por ECD, De la Rosa no tiene previsto lanzar acusaciones de gravedad contra el rey Don Juan Carlos. Hay que recordar que en su día se publicó que De la Rosa podría tener cartas como membrete de la Casa de Su Majestad, o incluso grabaciones, en las que el rey agradecería al empresario una aportación de 75 millones de euros a través de Manuel Prado y Colón de Carvajal.
En la Audiencia nacional, el propio De la Rosa dijo que el Rey autorizó “pagos de guerra” por valor de 75 millones de euros para liberar Kuwait a Prado.
La hija de Javier de la Rosa, Gabriela, que es quien le lleva todos los asuntos jurídicos, se casó con Juan Gómez-Acebo, hijo mayor de la infanta Pilar, la hermana de don Juan Carlos.”


Eso de que se casó, por lo tanto sería sobrina política del Rey, parece que no es cierto, aunque las uniones se consideren matrimonios. Una fantasía de más o menos no quita ni pone.

En Wikipedia añaden que el más embargado de los insolventes de España se dedica al negocio del “petróleo”. Uno de los pegotes que suelta por los ambientes penitenciarios (o a quien sea capaz de aguantar su infinita verborrea) para justificar el altísimo tren de vida con yate incluido, alquilado por algún familiar a alguna sociedad con domicilio en un paraíso fiscal. Hay más falsedades pero no es mi propósito desmentirlas hasta que las ratifique en sus escritos el propio De la Rosa. Tampoco sería de extrañar, forma parte de su estilo, sumando amenazas, violencia, chantajes o sobornos, que él mismo esparciera este cuento para influir en alguna sentencia o tercer grado pendiente.

Por tal como le observé durante nueve meses de su último juicio, caso Hacienda de Barcelona (pendiente de sentencia), y ateniéndome a los muchos informes de su estado mental emitidos por sicólogos y psiquiatras de la cárcel de Brians y particulares (aunque cobrando certificaran a voluntad del enfermo) dudo de su capacidad. Además ha mentido tanto, primero en sus tiempos de triunfo para que los periodistas y todos los periódicos en España (a sueldo créditos y publicidad) lo convirtieran en el mago e “ingeniero en finanzas”, o en el “empresario modelo”, y desde 1992 en su propia defensa, que puede no distinga entre realidad y fantasía. Y si se añade la “medicación” tomada en Brians, o su afición a la coctelería, la duda se disipa.

Pero entre fantasías quizá por fin sepamos cuanto pagó a Narcís Serra o a Pascual Maragall, o a sus hombres del PSC, para no ser inculpado en el caso Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, cuando el Banco Garriga Nogués transformaba en dinero talones librados a beneficiarios falsos, o él falsificaba la firma de su padre, e incluso las firmas falsas atribuidas a su padre como demuestro en “Barcelona, 30 años de corrupción”. El inicio de su gran carrera. Pasado el tiempo, según sentencias, falsificaría cartas del Emir de Kuwait y del propio Rey de España. Mejor suerte tuvo con un pasaporte, con su foto pero nombre falso, legal de un pais sudaméricano, encontrado en un registro, y que o la Policía o Fiscalía barcelonesas le perdonó.

Podría contarnos los repartos (con números de cuenta en Suiza) a políticos de todos los colores, y en particular sobre los ahora de nuevo triunfantes CIU.

Tengo la duda de que sea tan inconsciente como yo en 1993 publicando desde la cárcel la novela “LOS 10… 100… 500.000 MILLONES DE PTALOS DE LA ROSA”, perdiendo terceros grados actuales y futuros.





