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La nación asesina

sábado, 28 de julio de 2012
Por Manuel E. Yepe*



Un ensayo de este título publicado en la revista Counterpunch califica de sorprendente el reconocimiento oficial y la novedosa transparencia con que se ha hecho público que Estados Unidos dispone, desde hace más de medio siglo, de un programa de asesinatos selectivos que ahora coincide con una visibilización sin precedente del uso de aviones de guerra guiados por control remoto en diversos puntos del planeta.

La noción de que exista una lista de gente a matar en el más alto nivel del poder ejecutivo de Estados Unidos ha hecho que el tema haya tenido una fuerte cobertura mediática, lo que denota preocupación por el hecho, incluso en algunos sectores del llamado “poder invisible”.

El Washington Post señaló editorialmente que "ningún gobierno ha dependido tan extensivamente del asesinato de individuos para hacer avanzar los objetivos de seguridad de la nación como el actual”. Por su parte, el New York Times describe como “algo sin precedentes en la historia presidencial el papel de Obama como supervisor directo de esta guerra en las sombras..."

El ex Presidente James Carter, en un artículo que publicó en el New York Times, insistió en que “no se sabe cuántos cientos de civiles inocentes han muerto en estos ataques (con drones), cada uno de ellos aprobado por las máximas autoridades en Washington. Es algo antes impensable”.

Pero el hecho cierto es que estos homicidios a distancia y los asesinatos selectivos con aprobación presidencial, han tenido lugar secretamente desde hace al menos medio siglo. Lo único novedoso es quelas recientes revelaciones sobre las listas de gente a matar y los asesinatos con uso de drones se estén haciendo de forma tan abierta.

“Quienes se alarman por las recientes revelaciones acerca de los listados de gente a matar de Obama, tendrían que conocer, desde una perspectiva histórica, cuántas personas nuestro país ha asesinado en el mundo”, apunta Noble.

El autor reseña los cincuenta años de masacres y asesinatos selectivos de Estados Unidos en tres partes. La primera describe  la historia letal del programa de Fénix (Phoenix, en inglés) contra Vietnam, que define como la fuente original de las estrategias y tácticas terroristas posteriores de Estados Unidos. La segunda trata acerca de las conocidas listas de gente a matar en Latinoamérica, y las menos divulgadas de países de otros continentes. La tercera aborda la resurrección del programa Fénix en Irak, Afganistán y un creciente número de países con los cuales “no estamos en guerra”.

Fénix fue un programa altamente secreto desarrollado en 1967 por la CIA en Vietnam con el fin de "neutralizar" la infraestructura del Vietcong asesinando civiles sud vietnamitas sospechosos de apoyar a los combatientes vietnamitas del Norte y del Vietcong.

Aunque el entonces Director de la CIA, William Colby, declaró ante el
Congreso en 1971 que " Fénix no es un programa de asesinatos", admitió posteriormente que las operaciones de Fénix mataron a más de 20.000 personas entre 1967 y 1972. La matanza de My Lai fue apenas una operación más del programa Fénix.

Con abundantes datos y argumentos, Doug Noble describe la repercusión que este  programa ha tenido para Latinoamérica.

La comunidad de inteligencia estadounidense adaptó Fénix a Suramérica mediante un ultra secreto Proyecto X.

Los métodos y técnicas de Fénix fueron utilizados en la Operación Cóndor, responsable del asesinato de varios cientos de miles de patriotas latinoamericanos. Las organizaciones criminales de casi todos los países de la región  sirvieron a Fénix para la obtención e intercambio de información y colaboraron en la represión de las luchase ideales contrarios al hegemonismo de Estados Unidos en el subcontinente.

Durante la administración de Carter, Estados Unidos suspendió la aplicación del Proyecto X por presuntas violaciones de los derechos humanos, pero bien pronto la administración de Reagan reimplantó su vigencia.

“El programa de asesinatos con drones de Estados Unidos ha salido del closet. Quienes durante años hemos protestado y combatido el ilegal, inmoral y estratégicamente contraproducente uso de drones, la  aptitud esquizofrénica de matar por control remoto, el terror que genera un ataque de drones y el inevitable (o intencional) asesinato de cuantiosos civiles ‘sospechosos de terrorismo’ advertimos ahora contra la proliferación de los drones en el mundo y su utilización por fuerzas de policía y patrullas de frontera para labores de vigilancia y objetivos supuestamente no letales”, señala Doug Noble, un activista contra las guerras con residencia en la ciudad neoyorquina de Rochester.

