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Cuba en los medios estadounidenses: algunas consideraciones al respecto

jueves, 3 de septiembre de 2015
 Por Olga Rosa González Martín*


El podio en la Embajada de los EEUU, donde hablaría el Secretario de Estado John Kerry este 14 de agosto en La Habana. Foto: Ramón Espinosa/ AP
El podio en la Embajada de los EEUU, donde hablaría el Secretario de Estado John Kerry este 14 de agosto en La Habana. Foto: Ramón Espinosa/ AP

Para los estadounidenses ha sido de una forma y para los cubanos de otra completamente diferente. Y es que no podemos obviar que en los procesos de construcción de la realidad hay mediaciones que en el caso de la historia compartida entre Cuba y los Estados Unidos pasa no sólo por la raíz histórica del conflicto sino por elementos geopolíticos, ideológicos, culturales; en esencia, por la propia cultura política de los estadounidenses que, sin lugar a dudas, está marcada por el Destino Manifiesto y el papel de liderazgo que a nivel internacional los Estados Unidos consideran que deben tener.

Por otro lado, tampoco debe obviarse el hecho de que, por lo general, cuando de política exterior se trata, es el ejecutivo quien impone la agenda. En el caso de Cuba, en particular, tal y como apunta Saul Landau aunque discutible, los medios toman su lead, sin sentido crítico alguno, de la Casa Blanca. De ahí la importancia de prestarle atención a la manera en que los medios le están explicando al mundo la relevancia del 17 de diciembre de 2014. Cuando repasamos lo que se ha publicado sobre el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba y el futuro y complejo proceso de normalización de relaciones que debe seguirle, nos damos cuenta de que, posiblemente, lo dicho por McNamara puede repetirse.

Mucho se ha hablado y se ha escrito sobre el papel de los medios de comunicación en el mundo. Mucho también sobre el papel que han desempeñado estos en los Estados Unidos en función de los intereses de las élites estadounidenses en la consecución de sus objetivos de política exterior. Sin embargo, lo que nadie niega es que si en algo han sido inteligentes y han demostrado tener pensamiento estratégico y éxito, es en contarles a sus ciudadanos y al mundo lo que les interesa y de la manera en que les interesa. En esto, el paradigma ha sido Samuel Adams (propagandista de la causa de la independencia) quien, junto a James Rivington (líder de los conservadores) y John Dickinson (líder de los liberales), fue el artífice de una intensa campaña de propaganda inter-colonial que pasó a la historia como el esfuerzo más sostenido de difusión de ideas hecho en esos años (1763-1783).[1]
Según Adams, para ganar el conflicto había que cumplir con cinco requisitos básicos: justificar las razones de la lucha, dar a conocer las ventajas de la victoria, levantar a las masas al alimentarle el odio hacia el enemigo, neutralizar cualquier argumento lógico y razonable propuesto por la oposición y presentar todos los temas en blanco y negro de forma tal que hasta el más simple obrero pudiera entenderlos.[2]

Y aunque han pasado 232 años desde 1783 hasta la fecha, los cierto es que las recomendaciones de Adams pueden aplicarse a la manera en que las élites estadounidenses les han contado a su pueblo –y a buena parte del mundo también– la historia del conflicto entre los Estados Unidos y Cuba, especialmente después del triunfo de la Revolución cubana.[3] Como diría el propio Robert McNamara en la primera sesión de la Conferencia Tripartita sobre la Crisis de Octubre celebrada en La Habana en enero de 1992:

Se ha enseñado a los estadounidenses que fueron los Estados Unidos los que liberaron a Cuba de España, mientras que los cubanos aprendieron que esta liberación fue resultado de su larga lucha por la independencia.
-Los estadounidenses se consideran idealistas y desinteresados por no haberse anexado a Cuba a raíz de la Guerra Hispano-Norteamericana; los cubanos, en cambio, piensan que los Estados Unidos han tratado de valerse de todas las oportunidades para dominar su nación.
-Los estadounidenses creen que utilizaron la Enmienda Platt para mediar en los litigios internos de Cuba y resolverlos, los cubanos tienden a pensar que la enmienda se diseñó para permitir a Estados Unidos intervenir en el país con fines egoístas.
-Por último, los estadounidenses se inclinan a pensar que sus inversiones en Cuba contribuyeron al desarrollo del país, y el gobierno cubano ha sabido interpretar esas relaciones económicas como una explotación.[4]

Esta frase demuestra cuán importante es la manera en que se cuenta una historia. Para los estadounidenses ha sido de una forma y para los cubanos de otra completamente diferente. Y es que no podemos obviar que en los procesos de construcción de la realidad hay mediaciones que en el caso de la historia compartida entre Cuba y los Estados Unidos pasa no sólo por la raíz histórica del conflicto sino por elementos geopolíticos, ideológicos, culturales; en esencia, por la propia cultura política de los estadounidenses que, sin lugar a dudas, está marcada por el Destino Manifiesto y el papel de liderazgo que a nivel internacional los Estados Unidos consideran que deben tener. Por otro lado, tampoco debe obviarse el hecho de que, por lo general, cuando de política exterior se trata, es el ejecutivo quien impone la agenda. En el caso de Cuba, en particular, tal y como apunta Saul Landau aunque discutible, los medios toman su lead, sin sentido crítico alguno, de la Casa Blanca.[5]

De ahí la importancia de prestarle atención a la manera en que los medios le están explicando al mundo la relevancia del 17 de diciembre de 2014. Cuando repasamos lo que se ha publicado sobre el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba y el futuro y complejo proceso de normalización de relaciones que debe seguirle, nos damos cuenta de que, posiblemente, lo dicho por McNamara puede repetirse.

Si fuéramos a hacer una ‘división histórica’ en torno a la manera en que la prensa estadounidense ha presentado Cuba hasta el 17 de diciembre de 2014 pudiéramos hablar de tres etapas o fases:

1.- Cuba como un apéndice natural de los Estados Unidos, un vecino al que hay que ayudar, una mujer a rescatar, una fruta madura a recoger, un niño o bebé al que hay que enseñar, guiar;
2.- un paraíso a disfrutar luego de que con la ayuda estadounidense los cubanos dejaran de ser ignorantes, bárbaros, brutos, supersticiosos, oprimidos, viciosos y, finalmente, abrazaran la civilización;
3.- una dictadura en la que se violan todos los derechos que debe eliminarse para implantar una democracia al estilo estadounidense.

En la primera etapa estamos hablando del siglo XIX en el que no sólo se justifican los intereses expansionistas de los Estados Unidos a partir de la Ley de Gravitación Política, la Doctrina Monroe y el Destino Manifiesto, sino de su intervención en la Guerra Hispano-Cubano-Americana que frustra la independencia de Cuba, dejando de ser colonia para ser un protectorado estadounidense. Sin embargo, no es hasta finales del siglo que Cuba aparece como noticia y elemento de interés para el público estadounidense. Con la ayuda de los principales periódicos del país en un momento en que se desarrolla el sensacionalismo en el periodismo como parte de la rivalidad entre Hearst y Pulitzer, se orquestó una excelente campaña propagandística[6] que, en esencia, mostraba a Cuba como una pequeña isla ubicada en el Caribe, colonizada por una potencia europea que había cometido atrocidades y de la cual no se podía liberar por su debilidad y hasta incapacidad. Se hizo toda una historia en la que se enfatizaba en la necesidad de que Estados Unidos interviniera para liberar y salvar a los cubanos del yugo español.[7] De esta manera, se vendió la imagen de los estadounidenses como héroes y la de los cubanos como aquellos que nada o bien poco hicieron para alcanzar su libertad. Así, la Guerra Hispano-Cubano-Americana pasó a la historia estadounidense como la Guerra Hispano-Americana (Hispanic-American War), obviando la participación de los cubanos en el conflicto y la historia de sus luchas por la independencia de la nación.
Si algo ejemplifica el sentimiento de los Estados Unidos como salvadores y garantes de que Cuba, finalmente, alcanzaría la civilización, fue la Proclama del General John Brook en la toma de posesión del gobierno de Cuba en enero de 1899:

Al Pueblo de Cuba: habiendo venido como representante del presidente para continuar el propósito humanitario por el cual mi país intervino para poner término a la condición deplorable de esta Isla (…) el gobierno actual se propone dar protección al pueblo para que vuelva a sus ocupaciones de paz, fomentando el cultivo de los campos abandonados y el tráfico comercial (…) Para ello se valdrá de la administración civil aunque esté bajo un poder militar para el interés y el bien del pueblo de Cuba y de todos los que en ella tengan derechos y propiedades».[8]

Una vez ocupado el territorio cubano, el gobierno de Estados Unidos consolidó el control de la isla con la imposición de la Enmienda Platt en la Constitución de 1901, el Tratado Permanente, el Tratado de Reciprocidad Comercial y el Tratado Naval. Durante todo este tiempo, y hasta el triunfo de la Revolución en 1959, Cuba fue una verdadera neocolonia. La economía cubana estaba en manos estadounidenses y, supuestamente, todo marchaba bien. La política de Buen Vecino de Roosevelt fue para «ayudar a Cuba y a los latinoamericanos» mientras dormían su siesta. De ahí que esa segunda etapa de representación de Cuba en los medios estadounidenses sirviera para que periodistas de la talla de Matthews que cubrieron las acciones del movimiento revolucionario cubano en la Sierra Maestra no entendieran la esencia de la revolución cubana como parte de un proceso histórico que no solo se centraba en la lucha por la independencia nacional sino que tenía un marcado carácter anticolonialista y antiimperialista.

