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Cuba es humanidad

miércoles, 26 de agosto de 2015
Por  Pablo González Casanova*

Entre los muchos problemas que enfrentamos a nivel mundial se encuentra el fin del cruel bloqueo de Cuba por Estados Unidos –un bloqueo que duró más de cincuenta años-. La reanudación de relaciones diplomáticas, familiares, turísticas, comerciales, culturales y financieras entre ambos países nos provoca una mezcla de júbilo por el cese de la agresiva medida y una natural preocupación sobre la mejor forma de seguir construyendo y luchando por la libertad, el socialismo y la emancipación.

Los avances de Cuba durante estos cincuenta años son por todo el mundo reconocidos. En medio del cerco y los incesantes asedios del imperio, la pequeña Isla del Caribe logró uno de los primeros lugares en la lucha contra la desigualdad y por la seguridad social; alcanzó los más altos índices de alfabetización y escolaridad, realizó la más profunda reforma agraria y dio uno de los más fuertes apoyos económicos y técnicos a los agricultores y trabajadores del campo; consiguió una reducción óptima del desempleo; redujo la criminalidad de delitos del orden común y dio un grado de seguridad interna a sus habitantes, poco común en otros países; alcanzó altos niveles en la educación universitaria así como en la preparación de técnicos, ingenieros, médicos y otros profesionales; impulsó las artes y las ciencias y realizó numerosos descubrimientos científicos reconocidos a nivel internacional, sobre todo en el terreno biológico y en la medicina. Música, ballet, teatro, cine y otras bellas artes, así como innumerables deportes, merecieron un fuerte impulso del Estado.

Pero si todos esos logros son innegables y realmente impresionantes, desde el punto de vista de la emancipación humana, para muchos no son de creer.
Hoy, en Cuba vive un pueblo cuya conciencia se ha convertido en voluntad, su voluntad en inteligencia y su inteligencia en organización. Y si semejante afirmación parece exagerada piénsese por qué Cuba, no sólo ha logrado resistir durante más de medio siglo el bloqueo y las numerosas agresiones de que ha sido objeto, sino en este año de 2015 en que todos los países del mundo son capitalistas, y en que ya todos los que fueron o se dijeron socialistas han restaurado abierta y hasta agresivamente el capitalismo, Cuba es el único que sobrevive en medio de esa tragedia humana. Y es que la Revolución Cubana, lejos de ser la última marxista-leninista (ya debemos acostumbrarnos) es la primera de un nuevo tipo de revoluciones que inició el “26 de Julio”. En ella, no fue sólo un decir que José Martí es el autor intelectual de la Revolución Cubana; es el impulsor histórico de la actual moral de lucha y cooperación, y de coherencia  impresionante entre lo que se dice y se hace.

La moral fuerza es, además, una fuente motriz que a partir del pensar de los actores, en lucha por su propio país, los lleva a seguir aquel otro precepto de inmenso valor: el de “Patria es Humanidad”.  Al postularlo enriquece el enlace del internacionalismo proletario y la inmensa cultura en que destacan Marx, Lenin, el Che y, a la cabeza ayer y hoy, el propio Fidel.

De la junta de humanismos surge una manifestación Latinoamericana del socialismo, que entre sus variadas fuentes cuenta con el liberalismo radical y otros humanismos que incluyen  al Padre Varela y al humanismo cristiano que más tarde, y por su parte, se expresa en la teología de la liberación. Esa es la realidad, si nos dejamos de mitos y de dogmas; esa es la esperanza, si ahora repensamos lo que pasó y por lo que se luchó y consideramos lo que puede pasar, y por lo que se debe luchar.

Los hechos son ciertos y las propuestas vienen de un futuro que ya llegó. El futuro que entrevemos nos permite explorar el qué hacer y el cómo hacerlo. Primero nos lleva a fijarnos en el momento que vivimos y a reparar en la política que sigue el complejo empresarial-militar-político y mediático de Estados Unidos de Norteamérica. De inmediato advertimos que en este mismo momento Estados Unidos está pasando más y más a la ofensiva en su proyecto globalizador neoliberal. Sus triunfos son innegables en la Unión Europea, donde ya es el jefe militar de la OTAN y en que con la lógica de “la eficiencia” hace que los Jefes de Estado impulsen por sentido común las empresas de la paz y la guerra, e impongan más y más la política neoliberal de la “acumulación por desposesión” o saqueo, que Estados Unidos encabeza.

Día a día más obsecuentes y sujetos a Estados Unidos. Los países dominantes en la Unión Europea no sólo se pliegan a su creciente fuerza financiera, militar, política y mediática, sino que destruyen su propio proyecto de una Europa Unida con sus presiones sobre Italia y España y su cruel maltrato de Grecia.

Desconocimiento y descalificación de la democracia en Grecia, acaban de convalidar su inexorable imperio financiero sobre los países endeudados a quienes habían ya impuesto una  política fiscal, financiera y monetaria que los llevaba al abismo de la deuda pública y a romper el compromiso de mantener un equilibrio presupuestal. Su creciente asedio a los partidos que proponen una política socialdemócrata está desprestigiando a éstos de tal manera que al “fin de las ideologías” se añade cada vez más el fin de los partidos que luchan por resolver los problemas sociales y nacionales y no cumplen en nada. Que esa responsabilidad es atribuible a la propia Europa y a sus clases dominantes, desde la tristemente famosa Thatcher mal llamada dama de hierro, no cabe duda, pero que seguir esa política primero impulsada por Estados Unidos con Pinochet en Chile, nos presenta un panorama en que el predominio de Estados Unidos es cada vez mayor, y en que ante el desprestigio de los partidos con membrete de izquierda  tiende a suceder --entre los desheredados, los pequeños propietarios y el “Lumpen”--el predominio de nuevos líderes y clientelas neofascistas, como ya ocurre en Francia y se manifiesta cada vez más en Estados Unidos.

En medio de una crisis a la vez financiera, económica, ideológica y política –en que no deja de tener un peso inmenso la restauración del capitalismo en Rusia y China, los demás países gran “campo socialista” y los gobiernos de la Trilateral y de Bandung-, los proyectos globalizadores adquieren un carácter particularmente violento con la resistencia que muestra Rusia a ser tratada como si fuera una república bananera y hace alarde para ello de su inmenso poderío nuclear.

Lejos de detenerse, la política de la globalización continúa y juega con el individualismo y con la lucha de clases para su cosecha. El “individualismo”, el clientelismo, el particularismo, el sectarismo constituyen un arma de muchos filos capaz de destruir las luchas de liberación y las de la clase obrera y los pueblos despojados y  oprimidos  o, las más amplias de los pueblos por sus soberanía y las de los trabajadores que se limitan a la defensa de sus derechos, o las de las de las comunidades por sus territorios y su autonomía,  o las más antiguas por la Patria Chica, la Patria Grande y la Humanidad,  a las que dividen y enfrentan para vencerlas.

Parecida fuerza a la del individualismo tiene otra arma que en términos genéricos es la corrupción. En ella destacan la colusión, la cooptación, el soborno, el cohecho, el mercado negro y sus mercaderes de mayoreo, y hasta llega a quienes usan la economía informal para resolver  problemas  apremiantes que los llevan a ceder y comprar artículos de primera necesidad y que no por ello dejan de desmoralizar a una parte de la población que tiene parecidas carencias y menos o ningún recurso. La profusa y seductora publicidad que al mismo tiempo hace la sociedad de consumo –sin aclarar que del mismo sólo goza una mínima parte de la población- llega a despertar sueños ilusos sobre todo entre los jóvenes que no vieron ni vivieron la inmensa miseria en que estaba Cuba antes de la Revolución, y la que vive la inmensa mayoría de la humanidad. La publicidad -con el individualismo y la corrupción-, es la mejor arma del Complejo empresarial militar.

Allí no queda todo. La globalización neoliberal está extendiendo y acentuando el uso de otra de sus armas principales: la privatización.

La privatización es −como el individualismo y la corrupción− un arma de muchos filos  que se utiliza en formas abiertas y encubiertas, legales e ilegales, y en este momento hegemónicas entre los dirigentes de los complejos y corporaciones dominantes,  y en los asociados a ellos y sus subalternos, o que  dependen de ellos y dominan  en todos los continentes del mundo.