El programa Fénix se ha hecho global, contribuyendo a proclamar a los
Estados Unidos de América como una verdadera nación asesina.

Julio de 2012


Enviado por su autor


*Periodista cubano, especializado en temas de política internacional



Imagen agregada RCBáez


Watergate, cuarenta años después

domingo, 10 de junio de 2012
Por Salvador Capote*



Han transcurrido cuarenta años desde que, el 17 de junio de 1972, un grupo integrado por miembros del equipo de campaña electoral de Richard Nixon y ex agentes de la CIA, fueron atrapados irrumpiendo en las oficinas del partido Demócrata, ubicadas en el edificio Watergate, en Washington.

Las investigaciones revelaron la profunda corrupción de la Casa Blanca. Se supo de numerosas actividades encubiertas de espionaje y sabotaje electoral en las cuales estaba involucrado el personal más cercano al presidente. Unos meses antes (septiembre 3, 1971),  había sido violado el consultorio del psiquiatra de Daniel Ellsberg buscando información utilizable contra este último. Ellsberg y Anthony Russo habían filtrado al público  documentos secretos del Pentágono (“Pentagon Papers”) (1). Se supo también que Nixon trató de sobornar al juez a cargo del juicio contra Ellsberg y Russo, ofreciéndole la dirección del FBI.

Al analizar el escándalo de Watergate con la perspectiva que nos brinda el tiempo transcurrido, la primera lección que extraemos es que el relieve de los sucesos depende de la escala de valores impuesta a la sociedad por los medios formadores de opinión. A Nixon se le recuerda principalmente por sus tropiezos en Watergate que revelaron un mundo mezquino de trucos y mentiras. Pero su administración, desde el punto de vista ético y de responsabilidad criminal, tiene en su haber atrocidades infinitamente peores, que raramente se mencionan.

Entre ellas se destaca su orden al Comando Aéreo Estratégico (“Strategic Air Command, SAC”) de bombardear masivamente Cambodia oriental y Laos (“Operation Menu”) durante la guerra de Vietnam. Nixon autorizó la utilización de bombarderos B-52 que saturaron de bombas el territorio desde el 18 de marzo hasta el 26 de mayo de 1970 con incontables pérdidas de vidas humanas (2). Mientras, el dictador de Cambodia, Lon Nol, al servicio de Estados Unidos, ordenaba masacrar a los cambodianos de origen vietnamita. El 15 de abril de 1970, por ejemplo, más de 800 miembros de esta etnia fueron ejecutados en la aldea de Churi Changwar y sus cuerpos arrojados al río Mekong.

La Operación Fénix (“Phoenix Program”), que consistió en capturar, torturar y asesinar a todo sospechoso de simpatía o colaboración con el Frente de Liberación Nacional de Vietnam del Sur  y que produjo más de cien mil víctimas, iniciada por la administración Johnson, continuó con más fuerza durante la administración Nixon. Al otro lado del Océano Pacífico, en Panamá, la Escuela de las Américas (“Escuela de Asesinos”) entrenaba a militares latinoamericanos en técnicas represivas, entre ellos a los que, después de los golpes de estado de 1973 en Chile y de 1976 en Argentina, fueron culpables de los asesinatos, torturas, violaciones, secuestros y desapariciones de decenas de miles de chilenos y argentinos. Frente a estas y otras monstruosidades Watergate sería, comparativamente, una simple travesura nocturna de políticos corruptos.

La segunda lección tiene que ver con el antiguo refrán español “cría cuervos y te sacarán los ojos”. En la década de los 60, la CIA reclutó y entrenó a varios miles de cubanos, muchos de ellos ex miembros de los cuerpos represivos de la tiranía batistiana, con el fin de utilizarlos en infiltraciones, sabotajes y otras acciones hostiles contra Cuba. La CIA los utilizó también en operaciones secretas en Asia, África y América Latina.

Con la derrota de la invasión mercenaria en Playa Girón, el nivel cada vez más alto de técnica y preparación combativa de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y el constante y costoso fracaso de posteriores acciones encubiertas contra la isla, esta masa de hombres sin otro oficio que el terrorismo se convirtió en fuente de efectos colaterales indeseables para sucesivas administraciones estadounidenses, corresponsables en la paternidad indiscutida del engendro.