Es por ello que cuando triunfa la Revolución y el gobierno cubano revolucionario comienza a aplicar medidas de carácter nacionalista que no necesariamente se ajustaban a lo que los Estados Unidos esperaban de una revolución tercermundista (adopción de los estándares democráticos estadounidenses), la misma prensa que había minimizado o ignorado por completo la represión de Batista y que le había prestado escasa atención al control ejercido por la mafia sobre los clubes y hoteles de La Habana, ahora se convertía en un categórico defensor de la «democracia cubana» y en un crítico de Fidel por no celebrar elecciones al estilo estadounidense.[9]

Así se produce la ruptura total de las relaciones entre los dos países, pero a la opinión pública de los Estados Unidos, y a la del mundo también,[10] se le dice que es el nuevo gobierno de La Habana el que pone punto final a casi dos siglos de «buenas relaciones» con Washington. Surgen, entonces, los cuatro grandes pretextos sobre los que se comenzaría a perfilar la política de los Estados contra Cuba y que, a su vez, se convierten en los macro temas sobre los que se construye la «realidad» cubana en el país norteño. Estos son: la expropiación de propiedades a compañías estadounidenses, Cuba como país comunista, Cuba como país que apoya el terrorismo internacional (desde 1982 y hasta 2015) y, por último, la violación de derechos y la necesidad de la llamada transición hacia la democracia.

De ahí que por más de 50 años, los líderes revolucionarios hayan sido satanizados por los medios estadounidenses y la imagen que se ha dado sobre los cubanos es la de un pueblo que vivió bajo la «represión» de un «dictador» que no respetaba los más mínimos derechos humanos, que no permitía elecciones libres y democráticas y que no pretendía abandonar el poder bajo ningún concepto;[11] los «exiliados» en Miami son las víctimas que han logrado escapar de la «tiranía» y los contrarrevolucionarios que viven en la isla son los «disidentes» que abogan pacíficamente por una Cuba libre y democrática.[12]

Es por ello que las noticias de tipo humano y las historias de vida debían destacarse para que se viera que a Cuba no la habían abandonado sólo los ricos sino la gente de pueblo que también se oponía a las medidas que se estaban tomando. La invasión de Playa Girón debía darse a conocer –y así se hizo- como un conflicto entre cubanos sin que mediara la intervención de los Estados Unidos.[13] La idea de una Revolución que comenzó con «fusilamientos masivos» a criminales de guerra luego de juicios sumarísimos y que después se convirtió en una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos (Crisis de Octubre) estuvo presente tanto en el discurso político como en el informativo hasta terminada la Guerra Fría. La presencia militar de Cuba en algunos países africanos también fue muy bien utilizada en los planes propagandísticos que comenzaron a mostrar a Cuba como un «satélite» de la URSS, socavando así cualquier posibilidad de que se viera el proceso revolucionario como algo exitoso, sino más bien como un sistema parasitario incapaz de articular estrategias de desarrollo político, económico y social independientes a las de la antigua Unión Soviética.

De ahí que cuando en los años 80 se estudia como parte de la Guerra Fría la construcción de las imágenes que sobre Cuba hacen el Christian Science Monitor, el Journal of CommerceLos Angeles Times, el Miami Herald, el New York Times, el San Francisco Chronicle Examiner, el Washington Post, el Wall Street Journal,así como Business WeekForbesFortuneHarpersNewsweekNew York Review of BooksTime y U.S. News and World Report, los principales temas publicados en una muestra de 396 artículos[14] son: derechos humanos (19.4%), cubano-americanos (11.6%), política exterior de Cuba (11.1%), la política de los Estados Unidos hacia Cuba (10.9%), Fidel Castro y el sistema de partido único (9.6%) y la economía cubana (8.1%). Estos fueron tratados de una
manera selectiva, generalmente negativa y occidentalizada. Los temas cubiertos reflejaron típicamente los intereses de la política exterior oficial de los Estados Unidos, ignoraron los intereses de Cuba y desatendieron temas de posible interés para el público estadounidense como la asistencia médica, seguridad laboral, educación y calidad de vida.[15]

Asimismo, al analizar la manera en que ABC, CBS y NBC cubrieron Cuba entre 1988 y 1992, Soderlund et. all, apuntan que para finales de la Guerra Fría los principales temas sobre Cuba fueron: (1) tráfico de drogas y la relación de Castro con Manuel Noriega de Panamá; (2) retirada de Cuba de Angola; (3) visita de Mijail Gorvachov a Cuba y relaciones Cuba-URSS/Rusia; (4) juicio y ejecución del General Arnaldo Ochoa; (5) crisis de la economía cubana; (6) abusos de derechos humanos en Cuba; (7) Juegos Panamericanos; (8) Fidel Castro como gobernante y personalidad; y (9) nuevos elementos en torno a la Crisis de los Misiles a partir de una serie de encuentros entre participantes cubanos, soviéticos y estadounidenses.[16] De manera general, estos autores concluyen que Castro y los sistemas económico y político cubanos fueron presentados de manera muy negativa, viéndolos todavía dentro de los marcos de la Guerra Fría.[17]

Con el llamado fin de la Guerra Fría y con la tranquilidad de que ya la isla no constituía una amenaza para los Estados Unidos, la «realidad» de Cuba comienza a perfilarse a partir de la dinámica interna de lo que ocurre en el país y se deja a un lado el activismo internacional de Cuba. Así, surge lo que Prieto González calificó como la tríada mercado-pluripartidismo-elecciones libres.[18] El énfasis en que la economía cubana había caído en crisis fue uno de los platos fuertes en el orden del día. Fundamentalmente, se hizo hincapié en los pobres resultados que se estaban alcanzando en la industria azucarera y en la reducción de las importaciones provenientes, en su gran mayoría, de los países socialistas y de la URSS. De esta manera, se destacaba la dependencia de Cuba de la antigua Unión Soviética y se demostraba la incapacidad del sistema económico cubano de satisfacer las necesidades básicas de la población. El tema del bloqueo no fue de los prioritarios y tampoco lo fueron las reformas económicas adoptadas por la dirección del país, aunque sí fueron criticadas por no corresponderse con las recetas neoliberales dictadas por el Fondo Monetario Internacional. Por otro lado, comienza a cubrirse sin mucha relevancia la relación entre Cuba y Canadá, además del turismo.

Ya para finales de la década del 90 tiene lugar la crisis de Elián González Brotóns y en un estudio hecho sobre la manera en que The Washington Post, The New York Times y de The Wall Street Journal presentan el caso se concluye que la imagen dada sobre Cuba fue negativa, aún y cuando los dos primeros periódicos tuvieron una postura mucho más objetiva que el último.[19]

En 2003, Soderlund analizó la cobertura que la televisión estadounidense hizo sobre la visita del ex presidente Carter a Cuba y concluyó que, de manera general, y en contraste con resultados obtenidos de estudios hechos sobre la cobertura que The New York Times había realizado sobre Cuba entre 1959 y 1996, los medios estadounidenses habían presentado a Fidel Castro en términos menos negativos.[20]

Por su parte, en su estudio realizado en Cuba sobre la manera en que The New York Times cubrió el tema Cuba entre febrero y marzo de 2003, Garcés demostró que las fuentes oficiales constituyeron el 88,4% de las 162 informaciones que se examinaron (133 noticias y más 29 notas interpretativas), mientras que las fuentes alternativas, definidas por el autor del estudio como organizaciones no gubernamentales y otros grupos miembros de la sociedad civil, fueron solo el 11,6%.[21]

En esta última década también se han hecho investigaciones en torno a la cobertura que sobre Cuba ha realizado la gran prensa estadounidense y se obtuvieron los siguientes resultados: tanto The Washington Post como The New York Times y The Wall Street Journal continúan enfocando la realidad cubana a partir de la llamada tríada mercado-pluripartidismo-elecciones libres, donde los ‘disidentes’ son ‘reprimidos’ pues viven bajo la ‘represión absoluta de un tirano que no permite a los cubanos hablar libremente y mucho menos pensar’, porque siempre están bajo la mirada vigilante del ‘régimen opresor’.[22] Asimismo, CNN, por ejemplo, le dedicó 24 productos comunicativos al tema de la muerte del contrarrevolucionario Orlando Zapata y el 46.7% de ellos versó sobre la contrarrevolución, el 19.23% sobre la relación Cuba-Estados Unidos y el 15.38% sobre la situación interna.[23]

Cuando se produce la enfermedad del Comandante en julio de 2006 y hasta el momento en que se hace la elección del Consejo de Estado en febrero de 2008, The Washington Post –si bien mantuvo los temas mencionados anteriormente- presentó  

puntos de ruptura con posiciones anteriores y que reflejaron el disenso entre las élites de poder, a partir de la enfermedad de Fidel Castro. La principal ruptura identificable fue la que invocó al pragmatismo para pedir un cambio de táctica en la política que produjera resultados más efectivos al lidiar con el problema cubano. El alejamiento de la línea dura, puesta en práctica no solo por la Administración de George W. Bush, pasaba por levantar las prohibiciones de viajes de los cubano-americanos y, más adelante, de los ciudadanos estadounidenses; una segunda idea implicaba la concesión de mayores facilidades en el comercio, aunque esto no significaba el levantamiento absoluto del embargo (bloqueo), pero sí, al menos, un paso hacia una posible normalización.[24]

Esta ruptura, no obstante, se corresponde con el debate entre las élites políticas en torno a Cuba.[25] Por otro lado, tanto The New York Times como The Washington Post le han dado al tema del bloqueo en la última década un perfil tan bajo que, a pesar del encuadre desfavorable que se le dio al bloqueo entre el 2006 y el 2010, careció de la magnitud y la resonancia necesaria para activar la opinión pública estadounidense a favor de una normalización de la relaciones entre Cuba y los EE.UU.[26]

Si bien puede considerarse que, de manera general, la cobertura negativa en torno a Cuba en los Estados Unidos ha estado marcada, entre otros elementos, como dijimos al principio, por la propia cultura política estadounidense que no les permitió a sus periodistas comprender el proceso revolucionario en toda su magnitud, tampoco puede obviarse el hecho de la inaccesibilidad de la mayoría de los líderes de Cuba[27] y de los funcionarios públicos de la isla a los medios estadounidenses. Y esto es importante porque aquí radica la necesidad de prestarle atención a la manera en que los medios le están explicando al mundo la relevancia del 17 de diciembre de 2014.