Los promotores y protectores de la privatización, en este mismo momento, están proyectando −con los gobiernos de cincuenta países− aumentar todavía más el poder y la propiedad de los señores y dueños que tienen como móvil la maximización de utilidades y riquezas. Según la prensa, los gobiernos de cincuenta países se están reuniendo en secreto para elaborar un plan de privatización de todas las actividades económicas a su alcance. Quieren llevar al máximo y a la organización global un proyecto de por sí ya muy avanzado: que las corporaciones tengan a su cargo toda la producción, la distribución, el intercambio, los servicios y el consumo que en el mundo existe.

Imaginar cómo sería un mundo así sería pensar en un inmenso quiebre histórico en que sobre la contradicción entre las fuerzas y las relaciones de producción se montaría la contradicción entre las fuerzas de represión y las relaciones de represión, fenómeno que de por sí ya se está dando con la construcción de soldados que son robots y que tienen capacidad de distinguir (eso piensan sus productores) a quienes deben eliminar y a quienes deben respetar e incluso defender.

Pero no es necesario imaginar semejantes peligros para reconocer aquéllos a que ya nos enfrentamos y de que hay amplias y repetidas pruebas. No me refiero sólo al cambio climático y sus consecuencias para la vida en la Tierra, ni sólo me refiero a la gran cantidad de bombas nucleares y sistemas de lanzamiento que numerosos países tienen con muchos de sus gobernantes y ayudantes que rezuman una creciente cultura del odio, del sectarismo racial, religioso, machista, sádico, xenófobo, por lo demás bien armado y bien provisto de municiones y sustancias letales cuyos productores y proveedores gozan de buena salud y bella vida.

Todo ocurre en medio de supuestas religiones que ni sus rituales cumplen ni sus sagrarios dejan a salvo. Se da con un terrorismo natural y comercial que al amparo de las corporaciones y gobiernos rinde beneficios billonarios de que las huestes no gozan, empeñadas como están en destruirse unas a otras y en destruir sobre todo pueblos, presas, calles, casas, ciudades y zonas arqueológicas de sus propios antepasados.

Esos horrores acostumbrados, y muchos más, que hasta los científicos y especialistas de las comisiones intergubernamentales convalidan,  son mirados e incluso  negados, de la manera más irresponsable que quepa imaginar, por los ideólogos y apologistas del sistema y por sus víctimas subalternas en quienes también domina una especie de patología cognitiva,  que hasta los lleva a perseguir, con todos los descalificativos, y por todos los medios a su alcance a quienes no ven como inevitable el ecocidio antropogénico que amenaza la vida en la Tierra.

Crisis ecológica y crisis social plantean la inminente  necesidad de otra organización del trabajo y de la vida en el mundo, en que no predomine la lógica y la cultura de la maximización de utilidades y riquezas sino la que en busca de la libertad humana se desarrolló desde los inicios del capitalismo mercantil y usurario, y en la cultura, desde el  Renacimiento y la Ilustración hasta el nuevo pensamiento revolucionario, que con Cuba y los Zapatistas, encabeza hoy en Roma el Papa Francisco, y que es cultivada cada vez más por esa juventud que empezó a andar en 1968 y a la que hereda la que hoy no sólo va a prever el futuro sino va a vivir el futuro.

Es en estas condiciones como se advierte que Cuba no debe limitarse a una cultura de la resistencia, sino desempeñar como Estado Nación, un doble papel mundial que ningún otro país puede realizar, y es, en primer lugar, el de ser la  sede de encuentros entre las fuerzas que luchan en su tierra por un mundo mejor y que no por haber recurrido a las formas violentas porque les niegan el derecho de luchar en formas pacíficas, dejan de estar dispuestas a negociar y a defender en formas pacíficas el interés general de comunidades, ciudadanos, pueblos y trabajadores. La experiencia cubana en ese terreno –así como en la resistencia y construcción del socialismo y sobre todo la verdadera democracia y soberanía de esa nación- hace de ella la Isla de la Tierra más adecuada para dar hospitalidad a semejantes tareas.

A la enorme capacidad que tiene Cuba para contribuir a resolver ese proyecto se añade otro no menos sino igual o más importante. En Cuba puede darse la última tabla de salvación para la vida humana y emprender la creación de un organismo autónomo mundial en que los expertos más destacados y responsables de las variadas posiciones críticas y científicas que existen en el mundo diseñen los modelos de una transición pacífica a un modelo de organización de la vida y el trabajo que asegure la vida en la tierra y aleje los actuales peligros de destrucción de la biósfera y del ecocidio.

Que semejantes proyectos suenen a pura ilusión, ingenuidad y utopía es un juicio digno de reconsiderar ahora que se acaba un cruel bloqueo que duró más de medio siglo y más de veinte años de la restauración mundial de países que se decían socialistas y cuyos dirigentes han llevado a cabo la acumulación primitiva más cuantiosa de toda la historia.

Que la revolución cubana es del todo diferente es algo que no se necesita probar porque ya se probó. Sus nuevas relaciones con Estados Unidos se dan sin que la doblaran ni la quebraran.

Es hora de la utopía, del proyecto que no parece realista y que es el único que puede salvar --con la libertad-- la vida en nuestro planeta. Toda la historia de la emancipación y de la humanidad ha empezado con utopías. Esta no será la excepción.

Las utopías abrieron metas sin saber cómo seguir. Por eso y para pensar qué hacer y cómo hacer es necesario por lo pronto luchar por la paz y prepararse para la guerra defensiva, por si acaso. Y hacerlo sin esas divisiones de intereses que hicieron perder a Espartaco.


* Ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Tomado de Alainet
Imagen agregada: Foto de Ismael Francisco/Cubadebate

Lo que se esconde tras la afirmación de que las remesas son el “motor” de la economía cubana

miércoles, 19 de junio de 2013
Remesas de la USAID: motor de la contrarrevolución cubana
El pasado viernes 14 de junio dediqué unos minutos del programa La Tarde se Mueve (Miami, 1450 am) a comentar el distorsionador artículo “Las remesas son el motor de la economía cubana” publicado el día antes por Juan Carlos Chávez en el libelo miamense El Nuevo Herald. Quiero volver sobre él porque además de mentir, ahora quieren que la gente se crea esas mentiras en nombre la ciencia. Y como no hay Universidad ni Instituto de alto nivel académico que haga una investigación que le convenga ala de recha cubanoamericana, entonces se la inventan. Inventan el globo y de paso la institución que lo infla ¿Qué hace Juan Carlos Chávez en su articulito? Pues basándose en un llamado “estudio”, repite contra Cuba las mentiras de siempre. “Estudio” que no sale de Harvard, ni de la London School of Economics, ni de la Universidad Nacional Autónoma de México, ni de la Universidad de La Habana: sale de un engendro llamado Havana Consulting Group creado en Miami.¿Dónde si no?

Dice El Nuevo Herald que el “estudio” titulado “Remesas a Cuba: el motor más potente de la economía cubana” descubrió que en el año 2012 el envío de remesas a Cuba superó a “los principales rubros” de la economía de la isla. De ahí Juan Carlos Chávez copia un número favorable a las remesas y sitúa por debajo de él al total de la industria azucarera, el turismo, la exportación de níquel y parte de la industria biotecnológica. ¿De dónde saca estos datos Havana Consulting Group? Pues según el propio periodista de “expertos familiarizados con el tema”, que por supuesto no identifica. Hasta aquí los hechos y hasta aquí la ciencia; después de unos párrafos todo se deshace en frases inexactas; por ejemplo, que tal sumatoria es “descomunal”, o que el incremento de un indicador demográfico “se dibuja en el horizonte”, o que un pronóstico se va a cumplir “gústele a quien le guste y pésele a quien le pese”. Aquí se ve que el lenguaje del llamado Havana Consulting Group degrada a algo inexacto y metafórico que tiene muy pocode ciencia. ¿Cómo hizo Juan Carlos Chávez para documentar su artículo? ¿Acaso leyó el tal “estudio”? Él mismo lo deja saber al final: llamó por teléfono al flamante director del grupo, un tal Emilio Morales, y este le comentó lo que le vino en gana. Así de simple. Porque de una cosa pueden estar seguros: Juan Carlos Chávez no entendió (si lo leyó) el cacareado estudio del Havana Consulting Group, que es una descarga graficada en par de páginas recogida en
la web del grupo.