Cumpliendo órdenes, pero fuera de control en ocasiones, comenzaron a realizar actos terroristas en el propio territorio de Estados Unidos. Cada acontecimiento criminal o sórdido, como los asesinatos del presidente Kennedy y del canciller chileno Orlando Letelier, o las bombas que estallaban con frecuencia principalmente en Miami pero también en otras ciudades de Estados Unidos, estuvo vinculado a la presencia de cubanos entrenados por la CIA. Tres de ellos desempeñaron papeles protagónicos en el escándalo de Watergate: Bernard Barker (“Macho”) (3), Virgilio González (“Villo”) (4) y Eugenio Martínez (“Musculito”) (5).

La tercera lección importante es que el escándalo de Watergate sólo pospuso brevemente la crisis constitucional que, en favor del autoritarismo, han tratado de imponer las administraciones republicanas. De acuerdo a la interpretación extremista de la teoría del “ejecutivo unitario” (“the unitary executive”) (6), desarrollada por los tanques de pensar  conservadores, el presidente puede realizar en nombre de la seguridad nacional y del “privilegio ejecutivo”  todo lo que estime necesario -y en secreto- sin tener que rendir cuentas al Congreso ni al sistema judicial, y a salvo del escrutinio de los medios de información. El corolario más peligroso es la hipótesis de la “guerra permanente” (“permanent  war”) como requisito hegemónico y de supervivencia del imperio.  

El hilo conductor entre el autoritarismo de Nixon y el de las subsiguientes administraciones republicanas se establece principalmente a través del clan de los Bush. George W. H. Bush debe a Nixon su carrera política. Después de fracasar en dos ocasiones en su aspiración al Senado de Texas, Bush es nombrado por Nixon como Embajador ante Naciones Unidas y, en 1973, en medio del escándalo de Watergate, Nixon lo eleva a la presidencia del partido Republicano. De este modo, los herederos de Nixon: el clan Bush y sus allegados (Dick Cheney, Donald Rumsfeld y otros sobrevivientes del Watergate) llegan o regresan a posiciones dominantes en la vida política de los últimos cuarenta años.

Con Ronald Reagan y George W. Bush se repiten, ampliados, los errores de Nixon y es cada vez más fuerte la tendencia a la actuación al margen del Congreso, de las leyes y de la opinión pública. Refiriéndose a Bush y a Cheney, comenta John W. Dean (7): “Parece que el presidente y el vicepresidente consideran que la lección de Watergate no es la de permanecer dentro de la ley sino la de evitar ser atrapados. Y en caso de ser atrapados, reclamar que el presidente puede hacer todo lo que crea necesario en nombre de la seguridad nacional”.

La principal amenaza de una nueva administración republicana (tal vez con otro miembro del clan, Jeb Bush, como vicepresidente) es que, a diferencia de la administración de Richard Nixon,  podrá contar con el respaldo de un movimiento estructurado de ultraderecha, el “Tea Party”, cuyos miembros poseen generalmente una alta dosis de fanatismo y que, en caso de una victoria electoral, saldría fortalecido.

No obstante, aunque tiene su génesis en lucubraciones de ideólogos reaccionarios, la supremacía presidencial no es  una teoría privativa de la derecha republicana. Las administraciones demócratas muestran también la tendencia a seguir un patrón autoritario   y no pueden considerarse simples paréntesis en el ascenso del autoritarismo ultraconservador que, con la presidencia de George W. Bush, asumió muchas de las características del fascismo  (protofascismo según algunos analistas). Con cada nueva administración, republicana o demócrata, el aparato de seguridad nacional que rodea al Presidente se consolida más y es más abarcador y poderoso, mientras la cobertura mediática hace creer al pueblo norteamericano que están salvando a la nación.

En realidad, al arrogarse el presidente Barack Obama, como se ha sabido recientemente, el derecho a decidir quiénes deben morir, cuándo y dónde deben morir, y ordenar sus ejecuciones extrajudiciales, ha ido más allá de lo que Maquiavelo jamás pudo soñar. En la Edad Media se asesinaba a los presuntos enemigos del príncipe con el puñal y el veneno y ahora se les asesina con drones de alta tecnología, pero en ambos casos la valoración ética es la misma.

George W. Bush pensó que estaba guiado por Dios; Obama, al parecer, se considera Dios.

Y al traer a mi mente la imagen de un Premio Nobel de la Paz ordenando fríamente asesinatos a distancia desde la Casa Blanca, Watergate se vuelve relativamente tan pequeño, tan insignificante, que se me pierde en las páginas de la historia.