Hasta ahora, y de manera muy preliminar, pues el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas anunciado por Obama y Raúl Castro en diciembre de 2014 aún está en curso y un análisis más preciso de la cobertura de la gran prensa estadounidense y de los medios en general al respecto lleva mucho más tiempo,[28] elaboraría en calidad de premisa, quizás, que la agenda en torno al proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas, así como aquella en torno al futuro proceso de normalización de relaciones, ha seguido imponiéndose por los Estados Unidos y por fuentes estadounidenses, aunque se destaca la habilidad de Josefina Vidal, directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, en las conferencias de prensa ofrecidas a los medios luego de las rondas de negociaciones, que han marcado los pasos que han conducido al proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas.

Sin embargo, más allá de las figuras de Raúl Castro como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y de Josefina Vidal, es casi nula la presencia de los funcionarios públicos cubanos explicándole al mundo las implicaciones que para Cuba, sus respectivos ministerios, y su sistema social en general tendría este proceso. En una muestra de sólo veinte artículos[29] seleccionada entre el 17 de diciembre de 2014 y junio de 2015 se constata que las fuentes predominantes fueron las estadounidenses, específicamente las siguientes: el presidente Obama, Roberta Jacobson, Subsecretaria de Estado y jefa de la delegación estadounidense que condujo las rondas de negociaciones con Cuba; los senadores Marco Rubio, Robert Menéndez, Jeff Flake de Arizona, así como los representantes Barbara Lee’s (D-Calif.), Mark Sanford (R-S.C.); Rep. Mario Díaz-Balart (R-Fla.);Nancy Pelosi, Líder de la Minoría de la Cámara; Jeb Bush, antiguo gobernador de la Florida y aspirante a la presidencia; Rick Scott, gobernador de la Florida; Sarah Stephens, directora del Center for Democracy in the Americas; Robert Muse, abogado estadounidense especializado en la legislación estadounidense en torno a Cuba; Michael Shifter de Diálogo Inter-Americano; James Williams, director de Engage Cuba; Rob Rowe, vicepresidente y consejero asociado de la Asociación de Bankeros Estadounidenses (American Bankers Association), Josh Earnest, secretario de prensa de la Casa Blanca; Ron Christaldi, presidente a la Gran Cámara de Comercio de Tampa (Greater Tampa Chamber of Commerce); entre otros.

Desde la academia cubana ha habido mayor participación en los debates que antes, destacándose en la muestra Rafael Hernández de la Revista Temas; Omar Everleny del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana; Jesús Arboleya, del Centro de Investigaciones de Política Internacional, además de otros profesores de la Universidad de La Habana. En los artículos estudiados también se citaron a los llamados disidentes Yoani Sánchez, Guillermo Fariñas, Berta Soler, etc. Sin embargo, no aparece declaración alguna emitida por un ministro o un ministerio, de un parlamentario cubano. Nada. Es como si no tuvieran nada que decir en torno al acontecimiento más importante del conflicto entre Cuba y los Estados Unidos después del triunfo de la Revolución, por solo reducirlo a su estado bilateral, aunque estamos claros de que se trata de un conflicto con una notable dimensión multilateral.

De ahí que abogue no sólo por la necesidad de que se defina desde las instituciones cubanas cómo se va a dialogar con los Estados Unidos, cómo les van a explicar tanto a sus públicos internos como externos la manera en que se relacionarán con ese país. Si bien es cierto que la mayor parte de las medidas anunciadas por el Presidente Obama están encaminadas a fortalecer el sector privado en Cuba, lo cierto es que eso tendrá que hacerse dentro del marco legal existente en el país. Por lo tanto, las instituciones cubanas tendrán que mediar en estos procesos.

Mas, esto no debe dejarse a la buena voluntad, pues se ha demostrado que todavía prima el concepto de «fortaleza sitiada» en Cuba. Por lo tanto, se impone la necesidad de una ley de comunicación en Cuba –no sólo ley de medios- que regule el ejercicio de la comunicación en todos sus niveles para que el sistema de comunicación pública cubano pueda, entre otras cosas, funcionar como debe ser.