La intención del Havana Consulting Group y de El Nuevo Herald no es científica sino propagandística. Por eso yo no me voy a fajar con sus cifras; aunque debo decir que después de pensarlas muy bien no me parecen realistas. Como dije en La Tarde se Mueve del viernes pasado (http://latardesemueve.com/grabaciones) el objetivo de toda esta alharaca está resumido en el título del artículo de Juan Carlos Chávez; quien al decir que las remesas son “el motor de la economía cubana” está sugiriendo que Cuba no funcionaría como país y que somos nosotros, la emigración cubana, los que merecemos el título de salvadores y sostenedores de la nación. Y eso es falso. Es una mentira, aunque debo decir que me gustaría que las remesas a Cuba sean el doble o el triple de lo que dicen esos “expertos”.

¿Qué es en fin de cuentas el Havana Consulting Group? Pues puede decirse que es el blog de su director Emilio Morales, uno de los tantos funcionarios cubanos que cuando vienen a menos se resienten y se radican en Miami. Como Morales hay decenas y decenas de ex burócratas que se venden como poseedores de los últimos secretos de la política y la economía cubana y al final resulta que no tienen nada en la bola. Emilio Morales ha publicado un libro con una de las muchísimas editoriales que hay en Internet, libro que el autor tiene que pagarse porque un editor o agente no se arriesga con un mamotreto así. La promoción de ese panfleto titulado “CUBA: ¿Tránsito silencioso al capitalismo?” dice: “Uno de los libros más notables que conozco sobre la realidad económica cubana. Leyéndolo uno descubre que en la Isla existen todos los elementos para dar el salto a la prosperidad y el desarrollo tras la desaparición de la dictadura”. ¿No identifican quién es el autor de ese lugar común? Claro que lo saben: El adivino de Carlos Alberto Montaner. Pero les tengo otro dato: ¿Saben quién es miembro y jefe de noticias del flamante Havana Consulting Group? Pues Wilfredo Cancio Isla, productor del Canal 41 y sucesor de Armando Pérez Roura en Miami. Cancio Isla fue empleado de El Nuevo Herald y en esa época se ufanaba diciendo que Juan Carlos Chávez era una persona muy cómoda para  trabajar el tema cubano porque como no sabía nada de Cuba hacía todo lo que le ordenaran. ¿Sigue Juan Carlos Chávez a las órdenes de Cancio Isla, a las órdenes de Juan Tamayo o a las órdenes de quien le da órdenes a estos dos?

La manipulación por El Nuevo Herald del llamado “estudio” del Havana Consulting Group pudo haber tenido en un inicio solamente el objetivo de difamar a Cuba, pero con la entrada de Wilfredo Cancio Isla en el equipo de ese grupo pudiera haber una intención más grave. Cancio Isla es una persona relacionada con acciones concretas contra Cuba que no tienen que ver con el periodismo. Todo el mundo sabe, y se demostró en el caso de la presión sobre la visita del trovador Vicente Feliú a Washington DC (http://latardesemueve.com/archives/740), que Cancio Isla tiene relaciones fluidas con la oficina de la Congresista Ileana Ros-Lehtinen y que antes las tuvo con la de Lincoln Díaz-Balart hasta el punto de aparecer en su nómina de pagos. Tampoco debe olvidarse que fue uno de los periodistas pagados por el gobierno de Estados Unidos para crear animadversión contra Los Cinco durante su juicio en Miami. El peligro de este tipo de propaganda contra Cuba está en que si se convence a la Congresista Ros-Lehtinen y a otros legisladores de que las remesas son el “motor” de toda su economía, le están poniendo en bandeja de plata algo que siempre han querido: la eliminación o reducción de dichas remesas familiares. Todo con el fin de provocar que el llamado “motor” se pare y traiga hambre, desesperación y miseria para hacer implosionar al país. Ileana Ros-Lehtinen ya no tiene el poder que tenía, ni en Washington DC ni en Miami, pero su pérdida de sentido de la realidad puede inducirle sueños y conspiraciones macabras.

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Publicado por M. H. Lagarde para Cambios en Cuba

Presidenciales yanquis: Bipartidismo a ultranza versus voto latino?

sábado, 3 de noviembre de 2012
Miguel Fernández Martínez,  periodista que atiende la sección “Norte” de Prensa Latina, nos entrega en la web de esta Agencia dos excelentes trabajos que cuestionan, desde aristas inusuales, el gran show mediático que son las presidenciales norteamericanas: unas elecciones donde el dinero pone y paga los candidatos, donde los más votados por el pueblo generalmente no alcanzan el escaño presidencial, donde una “pelea de gallitos” ante las cámaras puede decidir la inclinación de la balanza… una balanza que sólo admite dos platos: Demócratas y Republicanos. ¿Conoce Usted los otros partidos que contienden por el “Premio Gordo”?



La diversidad ¿partidista? en las elecciones de Estados Unidos
Por Miguel Fernández Martínez *

Aunque la lucha por conseguir la presidencia de Estados Unidos se concentra entre los tradicionales republicanos y demócratas, el espectro electoral abarca a otras agrupaciones que también lidian por llegar a la Casa Blanca.


Los rojos (republicanos) y los azules (demócratas) son los partidos políticos más grandes, y cuentan con suficientes recursos económicos para mantenerse en el ruedo a través de campañas propagandísticas que promocionan a sus principales aspirantes.

Barack Obama y Joseph Biden, aspirantes a la reelección demócrata, y Mitt Romney y Paul Ryan, candidatos republicanos, son los rostros visibles de esta contienda, que ya se convirtió en la más cara en la historia de Estados Unidos.

Pero junto a ellos, otros 15 grupos políticos aparecen inscriptos en los registros electorales, aunque apenas se habla de sus proyecciones.

Los pocos recursos financieros de estos partidos, y su poca capacidad de recaudación de fondos, les impiden marchar a la par con las dos fuerzas políticas principales, y esto trae como consecuencia que los electores no alcancen a conocer sus plataformas programáticas.

Detrás de rojos y azules avanza como tercera fuerza política el Partido Libertario, con Gary Jonson, exgobernador de Nuevo México, como candidato a la presidencia, y Jim Gray, exmagistrado de la Corte Suprema de California.

Tienen entre sus presupuestos de campaña reducir la capacidad del gobierno, favorecer los matrimonios entre personas del mismo sexo, legalizar el consumo de la marihuana y permitir un flujo migratorio sin restricciones legales.

Fundado en 1971, el Partido Libertario es el más grande de los grupos marginales en Estados Unidos, y cuenta con una base de votantes registrados que supera los 225 mil electores.

También destaca el Partido de la Reforma, fundado por Ross Perot, dos veces candidato a la presidencia de Estados Unidos, y que esta vez trae como candidatos a Andre Barnett, de Nueva York, y a Ken Cross, de Arkansas.

Este partido, fundado en 1995, se creó como una alternativa ante el desencanto en los partidos tradicionales -demócrata y republicano-, de trabajar seriamente en los temas más importantes de la sociedad estadounidense.

Los "reformistas" de Perot se apuntaron su mayor victoria cuando lograron llevar a Jesse Ventura como gobernador del estado de Minnesota en 1998.

En el ruedo electoral aparece nuevamente el Partido de la Prohibición, fundado en 1869, que lo convierte en el más antiguo de Estados Unidos en activo, con el binomio integrado por Lowell Fellure, de West Virginia, y Toby Davis, de Mississippi, y que se opone desde siempre a la venta y consumo de bebidas alcohólicas.

Entre los más reaccionarios destacan el Partido de la Tercera Postura, y el de la Constitución, los que promueven la supremacía blanca y tienen un carácter antiinmigrante.

Proponen castigos severos a la inmigración indocumentada, y una moratoria a la migración legal que garantice que todos los subsidios federales a los inmigrantes sean abolidos o eliminados.

Otras agrupaciones inscriptas son el Partido Verde, con Jill Stein, de Massachussets, y Cheri Honkala, de Pensilvania como candidatos, quienes promueven el cuidado del medio ambiente, la justicia social, la diversidad social y la no violencia, y el Partido Justicia, que defienden una reforma financiera electoral y modificar el sistema de rentas internas de Estados Unidos, al tiempo de prometer un sistema gratis de salud pública.

