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ONG británica víctima de las sanciones económicas de Estados Unidos contra Cuba

miércoles, 5 de junio de 2013
Por Salim Lamrani
 

El Departamento del Tesoro confiscó los fondos de la organización no gubernamental británica Cuba Solidarity Campaign destinados a la compra de un libro sobre las sanciones económicas contra Cuba. The Economic War against Cuba. A Historical and Legal Perspective on the U.S. Blockade fue publicado por Monthly Review Press, casa editorial basada en Nueva York, en abril de 2013.

 El libro presenta una perspectiva histórica y jurídica de las sanciones económicas que Estados Unidos impone a Cuba desde 1960 y evalúa particularmente su impacto en campos como la salud, que afectan gravemente a las categorías más vulnerables de la población cubana pues impiden que la isla tenga acceso a los medicamentos y equipos médicos fabricados en territorio estadounidense.

 El libro subraya el carácter anacrónico, cruel e ineficaz de un estado de sitio que data de la guerra fría, que golpea de modo indiscriminado a todos los sectores de la sociedad – empezando por los más frágiles– y que ha sido incapaz de alcanzar su objetivo, o sea el derrocamiento del gobierno cubano. Del mismo modo, recuerda que las sanciones contra Cuba suscitan el rechazo de la inmensa mayoría de la comunidad internacional, con 188 países que votaron por 21 vez consecutiva en 2012 contra el embargo económico, comercial y financiero. Por otra parte, el 67% de la opinión pública estadounidense desea una normalización de las relaciones con Cuba, pues no entiende por qué puede viajar a China, Vietnam o Corea del Norte, pero no a la mayor isla del Caribe.

 Un capítulo completo trata del carácter extraterritorial de las sanciones económicas, las cuales violan el derecho internacional. En efecto, una legislación nacional no puede aplicarse en un país tercero. Por ejemplo, la ley francesa no puede aplicarse en Alemania y la ley brasileña no puede aplicarse en Argentina. Ahora bien, la ley sobre las sanciones económicas se aplica a todos los países del mundo y una oficina especial del Departamento del Tesoro, la Office Foreign Assets Control (OFAC), se encarga de ello.

 En abril de 2013, la ONG británica Cuba Solidarity Campaign (CSC) decidió comprar 100 ejemplares del libro The Economic War against Cuba y pidió a su banco inglés, la Cooperative, que pagara la factura mediante una transferencia a la cuenta de Monthly Review Press en la Chase Bank.

 No obstante, no se pudo hacer la transacción. En efecto, la OFAC decidió bloquear los fondos y exigió a la ONG británica que explicara en detalle sus relaciones con Cuba. Rob Miller, director de CSC, expresó su asombro: “Se usa una legislación extraterritorial sobre las sanciones económicas contra Cuba para impedir la venta de un libro en el Reino Unido que expone el alcance del bloqueo contra Cuba […]. El carácter ridículo del bloqueo estadounidense se ilustra una vez más con este caso cuando se trata de impedir que los lectores británicos lean un libro publicado por una casa editorial americana”.

 Por supuesto, no es la primera vez que Estados Unidos aplica de modo extraterritorial las sanciones contra Cuba. A guisa de ejemplo, si la empresa alemana Mercedes desea exportar sus coches a Estados Unidos, tiene que demostrar al Departamento del Tesoro que sus coches no contienen ni un solo gramo de níquel cubano. Del mismo modo, si un pastelero francés desea vender sus productos en el mercado estadounidense, tiene que demostrar que no contienen un solo gramo de azúcar cubano. Así, no sólo las sanciones económicas contra Cuba constituyen el principal freno al desarrollo del país sino que representan también un obstáculo a las relaciones comerciales de la isla con el resto del mundo. A veces con consecuencias insólitas.

(Fuente: Opera Mundi)
 Tomado de Cubaperiodistas

 Imagen agregada RCBáez con imagenes de Internet

EEUU prohíbe a sus ciudadanos viajar a Cuba “para bailar y tomar”

lunes, 29 de octubre de 2012
NO, si los totalitaristas somos nosotros!!... pero bien que la Clinton echó un pie bailando musica cubana y que al Exterminator le encanta fumar Cohibas... ¡quién sabe si Obama esconde una canequita de Habana Club autentico en alguna gaveta de su oval oficina....!