Julio Anguita desenmascara al nuevo orden mundial

domingo, 23 de enero de 2011

La cuota

viernes, 21 de enero de 2011
La cuota
Carlos Murillo González
“Incendia comando taller en Reforma y Costa Rica: un muerto”, “Comando rocía con gasolina a propietarios de pizzería”, estas son sólo dos ejemplos de noticias (tomadas el 19 de enero de @Juárez) que dicen del avance, alcance y cotidianidad de este tipo de delitos muy posiblemente relacionados con la extorsión a negocios (ante la falta de investigación pericial, sólo queda la deducción).
Dentro de los crímenes y delitos potenciados en el estado de Chihuahua desde el 2008 a la fecha, sobresale el “derecho de piso” o extorsión, también conocido regionalmente como “la cuota”. Este tipo de crimen surgido a raíz de la “guerra” calderoniana cada día cobra mayor virulencia, destruyendo no sólo patrimonios, sino tomando vidas humanas, a veces de manera sumamente cruel, como se puede notar en los ejemplos anteriores.
El pandemónium que vive el estado de Chihuahua  comienza con la multicriticada guerra contra el narco, ese proyecto personal y pro estadounidense  de Calderón (pues a final de cuentas el más beneficiado con esta carnicería es Estados Unidos) a la fecha lleva más de 30 mil víctimas mortales en el país, de las cuales Chihuahua aporta cerca de una tercera parte de ellas. La cuestión es que el estado no está en condiciones de parar las acciones del crimen organizado y quien está llevando la peor parte es la sociedad. El decadente sistema de justicia y la mala dirección gubernamental son elementos principales en la consolidación del metapoder del crimen actualmente.
No existe un antecedente directo de la cuota, pero los dueños de bares en Ciudad Juárez comentan otra expresión de la cuota, esa sí, con varias décadas en su haber, proveniente de los inspectores de Gobernación para dejar operar ese tipo de negocios haciéndose de la vista gorda con respecto a violaciones a la ley (presencia de menores de edad, extensión ilegal de horarios, etcétera). Claro que esas acciones de corrupción palidecen ante el duro embate de las bandas de delincuentes actuales que, como se ha visto, no tienen ningún empacho en destruir o aniquilar a quienes tienen amenazados a cambio de “protección”.
El problema es sumamente grave, pues están acabando con la economía local, siguiendo una ruta parecida a las hormigas guerreras: destruyendo todo a su paso. Es evidente el número de pequeños negocios cerrados, principalmente las tradicionales tienditas de barrio, que son el eslabón más débil ante la amenaza del crimen. Cada vez que se balacea, incendia o destruye un negocio, no sólo deja en la ruina a sus propietarios, también terminan con trabajos asalariados y se mantiene el clima de terror que tanto gusta a gobernantes como Calderón. Lo más espantoso del caso, es que en la medida que se van cerrando negocios o blindando otros, la cuota se encamina luego a las colonias y fraccionamientos, como ya se está haciendo con algunas escuelas.
Quienes se dedican a extorsionar negocios también son responsables de que se deje de pagar impuestos, porque o se pagan éstos o se paga la cuota. Sin embargo eso no garantiza la seguridad de quien la paga, ni le aumenta la clientela y, si deja de pagarle a Hacienda, el IMSS o al municipio (pues no sacan a sus inspectores  por temor a que se los maten) de todos modos lo tendrán que hacer si sobreviven a esta época oscura de corrupción y barbarie.
No falta mucho tiempo para que el peligro de la cuota toque a las puertas residenciales, si no es que ya está pasando, sobre todo en las colonias populares, donde poco o nada podrán hacer ante la falta de vigilancia, a menos que la gente se organice para evitarlo. Una de las leyendas urbanas de mayor circulación y frecuencia sostiene que varios de estos grupos criminales están integrados por policías (sobre todo federales). No se debe olvidar que en julio del 2010 una sublevación de un buen número de agentes de la Policía Federal destacamentados en Ciudad Juárez contra uno de sus superiores fue porque se les obligaba a cobrar cuota, entre otros ilícitos.
El panorama no es para nada halagador para las y los chihuahuenses y sí muy peligroso. La “solución” que nos han ofrecido nuestros “inteligentes” gobernantes es disponer de retenes policiacos y ni si quiera en  puntos estratégicos. Ni aun si nos pusieran a un policía por persona sería la solución. La violencia actual es cortesía del Estado mexicano y no hay manera de hacerles entender la gravedad de la situación. La incapacidad del gobierno para ofrecer seguridad, uno de sus principales pilares, no dejan más opción a la persona común de buscar soluciones por su cuenta y si la persona común se organiza con otras personas comunes y logran lo que el Estado les ha negado, entonces, ¿para qué sirve el Estado?  

Y esto, solo en el trailer...Zeitgeist 3

lunes, 17 de enero de 2011
LO DECLARO, SOY UN INADAPTADO...
Koan

CIGARRILLOS PARTY

jueves, 13 de enero de 2011
Ya se ha confirmado, los españoles en su conjunto somos tontos de capirote, o rematadamente tontos o unos batracios después de ver lo que se está montando con el dichisito derecho a poder fumar hasta en la sala de operaciones de un hospital y más cuando la política del gobierno de la nación nos agrede como seres humanos hasta límites que nadie ha sido capaz desde que Paco nos dejo no haciendo nada todos nosotros por paliar en lo posible todo esto. Me da que pensar que pueden hacer lo que quieran sin decir esta boca es mía por esa mayoría silenciosa en que nos hemos convertido.
En torno al derecho a fumar se ha creado lo que yo llamo el Cigarrillos Party donde se aglutina lo más casposo de la sociología española. En el encontramos la derecha de toda la vida, los franquistas recalcitrantes, los amantes de los toros, los empresarios de alterne o puticlubs con algunos de los bares de toda la vida y algún que otro españolito despistado y lo que se ha hecho con esta ley no es prohibir fumar sino solo regular el derecho a fumar con el derecho de los que no fuman. En el discurso facilongo los sabios de barra de bar dicen que lo que tienen que hacer es prohibir el tabaco olvidándose como se han puesto por esta nueva regulación que lo único que se pretende es no permitir fumar en sitios cerrados. Aquí si se prohíbe la venta del tabaco hay otra guerra civil con dos bandos perfectamente retratados.SEGUIR LEYENDO

Sociología de la pobreza

miércoles, 12 de enero de 2011
La pobreza sigue siendo uno de los temas más difíciles de abordar para la sociología, lo cual no ha impedido que se hayan logrado avances para comprender y en la medida de lo posible, erradicar dicho fenómeno de la realidad social. La pobreza es una de  las razones por las cuales existen pensadores de la talla de Karl Marx o August Comte, considerados fundadores de esta profesión, quienes han hecho importantes aportes teóricos y metodológicos a esta ciencia.