Están además el Partido Paz y Libertad, una agrupación de izquierda que nació durante la guerra de Vietnam, defensora de las libertades individuales y el derecho a la educación y la salud gratis, con Rossane Barr, de Hawai, y la activista Cindy Sheehan, de California como aspirantes a la presidencia.

Completan la lista los partidos Socialista, con Stewart Alexander, de California, y Alejandro Mendoza, de Texas como candidatos; el Socialista Igualitario, con Jerome White, de Michigan, y Phyllis Scherrer, de Pensilvania; y el Socialista de los Trabajadores, con James Harris, de Nueva York, y Maura Peluca, de Nebraska.

Cierra la campaña con el Partido Socialista y Liberación, el Independiente de América, y el Objetivista, que propone reformar el sistema de rentas internas y eliminar el impuesto sobre los ingresos.

Otra fuerza política que marcó este proceso electoral fue el Tea Party, un movimiento nacido en 2009 y que se enrumbó hacia la derecha más extrema del Partido Republicano.

A pesar de llevarse las palmas en las elecciones legislativas de 2010, el Tea Party ha tenido una presencia mucho más discreta en estos comicios, después que Michele Bachmann, su principal candidata en las primarias republicanas, sufrió un rotundo descalabro.

Según analistas políticos que siguen el tema electoral, la falta de respaldo al Tea Party puede haberse generado después de las negociaciones del techo de la deuda nacional en 2011, cuando la intransigencia de los congresistas elegidos un año antes con el respaldo de esta agrupación ultraconservadora estuvo a punto de abocar al país a la suspensión de pagos.

A pesar de la diversidad, incluida la relativa pluralidad política, nadie duda que el botín se repartirá, como siempre, entre los "elefantes" republicanos, y los "burros" demócratas, protagonistas eternos de estas contiendas.


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Las minorías étnicas en el foco de las elecciones estadounidenses
Por Miguel Fernández Martínez *

Cuando apenas restan pocos días para que las campañas políticas por ganar la presidencia en Estados Unidos lleguen a su fin, republicanos y demócratas prosiguen sus miradas hacia las minorías étnicas con derecho al voto.


Demócratas y republicanos, las dos agrupaciones partidistas con opciones reales de llegar a la Casa Blanca, saben perfectamente que entre los afroamericanos, latinos y otros grupos étnicos asentados en la nación puede estar el elemento necesario para inclinar la balanza durante el conteo de las boletas.

Lleva la peor parte en esta lid el candidato republicano Mitt Romney, quien no es bien mirado por las minorías a partir de sus desacertadas expresiones, en momentos marcadas por cierto perfil racista, pero sobre todo por las políticas sugeridas, las cuales recortarían ostensiblemente las ayudas financieras a los programas sociales de los que dependen muchos de estos grupos sociales.

El exgobernador de Massachussetts sigue haciendo esfuerzos por mejorar su imagen ante afroamericanos y latinos, los grupos de mayor incidencia en las elecciones estadounidenses, después de la población blanca de origen anglosajón.

Con los latinos, Romney prueba constantemente mover sensibilidades a través de su hijo Craig, quien se convirtió en el portavoz de la campaña republicana hacia los electores de origen hispano, a partir de su dominio del idioma español.

Aún así, sigue sin convencer a esta importante comunidad, cuyo crecimiento en los últimos años la convierte en estratégica, sobre todo en los llamados estados clave donde todavía impera la indecisión de muchos votantes.

Melissa Salas Blair, activista republicana latina de Texas y presidenta de Puentes Research and Communications en Houston, reconoció recientemente que en varias oportunidades Romney utiliza a su hijo Craig para dirigirse a los latinos, cuando es él quien debe hablar directamente a las comunidades, aunque fuera en inglés, pero con enfoque hispano, como hace el presidente Barack Obama.

De desacertada calificaron muchos activistas republicanos la participación del candidato rojo en la Conferencia Anual del Concilio Nacional de la Raza, hacia donde envió un video genérico de campaña y no uno dedicado a los latinos, lo cual le valió que fuera recibida por los presentes en total silencio y con murmullos reprobatorios.

Los republicanos también recibieron fuertes críticas por concentrar los esfuerzos propagandísticos dirigidos a los hispanos con referencias amenazantes a Cuba y Venezuela, algo que consideran como pifia, en tanto solo resultará efectiva en Florida, pero no en otros estados como Ohio o New México, según la opinión del consultor republicano David Johnson.

Por su parte, los demócratas aún mantienen las preferencias de las minorías en índices bastante parejos con las elecciones presidenciales de 2008, que llevó a la presidencia a Obama con el apoyo mayoritario de los afroamericanos y más de un 70 por ciento de latinos.

Uno de los temas más discutidos y que movilizó la atención de los diferentes grupos étnicos en Estados Unidos fue el plan de asistencia social sanitaria sugerido por los "azules", bautizado por los republicanos despectivamente como Obamacare.

Según los estrategas de la campaña de Romney, el plan de salud social propuesto por el candidato demócrata a la reelección debilitará el ya existente Medicare, del que actualmente se benefician principalmente personas blancas de bajos ingresos, a quienes supuestamente se les afectarían más de 700 millones de dólares en ayudas para reinvertir en asistencia generalizada para negros y latinos.

A pesar de los ataques, los republicanos insisten en convencer a estos sectores de la población estadounidense que se mantienen leales al voto demócrata, junto a las mujeres jóvenes y solteras de todas las razas.

Según Pew Research, el 89 por ciento de los votantes que se identifican como republicanos son blancos, por lo cual tienen muy pocas opciones de ganar terreno entre negros e hispanos, quienes persisten en apoyar a Obama.

De ahí que el equipo de campaña de Romney no tiene más opción que la de adoptar una estrategia que impulse la participación de los blancos en las urnas.

El voto afroamericano es otro de los renglones más sensibles en la recta final de esta campaña presidencial, más cuando tiene como antecedente haber respaldado a los demócratas con un 95 por ciento en 2008, y donde tampoco los republicanos han tenido avances.

Durante la reciente conferencia anual de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP), celebrada en Houston, Texas, Mitt Romney fue abucheado por los participantes cuando se comprometió eliminar "todos los programas caros y no imprescindibles que pueda encontrar, incluido Obamacare".

Para los demócratas no todo está seguro, pues según una reciente encuesta, los prejuicios hacia los afroamericanos aumentaron en los últimos años, algo que pondrá en peligro la intención de votos a favor del presidente Obama, el primer mandatario negro en la historia de Estados Unidos.

Según Jon Krosnick, profesor de la Universidad de Stanford, por más que se esperó que el impacto de la raza disminuiría con el paso del tiempo, parece que el impacto del sentimiento antinegro al votar es casi el mismo de hace cuatro años.

La encuesta, realizada por investigadores de Asociated Press, las universidades de Stanford y Michigan, y el Centro Nacional de Opinión Pública (NORC), de la Universidad de Chicago, reveló que el 51 por ciento de los estadounidenses expresa ahora actitudes contra los negros, frente a un 48 en 2008.

También se midieron índices de actitudes raciales implícitas, donde resultó que la cantidad de estadounidenses con sentimientos antinegros aumentó al 56 por ciento, superior al 49 durante las pasadas elecciones presidenciales.

Otro dato interesante resultó que el 57 por ciento de los blancos no hispanos estadounidenses manifestaron actitudes contra los latinos.

La encuesta realizada en septiembre último encontró que en virtud del prejuicio racial, Obama podría perder cinco puntos porcentuales de apoyo en el voto popular en las elecciones del 6 de noviembre frente al candidato republicano Romney.

Las minorías étnicas con derecho al voto enfrentarán las urnas entre amenazas de recortes de los republicanos y promesas incumplidas por los demócratas, lo que hace dificil predecir hacia dónde inclinar su voto, el cual sin lugar a dudas tendrá un valor importante en los resultados finales.



*Periodista de la Redacción Norte de Prensa Latina.

 

Washington: justicia con periodistas rentados

lunes, 17 de septiembre de 2012
Por Ángel Guerra Cabrera

Cercano el 11 de septiembre es inevitable recordar abominables acontecimientos luctuosos ocurridos en la fecha. Se cumplen 39 años del golpe fascista contra el presidente Salvador Allende y 11 del atroz ataque a las Torres Gemelas de Nueva York. El primero, una acción de terrorismo de Estado de Estados Unidos pues está documentado que fue planeado por la CIA, aprobado por el secretario de Estado Henry Kissinger y ordenado por el presidente Richard Nixon. El segundo, también una acción terrorista y por ello condenable desde todo punto de vista aunque no se disponga todavía de una información convincente sobre los hechos.