EEUU prohíbe a sus ciudadanos viajar a Cuba “para bailar y tomar”
Por Jean-Guy Allard

Mientras Cuba realiza una reforma integral de sus leyes migratorias que autoriza a sus ciudadanos a viajar libremente a cualquier parte del mundo, la policía política del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, la OFAC, controla el número de permisos para viajar a Cuba que otorga, para asegurarse que los norteamericanos no vengan a la Isla para “bailar y tomar”.

 Lo confirma El Nuevo Herald -el moribundo vocero de la mafia de Miami- que asegura que la OFAC “eliminó un cuello de botella” en los llamados “viajes pueblo a pueblo” a Cuba, concebidos para convertir en instrumento de propaganda política las visitas de ciudadanos estadounidenses a Cuba.

 El “cuello de botella” fue  “provocado por quejas de ‘demasiado baile y bebida en la isla’”, revela un artículo firmado por el ex analista CIA Juan O. Tamayo.

 La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro, verdadera Gestapo económica que hace cumplir las innumerables sanciones estadounidenses contra Cuba, confirmó al periódico que “apretó” aún  más estrictamente sus regulaciones como resultado de las quejas.

 Los norteamericanos -con excepción de los cubanoamericanos, sometidos a reglas diferentes- no pueden viajar a Cuba salvo con permiso de la OFAC y en el marco de viajes “educacionales”, en grupo, con programas e itinerarios pre-establecidos.

 “Procesamos sistemáticamente todo el tiempo las solicitudes pueblo a pueblo”, dijo al periódico Jeff Braunger, director del programa de la OFAC para Licencias de Viajes a Cuba, confirmando el carácter político de la operación.

 Sin embargo, el funcionario confirmó que las demás solicitudes de licencias pueden “requerir un tiempo importante” lo que atribuye  “a varios factores”, sin precisar cuáles.

 Inventados y autorizados por el Congreso en 1992, los llamados “viajes pueblo a pueblo” deben  “fomentar interacciones significativas” entre visitantes estadounidenses y los cubanos, en el marco de las políticas injerencistas de desestabilización que promueve EEUU desde hace medio siglo contra la isla.   

 “El presidente George W. Bush los suspendió en medio de quejas de que los visitantes de EEUU bailaban demasiada salsa y tomaban demasiados mojitos” hasta que las reinicia, con un propósito exclusivamente político, Barack Obama a comienzos del 2011.  

El año pasado, el senador cubanoamericano ultraderechista Marco Rubio denunció que un grupo de norteamericanos fue a un concierto por el 85 cumpleaños del líder de la Revolución cubana,  Fidel Castro, y obtuvo de la OFAC la promesa de aplicar regulaciones aún más estrictas.

La mafia cubanoamericana de Miami -que impone sus conceptos retrógrados a las sucesivas administraciones de EEUU- sostiene que las visitas a Cuba, incluso los de ciudadanos de origen cubano interesado en visitar su familia, “llenan los cofres del gobierno comunista” que usa los viajes “para su propaganda” o para el “adoctrinamiento” de los visitantes.

Washington no permite el libre turismo a Cuba, mientras las autoridades cubanas sí permiten a los norteamericanos visitar la Isla sin obstáculo ninguno.

En virtud de la reforma de sus leyes migratorias, Cuba permite a sus ciudadanos a visitar cualquier país del mundo sin otra restricción otra que la emisión de las correspondientes visas por las autoridades de estas naciones.

 
TWITTER: @AllardJeanGuy

Enviado por su autor
Imagen agregada RCBáez

¿Por qué el bloqueo estadounidense afecta a Cuba y a muchas otras naciones?

lunes, 22 de octubre de 2012
Por Freddy Yépez

El Estado imperialista estadounidense, a través de sus sucesivos gobiernos (unos más que otros) desde 1959 hasta el sol actual, ha sido excesivamente terco, impolítico, criminal, inhumano, perverso y, hasta cierto punto, risible por sus payasadas de muy mal gusto, en eso del Bloqueo económico, comercial y financiero contra -dicen ellos- la Revolución,  pero realmente contra todo el pueblo de Cuba  e igualmente, de rebote, contra América Latina y el Caribe. Tal vez, el Estado imperialista pensó que el Bloqueo permitiría una colonización sofisticada de estadounidenses en Cuba que facilitaría convertir a ésta en un nuevo estado asociado de Estados Unidos. Se han caído y se seguirán cayendo cada vez que se suban a una mata de coco. Que no quieran darse cuenta de los porrazos y fracturas que se llevan en sus caídas, no es problema ni de la Revolución Cubana, ni del pueblo cubano ni de las naciones del resto del mundo… Y, mucho menos, de Fidel y Raúl.