Notas

[1]Para más detalles ver: Michael Emery and Edwin Emery: The Press and America: An Interpretative History of the Mass Media, 7th edition, Englewood Cliffs, N.J.: Prentice Hall, ©1992.
[2] Ibídem, pp. 46-47.
[3] Para más detalles ver Jon Elliston: Psywar on Cuba. The declassified history of US anti-Castro Propaganda, Ocean Press, Australia, 1999.
[4] Robert McNamara en “El Mundo al Borde de la Guerra Nuclear, Conferencia Tripartita, 1992”, Primera Sesión, 9 de enero de 1991, Editora Política, 2013, p.7.
[5] Saul Landau: “U.S. Media Images of Postrevolutionary Cuba Shaped by Government Policy and Commercial Grammar”, Latin America Perspectives, Issue 150, Vol. 33, No. 5, September 2006, p. 125.
[6] Sin embargo, historiadores como Ian Mugridge consideran que aunque Hearst exageró un considerable número de noticias sobre Cuba, había suficiente información sobre los horrores que realmente tenían lugar en Cuba a partir de las informaciones de fuentes oficiales estadounidenses que eran suficientes como para despertar la indignación en contra de las acciones españolas. Para más detalles, ver Thomas G. Paterson: U.S. Intervention in Cuba, 1898: Interpreting the Spanish-American-Cuban-Filipino War, ponencia presentada en evento sobre la Guerra de 1898 en el Instituto de Historia de Cuba entre el 29 de junio y el 1 de julio de 1994.
[7] Miralys Sánchez Pupo: “La prensa norteamericana llama a la guerra, 1898”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1998.
[8] Proclama del General John Brooke en la toma de posesión del gobierno de Cuba, Cuartel General de la División de Cuba, Enero 1ro, 1899.
[9] Saul Landau: “U.S. Media Images of Postrevolutionary Cuba Shaped by Government Policy and Commercial Grammar”, Ob, cit., 122.
[10] Interesante resulta el siguiente documento: Arthur Schlesinger, Memorandum to the Political Warfare Subcommittee of the Cuban Task Force, May 8, 1961, en Jon Elliston: Psywar on Cuba. The declassified history of US anti-Castro Propaganda, Ob. cit., pp. 68-71.
[11] Para ampliar sobre el tema de la imagen de Cuba en Estados Unidos ver, entre otros, los artículos del investigador cubano Alfredo Prieto González: “La prensa y la opinión pública norteamericana hacia América Latina”, Cuadernos de Nuestra América, Vol. VI, No. 12, enero-junio, 1989; “Cuba en la prensa norteamericana: la conexión cubana”, Cuadernos de Nuestra América, Vol. VII, No. 15, julio-diciembre, 1990; “Cuba en los Medios de Difusión Norteamericanos”, Revista Temas, No. 2, abril-junio, 1995; Olga Fernández: “La Gran Prensa Norteamericana Editorializa a Cuba: Años 90”, ponencia presentada en la XXII Conferencia de la Latin American Studies Association (LASA), Marzo 16-18, 2000, Hyatt Regency, Miami, Florida; William H. Flanigan y Nancy H. Zingale: “Forty Years of United States Public Opinión toward Cuba”, ponencia presentada en evento sobre elecciones presidenciales del año 2000 en Estados Unidos, Centro de Estudios sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana, Cuba; Bill Solomon: “Cubriendo Cuba: la crisis de los balseros. Agosto-septiembre de 1994”, Revista Temas, No. 20-21, enero-junio, 2000; del mismo autor: “Self Reflections: U.S. Press Coverage of Cuba”, ponencia presentada en la American Sociological Association Conference, 2000.
[12] Para profundizar en el tema ver, entre otros, Jesús Arboleya Cervera: “La Contrarrevolución Cubana”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2000; Hernando Calvo Ospina y Katlijn Declercq, “¿Disidentes o Mercenarios?”, Casa Editora Abril, 2003; Rosa Miriam Elizalde y Luis Baez: “Los Disidentes”, Editora Política, 2003.
[13] Interesantes en este sentido resultan los siguientes documentos: Arthur Schlesinger, Memorandum for the President “Cuba: Political, Diplomatic and Economic Problems”, April 10, 1961, en Jon Elliston: Psywar on Cuba. The declassified history of US anti-Castro Propaganda,Ob. cit., pp. 40-44; Memorandum from C. Tracy Barnes of the Central Intelligence Agency to the President’s Special Assistant (Schlesinger), April 11, 1961, en Ibídem, pp. 45-46.
[14] Flora Biancalana, June Kress, Janis Lewin, Ed McCaughan and Cecilia Platt: Tropical Gulag. The Construction of Cold War Images of Cuba in the United States, Draft Document, Global Options, Research and Advocacy on World Affairs, 1986, p. 58.
[15] Ibídem, p. 56.
[16]Walter C. Soderlund, Ronald H. Wagenberg and Stuart H. Surlin: The Impact of the End of the Cold War on Canadian and American TV News Coverage of Cuba: Image Consistency or Image Change? Canadian Journal of Communication, Vol. 23, No. 2, 1998.
[17]Ibídem.
[18] “Cuba en los medios de difusión norteamericanos, Revista Temas, No. 2, abril-junio, 1995.
[19] Para más detalles ver Olga Rosa González Martín: “Gran prensa y opinión pública estadounidense: Elián González”, Colección Foro, Editora Política, La Habana, 2005, ISBN: 959-01-0652-8.
[20]Soderlund, Walter C.: “U.S. Television Network News Coverage of the Carter Visit to Cuba, May 2002.” Paper prepared for presentation at the “Annual Meeting of the Canadian Political Science Association”, Halifax, Nova Scotia, Canada, 2003.
[21] Garcés Gorra, Raúl: La construcción simbólica de la opinión pública. Escenarios teóricos y prácticas mediáticas contemporáneas, Tesis Presentada en Opción al Grado de Doctor en Ciencias de la Comunicación, 2007, p. 108.
[22] Para más detalles ver Olga Rosa González Martín: Gran prensa y opinión pública estadounidense: Elián González, Colección Foro, Editora Política, La Habana, 2005; «Cuba, África y el Medio Oriente: ¿iguales y diferentes?», Tricontinental, No. 174/2012, Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL), Cuba, pp. 13-18; «La opinión pública de Estados Unidos y Canadá hacia Cuba: un estudio comparativo», En Montero Contreras, Delia y Raúl Rodríguez Rodríguez (Comp.): Políticas públicas, relaciones bilaterales e identidad en Canadá. Una nueva connotación en el inicio del siglo XXI, Editorial Félix Galván,  Universidad de La Habana, Cuba, 2007, ISBN: 978-959-16-0534-4, pp. 111-133.
[23] Olga Rosa González Martín: Cuba, África y el Medio Oriente: ¿iguales y diferentes?”, Ob. cit., p. 17.
[24] Miguel Ernesto Gómez Masjuán: «Cuba en el The Washington Post: ¿tiempo de cambio? Un análisis del discurso periodístico desde la proclama del Comandante en Jefe hasta la elecciones del nuevo Consejo de Estado», Tesis en Opción al Grado de Master en Ciencias de la Comunicación, Marzo, 2009, p. 172.
[25] Todas las visiones negativas que la gran prensa presenta en torno a Cuba sirven como justificación al gobierno estadounidense para mantener tanto a Radio y a TV Martí como parte de su sistema de transmisiones civiles para el exterior. Para un estudio en torno al mismo ver Olga Rosa González Martín: «El sistema de transmisiones de los Estados Unidos hacia el exterior: cambios y tendencias actuales» en Colectivo de Autores: Los EE.UU a la luz del siglo XXI, Ob, cit., pp. 326-350.
[26] Matthew Edward SWEENEY: «Framing the Cuban Embargo: US Media Coverage, Public Opinion and Foreign Policy Responsiveness on the Cuban Embargo from 1990 to 2010», Tesis presentada en Opción al Título de Master en Relaciones Internacionales, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad del Salvador, Buenos Aires, Junio 2011, pp. 54-55.
[27] Saul Landau: “U.S. Media Images of Postrevolutionary Cuba Shaped by Government Policy and Commercial Grammar”, Ob. cit., 119.
[28] Habría que esperar a la inauguración de las embajadas en La Habana y en Washington, además de que habría que considerar los rasgos que tipifican la comunicación en red (hipertextualidad, multimedialidad e interactividad) pues estamos trabajando con las versiones online.
[29] Michael D. Shear: “For Obama, More Audacity and Fulfillment of Languishing Promises”, The New York TimesDEC. 17, 2014, http://www.nytimes.com/2014/12/18/us/politics/cuba-action-is-obamas-latest-step-away-from-a-cautious-approach.html (consultado el 13/07/2015); Damien Cave: “In U.S.-Cuba Embrace, Rusty Gears of Cold War Diplomacy Finally Move”, The New York Times, DEC. 17, 2014, http://www.nytimes.com/2014/12/18/world/americas/in-us-cuba-embrace-rusty-gears-of-cold-war-diplomacy-finally-move.html (consultado el 13/07/2013); Tom Hayden: “Why the US-Cuba Deal Really is a Victory for the Cuban Revolution. The left should recall and applaud the long resistance of tiny Cuba to the northern Goliath”, The Nation, December17, 2014, http://www.thenation.com/article/why-us-cuba-deal-really-victory-cuban-revolution/ (consultado el 10/07/2015); Mark Mazzetti, Michael S. Schmidt and Frances Robles: “Crucial Spy in Cuba Paid a Heavy Cold War Price”, The New York Times, DEC. 18, 2014, http://www.nytimes.com/2014/12/19/world/americas/cia-mole-now-out-of-prison-helped-us-identify-cuban-spies.html?_r=0 (consultado el 13/07/2015); Andrea Rodriguez And Anne-Marie Garcia: “Cubans hope for better future with US-Havana deal”, AP, Dec. 18, 2014 4:15 AM EST, http://www.bigstory.ap.org/article/86a34f0059ee456989a06d1efe4264ce/cubans-cheer-historic-renewal-us-relations (consultado el 19/06/2015); Amanda Sakuma: “‘Deep disagreements’ emerge in first round of US-Cuba talks”, 01/23/15 01:16 PM—Updated 01/23/15 02:33 PM, MSNBC, http://www.msnbc.com/msnbc/deep-disagreements-emerge-first-round-us-cuba-talks (consultado el 13/06/2015); Lizette Alvarez: “Radio and TV Martí, U.S. Broadcasters to Cuba, Emerge From Cold War Past Facing Uneasy Future”, The New York Times, MARCH 24, 2015, http://www.nytimes.com/2015/03/25/us/radio-tv-marti-cuba.html (consultado el 13/06/2015); Clay Waters: “Oh the Irony: NYTimes Finds America’s Cuba Media Service to Lack ‘Balance, Fairness and Objectivity’”, March 25, 2015 | 9:19 PM EDT, http://newsbusters.org/blogs/clay-waters/2015/03/25/oh-irony-nytimes-finds-americas-cuba-media-service-lack-balance (consultado el 13/06/2015); Cristina Marcos: “House rejects easing Cuba travel restrictions”, THE HILL, 06/04/15 12:28 PM EDT, (consultado el 04/06/2015); “Picturesque, but doing poorly. Despite the thaw with the United States, politics is paralysing the economy. The first of two stories”, The Economist, May 16th 2015 | HAVANA | From the print edition, http://www.economist.com/news/americas/21651300-despite-thaw-united-states-politics-paralysing-economy-first-two (consultado el 22/06/2015); “Day zero or D-Day? The tricky task of unifying a crazy system of exchange rates”, May 16th 2015, HAVANA, The Economisthttp://www.economist.com/news/americas/21651292-tricky-task-unifying-crazy-system-exchange-rates-day-zero-or-d-day (consultado 22/06/2015); H.T.: “Why Cubans are still fleeing to America”, May 18th 2015, 23:50, The Economist, http://www.economist.com/blogs/economist-explains/2015/05/economist-explains-21 (consultado el 22/06/2015); The Associated Press: “Washington Removes Cuba From US List of Terrorism Sponsors”, The New York Times, May 29, 2015, 2:34 P.M. E.D.T., http://www.nytimes.com/aponline/2015/05/29/us/politics/ap-us-united-states-cuba.html (consultado el 15/06/2015); Christopher O’donnell: “Cuba’s removal from U.S. terror list opens door in Tampa”, May 29, 2015, Updated: May 29, 2015 at 08:12 PM, http://tbo.com/news/politics/kerry-signs-order-removing-cuba-from-us-terror-list-20150529/ (consultado el 15/05/2015); Lesley Wroughton and Matt Spetalnick: “Exclusive: U.S.-Cuba deal expected in early July to restore ties, reopen embassies”, Sat Jun 13, 2015 12:26am EDT, http://www.reuters.com/article/2015/06/13/us-cuba-usa-exclusive-idUSKBN0OT00I20150613(consultado el 14/06/2015); Associated Press: “On visit to Havana, Republican senator says opening of US embassy in Cuba is ‘imminent’”, The Star Tribune, June 13, 2015 — 8:37pm, http://www.startribune.com/republican-senator-sees-us-embassy-in-havana-coming-soon/307273871/ (consultado el 16/06/2015); HAVANA (AP): “Republican senator sees US embassy in Havana coming soon”, Published 02:07 June 14, 2015, http://www.neurope.eu/ap_feed/on-visit-to-havana-republican-senator-says-opening-of-us-embassy-in-cuba-is-imminent/ (consultado el 15/06/2015); John Paul Rathbone: “Thaw in US-Cuba relations heightens business expectations”, Financial Times, June 15, 2015 11:09 pm, http://www.ft.com/cms/s/2/15afe7cc-fb0e-11e4-9aed-00144feab7de.html(consultado el 22/06/2015); Daniel Trotta: “A Castro son rises in Cuba”, Reuters, June 17, 2015 11:51 AM, http://news.yahoo.com/castro-son-rises-cuba-155112827.html (consultado el 22/06/2015): The Associated Press: “Close but no cigar: US-Cuba wrangle on embassies 6 months on”, Last updated: Wed. Jun. 17, 2015 – 04:08 am EDT, http://www.fortwayne.com/apps/pbcs.dll/article?AID=/20150617/AP01/306179996/-1/TOPNEWS (consultado el 21/06/2015).

(Fuente Pensar en Cuba)
Tomado de Cubadebate

*Investigadora del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU), de la Universidad de La Habana

Venezuela es sagrada y se respeta; Carta de Fidel

miércoles, 11 de marzo de 2015
El presidente Maduro muestra el mensaje del líder histórico de la revolución Fidel Castro. Foto: VTV
CARACAS.—El presidente Nicolás Maduro solicitó este martes a la Asamblea Nacional un proyecto de Ley Habilitante Antimperialista para “defender la paz, la soberanía y el de-sarrollo íntegro de Venezuela ante la amenaza del imperio de Estados Unidos”.

“Es una necesidad para moverme en el complejo escenario que se ha abierto para Ve­ne­zuela”, indicó el estadista, quien además leyó la carta enviada por el líder de la Revolución Cu­bana Fidel Castro.