Curiosamente el número de personas fallecidas a consecuencia del primero y el segundo ronda alrededor de 3 mil, cercano pero menor a la cantidad que ha costado a Cuba la campaña terrorista patrocinada por Washington desde 1959, incluyendo la frustrada invasión de Bahía de Cochinos (3 mil 478 muertos y 2 mil 99 incapacitados, para ser exacto). Los crueles y cotidianos sufrimientos y privaciones impuestos por el redoblado e interminable bloqueo son inmensurables.

Después del 11 de septiembre de 2001, Washington se autoproclamó campeón mundial de la lucha contra el terrorismo pero ha usado una doble vara para medirlo. Ello explica que hace casi 14 años, desde antes de aquella fecha, mantenga en prisión a los cinco luchadores cubanos contra el terrorismo apresados en Miami (René González está bajo libertad supervisada y obligado a permanecer tres años más en Estados Unidos a partir del 7 de octubre de 2011) mientras mima a los terroristas que aquellos monitoreaban. Los cinco fueron condenados a penas totalmente desproporcionadas en un juicio plagado de violaciones a la Constitución y las leyes estadunidenses. Pese a su ejemplar conducta han sido puestos en confinamiento solitario en numerosas ocasiones y a dos de ellos se les ha impedido recibir la visita de las esposas residentes en Cuba, por supuestamente constituir una amenaza a la seguridad nacional del imperio. No es fortuito que una Corte de Apelaciones federal ordenara anular el juicio ni que un panel de la ONU declarara que este no se rigió por las normas del debido proceso. La injusticia con los cinco es tan notoria que hizo exclamar a Gore Vidal: Es una prueba más de que tenemos una crisis de derecho, una crisis política y una crisis constitucional. Mientras, Noam Chomsky ha afirmado: La situación de los cinco es un escándalo tal que es difícil hablar de ella. Once premios Nobel respaldaron una apelación a la Corte Suprema de Estados Unidos, que ésta ni consideró.

Pero resulta que desde 2006 comenzó a salir a flote que el gobierno estadounidense había pagado a numerosos periodistas que actuaron como agentes secretos durante el juicio con el fin de manipular a la opinión pública de Miami. Entre los medios utilizados están la CBS, The Miami Herald, El Nuevo Herald, Diario las Américas, Radio y TV Martí y WAQI. Para teñir el juicio en conjunto usaron la acusación de conspiración para cometer asesinato contra Gerardo Hernández, inventada por la fiscalía meses después del levantamiento de los cargos. Existen pruebas contundentes de lo contrario: no eran Gerardo ni tampoco La Habana, sino la Casa Blanca la que conocía muy bien que el 24 de febrero de 1998 avionetas de la organización contrarrevolucionaria Hermanos al Rescate iban a violar una vez más el espacio aéreo de Cuba, como venían haciendo habitualmente. La Habana, luego de enviar más de 12 notas diplomáticas exigiendo poner fin a las violaciones e incluso recurrir a los buenos oficios de Gabriel García Márquez ante el presidente Bill Clinton, advirtió a Washington que de continuar aquellas los aparatos serían derribados, como en efecto ocurrió. Clinton había prometido detenerlas.

Obviamente, un proceso en que ninguno de los cargos fue probado, en que el principal es un burdo invento y en que el gobierno pagó a periodistas de la ciudad sede del juicio y lugar de residencia de los jurados, carece de los mínimos requisitos para ser considerado legal. Ese argumento está contenido en un nuevo affidavit presentado por el abogado Martin Garbus, que busca la revocación de la condena de Gerardo Hernández basada en la mala conducta masiva del gobierno, con sus pagos de varios millones de dólares a periodistas. Washington se niega a abrir sus archivos pues de hacerlo se le caería todo el juicio.


Fuente La Jornada
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Gobierno de EEUU pagó a periodistas de Miami para influir en el jurado en caso de Los Cinco: los medios callan

miércoles, 12 de septiembre de 2012
Por José Manzaneda*


 
Uno de los grandes temas internacionales silenciados por los medios es el caso de los cinco cubanos condenados en EEUU a largas penas de cárcel, acusados de delitos como el de “conspiración para el espionaje” (1).

Las campañas internacionales por la libertad de estos cinco hombres son apoyadas por conocidas figuras públicas, entre ellas 10 premios Nobel, artistas de cine como Danny Glover, Martin Sheen o Susan Sarandon, y organizaciones como Amnistía Internacional (2). Pero ni siquiera este reclamo ha servido para que el caso llegue a los medios.


Tal como sostienen miles de activistas internacionales, los cinco cubanos jamás realizaron actos de espionaje ni atentaron contra la seguridad de EEUU, algo confirmado en su juicio incluso por militares norteamericanos. Estuvieron infiltrados, eso sí, en organizaciones terroristas de Miami, con el fin de informar sobre la preparación de atentados en Cuba. Las pruebas que obtuvieron sobre la actividad violenta de estos grupos fueron entregadas al FBI que, increíblemente, en vez de actuar contra dichas organizaciones asentadas en su territorio, procedió a la detención de Los Cinco en 1998.


El papel de los medios ha sido clave en este caso. A nivel internacional, la tónica general ha sido el silencio. También en EEUU: un estudio de Jeffrey Huling, de la Universidad Sonoma State de California, reflejaba ya en 2008 que los grandes medios de cobertura nacional habían ignorado completamente el caso, y las escasas coberturas de algunos como CBS, CNN, The New York Times o el The Washington Post habían respaldado sin matices la versión del Gobierno de EEUU, presentando a Los Cinco como peligrosos espías cubanos (3).


En Miami, los medios jugaron un papel mucho más activo, sobre todo durante el juicio a Los Cinco, celebrado entre los años 2000 y 2001. Con un importante elemento añadido, al que –curiosamente- los medios internacionales no han prestado la menor atención: el Gobierno de EEUU pagó en secreto importantes cantidades de dinero a 84 periodistas de dicha ciudad, para que publicaran noticias y artículos e intervinieran en tertulias de radio y televisión, con el objetivo de difamar a Los Cinco e influir sobre el jurado que, finalmente, les condenó (4). Algo, por cierto, que viola las leyes federales que prohíben la propaganda encubierta dentro del territorio de EEUU.


El Gobierno pagó a dichos periodistas a través de Radio y Televisión Martí, medios de propaganda integrados en la llamada Oficina de Transmisiones hacia Cuba y dependientes del presupuesto federal. Muchos de estos periodistas cobraban del Gobierno sin conocimiento de la dirección de los medios de prensa de Miami para los que trabajaban, y en los que insertaban finalmente sus materiales de encargo.


El Gobierno de EEUU consiguió así que durante el juicio dichos periodistas centraran todo su esfuerzo en la demonización de Los Cinco. En los 194 días que duró el juicio, solo en dos diarios, The Miami Herald y El Nuevo Herald, aparecieron 1111 materiales, más de 5 por día (5).


En ellos, Los Cinco eran presentados como espías enviados para atentar contra la seguridad nacional de EEUU, o como asesinos a sueldo del Gobierno cubano. Todo ello acompañado de otros artículos y reportajes sobre la supuesta venta por parte del Gobierno cubano de servicios de inteligencia a grupos terroristas islámicos (6), o sobre el uso de drogas alucinógenas en sus actividades de espionaje (7).


Los pagos gubernamentales a profesionales de medios privados de Miami fueron revelado en 2006 por el periodista Oscar Corral, que sufrió a partir de entonces una campaña de amenazas y debió trasladar a su familia a un lugar más seguro (8). Y en la web titulada “Reporters for Hire” (reporteros de alquiler), están publicadas hasta 2.200 páginas de contratos y documentos de pago del Gobierno de EEUU a dichos periodistas (9).


Pero, a pesar de tener tan a mano las pruebas de este verdadero escándalo político, los grandes medios internacionales prefieren seguir guardando silencio sobre el caso de Los Cinco (10).