Cada vez que el Estado imperialista estadounidense refuerza su Bloqueo, lo que hace es unificar más al pueblo cubano con su Revolución, su Gobierno y sus líderes. El imperialismo no le para bola a sus fracasos olvidando que un día, de tantos fracasos y tropelías cometidas en el mundo, caerá en un abismo enterrado con la cabeza hacia abajo y por mucho pataleo que haga para salvarse, quedará sepultado para siempre como suele premiar la Historia humana a todos los imperialismos. Claro, en estos tiempos, la Historia no cobrará al imperialismo estadounidense como sí lo hizo hace siglos a la Mongolia de Gengis Kan, a la que dejó en un estado tal de atraso que aún no ha podido salir de él ni siquiera por el hecho de haber pertenecido a la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

El Estado imperialista estadounidense se enfurece, cada cierto corto tiempo, por no lograr los efectos deseados con el Bloqueo. Y arremeten con mayor furia, sin pensar…. pensar les cuesta demasiado. En eso no pierden su tiempo. Les basta con vivir del autoengaño, en creer que contarán con mucho pueblo cubano brindándole apoyo a su política de querer derrumbar la Revolución, pasando por la guillotina a los camaradas Fidel y Raúl. El imperialismo vive de la permutación del empirismo con el racionalismo, lo que le convierte en pragmático.

En política existen gobiernos o Estados que no quieren darse cuenta, aunque lo saben de memoria, de las realidades objetivas que les hacen imposible lograr algunos de sus cometidos. Hacer fracasar y colapsar la Revolución Cubana a través del Bloqueo se ha convertido en una de las utopías más irrealizables de nuestra era. Pero los imperialistas estadounidenses insisten en su utopía y para ello se han ganado a otros Estados. Los períodos especiales superados por la Revolución Cubana son el testimonio más ejemplar y heroico del rotundo fracaso de las políticas del imperialismo aplicadas por medio del Bloqueo. Si eso no los ha enseñado en nada, para rectificar, hay que esperar con paciencia que baje un día el Diablo del Infierno y llene toda la Casa Blanca de azufre para que se haga inhabitable.

Sería ridículo decir que el Bloqueo no haya afectado la economía cubana o los planes gubernamentales en Cuba. No se trata de importación de hamburguesas, perros calientes, coca cola o chicles. No, el Bloqueo se trata de negarle a Cuba importantes materias primas para la elaboración de mercancías y -especialmente- medicinas, evitar tratados económicos que generen mayores beneficios para la sociedad cubana, obstaculizar exportaciones de mercancías cubanas y servicios, imposibilitar obtención de tecnología avanzada,  cerrar la posibilidad de uso del dólar estadounidense en transacciones financieras internacionales, que no se posean cuentas en dólar en bancos extranjeros, que no se obtengan créditos en algunas instituciones bancarias de carácter mundial y negar el acceso a otros valiosos elementos que se logran en el mercado mundial para el progreso de una sociedad. En verdad, eso afecta una economía pero el imperialismo estadounidense no ha conquistado los objetivos propuestos luego de más de medio siglo aplicando y reforzando su Bloqueo a Cuba. Por eso, ese Bloqueo ya no se justifica en nada para su aplicación, pero como el Estado estadounidense gobierna con la mezcla política de la Danta y del avestruz, no hay manera que rectifique.

Ahora, lo grandioso de la dirigencia revolucionaria en Cuba es que sí ha sabido hacer rectificaciones en base a las circunstancias concretas tanto de carácter internacional como nacional… Y la Revolución se sostiene con el aplastante apoyo y comprensión del pueblo cubano.

¿Qué es, a mi juicio, lo que más afecta el Bloqueo a Cuba?

No es lo que directamente proviene de Estados Unidos. Ni siquiera los fondos congelados (más de 245 millones de dólares) por el Gobierno de Estados Unidos que pertenecen a Cuba. Eso no servirá al imperialismo para pagar su impagable deuda que tiene con el resto del mundo. Sus guerras de rapiña, sus genocidios, sus crímenes abominables, no tienen precio y la Historia se los cobrará definitivamente en algún momento para que en el planeta no quede ni un solo rasgo de capitalismo. Tampoco estriba en el billón 66 mil millones de dólares, teniendo en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, causado como perjuicio a la economía cubana en más de medio siglo.