¿Por qué es importante estudiar la pobreza desde la sociología? Porque es una manifestación multifactorial que involucra muchos aspectos de lo social: económicos, políticos, culturales, psicológicos. Existe además, como con muchos otros conceptos, discursos y visiones distorsionadas o minimizadas de  dicho fenómeno. Así por ejemplo, para un economista la pobreza puede limitarse a una respuesta de ecuaciones algebraicas mientras para el ciudadano(a) común de clase media de una democracia capitalista, como el resultado  por la falta de esfuerzos de un individuo(a) y para quien realmente sufre de aprietos económicos, es posible que por razones psicológicas (para no sentirse más victimizado) se niegue inconscientemente a reconocerse como pobre.

La pobreza no es pues un mero acontecimiento económico, aunque pueda ser su flanco más visible. Para empezar es un acontecimiento sociológico cuando un segmento importante de una población o sociedad dada es afectada por la falta de recursos o el acceso a los mismos (materiales, económicos, culturales, etcétera) en comparación con el resto de la población; cuando sucede este tipo de fenómenos es indudable que estamos ante un problema estructural provocado por el mismo carácter de la forma cómo está organizada la sociedad. Una clave de lo anterior lo da el libro La democracia en México, obra de Pablo González Casanova escrita en 1965 y que sigue vigente para el caso mexicano. González Casanova da en el clavo al distinguir que no existe democracia donde hay desigualdad socioecónomica.

Precisamente uno de sus aspectos más importantes y no tan estudiados tiene que ver con la política: la pobreza es también un acto y botín político y para nadie debe resultar un misterio la relación pobreza-votos en una democracia como la mexicana. ¿Quién se beneficia con la pobreza?; ¿cómo se relaciona la ignorancia y la necesidad con el poder político y económico?; ¿cómo funciona y es afectada una sociedad donde permanece el fenómeno?; ¿Se puede llamar democracia a un Estado clasista? Seguramente muchos otros fenómenos relacionados, como la violencia, el delito o el machismo, pueden ser fácilmente combatidos y erradicados de la sociedad si se resuelve la pobreza (es decir, si hay voluntad política).

Pero también la pobreza es cultural y psicológica. Generaciones de personas que no pueden salir de ella tanto por las condiciones económico-materiales (estructurales) como por las ideológicas y religiosas (superestructurales) o bien se sienten cómodos(as) en la pobreza o frustrados(as) ante la falta de oportunidades. Un ejemplo de la cultura de la pobreza radica en el ambiente católico: la abnegación como valor y modelo a seguir en una sociedad que se prefiere sumisa y callada, capaz de aguantarlo todo en silencio. Ejemplo de la pobreza psicológica la da la propia sociedad capitalista-individualista dividida en clases: la persona que para subir en la estratificación social roba, traiciona, engaña o llega incluso al crimen con tal de lograr reconocimiento social; podrá alcanzar incluso sus metas, pero su pobreza de espíritu quedará intacta.

Hablando de pobreza de espíritu, a veces tendemos a pensar la pobreza como algo de los pobres, pero se nos olvida la pobreza de espíritu que radica en el empresario codicioso, en el obispo sin fe o en el político sin escrúpulos. Este tipo de pobreza de principios, de moral, es muy común en nuestras sociedades contemporáneas también llamadas posmodernas. De nada sirve el avance tecnológico si permanece el fenómeno de la pobreza, porque si no hacemos como el cuento de Jean Christian Andersen donde el rey camina desnudo en público creyendo llevar puesto un vestido que sólo ven los inteligentes.  

La dialéctica de la pobreza es aquella que puede transformarse a partir de sus contradicciones. Pero cuando estas contradicciones (antítesis) corresponden a una dialéctica negativa (pobreza transformada en tristeza o miseria, por ejemplo) la síntesis no podrá efectuarse. Puede superarse e incluso desaparecer cuando se transforman los valores en los que se asienta o cambia el régimen político-económico que lo propicia: la pobreza es un resultado de la mala repartición de la riqueza.  No se trata de que todos y todas seamos ricos (eso no lo resiste un planeta) sino de que nadie sea pobre, que nadie quede excluido de los beneficios sociales y de derechos fundamentales como la alimentación, la salud y la educación. Por lo pronto sabemos el nombre del sistema ideado para crear pobreza a favor de la riqueza de unos cuantos: CAPITALISMO.

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