 
Notas:


(1) http://www.ecured.cu/index.php/Los_Cinco_H%C3%A9roes
(2) http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article26881

(3) http://elmercuriodigital.es/content/view/6021/134/

(4) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=151630

(5) http://www.aporrea.org/internacionales/a90690.html

(6) http://www.pslweb.org/reporters-for-hire/spanish/analysis/govt-funded-propaganda-part-1.html

(7) http://www.latinamericanstudies.org/espionage/dgi-lsd.htm

(8) http://progreso-semanal.com/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=62

(9) http://www.pslweb.org/reporters-for-hire/spanish/documents-released/

(10) http://www.cubadebate.cu/opinion/2008/01/03/la-cobertura-de-los-medios-ignora-o-demoniza-el-caso-de-los-cinco-en-eeuu/


* Periodista español, Coordinador de Cubainformación.

Tomado de Proyecto HERMES Servicio de InfoCom Auto-HERMES; Boletín número 2083
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Vea además “De manipulación, periodistas y otros demonios”

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Periodistas en Miami. Se les paga o se les pega

martes, 4 de septiembre de 2012
Por Salvador Capote*

 


Las indagaciones del Comité Nacional por la Liberación de los Cinco y de los abogados de la defensa, han puesto al descubierto que varias decenas de periodistas de Miami recibían dinero, a través de Radio Martí, para crear ilegalmente una atmósfera mediática adversa a los cinco patriotas cubanos, antes, durante y después del juicio arbitrario en el que, por razones políticas, fueron éstos condenados a injustas y desmesuradas condenas. 

El gran número de periodistas y las  altas cifras de pago puestas al descubierto reflejan sin embargo solo una ínfima parte de la realidad, pues el “Broadcasting Board of Governors”, agencia oficial de propaganda del gobierno de Estados Unidos, se niega obcecadamente y en forma que obstruye el debido proceso de los Cinco, a revelar los nombres de todos los periodistas que fueron contratados y la magnitud de los pagos recibidos, en contra de lo que establecen las leyes de este país. 

Pero aunque todo indica que solamente ha salido a la superficie la punta del iceberg, este fragmento que ya conocemos es más que suficiente para que podamos afirmar que nunca antes en la historia judicial de Estados Unidos el espacio mediático en torno a un proceso  ha sido tan invadido y controlado por el gobierno y que nunca este espacio se ha viciado tanto con el fin de asegurar oscuros objetivos políticos. En pocos meses fueron publicados miles de artículos en la prensa escrita e innumerables comentarios en la radio y la televisión, saturados de mentiras,  manipulaciones y tergiversaciones. Y nunca fue tan abarcadora la guerra mediática contra acusado alguno. Todos los artículos, todos los comentarios de esa avalancha mediática tenían el objetivo de condenar a los Cinco. Ningún artículo, ningún comentario a favor. Sin excepciones. El juicio a los Cinco en Miami no puede calificarse de otra manera que de linchamiento mediático. El gobierno que los juzgó fue el que financió al mismo tiempo la creación de la atmósfera  necesaria para condenarlos. 

Miami era precisamente la única ciudad de Estados Unidos donde era imposible celebrar un juicio justo. En ninguna otra, un número tan escandaloso de periodistas se hubiera plegado tan fácilmente a las intenciones del gobierno. En ninguna otra, el miedo hubiese paralizado toda posible voz disidente. Solo aquí, en Miami, la ciudad del maniqueísmo político absoluto, era posible utilizar secreta y pródigamente fondos federales para lograr una condena mediática tan coordinada, eficaz y unánime. 

¿Qué singularidad existe en esta margen del estrecho de la Florida  que durante tantos años sólo  ha permitido un periodismo mediocre, siempre al servicio de las peores causas? La explicación no consiste solamente en el incentivo económico  representado por los ingresos adicionales a través de Radio y TV Martí, o de agencias gubernamentales como USAID, interesadas en promover la subversión en Cuba. Ni siquiera es fenómeno reservado a motivaciones ideológicas. La respuesta hay que buscarla en el entramado social de Miami que impide un periodismo profesional, independiente. Los pocos que lo han intentado a través de una prensa o una radio alternativa han tenido y tienen todavía  que pagar un alto precio por ello.

El periodismo en Miami no tenía los grados de libertad de las actuaciones individuales sino que, con toda seguridad, todos estos periodistas eran miembros o mantenían vínculos con alguna o algunas de las más de 200 organizaciones cubano-americanas cuyas agendas –con frecuencia de índole explícitamente terrorista- son impuestas a todo lo que se relaciona con Cuba. Su actuación  no sólo estaba determinada por el pago que recibían sino por la disciplina inherente a la militancia en estas organizaciones, algunas de las cuales, además, contrataban espacios en la radio y la televisión y poseían sus propios órganos de prensa. La condena a los Cinco tenía rango de consigna, era parte importante del credo, de las letanías anticastristas que recitaban diariamente –y todavía recitan- los comunicadores. En los medios de Miami, el mercenarismo no era excepción sino regla de vida.

Por otra parte, al igual que en el caso del niño Elián, la amenaza de represalias paralizó toda iniciativa racional.  La demonización de los Cinco se convirtió en parte importante de la plataforma de propaganda de los congresistas cubano-americanos y de otros funcionarios y políticos del Sur de la Florida. Los que, como Janet Rino, propiciaron el regreso a Cuba del niño con su padre, tuvieron que enfrentarse a la difamación y al voto de castigo. Igualmente, salvo en los medios alternativos, ninguna voz se alzó –alzarse era suicida-  para defender a los Cinco. Años más tarde, Oscar Corral vio su prestigio personal enfangado y su carrera profesional destruida por haber sido el primero en denunciar el pago del gobierno a diez periodistas de Miami.

Las interconexiones sociales existentes  hacían imposible el ejercicio de un periodismo mínimamente objetivo en todo lo que estuviese de algún modo relacionado con el tema cubano. Era el clásico dilema del látigo y la zanahoria. La zanahoria era el pago que recibían del gobierno, y el látigo la posible pérdida del empleo, la exclusión  y el temor a represalias aún mayores. Entraba en juego, ciertamente, el dinero que podían ganar pero, también, y en forma no menos determinante,  la posición social y el salario que podían perder.
 
*Bioquímico cubano, actualmente reside en Miami. Trasmite con cierta regularidad por Radio Miami el Programa “La Opinión del Día”, que aparece poco después en laradiomiami.com. Es colaborador de Areítodigital.net; participa, con la Alianza Martiana, en la lucha contra el Bloqueo impuesto a Cuba por Estados Unidos.

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Articulo relacionado:

Un reto al periodismo / Ricardo Alarcón


El Gobierno de Estados Unidos incurrió en flagrante violación de la Constitución y las leyes para asegurar las injustas condenas a los Cinco patriotas cubanos que pronto cumplirán 14 años de castigo arbitrario e ilegal. No fue un hecho aislado sino un empeño sistemático que abarcó todo el tiempo del proceso contra los Cinco y en el que invirtió muchos millones de dinero público. Acerca de su duración, las personas involucradas, el volumen de recursos utilizados y otros aspectos importantes de esta operación sólo se tiene una información muy parcial.

Comoquiera que esa conducta obligaría a las autoridades - tanto a los tribunales como al Ejecutivo - a disponer la inmediata liberación de nuestros compañeros, Washington ha conspirado también para ocultar lo que hizo, incurriendo en un delito adicional, el del encubrimiento.

Detalles sobre nuevo paso legal en el caso de Gerardo: algunos vinculos a temas relacionados

miércoles, 22 de agosto de 2012
Ofrecen detalles sobre nuevo paso legal en caso de Gerardo Hernández (+Video)
El abogado Martin Garbus, realizó una conferencia de prensa sobre un nuevo affidavit en apoyo al hábeas corpus de Gerardo Hernández...

Video en Youtube


El abogado Martin Garbus, destacado abogado defensor de la Primera Enmienda y de los derechos civiles, que se unió al equipo de defensa legal de los Cinco en abril de 2012, realizó una conferencia de prensa sobre un nuevo affidavit en apoyo al hábeas corpus de Gerardo Hernández.

El abogado precisó que buscan la revocación de su condena injusta, con el argumento de la mala conducta masiva del gobierno, que pagó varios millones de dólares a periodistas de Miami durante el juicio de los Cinco.