El daño resulta evidente en que ese Bloqueo, al cual se agregaron otros Estados capitalistas de ferviente capacidad de epígonos, no ha permitido niveles de progreso o desarrollo en Cuba que hubiesen sido alcanzados de haber poseído importantes fuentes de riqueza natural, energética y otros con que cuentan varias naciones del mundo capitalista desarrollado. Sin embargo, como consecuencia de Cuba haber desarrollado extraordinarias capacidades científicas y, especialmente, en las de la salud, el Bloqueo imperialista obliga o impone a otros Estados  que no tengan relación comercial con el Estado cubano y evitar, de esa manera, que se adquieran importantísimas materias primas para más hacer avanzar las investigaciones científicas en Cuba. Al imperialismo nada le importa la buena salud de la aplastante mayoría de la humanidad. Incluso, los gobiernos que apoyan el Bloqueo son totalmente indiferentes a las necesidades de buena salud de sus pueblos. Si no se han dado cuenta de ello, que no culpen al imperialismo sino a su propia incapacidad que no les deja mirar más allá de sus narices  y no querer aceptar su condición de esclavos.

Es tan irracional el Bloqueo que no sólo prohíbe a empresas de otras naciones que tienen relación comercial con Estados Unidos a negociar con Cuba sino, esto es espeluznante, multan a industrias de otros países si llegan a utilizar mercancías de origen cubano. Incluso, los niños de otras naciones no escapan a esas medidas draconianas del Bloqueo cuando les evitan viajar a Cuba negándoles la posibilidad de realizar actividades deportivas o de recreación. A más de medio siglo de Bloqueo en la Casa Blanca (sea el presidente un demócrata o un republicano, blanco o negro) se sigue creyendo que es la mejor herramienta de presión para lograr la caída o derrumbe de la Revolución.

El Bloqueo tiene dos características esenciales que las conoce muy bien el Estado imperialista estadounidense. Por un lado, le produce millones de dólares multando a empresas por cualquier vinculación comercial, financiera o económica con Cuba. Eso se llama chantaje, especulación, saqueo, rapiña y obtención de dinero fácil. Por otro lado, el Estado estadounidense sabe demasiado, y eso no le agrada para nada, que si suspende el Bloqueo millones y millones de estadounidenses en vez de viajar a otras naciones seguro lo hicieran para Cuba y eso dejaría una excelente entrada de dólares a la Revolución para adelantar planes de verdadero progreso social.

Lo cierto es que no sólo el Bloqueo perjudica a Cuba al dificultar el avance de las ciencias sino, igualmente, a muchas naciones porque éstas también dejan de recibir esos avances, porque si algo grandiosamente hermoso tiene la Revolución Cubana es el ejercicio del internacionalismo revolucionario contribuyendo al progreso y bienestar de otros pueblos.

Todos aquellos, dentro y fuera de Cuba, que pensaron que el Presidente Obama iba, por lo menos, a reducir la extensión del Bloqueo, se equivocaron. Obama es tan racista y pernicioso nacionalista como lo fue Bush. El Bloqueo, en un futuro no muy lejano, sólo será recordado en Estados Unidos mediante una lápida en un cementerio donde diga: “Aquí yacen enterrados Torricelli y Helms Burton, como los autores de las leyes más denigrantes del imperialismo contra Cuba. Guerra a sus restos. El Diablo los tenga en su Infierno”.


*Periodista venezolano, publica habitualmente en Aporrea.org
Imagen agregada Kalvellido

Las sanciones económicas contra Cuba bajo la administración Obama

viernes, 27 de julio de 2012
Por Salim Lamrani

 

La llegada al poder del Presidente Obama en Estados Unidos en 2008 marcó una ruptura de estilo respecto a la anterior administración Bush hacia Cuba. No obstante, salvo el levantamiento de algunas restricciones relativas a los viajes, las sanciones económicas siguen aplicándose, incluso de modo extraterritorial. He aquí algunos ejemplos recientes.