Notas:

  1. Papeles del Pentágono (“Relaciones Estados Unidos – Vietnam, 1945-1967: Estudio preparado por el Departamento de Defensa”). Salieron a la luz pública por primera vez en el New York Times en 1971. Demostraron que la administración Johnson había mentido sistemáticamente al público y al Congreso sobre la guerra en Vietnam.
  2. Documentos desclasificados en el año 2000 revelaron que los bombardeos habían comenzado en 1965 durante la presidencia de Lyndon Johnson, pero se intensificaron bajo la administración Nixon. “Operation Menu” abarca una fase de 14 meses dentro de un periodo de bombardeos intensivos que duró en total once años.
  3. Bernard Barker (“Macho”). Perteneció a la policía secreta del régimen de Fulgencio Batista. Formó parte de “Operación 40” o “40 Asesinos”. Participó en la invasión mercenaria a Cuba de Playa Girón. Un oficial de policía de Dallas, Seymour Weitzman, testificó que Barker estuvo presente, con credenciales del Servicio Secreto, en el escenario del asesinato del presidente Kennedy. Murió de cáncer en Miami en 2009.
  4. Virgilio González (“Villo”). Fue chofer y guardaespaldas  en Cuba de Felipe Vidal Santiago, oficial de la marina de guerra durante el régimen de Fulgencio Batista. Huyó de Cuba con su jefe en 1959. Participó en la invasión mercenaria a Cuba de Playa Girón. Formó parte del grupo “Interpen” (“Intercontinental Penetration Force”) que realizó infiltraciones en Cuba y trató de provocar un conflicto con Estados Unidos mediante el simulacro de un ataque a la Base Naval de Guantánamo. Miembro de “Operación 40” o “40 Asesinos”. Algunos investigadores lo involucran como tirador (“gunman”) en el asesinato del presidente Kennedy.
  5. Eugenio Martínez (“Musculito”).  Huyó a Miami en 1959. Reclutado por la CIA participó en acciones de infiltración en Cuba y en la invasión mercenaria de Playa Girón. Miembro de “Operación 40” o “40 Asesinos”. Algunos investigadores consideran que estuvo involucrado como observador (“spotter”) en el asesinato del presidente Kennedy.
  6. La teoría de la “presidencia unitaria” (“unitary presidency”) o del “ejecutivo unitario” (“unitary executive”) se basa en el Artículo 2 de la Constitución de Estados Unidos, que reza: “El poder ejecutivo será ejercido por el presidente de Estados Unidos” (“The Executive Power shall be vested in a President of the United States of America”). El primer presidente que se adhirió explícitamente a la interpretación extremista fue Ronald Reagan. George W. Bush, más tarde, se adhirió también a ella y la utilizó con frecuencia.
  7. “The president and vice president, it appears, believe the lesson of Watergate was not to stay within the law, but rather not to get caught. And if you do get caught, claim that the president can do whatever he thinks necessary in the name of national security”. John W. Dean: “Conservatives without conscience”, Viking, 2006, p. 182.

*Bioquímico cubano, actualmente reside en Miami. Trasmite con cierta regularidad por Radio Miami el Programa “La Opinión del Día”, que aparece poco después en laradiomiami.com. Es colaborador de Areítodigital.net; participa, con la Alianza Martiana, en la lucha contra el Bloqueo impuesto a Cuba por Estados Unidos.

Imagen agregada RCBáez

Reflexiones del Compañero FIDEL: Días insólitos

sábado, 9 de junio de 2012


Bajo el título “El asesino en jefe”, el día 7 de junio de 2012, en un sitio de Internet se afirma: “…no sólo elegirán a un presidente de EE.UU.; también estarán eligiendo a un asesino en jefe”.

“Gracias a un largo artículo del New York Times de Jo Becker y Scott Shane, ‘Secret ‘Kill List’ Proves a Test of Obama’s Principles and Will,’ (Lista secreta de asesinatos, prueba de los principios y la voluntad de Obama) sabemos ahora que el presidente ha pasado una cantidad sorprendente de tiempo supervisando la “nominación” de presuntos terroristas para asesinarlos mediante el programa de drones [aviones sin tripulación a control remoto] que heredó del presidente George W. Bush y que ha expandido exponencialmente”.

“El lenguaje del artículo sobre nuestro presidente guerrero […] se concentra en los dilemas de un hombre que, como sabemos ahora, ha aprobado y supervisado el crecimiento de un programa de asesinatos notablemente poderoso en Yemen, Somalia y Pakistán basado en una “lista de asesinatos”. Además lo ha hecho regularmente, objetivo tras objetivo, nombre tras nombre […] Según Becker y Shane, el presidente Obama también ha estado involucrado en el uso de un método fraudulento de recuento de asesinatos de drones que minimiza las muertes de civiles.