En la misiva, Fidel felicita a Maduro por su “brillante y valiente discurso frente a los brutales planes del gobierno de Estados Unidos” y le pronostica que sus palabras “pasarán a la historia como prueba de que la humanidad pue­de y debe conocer la verdad”.

El jefe de Estado agradeció el apoyo del líder cubano y rememoró que la victoria de Playa Girón en abril de 1961 fue la primera gran derrota del imperialismo en América Latina y el Caribe.


Respecto al decreto emitido por Washington de declarar a Venezuela como una amenaza a la seguridad nacional, reiteró que nadie en el mundo puede creer eso ya que el pueblo venezolano es “pacífico, democrático, humanista y con una política internacional en búsqueda en el entendimiento y la paz”.

“Somos líderes en la lucha por la integración y la unión”, manifestó Maduro desde la sede del Parlamento.

De acuerdo con el jefe de Estado, el mundo reaccionó indignado y rechazó de forma unánime la ley aprobada por el gobierno de Barack Obama, incluyendo importantes sectores de opinión de Estados Unidos.

Como una “aberración histórica”, calificó Ma­duro la medida de presión contra el Go­bier­no Bolivariano que incluye sanciones contra siete funcionarios venezolanos.
 
Maduro alertó que esta ha sido la mayor amenaza que ha recibido la Patria venezolana por lo que pidió la unión de todo el pueblo. Anunció además la realización de un ejercicio militar de defensa el próximo 14 de marzo para “marcar los puntos defensivos” de la nación.


En otro momento indicó que este año se celebrarán elecciones parlamentarias para que “el pueblo decida lo que va a pasar en este país.

Esta es la segunda vez que el presidente ve­nezolano solicita una Habilitante. En octubre del 2013 la pidió para luchar contra la corrupción en el país.

La Habilitante es una herramienta jurídica de rango constitucional que faculta al Pre­si­dente a dictar Decretos con Rango, Valor y Fuerza de Ley sobre las materias que estime per­tinentes de acuerdo con las necesidades y emergencias del país.

Sin embargo, para ser aprobada necesita de las tres quintas partes de los asambleístas, o sea, 99 de los 165 asientos que hay en el Par­lamento.

Fuente Periódico Granma

Relacionado:
La Asamblea Nacional de Venezuela aprueba en primera discusión la Ley Habilitante
Por mayoría calificada, los diputados de la Asamblea Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y Ricardo Sánchez, representante de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) han aprobado en primera discusión la Ley Habilitante "Antiimperialista" solicitada por Nicolás Maduro.

Declaración del gobierno revolucionario de la República de Cuba: Venezuela no está sola

El Gobierno Revolucionario de la República de Cuba reitera nuevamente su incondicional apoyo y el de nuestro pueblo a la Revolución bolivariana, al gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro Moros y al heroico pueblo hermano de Venezuela.

REDDH: Defender la Revolución Bolivariana es un deber impostergable ante la historia. Adhesiones

Red de Redes en Defensa de la Humanidad

    El imperio tiene miedo, y cuando
    el imperio tiene miedo es más peligroso
                            Hugo Rafael Chávez Frías
  Nosotros, Intelectuales, Artistas, Movimientos Sociales, Líderes Ecuménicos, Luchadores Sociales y Pueblos del Mundo rechazamos y condenamos las recientes declaraciones del Presidente Obama y del imperio estadounidense en contra de la República Bolivariana de Venezuela, que amenazan de manera directa y abierta la Paz y la Soberanía en Nuestra América.
Consideramos que la declaración de “emergencia nacional” de Estados Unidos ante la “amenaza” que representa Venezuela, es una declaración explícita de guerra contra la Revolución Bolivariana y un paso más en la escalada estadounidense para aplastar las voces anti-imperialistas que desde la tierra soberana de Bolívar y Chávez se levantan y extienden por todo el continente.

La irrupción de la Revolución Bolivariana significó una renovación de las luchas de liberación de Nuestra América y los Pueblos del Sur. Hoy es una de las principales trincheras de batalla en la construcción de un mundo más justo, un mundo multipolar, un mundo equilibrado.

El legado del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías es la principal arma de lucha para la descolonización de las conciencias. Su pensamiento y acción constituyen uno de los motores fundamentales que impulsan en el Siglo XXI el anti-imperialismo y los procesos de liberación en todo el mundo.

La República Bolivariana de Venezuela es dueña de la principal reserva mundial de petróleo, grandes reservas de gas, biodiversidad, agua dulce y minerales estratégicos, lo que la convierte en un botín siempre ambicionado por el Imperio y los grandes capitales mundiales.

Por consiguiente,

Hacemos un llamado a los organismos multilaterales soberanos, CELAC, UNASUR, ALBA-TCP y PETRO-CARIBE para que se pronuncien de manera categórica e irrestricta en favor de la defensa de la legalidad internacional, la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano y de la paz en la región.

Alertamos a todos los pueblos del mundo que con las declaraciones de Obama se cierne sobre la tierra libre de Bolívar una posible y cada vez más inminente invasión abierta de los Estados Unidos en Venezuela.

Llamamos a todas las voces anti-imperialistas del mundo para que denuncien el atropello mediático internacional que pretende acallar el despertar de un pueblo y tergiversar el conocimiento de la realidad que vive la Venezuela del siglo XXI, que decidió ser independiente.

Solicitamos a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que se pronuncien sobre la injerencia descarada e hipócrita de los Estados Unidos en los asuntos políticos de la República Bolivariana de Venezuela.

¡El imperio le teme a la autodeterminación de los pueblos!
¡Unidad es nuestra divisa!
¡Yankee go home!
¡Viva Nuestra América Libre e Independiente!


Para adherirse enviar firmas a: redintelectualesvenezuela@gmail.com

Carmen Bohórquez, Earle Herrera, Cristóbal Jiménez, María León, Blanca Eeckout, Juan Soto, Carlos Echezuria, Modesto Ruiz, César González, Nelson Escobar, Farruco Sesto, Diógenes Andrade (Fantasma), Fernando Soto Rojas, Elio Serrano, José Avila, Marleny Contreras, Tania Díaz, Yul Jabour, Sergio Arria, Piero Arria, Melissa Arria, Julieta Petriella, Atilio Boron, Itsván Meszáros, Enrique Dussel, Katu Arkonada, Alfonso Sastre, Raúl Fornet-Betancourt, Stella Calloni, Jorge Veraza, Cris González, Pablo Guadarrama, Frente Cultural de Izquierda, Movimiento Continental Bolivariano, Roger Landa, Ariana López, Luciano Vasapollo, Rita Martufi, Rosa C. Báez, Winston Orrillo, 



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Enviado por Minga Informativa de Movimientos Sociales
http://movimientos.org/

Estados Unidos prepara bloqueo naval contra Venezuela?

martes, 10 de marzo de 2015
Por Kintto Lucas, @KinttoLucas

La decisión unilateral de Estados Unidos contra Venezuela, asumiendo a ese país hermano como una amenaza para su seguridad nacional, anuncia una futura intervención armada contra Venezuela.

Si fuera en otro momento histórico, directamente invadirían el país y destituirían al gobierno como en tantas ocasiones.

Sin embargo, la intervención armada en la actualidad puede ser de otro tipo, por ejemplo: hacer un bloqueo naval a Venezuela con barcos estadounidenses y no permitir la salida de petróleo venezolano.

Una acción como esa durante algunos meses, fortalecería el golpe económico que se ha venido intentando y, complementada con las acciones directas opositoras en lo interno y sectores paramilitares desde Colombia, podría provocar una guerra civil. Así, se tendría luego la excusa para invadir.

La UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) además de pronunciarse con comunicados rechazando este ataque a la soberanía suramericana y latinoamericana, debería asumir una postura directa de denuncia conjunta por parte del Secretario General y los cancilleres en todos los organismos multilaterales.

Este momento histórico necesita una reacción conjunta urgente. El Secretario General de UNASUR y una comisión de cancilleres  deberían trasladarse a Naciones Unidas, la OEA (Organización de Estados Americanos), Unión Europea, Unión Africana, parlamentos regionales y algunos países para denunciar este ataque y alertar sobre la posible intervención armada a futuro.

Algunos podrán decir que esto es imposible. De la misma forma que se preparó el terreno para intervenir y provocar las guerras civiles en Libia y Siria, se está preparando el terreno para una intervención en Venezuela.

El futuro demostrará que, si no se toman medidas urgentes conjuntas ahora, posiblemente haya que lamentar una intervención y guerra civil.

Los partidos políticos y movimientos sociales que han defendido y defienden la soberanía latinoamericana, más allá de las posturas políticas domésticas en sus países, deberían hacer un frente común contra la intervención de Estados Unidos en Venezuela.

El presidente Rafael Correa que ha sido solidario con Venezuela, de la misma forma que ese país hermano lo ha sido con Ecuador, debería convocar ya un acto público de rechazo a la intervención estadounidense en Venezuela y América del Sur.

El querido Pepe Mujica, que ahora no está en la presidencia, pero sigue siendo una Voz de la América Latina, debería liderar junto a otros sectores un acto y vocería de rechazo a una intervención.

El Secretario General de la decadente OEA y quien aspira a ese cargo deberían pronunciarse ya contra la intervención.

Los presidentes progresistas y democráticos deberían analizar no participar en la próxima Cumbre de las Américas en rechazo a estas acciones unilaterales de Estados Unidos.

El bloqueo a Cuba no se termina y ya se está iniciando un nuevo bloqueo a otro país latinoamericano. Todos debemos pronunciarnos contra este ataque a la soberanía de América Latina y el Caribe.


Tomado de su blog http://kintto.blogspot.com/2015/03/estados-unidos-prepara-bloqueo-naval.html

*Escritor y periodista uruguayo radicado en Ecuador. Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí 1990. Presidente de la Asociación de Prensa Extranjera en Ecuador (APE).