 Durante su campaña electoral en 2007, el entonces candidato Barack Obama hizo una lúcida constatación sobre el carácter obsoleto de la política de Estados Unidos hacia Cuba. Una vez elegido, declaró su voluntad de buscar “un nuevo comienzo con Cuba”. “Creo que podemos llevar la relación entre EE.UU. y Cuba en una nueva dirección y lanzar un nuevo capítulo de acercamiento que continuará durante mi mandato”, subrayó.[1]

 Obama había denunciado la política de su predecesor hacia Cuba, el cual había limitado fuertemente los viajes de la comunidad cubana de Estados Unidos. “Se trata a la vez de una cuestión estratégica y humanitaria. Esta decisión […] ha tenido un impacto profundamente negativo sobre el bienestar del pueblo cubano. Otorgaré a los cubanoamericanos derechos ilimitados para visitar a sus familiares y mandar dinero a la Isla”, se comprometió.[2]

 Obama cumplió su palabra. En abril de 2009 anunció el levantamiento de algunas restricciones que afectan a los cubanos que viven en Estados Unidos y que tienen familiares en la isla, que entró en vigor el 3 de septiembre de 2009. Desde entonces pueden viajar a su país de origen sin ningún obstáculo (en vez de catorce días cada tres años) y mandar remesas ilimitadas a sus familias (en vez de cien dólares al mes).[3]


Aplicación extraterritorial de las sanciones económicas contra Cuba

 No obstante, Washington no ha vacilado en aplicar las sanciones económicas, incluso de modo extraterritorial, violando así gravemente el derecho internacional. En efecto, éste estipula que las legislaciones nacionales no pueden ser extraterritoriales, es decir aplicarse fuera del territorio nacional. Así, la ley brasileña no puede aplicarse en Argentina. Del mismo modo, la legislación venezolana no puede aplicarse en Colombia. Ahora bien, la ley estadounidense de las sanciones económicas contra Cuba se aplica en todos los países del mundo.

 En efecto, en junio de 2012, el banco neerlandés ING recibió la más importante sanción jamás dictada desde el inicio del estado de sitio económico contra Cuba en 1960. La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro sancionó a la institución financiera con una multa de 619 millones de dólares por realizar, entre otras, transacciones en dólares con Cuba, a través del sistema financiero estadounidense, entre 2002 y 2007.[4]

 El Departamento del Tesoro también obligó al banco neerlandés a romper sus relaciones comerciales con Cuba y anunció que “ING aseguró a la Oficina de Control de Activos Extranjeros que había puesto fin a las prácticas que llevaron al acuerdo de hoy”. Así, Washington prohibió a un banco europeo toda transacción comercial con Cuba.[5]

 El gobierno cubano denunció esta nueva aplicación extraterritorial de las sanciones económicas, las cuales, además de impedir todo comercio con Estados Unidos (excepto las materias primas alimenticias), constituyen el principal obstáculo al desarrollo de las relaciones comerciales de Cuba con el resto del mundo. “El Gobierno de Estados Unidos sancionó unilateralmente al banco ING por tramitar, en conjunto con sus subsidiarias en Francia, Bélgica, Holanda y Curazao, transacciones financieras y comerciales de entidades cubanas, prohibidas por la criminal política de bloqueo contra Cuba”, subraya el comunicado oficial.[6]

 Adam Szunin, Director de la OFAC, aprovechó la ocasión para advertir a las empresas extranjeras que tienen relaciones comerciales con Cuba. Esta multa “debería servir como una clara advertencia a cualquiera que considere aprovecharse de evadir las sanciones de los Estados Unidos”, declaró, reafirmando así que Washington seguiría aplicando sus medidas extraterritoriales. [7]

 Otras empresas extranjeras también fueron sancionadas por sus relaciones comerciales con Cuba. Así, la multinacional sueca Ericsson, especializada en el campo de las telecomunicaciones, tuvo que pagar una multa de 1,75 millones de dólares por reparar, mediante su filial basada en Panamá, equipos cubanos de un valor de 320.000 dólares, en Estados Unidos. Tres empleados, implicados en el caso, también fueron despedidos.[8]

 El 10 de julio de 2012, el Departamento del Tesoro infligió una multa de 1,35 millones de dólares a la empresa estadounidense Great Western Malting Co. por vender cebada a Cuba, mediante una de sus filiales extranjeras entre agosto de 2006 y marzo de 2009. No obstante, el derecho internacional humanitario prohíbe todo tipo de embargo sobre las materias primas alimenticias y los medicamentos, incluso en tiempos de guerra. Ahora bien, oficialmente, Cuba y Estados Unidos jamás han estado en conflicto.[9]

 En Francia, Mano Giardini y Valérie Adilly, dos directores de la agencia de viajes estadounidense Carlson Wagonlit Travel (CWT), fueron despedidos por vender paquetes turísticos con destino a Cuba. La empresa corre el riesgo de recibir una multa de 38.000 dólares por estancia vendida, lo que suscitó la ira de algunos asalariados que difícilmente comprenden la situación. “¿Por qué Carlson no retiró del sistema de reservas los productos Cuba ya que no teníamos derecho a vender?”, preguntó un empleado.[10]