Si la jueza, Joan Lenard, no está de acuerdo con la apelación de Hernández para anular la condena, el afidávit pide a la Corte que ordene el descubrimiento y la concesión de una audiencia oral. El objetivo del descubrimiento es la exposición total de la operación ilegal y secreta del gobierno.

El conocimiento de los pagos del gobierno a los periodistas “independientes” fue revelado por primera vez el 8 de septiembre 2006 en un artículo del Miami Herald . (en español)

El affidavit, de 82 páginas, concluye que:
“Cada dólar de cada artículo, imagen, radio o televisión que se gastó en este programa secreto viola la integridad del juicio. Es por eso que el fiscal se resiste a descubrir.
“Toda persona que decidió pagar, pago, tomó fondos, o cubrió los pagos en este programa secreto, violó la integridad del juicio. Es por eso que el fiscal se resiste a descubrir.
“Es sorprendente ver como el fiscal minimiza el efecto de la palabra impresa y hablada. Es como si los fundadores de este gobierno, la historia de América, la Constitución y la Primera Enmienda, nunca hayan existido.

“El concepto fundamental de un juicio justo fue negado ya que el Gobierno creó una influencia constante intolerable que es un error estructural.

“El Fiscal General, Eric Holder Jr. no era responsable de esta acusación cuando comenzó. Él lo es ahora. La condena de Peticionante [Hernández] debe ser anulada. El Departamento de Justicia debe enviar los datos de estos eventos al Presidente y al Congreso para que podamos tener la esperanza de que esto nunca vuelva a suceder en los Estados Unidos.”Gerardo fue sentenciado a dos cadenas perpetuas más 15 años -la más severa de las penas- junto a René González, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Fernando González, todos detenidos en 1998 por su seguimiento a grupos violentos que desde Miami organizan y ejecutan acciones contra Cuba.

De acuerdo con Garbus, en el período 1996-2001 la comunidad miamense recibió a través de la prensa escrita, radial y televisiva un arsenal de propaganda pagada por el Gobierno para interferir en el proceso y persuadir al jurado.

Se trata de largas sumas de dinero, día tras día, año tras año, traducidas en más de mil artículos e informaciones difundidas, manipulación que resulta incomprensible y carece de precedentes, precisa la fuente.

Para la defensa del antiterrorista, los reporteros que publicaron en medios como El Nuevo Herald, The Miami Herald, el Diario las Américas, Radio/TV Martí y WAQI (Radio Mambí), entre otros, actuaron como “agentes secretos pagados”.

Según el abogado, en apenas 194 días El Nuevo Herald divulgó 806 artículos con influencia negativa sobre el juicio, mientras en idéntico lapso The Miami Herald presentó a la opinión pública otros 305.

Ambos periódicos suman en total mil 111 artículos, un promedio de más de cinco por día, advierte.

La declaración de Garbus también pone al descubierto la selección de los periodistas financiados para generar un ambiente hostil que condujera a la condena de Gerardo y sus compañeros, así como las motivaciones de esas personas para aceptar el dinero.

Conforman la relación de contratados, entre otros, Pablo Alfonso, Humberto Cortina, Julio Estorino, Carlos Alberto Montaner, Olance Nogueras, Enrique Encinosa, Ariel Remos, Luis Aguilar, Wilfredo Cancio, Helen Ferre, Caridad Roque, Enrique Patterson y Alberto Muller.

Varios de los citados en el más reciente paso legal en pos del regreso a su país de los antiterroristas tienen en su trayectoria la participación en acciones violentas y actividades subversivas contra Cuba, en algunos casos a partir de denunciados vínculos con la CIA.
 
Cortina es un veterano de la agresión derrotada en Playa Girón en abril de 1961, Muller fue encargado de organizar bandas amadas y Estorino, Montaner y Encinosa formaron parte de grupos violentos, refleja el documento.
 
Las sumas recibidas por los periodistas por sus servicios al Gobierno estadounidense van desde alrededor de tres mil hasta varias decenas de miles de dólares.
 
Pese a los amplios elementos aportados, el Gobierno estadounidense insiste en ocultar pruebas de su conducta para impedir por el momento conocer con exactitud la totalidad de los reporteros pagados y las cuantías obtenidas.
 
Sin embargo, lo que sabemos es más que suficiente, aclara la defensa en su propósito de demandar la revocación de la injusta condena de Gerardo.

Tomado de CubAhora

Recomendamos: DOSSIER_Hedor en las cloacas periodísticas de Miami /Librínsula, Nº 141, 15 de septiembre de 2006

Montaner & Gang: Cómo corromper al periodismo y venderse al mejor postor, sin dejar de sermonear a los demás / Angel de la Guardia / Librínsula, Nº 141, 15 de septiembre de 2006

Radio y TV Martí: como se paga a periodistas sin ética para la guerra de propaganda sucia contra Cuba / Omar Pérez Salomón / Contrainjerencia



Los Cinco de Cuba y Radio Martí

viernes, 17 de agosto de 2012
Por Salvador Capote*

Al examinar la historia de Radio Martí** se observa que el control de las transmisiones hacia Cuba se desplaza desde un ámbito gubernamental que intenta imponer los estándares oficiales de la radiodifusión en Estados Unidos, hacia un dominio cada vez mayor por parte de la ultraderecha cubano-americana residente en Miami. Este proceso alcanza su culminación en 1998, en vísperas del arresto de los Cinco antiterroristas cubanos.

Ronald Reagan firmó la ley que daba origen a Radio Martí (“Radio Broadcasting to Cuba Act”) en octubre de 1983 pero, muy a pesar de los líderes del llamado exilio histórico y del propio Reagan, Radio Martí no tendría, según la ley, la independencia de sus homólogas, como Radio Europa Libre, sino que, por el contrario, estaría subordinada a la Voz de América (VOA) y sujeta a los mismos controles que regían la radiodifusión en esta última. Radio Martí salió al aire el 20 de mayo de 1985 desde transmisores situados en Cayo Maratón, Florida. En 1990 la dirección de Radio Martí, y de TV Martí, creada ese mismo año, fue asignada a la “Office of Cuba Broadcasting” (OCB), pero permanecía bajo la égida de la VOA.

Durante estos primeros años, Jorge Mas Canosa, líder de la organización terrorista Fundación Nacional Cubano-Americana, ejerció sobre la OCB una influencia decisiva debido a su posición al frente del “President’s Advisory Board of Cuba Broadcasting” (Consejo Consultivo Presidencial de las Transmisiones a Cuba). Para obtener el dominio total, sin embargo, era necesario sacar la OCB de Washington y trasladarla a Miami, donde sería mucho más fácil esquivar las frecuentes inspecciones, auditorías y revisiones de programas que tenían lugar en la capital federal.

En realidad, Radio Martí fue siempre (y lo es aún), en mayor o menor grado, una estación más al servicio de la ultraderecha cubano-americana que detenta el poder político y económico en Miami, con la particularidad de que no competía sino colaboraba con las demás estaciones y compartía con ellas staff y programaciones. Las elucubraciones políticas de Radio Martí encontraban caja de resonancia en las emisoras locales y viceversa. Citaré como ejemplo el escándalo que tuvo lugar en 1991. De acuerdo a la versión publicada por Los Angeles Times (1), Mas Canosa obligó al Director de Radio y TV Martí, Rolando Bonachea, a emplear a Agustín Alles, que no hablaba inglés, como nuevo director de noticias, a pesar de que hablar fluidamente el idioma era un requisito imprescindible  para el empleo. Una vez en el cargo, Alles dio cobertura preferente a todas las actividades de Mas Canosa y de la FNCA.

A mediados de 1996, la “U.S. Information Agency” (Agencia de Información de Estados Unidos) investigaba acusaciones contra Radio Martí acerca de represalias políticas, favoritismo y tergiversación de noticias. La investigación fue cerrada abruptamente cuando una ley, propuesta por el Senador Phil Gramm (R – Texas), eliminó el cargo del funcionario investigador, Marian Bennet, Inspector General de la Agencia (2). En esa misma legislatura se autorizó el traslado a Miami de Radio Martí.

En lo adelante, las organizaciones terroristas de Miami dispondrían a su arbitrio de una voz del gobierno, pagada por los contribuyentes estadounidenses, que sería utilizada para promocionar  estrechas agendas políticas de violencia e intolerancia.