Base Naval de Guantánamo: La historia de un despojo y el reclamo de Cuba para su devolución

jueves, 5 de marzo de 2015

Por Andrés García Suárez


Punto de control en la línea de demarcación del territorio
libre de Cuba y el ilegalmente ocupado por EEUU contra
la voluntad del pueblo cubano.
En contra de la voluntad del pueblo cubano el 2 de marzo de 1901 el Congreso de Estados Unidos otorgó su aprobación definitiva a la Enmienda Platt, inmediatamente firmada por el presidente de ese país, William McKinley. El texto —que es obra de Elihu Root, secretario de Guerra, y no del Senador Orville Platt cuyo apellido recibió el apéndice convertido en Ley— quedó incorporado a la Constitución de la República de Cuba por imposición del gobierno de Washington, como condición indispensable para otorgarnos la categoría republicana. Fue un chantaje que sólo así logró el voto de legisladores que realmente eran patriotas y aborrecían la maniobra.

La cláusula siete de la Enmienda, otro cepo sobre el cuello del Caimán, expresa: “Para poner en condiciones a los Estados Unidos de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los Estados Unidos las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de los Estados Unidos”.


Los “puntos determinados” ya los tenía muy claros el Almirante George Dewey,  jefe de la Naval General Board y representante de los grandes intereses financieros y militares de EEUU, quien el 9 de febrero de 1901, cuando comenzaba sus labores la Asamblea Constituyente cubana y la Isla estaba bajo la primera ocupación militar norteamericana, alertó al Presidente norteamericano: “Estados Unidos necesita la posesión permanente  (¡atención!, dijo “posesión permanente”) de las bahías de Guantánamo y de Cienfuegos.  Debe ser en un radio de diez millas en torno al fuerte El Toro de Guantánamo y alrededor de la Iglesia Catedral de Cienfuegos…”.  Lo curioso e importante es que en lo que dio en llamarse “Convenio de arrendamiento” no hubo ni real convenio ni cabal arrendamiento, porque este tipo de documento se concibe legalmente con una fecha de caducidad o término que no se consignó y por eso se extiende aún en el tiempo sin legalidad. El Gobierno Revolucionario no cobra desde 1959 por ese concepto la ridícula cifra del “alquiler” anual en señal de protesta y desconocimiento de la operación. Actualmente existe allí una prisión internacional para prisioneros políticos que son cruelmente torturados.
Resultaron vanas, a principios del siglo XX, las gestiones de una Comisión que los patriotas cubanos crearon para intentar salvar la soberanía cubana y la enviaron a Washington para discutir el asunto de la cesión de terrenos de nuestro territorio. Contra la imposición imperial alzaron sus voces o emitieron ponencias, patriotas tan notables como Salvador Cisneros Betancourt, Juan Gualberto Gómez, el General Lacret Morlot, Manuel Sanguily, y otros, y también la prensa nacionalista con sus caricaturas tan ilustrativas denostó el chantaje. También el pueblo protestó en manifestaciones populares y coreaba: “Nada de carboneras…”. A todos repugnaba  entregar partes del territorio y preocupaba los peligros de guerras dentro de nuestro país que ello entrañaba.
 

La frase impositiva del presidente McKinley al títere Tomás Estrada Palma, respecto a que: “¡Es una  decisión del Gobierno de Estados Unidos!”, y la pronunciada por Root, el Secretario de Guerra, ambas en 1901, a la Comisión cubana que fue a Washington: “Eso no tiene discusión porque esas bases son esenciales para la seguridad de Estados Unidos por su posición estratégica!”,  resultan semejantes en su prepotencia a la que funcionarios norteamericanos dijeron, en fecha reciente, durante la primera ronda de conversaciones binacionales, y algunos voceros de Washington recalcaron en la prensa internacional respecto a que: “no es negociable, no es discutible, ahora, el asunto de  la Base Naval de Guantánamo”.
 

Incluso ahora, el pasado 23 de enero la señora Roberta Jacobson, al frente de la delegación enviada por Washington a esa primera ronda de conversaciones enfatizó que: “Estados Unidos no ha modificado sus objetivos estratégicos hacia Cuba, lo que cambian son las formas”. (Las tácticas). Solo que ahora la parte cubana recalcó en que los futuros nexos deben basarse en los principios del derecho internacional refrendados en la Carta de las Naciones Unidas y las Convenciones de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas y Consulares. Y nuestro Presidente Raúl Castro Ruz fue explícito en la III Cumbre de la CELAC al expresar: “El restablecimiento de las relaciones diplomáticas es el inicio de un proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales, pero esto no será posible mientras exista el bloqueo, no se devuelva el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo, (…) Si esos problemas no se resuelven, este acercamiento diplomático entre Cuba y Estados Unidos no tendría sentido”.
 

Observemos que a 53 años de la firma del Decreto 3447 del Presidente John F. Kennedy y la entrada en vigor el 7 de febrero de 1962 de la declaración formal del bloqueo a la Isla, éste persiste, está intacto en su crueldad. Pero, ¿por qué ellos insisten en llamarlo “embargo?. No es una cuestión semántica sino conceptual. Porque “embargo” es término jurídico frecuente en el mundo legal, pero bloqueo entraña un acto de guerra que es ilegal. Entonces, resulta un contrasentido llevar a cabo agresiones contra un país con el cual se pretende restablecer relaciones. Es una discusión que tiene que enfrentarse en el Congreso de Estados Unidos y desmontar allí el entramado legal que lo sustenta. 
 

Como el momento que se abre no significa que el Gobierno norteamericano haya renunciado a su intención de poner a Cuba bajo su esfera de influencia, —es solo un cambio de táctica, como señaló la señora Jacobson—,  frente a esta realidad se impone encontrar en las reservas de nuestra identidad como pueblo las respuestas adecuadas para que el proceso en marcha tras dos rondas ya de diálogo no socave nuestra dignidad y no nos devuelvan a un estado de dependencia oprobiosa que ya vivieron nuestros antecesores.
Resulta muy necesario que nuestros jóvenes encuentren en el aula, donde se forma la conciencia de la Nación, en los hogares y en los medios de comunicación, los hitos de nuestra cultura e historia patria, de nuestro humanismo y nuestro internacionalismo. Ignorar el pasado compromete el futuro.
 

 “A semejanza de la política y la religión  —dijo el teólogo brasileño Frei Betto en el reciente Congreso Internacional Pedagogía 2015— la educación (y el conocimiento de la historia, agrego) sirve para liberar o para alienar, despertar protagonismo o favorecer el conformismo, propiciar una visión crítica o legitimar el status quo como si fuera inmutable, promover la praxis transformadora o sacralizar la dominación”. Por eso importa conocer la hermosa historia de Cuba, las raíces de todo lo que ahora se discute, y a los mejores luchadores.  Así sabremos seguir mejor a éstos y ser también protagonistas del futuro.

Tomado de Fanal Cubano
domingo, 1 de marzo de 2015
Por Sergio Rodríguez Gelfenstein*
Dicen que luchan contra el terrorismo y que lo exterminarán en cualquier lugar del mundo, pero protegen en su territorio a Posada Carriles que es un criminal confeso de haber puesto una bomba contra un avión civil cubano. Asimismo, esconden a los asesinos del canciller chileno Orlando Letelier, asesinado en el propio Washington.
 
Dicen que combaten el terrorismo internacional pero crearon, armaron financiaron  y entrenaron el movimiento Talibán  -para que combatiera al gobierno afgano en los años 80 del siglo pasado- y al Estado Islámico pensando que éste cumpliría sus objetivos de derrocar al gobierno sirio en años recientes, además cobijaron, protegieron y fueron aliados de Osama Bin Laden antes del año 2001.

Eligen un presidente negro, pero la policía sigue asesinando adolescentes y jóvenes afroamericanos con total impunidad y protección de la “justicia”.

Se dicen luchadores e insignias de la democracia en el mundo, pero han apoyado a las peores dictaduras del planeta. Fomentaron los golpes de Estado en Brasil, Bolivia, Uruguay, Chile y Argentina, que causaron centenares de asesinados, miles de desaparecidos  y torturados y decenas de miles de exiliados. Protegieron las dictaduras criminales de Pérez Jiménez, Batista, Trujillo y Somoza. De éste dijeron “es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. En su “defensa de la democracia” aúpan a las monarquías medievales del Medio Oriente como la de Arabia Saudita donde no hay parlamento, ni partidos políticos, ni sindicatos, ni elecciones y donde las mujeres son segregadas y discriminadas.

Dicen que luchan contra el narcotráfico, pero la DEA actuando como un cártel, regula, controla y manipula el mercado de la droga, sin actuar contra su propio sistema financiero a donde van a parar los miles millones de dólares que tan “lucrativo negocio”, inyecta a su economía ¿quién ha visto un narcotraficante estadounidense preso?

Se ensañan inflexiblemente contra el nuevo gobierno griego de Alexis Tsipras por no plegarse a preceptos que significan seguir el hambre y la exclusión para el pueblo griego, pero tratan con “manos de seda” a la corrupta banca internacional, aportando miles de millones de dólares para el enriquecimiento de sus ejecutivos, mientras siguen apretando el dogal de los pueblos.

Dicen ser los mayores protectores del medio ambiente y la naturaleza, pero se niegan a ratificar el protocolo de Kioto  sobre cambio climático.

Se dicen preocupados por la situación de la justicia en el mundo, pero no aceptan la jurisdicción de la Corte Penal Internacional encargada de juzgar delitos como el genocidio, los crímenes de lesa humanidad, los crímenes de guerra y la agresión. Lo hacen para actuar impunemente en sus prácticas intervencionistas y guerreristas, muchas veces al margen del derecho internacional. Tampoco acatan las decisiones de la Corte Internacional de Justicia de La Haya cuando sus fallos no le favorecen.