 Del mismo modo, es posible que CWT no sea autorizada a responder a los concursos de los viajes de la administración estadounidense, los cuales representan una parte sustancial de su volumen de negocios. La dirección de CWT se expresó al respecto: “En estas condiciones, tenemos que aplicar la regla estadounidense que prohíbe mandar a viajeros a Cuba, incluso para las filiales”. Así, una filial estadounidense basada en Francia está obligada a aplicar la ley estadounidense sobre las sanciones económicas contra Cuba, mofándose de la legislación nacional en vigor.[11]

Google censurado y un presupuesto de 20 millones de dólares para la “democracia digital”

 Más insólito, las sanciones económicas prohíben que los cubanos utilicen algunas funciones del motor de búsqueda Google, tales como Google Analytics (que permite calcular el número de visitas en un sitio web, así como su origen), Google Earth, Google Destktop Search, Google Toolbar, Google Code Search, Google AdSense o Google AdWords, privando así a Cuba de acceso a estas nuevas tecnologías y a numerosos productos descargables. La empresa estadounidense proporcionó una explicación mediante su representante Christine Chen: “Lo teníamos escrito en nuestros términos y condiciones. No se puede usar Google Analytics en los países sometidos a embargos”.[12]

Al mismo tiempo, mientras que Washington impone a Google restringir el uso de sus servicios digitales en Cuba y prohíbe que La Habana se conecte a su cable de fibra óptica para Internet, el Departamento de Estado anunció que iba a dedicar, mediante la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la suma de 20 millones de dólares a “activistas de los derechos humanos, periodistas independientes y bibliotecas independientes en la isla”, con el fin de difundir, entre otras, la “democracia digital”.[13]

 La administración Obama, lejos de adoptar “un nuevo comienzo con Cuba”, sigue imponiendo sanciones económicas que afectan a todas las categorías de la población cubana empezando por las más vulnerables o sea las mujeres, los niños y los ancianos. No vacila en sancionar a empresas extranjeras violando el derecho internacional al aplicar medidas extraterritoriales. También se niega a oír el reclamo unánime de la comunidad internacional que condenó en 2011, por vigésimo año consecutivo, la imposición de un estado de sitio anacrónico, cruel e ineficaz, que constituye el principal obstáculo al desarrollo de la nación.

 *Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor encargado de cursos en la Universidad Paris-Sorbonne-Paris IV y en la Universidad Paris-Est Marne-la-Vallée y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Etat de siège. Les sanctions économiques des Etats-Unis contre Cuba, París, Ediciones Estrella, 2011, con un prólogo de Wayne S. Smith y un prefacio de Paul Estrade.

Contacto: Salim.Lamrani@univ-mlv.fr
Página Facebook: https://www.facebook.com/SalimLamraniOfficiel

NOTAS

[1] The Associated Press, «Obama Seeks ‘New Beginning’ With Cuba», 17 de abril de 2009.
[2] Barack Obama, «Our Main Goal: Freedom in Cuba», The Miami Herald, 21 de agosto de 2007.
[3] Office of Foreign Assets Control, «Hoja informativa: Tesoro modifica reglamento para el control de bienes cubanos a fin de implementar el programa del Presidente sobre visitas familiares, remesas y telecomunicaciones», Treasury Department, 3 de septiembre de 2009.
[4] Office of Foreign Assets Control, «Settlement Agreement ING», Department of the Treasury, junio de 2012. http://www.treasury.gov/resource-center/sanctions/CivPen/Documents/06122012_ing_agreement.pdf (sitio consultado el 10 de julio de 2012).
[5] Ibid.
[6] Ministry of Foreign Affairs of Cuba, «Statement by the Ministry of foreign Affairs», 20 de junio de 2012. http://www.cubaminrex.cu/english/Statements/Articulos/StatementsMINREX/2012/Statement200612html (sitio consultado el 10 de julio de 2012).
[7] Ibid.
[8] Steve Stecklow & Bail Katz, «U.S. to Fine Ericsson in Panama $1,75 Million Over Cuba Shipments», Reuters, 24 de mayo de 2012.
[9] Office of Foreign Assets Control, «Enforcement Information for July 10, 2012», Department of the Treasury, 10 de julio de 2012. http://www.treasury.gov/resource-center/sanctions/CivPen/Documents/07102012_great_western.pdf (sitio consultado el 12 de julio de 2012).
[10] Jean da Luz, «Carlson Wagonlit Travel : l’embargo cubain fait tomber des têtes en France», Tourmag, 2 de julio de 2012 ; Geneviève Bieganowsky. «Licienciements, Carlson redoute la perte des budgets voyages de l’administration US», Tourmag, 3 de julio de 2012.
[11] Ibid.
[12] Michael McGuire, « Google responde a denuncias de Cuba », The Miami Herald, 20 de julio de 2012.
[13] Juan O. Tamayo, « Estados Unidos busca romper censura tecnológica en Cuba », El Nuevo Herald, 23 de junio de 2012.