“Hablando históricamente, todo esto es bastante extraño. El Times califica el papel de Obama en la maquinaria de asesinatos mediante drones de ‘sin precedentes en la historia presidencial’. Y así es”.

“‘Es el más extraño de los rituales burocráticos: Más o menos cada semana, se reúnen más de 100 miembros del creciente aparato de seguridad nacional del gobierno, en una vídeoconferencia segura, para estudiar las biografías de presuntos terroristas y recomendar al presidente quiénes deben ser los próximos eliminados. Ese proceso secreto de ‘nominaciones’ es un invento del gobierno de Obama, un nefasto círculo de discusión que estudia las diapositivas de PowerPoint con los nombres, alias y biografías de presuntos miembros de la filial de al Qaida en Yemen o sus aliados en la milicia Shabab en Somalia. Las nominaciones van a la Casa Blanca, donde por su propia insistencia y guiado por el ‘zar’ del contraterrorismo John O. Brennan, Obama debe aprobar cada nombre’”.

“Como nos informó la semana pasada el Times, no solo tenemos a un asesino en jefe en el Despacho Oval, sino a un ciber-guerrero…”

Esto que escribo es una breve síntesis sobre la actualidad de EE.UU.

El día anterior, igualmente siniestro, 6 de junio de 2012, la BBC Mundo, bajo el título de “¿Se desinfla la economía de China?”, afirma:

“Varios indicadores empiezan a apuntar hacia una bajada económica en el país asiático, con una fuerte disminución de la demanda de electricidad y de la producción industrial, así como en el rendimiento de las fábricas y las ventas al por menor.
“China sufre desde hace meses a causa del viento frío que procede de Europa, que es su mercado de exportación más grande, incluso mayor que el de Estados Unidos.

“El sector manufacturero del país se contrae desde hace siete meses debido sobre todo a la débil demanda exportadora, según un reciente estudio”.

“El dinero ha dejado de llegar a China más o menos desde septiembre, y en abril de hecho comenzó a abandonar el país. Esto es altamente inusual”.

“Para evitar que el yuan se fortalezca demasiado, China impide que los especuladores compren la moneda.

“Desde mediados de 2010, el gobierno chino había permitido de forma diligente que el yuan se fortaleciera respecto al dólar, pero en el último mes, conforme la economía entró en crisis, comenzó a depreciar de nuevo el valor del yuan”.
“…muchas empresas financiaron la importación de materias primas como cobre, mineral de hierro y aluminio para la industria de la construcción”.

“Los envíos de cobre sin utilizar que se acumulan en los almacenes de China se han hecho tan grandes que apenas hay espacio para guardar el excedente”.

“Esto podría no ser más que un problema pasajero de corto plazo. Pero el temor es que pueda ser el principio del fin del boom inmobiliario por el que se han construido muchos más apartamentos de los que el país verdaderamente necesita”.

“Hay ciudades fantasmas completamente construidas.

“Parece que muchos de estos pisos vacíos estaban siendo comprados por empresas y familias chinas como una inversión más atractiva que depositar el dinero en una cuenta bancaria con bajo interés”.

“La tasa de crecimiento de China apenas cayó por debajo de la cifra mágica del 10% en un momento en que Occidente caía en su recesión más profunda desde la Segunda Guerra Mundial”.

“Por ejemplo, el gigante asiático construyó de la nada la red de ferrocarriles de alta velocidad más grande del mundo, cinco veces el tamaño de la red francesa de alta velocidad”.

“China está en medio de una transición delicada, con una nueva generación de líderes que se acerca al poder, algo que sólo ocurre cada 10 años.

“Hay una lucha política en ebullición, puesta en evidencia por la destitución del llamativo gobernador de Chongqing, Bo Xilai.

“Muchos de los miembros del partido se beneficiaron del boom inmobiliario y del crédito de los últimos tres años. Si este auge llega a su fin, no querrán formar parte de los perdedores inevitables.

“Cómo se desarrollará esa batalla, especialmente en el caso de que China se enfrente a protestas multitudinarias de trabajadores desempleados en las calles, es una incógnita para todos”.

Estoy lejos de compartir este siniestro infundio yanki sobre el destino de China, y me pregunto si acaso puede ignorarse que China posee las más grandes reservas de tierras raras en el mundo y enormes volúmenes de gas de esquisto, que le permitirían ejercer su poder sobre la producción energética mundial cuando cese el poder de mentir y avasallar. Es ya demasiado.






Fidel Castro Ruz
Junio 9 de 2012
12 y 5 p.m.



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