Dicen promover los derechos humanos en la región, pero no suscriben la Convención Americana sobre Derechos Humanos y  teniendo la sede de la Comisión Interamericana  de Derechos Humanos, no forman parte de ella  a pesar que ambas fueron creadas a su imagen y semejanza bajo el alero del aún insepulto cadáver de la OEA.

Se gastan miles de millones de dólares en seguridad y no son capaces de proteger ni a su propio pueblo, mandan a sus hijos a inmolarse en guerras absurdas sin saber por qué lo hacen. Para ello, inventan armas nucleares en Irak, uranio enriquecido para fabricar misiles en Irán y tanques rusos en Ucrania. Nunca, nadie ha visto nada de eso.

Se ganan el Premio Nobel de la Paz, pensando que eso les servirá para legitimar el genocidio y la muerte de inocentes.

Dicen que van a normalizar las relaciones con Cuba, pero mantienen el inhumano bloqueo y la ley de ajuste que fomenta las salidas ilegales del país.

Se ufanan de tener grandes amigos, aliados y socios, pero espían a sus líderes, mientras admiten que los presionaron y obligaron a implementar sanciones contra Rusia y que en ocasiones les tuercen el brazo cuando no hacen lo que quieren.

*Venezolano, Consultor y analista internacional. Graduado en Relaciones Internacionales de la Universidad Central de Venezuela y Magister en Relaciones Internacionales de la misma Casa de Estudios. Ha publicado artículos en Revistas especializadas de Puerto Rico, Bolivia, Perú, Brasil, Venezuela, México, Argentina y España. Sus artículos se publican en diversos periódicos e innumerables páginas de Internet.

Publicado por Con Nuestra América

Roberta Jacobson: Diálogo respetuoso, aunque a veces con muchos retos

viernes, 27 de febrero de 2015
Roberta Jacobson en la conferencia de prensa. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate
Roberta Jacobson en la conferencia de prensa. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate
Palabras de la Subsecretaria de Estado Roberta Jacobson, en la conferencia de prensa al concluir la segunda ronda de conversaciones sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU, en el Departamento de Estado, Washington
Buenas Tardes a todos, gracias por venir.
Hoy, 27 de febrero del 2015 funcionarios cubanos y americanos se reunieron en Washington para hablar del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. La Directora General de Asuntos Estadounidenses, Josefina Vidal, lideró la delegación de Cuba.
Restablecer las relaciones diplomáticas es una de las medidas necesarias para normalizar las relaciones entre ambos países después de estar más de 50 años en pugna. Por ello, hoy fue un día productivo y que nos dio mucho ánimo. El diálogo fue siempre respetuoso, aunque a veces con muchos retos. En él abordamos los requisitos de ambos lados y las diferencias que identificamos en La Habana hace un mes, durante la primera ronda de conversaciones.
Hoy hemos avanzado bien, aunque sabemos que todavía hay diferencias serias entre ambos gobiernos.
Me complace decir que tuvimos el tipo de intercambio constructivo que nos lleva a unas relaciones más favorables. Este espíritu de intercambio también se verá reflejado en los eventos de la próxima semana, donde Cuba mandará dos delegaciones para hablar sobre la aviación civil y la trata de personas, entre otros temas.
El próximo mes de marzo se efectuará otra reunión en La Habana donde irá el embajador Daniel Sepulveda para trabajar con el gobierno de Cuba y ampliar el acceso de información al pueblo cubano. En ese mismo mes una agencia viajará a la capital de la isla para hablar de los cambios reglamentarios en Estados Unidos y fines de marzo hablaremos de la estructura de nuestro dialogo sobre Derechos Humanos.
Por el momento, estamos comprometidos con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas que nos permitirán de la manera más efectiva posible representar los intereses de los Estados Unidos e interactuar con el pueblo cubano. Hoy fue un paso muy importante hacia el futuro y con mucho gusto seguiré trabajando con la Directora General Josefina Vidal.

Preguntas de la prensa

Conferencia de prensa al finalizar las conversaciones entre ambas delegaciones. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate
Conferencia de prensa al finalizar las conversaciones entre ambas delegaciones. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate
  • ABC: ¿Qué progreso se puede lograr en eliminar a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo? La Directora General Vidal dijo que no era una pre-condición, pero es sumamente importante. También, ¿cree usted que las embajadas de ambos países podrían abrirse antes de la Cumbre de las Américas, el 10 de abril?
Creo que el punto de vista nuestro, y hemos sido claros, que los dos temas son distintos, y separados. Entendemos el hecho de que la delegación cubana dé este hecho como prioridad. Para nosotros es importante terminar la revisión que todavía está en curso y desde el principio hemos pensado que teníamos que hacerlo tan pronto como fuera posible. El Secretario (de Estado) hizo hoy algunos comentarios que después reitero, que lo vamos a terminar tan pronto como sea posible según la ley, pero eso y el establecimiento de relaciones diplomáticas son dos procesos separados, y es lo que quiero reiterar.
En cuanto a la cronología, me parece que sí se puede lograr antes de la Cumbre de las Américas. Creo que con el tipo de cooperación que hemos visto hoy, yo soy una líder de esa conversación y de forma optimista, comprometida y reconociendo el trabajo que todavía queda por hacer, me gusta la idea de abrir las embajadas antes, y es muy bueno que fuera antes de la Cumbre.
  • Reuters: ¿Pudieron progresar hoy en el tema del Convenio de Viena sobre relaciones diplomáticas y la libertad de movimiento para los diplomáticos? Yo sé la importancia de eso para Estados Unidos a partir de las ventajas de poder reunirse con los disidentes políticos en Cuba.
Una de las cosas que yo dije entrando a estas conversaciones era que a lo mejor se podían decepcionar un poco, porque no vamos a tener grandes titulares, pero si hemos dicho que son temas de importancia, y sí hablamos de ese tema, y sí creo que hemos progresado. Hubo un espíritu muy cooperador. Eso es importante para nosotros, que la Embajada en La Habana pueda operar de forma que sean conformes con el convenio y los dos estuvimos de acuerdo. Así que creo que sí. Hemos progresado, hemos tenido un espíritu de cooperación, pero más que eso creo que lo dejaría para el diálogo diplomático.
  • Miami Herald: ¿El tema de derechos humanos lo hablaron en algún contexto de las conversaciones de hoy?
Lo que puedo decir es que de un par de maneras y en el sentido que nosotros siempre hemos dicho, en términos de poder vislumbrar una apertura de lo más grande posible, está conocer a todo el pueblo cubano, que es parte de nuestro trabajo. No sé si es directamente relacionado con derechos humanos pero si toca el tema de personas en Cuba, con quienes queremos hablar. Pero creo que para progresar, es una de las cosas que más me ha complacido: hablar de derechos humanos.
Por cierto, hablamos de que ese tema es uno de los más difíciles pero uno de los más importantes. Quizás en el momento haya unos 6 o más diálogos programados, me parece sumamente importante como una medida del dinamismo; y el movimiento de las relaciones hemos hablado como uno de ellos desde el principio. Van desde la aviación civil, hasta la tecnología de informática o la protección de la vida marina. Para nosotros es muy importante el diálogo sobre derechos humanos.
  • Wall Street Journal: ¿Usted dijo que a lo mejor podrían abrir las embajadas antes de la Cumbre de las Américas, pero esto va a requerir otra reunión en La Habana, por ejemplo?
Creo que usted escuchó lo que dijo la Directora General Vidal sobre la comunicación permanente, y me gusta esa frase aunque permanente, me parece implicar que no vamos a dormir nunca, pero si estamos de acuerdo que vamos a seguir teniendo conversaciones sobre muchos de estos temas, que todavía tenemos muchos que resolver. Hemos progresado el día de hoy, pero hay cosas que tenemos que consultar con nuestros superiores, otras cosas donde no tenemos un acuerdo completo. Entonces, ¿en qué forma se va a dar ese diálogo?
No nos queda muy claro, obviamente tenemos secciones de interés ambos y no tenemos que reunirnos cara a cara, pero también creo que en estas últimas reuniones hemos solidificado la importancia de esa diplomacia cara a cara y refuerza nuestra idea de las relaciones diplomáticas; y que tener embajadas enteras es importante para una relación como esta en la que hay diferencias y hay que sobrellevar tantas cosas. Entonces la variable es la comunicación. Entonces no sé qué forma tendrá esa comunicación pero seguirá hasta que tengamos un acuerdo.

Josefina Vidal: Hemos tenido progresos (+Video)

 
Josefina Vidal en la conferencia de prensa. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate
Palabras de Josefina Vidal, en la conferencia de prensa al concluir la segunda ronda de conversaciones sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU, en el Departamento de Estado, Washington
Agradecemos en nombre de la delegación de Cuba la acogida ofrecida por el Departamento de Estado en Washington para sostener una nueva ronda de conversaciones sobre el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas. Hemos asistido a esta reunión con un espíritu constructivo, puedo afirmar que la reunión se desarrolló en un clima respetuoso y profesional. Tuvimos una buena reunión. Obtuvimos algunos progresos. Por segunda vez, delegaciones de ambos países, nos sentamos en la mesa de negociaciones, como iguales, para discutir los términos del restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas. Reiteramos en esta ronda la importancia de encontrar solución a un grupo de asuntos, que permitan crear el contexto apropiado para restablecer las relaciones y abrir embajadas en ambas capitales. En particular, la delegación cubana se refirió al tema de la exclusión de Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo internacional, y a la provisión de servicios financieros a la Sección de Intereses de Cuba en Washington, que durante más de un año ha carecido de marco para realizar sus operaciones. Nos sentimos optimistas de que en las próximas semanas podamos ver resultados en estos temas, que nos permitan avanzar hacia el restablecimiento de relaciones y la apertura de embajadas. La delegación norteamericana nos informó que está trabajando en ambos asuntos. Expresamos nuestra disposición a mantener una comunicación permanente en los próximos días y semanas sobre los asuntos discutidos. Por otro lado, intercambiamos información sobre las visitas y encuentros técnicos bilaterales que tendrán lugar en las próximas semanas sobre temas como la trata de personas, la aviación civil, las telecomunicaciones, los derechos humanos, áreas marinas protegidas, prevención del fraude migratorio, y los cambios realizados en las regulaciones sobre la implementación del bloqueo en los Estados Unidos. En esta reunión, la delegación de Cuba ratificó la disposición a continuar el diálogo y a avanzar en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos sobre bases de respeto, igualdad soberana y reciprocidad. Confiamos en que entre nuestros dos países se puedan establecer relaciones civilizadas de convivencia, y que seamos capaces de reconocer y respetar nuestras diferencias para, como vecinos, identificar áreas de interés mutuo para cooperar en beneficio de nuestros países de la región y del mundo. Muchas gracias Video.