Publicado originalmente en Opera Mundi
http://operamundi.uol.com.br/conteudo/opiniao/23237/as+sancoes+economicas+a+cuba+sob+o+governo+obama.shtml

Enviado por su autor a Cubacoraje
Imagen agregada RCBáez sobre caricaturas de Kikelin  y Blanco

Washington multará al banco ING por negocios con Cuba

miércoles, 13 de junio de 2012
El Departamento del Tesoro estadounidense anunció este martes una multa de 619 millones de dólares al banco holandés ING por la violación el bloqueo económico y financiero impuesto por Washington contra Cuba, Irán, Sudán, Libia y Birmania.

Se trata de la mayor sanción impuesta por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por su sigla en inglés), que investiga el cumplimiento de las sanciones impuestas por el Tesoro de Estados Unidos.

La resolución se produce después de que la oficina norteamericana denunciase a la entidad financiera holandesa por “manipulación intencionada y supresión de información” sobre más de 20.000 transacciones financieras prohibidas con Cuba, Irán, Sudán, Libia y Birmania.
ING utilizó filiales de EE.UU. para llevar a cabo estas transacciones entre 2002 y 2007, y eludir los controles impuestos por EE.UU.

Las “violaciones” por parte de ING ascendían a un total de 1.600 millones de dólares, precisó el Tesoro.

“Nuestras sanciones legales reflejan nuestros principales intereses en seguridad nacional e intereses en política exterior, y la OFAC las persigue exhaustivamente. El anuncio histórico de hoy debería servir como una clara advertencia a cualquiera que planee aprovecharse de evadir las prohibiciones de Estados Unidos”, indicó Adam Szubin, director de la OFAC.

(Con información de EFE)


Tomado de Cubadebate


Cuba denuncia trabas legales que en EEUU sufren las marcas del país: Declaración del MINREX

jueves, 17 de mayo de 2012


El Ministerio cubano de Relaciones Exteriores denunció hoy nuevas acciones de Estados Unidos dirigidas a marcas comerciales de la isla, en una posición que atenta contra la protección de la propiedad industrial.

En una declaración difundida en el diario Granma, la Cancillería mencionó la negativa de la Corte Suprema estadounidense para que la compañía Cubaexport tuviera la posibilidad de defender su derecho de renovar el registro de Havana Club ante la Oficina de Marcas y Patentes.

Ese paso enfrenta el rechazo de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC), adscrita al Departamento del Tesoro, a otorgar a la entidad cubana la licencia que le hubiese permitido renovar la marca registrada en ese país desde 1976 hasta el 2006.

Dicha negativa fue hecha al amparo de la Sección 211 de la Ley Ómnibus, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos a fines de 1998, la cual prohíbe el reconocimiento y renovación de marcas asociadas a propiedades nacionalizadas por el gobierno cubano.

Eso es resultado de las maniobras de la mafia anticubana de Miami y sus aliados dentro del Congreso, en retribución a las contribuciones financieras que reciben de la compañía Bacardí, “la real promotora de estas acciones contra Cubaexport, dirigidas a usurpar las marcas y mercados del ron genuina y legítimamente cubano”, expresa la nota.

La Cancillería recordó que desde 1995, Cubaexport, de conjunto con la compañía francesa Pernod Ricard, distribuidora del ron Havana Club, ha defendido su derecho a registrar la reconocida marca.

Esa intención encontró respaldo en la decisión del Panel de Solución de Diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que falló contra Estados Unidos y reclamó la eliminación de dicha Sección considerada ilegal.

Durante el proceso judicial que ahora ha llegado a su final, la OFAC argumentó que no emitiría la licencia que exige la Sección 211, porque el Departamento de Estado había ordenado no hacerlo debido a que ello no se correspondería con la política norteamericana de Estados Unidos hacia Cuba.