Con la muerte de Mas Canosa (noviembre de 1997) -señala la periodista Kathy Glasgow (3)- se abrió una brecha en el liderazgo  y Radio Martí se convirtió en fuente de conflictos en el ya turbulento mundo de la política del exilio miamense, y con los cambios en la programación que acompañaron el traslado de la emisora a esta ciudad (1998) se produjo lo que muchos llamaron la “miamización” de Radio Martí: menos noticias, menos análisis y más retórica anticastrista.

En palabras del Representante Jeff Flake (R - Az) (4) “El mover la instalación a Miami sacrificó su efectividad, convirtiéndola simplemente en otra estación de radio de Miami. Radio Miami debe ser trasladada y deben realizarse todos los esfuerzos para acabar con su imagen de vocera de la comunidad cubano-americana de Miami” (5). Incluso el activista de ultraderecha Jay Mallin (6), quien fue director de noticias, reconoce que Radio Martí “es hoy apenas otra estación de radio de Miami” (7).

En mayo 13 de 1998, la columnista puertorriqueña del Nuevo Herald, Marta Rodríguez (8) afirmó: “Los oyentes apenas distinguen la programación, confundiéndola con las de otras bien conocidas y estridentes estaciones de Miami”… “Los directores recientemente nombrados (9) han actuado rápidamente para ofrecer un menú radial que, curiosamente, responde más a intereses políticos locales que a los gustos de la audiencia en la isla” (10).

Poco antes del arresto de los Cinco (12 de septiembre de 1998), Glasgow escribió: “Cualquiera que observe (o lea) sabe que, al caer finalmente la estación en la hirviente caldera política de Miami, cambios sustanciales y quizás sangrientos estarían por suceder” (11).

Una gran parte de los comentaristas y reporteros de Radio Martí trabajaban al mismo tiempo en Radio Mambí o en la WQBA-AM (“La Cubanísima”) (12). Esta imbricación de personal y programaciones se hizo patente con el abogado miamense Herminio San Román en la dirección de la emisora (comienzos de 1997 – mediados de 2001) es decir, en el periodo que coincide con el arresto y juicio de los Cinco. El ejemplo más conspicuo es el de Armando Pérez Roura, Director de Radio Mambí, quien llegó a tener más de cuatro horas semanales de comentarios en Radio Martí, tiempo más que suficiente para transmitir todo su veneno hacia Cuba y hacia los Cinco, no solo localmente, sino también hacia el exterior. No fue el único, por supuesto; otros muchos, como Rafael Díaz Balart y Carlos Alberto Montaner, contribuyeron a esparcir el veneno en todas direcciones.

Es difícil precisar la dimensión local de la audiencia de Radio Martí en el tiempo que nos ocupa (desde el arresto de los Cinco en 1998 hasta su condena en 2001). Ciertamente, podía escucharse en Miami por tres frecuencias de onda corta desde el transmisor situado en Greenville, Carolina del Norte; y por onda media en algunos lugares del Sur de la Florida; mientras que TV Martí podía verse por vía satelital (Hispasat 1A fue puesto en órbita en 1992 y el 1B en 1993 y alcanzaron el fin de su vida útil en 2003).

Pero, en mi opinión, más importante que la audiencia local de esta emisora, es el hecho de que muchos de aquellos programas que podían influir negativamente en el juicio contra los Cinco, eran transmitidos por Radio Martí y retransmitidos por las emisoras locales o al revés. Como Radio Martí poseía mayor cantidad de recursos humanos y materiales, tenía por tanto la mayor capacidad para originar y producir programas. Por otra parte, el empleo de periodistas y la compra de programas con vista a su retransmisión de las emisoras locales, era un estímulo material, con fondos del gobierno, a producciones que influían ilegal y adversamente contra los Cinco.

No olvidemos que la bien llamada industria anticastrista de Miami es, sin duda, uno de los negocios más productivos del mundo: contribuye cada año con algunas decenas de miles de dólares a las campañas electorales y recibe a cambio decenas de millones de dólares de fondos federales.  Radio y TV Martí han costado al erario más de medio billón de dólares, utilizados en gran parte para sostener una burocracia que perpetúa el discurso irracional con respecto a Cuba,  a través de una historia plagada de ilegalidades.

Terminando el año 2006, y debido a crecientes indagaciones de congresistas demócratas y de algunos republicanos moderados, la Casa Blanca suministró una lista de siete miembros, supuestamente actualizada, del  “President’s Advisory Board of Cuban Broadcasting”.  Se supo entonces que este consejo asesor, que por ley debió estar formado por nueve miembros y cumplir la función de supervisar las transmisiones radiales y televisivas hacia Cuba, no se había reunido desde 1998 –el año en que dio comienzo la infamia-  es decir, en los últimos ocho años.

El descontrol del ejecutivo era tan inmenso, que uno de los miembros incluidos en la pequeña lista, Charles Tyroler, oficial de inteligencia durante la administración Reagan, había muerto en 1995, hacía ya once años. Salvador Lew, quien precedió a Pedro Roig como Director de la OCB  –también en la lista-  negó pertenecer al Consejo y guardaba  la impresión de que éste se había desbandado. Otro miembro, Robert McKinney, vinculado al mundo financiero, declaró que nunca fue citado a reuniones del Consejo. “En mi opinión –señaló- no quieren que el Consejo opere”. (13)

Salta a la vista el rosario abrumador de hechos que revelan no sólo que el exacerbado ambiente político de Miami hacía imposible un juicio justo para los Cinco sino que el gobierno, principalmente a través de Radio Martí, contribuyó notablemente a la creación de esta atmósfera envenenada. En parte por negligencia y en parte por cálculo interesado, el gobierno de Estados Unidos dejó a las emisoras Martí a merced de la ultraderecha cubano-americana. El nombramiento en los organismos rectores de líderes de organizaciones terroristas,  el traslado de la emisora a Miami en 1998  en vísperas del arresto de los Cinco, la contratación en masa de periodistas de línea dura anticastrista, la producción, compra y retransmisión de programas que estimulaban el ambiente negativo contra los Cinco, la impunidad de los protagonistas, y la disolución en la práctica del único organismo (“Presidential’s Advisory Board”) que hubiese podido ejercer algún control, así lo demuestran.

Notas

(1)    Mike Clary: “Radio Marti move to Miami strains credibility, critics say: lawmakers, others warn against relocation to heart of Cuban American community”, Los Angeles Times, Aug 20, 1996.
(2)    Idem.
(3)    Kathy Glasgow: “Radio Free Miami”, New Times, Jun 4, 1998.
(4)    Citado por Katie Harr – Council on Hemispheric Affaires: “Radio and TV Marti: Miami’s children of scorn”, The Panama News, Vol. 12, Number 7, April 9-22, 2006.
(5)    “Moving the facilities to Miami sacrificed its effectiveness, making it simply another Miami radio station. Radio Marti should be relocated and every effort should be made to end its image as a mouthpiece of the Miami Cuban American community.”
(6)    Citado por Harr: Idem.
(7)    “Today it’s just another Miami radio station.”
(8)    Kathy Glasgow: “Incessant Static: Every year millions of your dollars are pumped into Radio and TV Marti. What do you get in return?”, Miami New Times, Mar 28, 2002.
(9)    Herminio San Román, Director de OCB, y Roberto Rodríguez Tejera, Director de Radio Martí.
(10) “Those who listen barely recognize the programming, confusing it with that of other well-known, strident Miami stations” … “The recently appointed directors have acted rapidly to … offer a radio menu that, curiously, responds more to local political interests and their own than to tastes of their island audience.”
(11) “Anyone watching (or listening) knew that, with the station finally splashing into Miami’s overheated political cauldron, substancial and perhaps bloody change was ahead.”
(12) Citado por Glasgow: Idem.
(13) Andrew Zajac, Chicago Tribune: “Warning to Radio, TV Marti: Congress is watching”, Los Angeles Times, Dec 24, 2006.

*Bioquímico cubano, actualmente reside en Miami. Trasmite con cierta regularidad por Radio Miami el Programa “La Opinión del Día”, que aparece poco después en laradiomiami.com. Es colaborador de Areítodigital.net; participa, con la Alianza Martiana, en la lucha contra el Bloqueo impuesto a Cuba por Estados Unidos.

**Emisora gubernamental de Estados Unidos  bajo control de organizaciones terroristas de Miami



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