Ronda de preguntas

  • NBC News: El Secretario de Estado John Kerry dijo antes que el asunto de la eliminación de Cuba de la lista de países de Estados patrocinadores del terrorismo es un tema separado del de la apertura de las embajadas, ¿usted ve la eliminación de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo como la precondición antes de establecer o abrir embajadas? , y ¿Cuba estaría dispuesta a pensar en devolver a Assata Shakur, que es una de las demandas del Congreso para la normalización?
Josefina: No hemos establecido enlaces ni lazos, entre abrir embajadas y eliminarnos de la lista de países terrorista. Hemos dicho que para Cuba es importante que este tema se resuelva, en un proceso hacia restablecer las relaciones diplomáticas y no específicamente abrir las embajadas. En La Habana nos reunimos el año pasado y explicamos que para nosotros sería difícil explicar que Cuba y Estados Unidos han restablecido relaciones normales mientras Cuba todavía figure en esa lista de Estados patrocinadores en donde pensamos que nunca deberían habernos puesto. Nos han dicho que están dispuestos a resolver este problema. En cuanto al otro tema, muchas veces hemos hablado de este tema en el pasado, yo les puedo dar información, nosotros tuvimos un tratado de extradición entre Estados Unidos y Cuba que fue firmado a principios del siglo XX, en 1906. Ese tratado de extradición después de 1959 no fue respetado cuando Cuba estuvo pidiendo a Estados Unidos que extraditara a miembros de la dictadura cubana que fueron responsables de crímenes terribles en Cuba. Desde el principio de la Revolución ya no funciona este tratado porque no fue honrado por Estados Unidos. Está todavía en vigor pero no funciona. Este tratado tiene una cláusula que dice que no se aplica a ninguna actividad política. Por lo tanto, Cuba, legítimamente, ha dado asilo político a un pequeño grupo de ciudadanos estadounidenses porque tenemos razones para creer que lo merecen y es hasta donde hemos llegado, y cuando uno concede asilo político entonces no puede entrarse en este tipo de discusiones. Quizá hay muchas cosas más que explicar en términos de respetar los derechos de otros, pero voy a dejarlo en eso, gracias.
  • Telesur: Para resumirlo en dos preguntas, ¿cuál sería el titular de esta reunión? Y ¿cuál es el próximo paso y en qué fecha?
Yo diría que el titular es… en inglés: We have made progress, o sea que el titular en español es Hemos tenido progresos, en la reunión de hoy. Puedo afirmar que logramos aproximar las posiciones de ambos países en relación con los temas que son necesario discutir para este doble proceso de restablecimiento de relaciones y apertura de embajadas. De manera que puedo decir que soy optimista de que en las próximas semanas podamos tener algunos resultados que nos permitan acercarnos a ese momento, para el cual todavía no tenemos una fecha, para dar el paso ya definitivo de restablecimiento de relaciones y acordar una fecha para la apertura de embajadas. No hemos acordado específicamente una nueva reunión, pero sí hemos acordado mantenernos en una permanente comunicación en los próximos días y semanas para seguir intercambiando sobre los temas que discutimos hoy, en los próximos días. Es lo que yo puedo decir.
BBC: Usted dijo que la eliminación de la lista de [países] terroristas no era una precondición, es algo que esperan poder resolver pero no es algo que fuera una precondición para abrir embajadas. ¿Están viendo estas dos cosas como “disimilares” [sic]? ¿Se puede abrir una embajada antes de este resultado?
Josefina: No, pero le puedo decir que son dos temas distintos. Primero se restablecen las relaciones, y después se abren embajadas. Es la forma nuestra de verlo. Primero restablecemos relaciones, y después pasamos al próximo paso de abrir embajadas, entonces, lo que estamos diciendo no es una precondición, pero lo que decimos es que es un tema sumamente importante para Cuba. Puedo decir que es prioritario, y esperamos que se aborde y se resuelva en el proceso hacia el restablecimiento de relaciones diplomáticas. Porque como ya dije, sería muy difícil decir que hemos establecido relaciones mientras nuestro país esté todavía en una lista en la cual creemos muy firmemente nunca se nos debería haber puesto.
  • AP: Buenas tardes, gracias por esta oportunidad. Quería preguntarle si estas reuniones técnicas que usted mencionó, incluyendo derechos humanos y áreas protegidas se van a llevar a cabo aún cuando no hay una acuerdo definitivo sobre la normalización, y si la respuesta es Sí, quería preguntarle si ya hay fecha para la reunión de Derechos Humanos, Y quería preguntarle también por qué es tan importante para Cuba que no esté en la lista [ de países patrocinadores] del terrorismo, si vimos el caso de Sudán, por ejemplo, que está en la lista, hay relaciones diplomáticas y Estados Unidos tiene una embajada que funciona en Khartoum.
Josefina: Gracias por sus preguntas, mire, la respuesta a la primera pregunta es que Sí, es posible tener reuniones de carácter técnico independientemente del proceso paralelo que estamos llevando a cabo para restablecer relaciones diplomáticas. De hecho puedo decir que estamos teniendo este tipo de reuniones técnicas desde hace un tiempo. No es un proceso de reuniones que va a comenzar ahora. Ya desde hace aproximadamente, yo diría que tres años, hemos estado realizando reuniones técnicas, por ejemplo, sobre seguridad aérea, sobre prevención de derrames de petróleo en las operaciones de perforación en aguas profundas, sobre correo postal y lo que estamos haciendo es continuando algunas de estas reuniones. Por ejemplo, en las próximas semanas vamos a tener una reunión sobre prevención de fraude migratorio. Esto es algo que hemos hecho ya anteriormente; pero también vamos a ampliar un poco la gama de temas sobre los cuales vamos a hablar a nivel técnico. Y por ejemplo, en las próximas semanas vamos a tener algunas de estas reuniones que van a ser nuevas, no las hemos realizado con anterioridad. Por ejemplo, vamos a hablar sobre “información y telecomunicaciones”, a nivel oficial, entre representantes del Departamento de Estado y representantes de distintas agencias gubernamentales cubanas. Vamos a hablar por primera vez de “áreas marinas protegidas” , un tema de suma importancia para Cuba y para Estados Unidos por nuestro interés en la preservación y conservación del medioambiente que compartimos. Vamos a hablar por primera vez sobre Derechos Humanos. Ya Cuba había propuesto en julio del año pasado al gobierno de Estados Unidos comenzar a tener una conversación civilizada, respetuosa, recíproca sobre los Derechos Humanos. Hemos recibido con satisfacción la aceptación de esta reunión por parte del Departamento de Estado. Todavía no tenemos fechas específicas, estamos intercambiando ideas, pero tenemos que chequear ambas partes los calendarios de los altos funcionarios de Cuba y Estados Unidos que van a participar. Eso es lo que le puedo decir. Ah, mire, yo entiendo que hay otros países que tienen relaciones diplomáticas con Estados Unidos independientemente de que están en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, pero para Cuba es una cuestión yo diría que de justicia. O sea, como Cuba está tan convencida de que nunca debió formar parte de esta lista limitada, pequeña, reducida, de países y que hoy en día tampoco se sostiene que se mantenga nuestro país para nosotros se trata de una cuestión de ajustarse a la realidad y de hacer justicia. Por tanto, yo diría que para nosotros, desde un punto de vista moral, ético, es muy importante abordar este asunto de modo que cuando restablezcamos relaciones estemos dando inicio a una verdadera nueva etapa, nueva etapa en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, sobre bases distintas, sobre bases sólidas, que de verdad representen un cambio cualitativo en el tipo de relación que en estos días estamos discutiendo para comenzar a construir, de eso se trata más bien.
  • La Opinión: Josefina, usted ha dicho que Cuba siente que ha sido injusto su inclusión en esta lista desde 1982, y esto es un tema sobre el tapete. Quería saber si en esta discusión de hoy las autoridades de Estados Unidos les han explicado a ustedes los cubanos cuáles son las condiciones que ustedes tienen que reunir para salir de esa lista de una buena vez.
Josefina: Hemos hablado del tema, por supuesto, no solo ahora. Yo creo que llevamos más tiempo hablando de este tema porque es un asunto que, cuando hemos empezado a hablar ya desde hace unos años Cuba siempre ha puesto sobre la mesa. Ha sido un tema, yo diría que un tema recurrente en la agenda del lado de Cuba, incluso, en una etapa anterior, cuando todavía no se había tomado esta decisión histórica de dar un cambio nuestras relaciones. Hemos hablado sobre el tema, pero bueno, como es un asunto que compete únicamente a las autoridades de Estados Unidos porque es una ley de los Estados Unidos, es un ejercicio que se realiza por el gobierno de Estados Unidos, yo prefiero dejar ese tema en manos de los representantes de los Estados Unidos para que decidan si decidan si desean abordarlo y en qué nivel de detalles. Muchas gracias a todos, ha sido un gran placer estar con ustedes y espero que nos volvamos a ver, en mejores condiciones. Muchas gracias, hasta luego.
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