Esta acción constituye una grave violación de los compromisos de los Estados Unidos en materia de Propiedad Industrial, que lo obligan a proteger las marcas de las compañías e instituciones cubanas, prosiguió la declaración.

De esa forma, este litigio y otros procesos en curso contra patentes y marcas cubanas en las cortes norteamericanas han puesto en evidencia la complicidad del gobierno de los Estados Unidos en el despojo de los derechos de la isla.

Frente a esa posición, el Ministerio de Relaciones Exteriores demandó a Washington otorgar de inmediato la licencia que permita a la entidad cubana Cubaexport renovar la marca Havana Club.

La Cancillería recordó que Cuba ha respetado invariablemente, sin la menor discriminación, las obligaciones contraídas en virtud de los instrumentos jurídicos internacionales referidos a la propiedad industrial.

Mediante esas normas, se ha garantizado que más de cinco mil marcas y patentes norteamericanas “se beneficien y continúen beneficiándose de su registro en el país”.

Por tal motivo, si el gobierno estadounidense no actúa, será el único responsable del robo de la marca Havana Club a su legítimo titular, la compañía Cubaexport, y de las consecuencias negativas que pudieran derivarse de este hecho, concluyó la declaración.

(Cubadebate, con información de Prensa Latina)
 
Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores

El 14 de mayo del 2012, la Corte Suprema de los Estados Unidos denegó a la compañía cubana Cubaexport la posibilidad de defender su derecho de renovar el registro de la prestigiosa marca Havana Club, ante la Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos (USPTO), obstaculizado por la negativa de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC), adscrita al Departamento del Tesoro, a otorgar a la entidad comercializadora cubana la licencia que le hubiese permitido renovar la marca registrada en ese país desde 1976 hasta el 2006.

Dicha negativa fue hecha al amparo de la Sección 211 de la Ley Ómnibus, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos a fines de 1998, que prohíbe el reconocimiento y renovación de marcas asociadas a propiedades nacionalizadas por el Gobierno cubano, como resultado de las maniobras de la mafia anticubana de Miami y sus aliados dentro del Congreso, en retribución a las cuantiosas contribuciones financieras que reciben de la compañía Bacardí, la real promotora de estas acciones contra Cubaexport, dirigidas a usurpar las marcas y mercados del ron genuina y legítimamente cubano.

Desde 1995, Cubaexport, de conjunto con la compañía francesa Pernod Ricard, distribuidora del ron Havana Club, ha defendido su derecho a registrar la reconocida marca, lo que encontró respaldo en la decisión del Panel de Solución de Diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que falló contra los Estados Unidos y reclamó la eliminación de dicha Sección considerada ilegal.

El Gobierno de los Estados Unidos es completamente responsable de lo ocurrido. Durante el proceso judicial que ahora ha llegado a su injusto final, la OFAC argumentó que no emitiría la licencia que exige la espuria Sección 211, y que hubiera permitido la renovación de la marca Havana Club en ese país, porque el Departamento de Estado había ordenado no hacerlo debido a que ello no se correspondería con la política de los Estados Unidos hacia Cuba.

Esta acción constituye una grave violación de los compromisos de los Estados Unidos en materia de Propiedad Industrial, que lo obligan a proteger las marcas de las compañías e instituciones cubanas. Este litigio y otros procesos en curso contra patentes y marcas cubanas en las cortes norteamericanas, han puesto en evidencia la complicidad del gobierno de los Estados Unidos en el despojo de los derechos y marcas cubanas.

El Ministerio de Relaciones Exteriores demanda al gobierno de los Estados Unidos otorgar de inmediato la licencia que permita a la entidad cubana Cubaexport renovar la marca Havana Club.

Cuba ha respetado invariablemente, sin la menor discriminación, las obligaciones contraídas en virtud de los instrumentos jurídicos internacionales referidos a la Propiedad Industrial, lo cual ha garantizado que más de cinco mil marcas y patentes norteamericanas se beneficien y continúen beneficiándose de su registro en nuestro país.

Si el Gobierno de los EE.UU. no actúa, será el único responsable del robo de la marca Havana Club a su legítimo titular, la compañía Cubaexport, y de las consecuencias negativas que pudieran derivarse de este hecho para la protección recíproca de la Propiedad Industrial.

La Habana, 16 de mayo del 2012

Tomado de Granma




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