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Cuba es humanidad

miércoles, 26 de agosto de 2015
Por  Pablo González Casanova*

Entre los muchos problemas que enfrentamos a nivel mundial se encuentra el fin del cruel bloqueo de Cuba por Estados Unidos –un bloqueo que duró más de cincuenta años-. La reanudación de relaciones diplomáticas, familiares, turísticas, comerciales, culturales y financieras entre ambos países nos provoca una mezcla de júbilo por el cese de la agresiva medida y una natural preocupación sobre la mejor forma de seguir construyendo y luchando por la libertad, el socialismo y la emancipación.

Los avances de Cuba durante estos cincuenta años son por todo el mundo reconocidos. En medio del cerco y los incesantes asedios del imperio, la pequeña Isla del Caribe logró uno de los primeros lugares en la lucha contra la desigualdad y por la seguridad social; alcanzó los más altos índices de alfabetización y escolaridad, realizó la más profunda reforma agraria y dio uno de los más fuertes apoyos económicos y técnicos a los agricultores y trabajadores del campo; consiguió una reducción óptima del desempleo; redujo la criminalidad de delitos del orden común y dio un grado de seguridad interna a sus habitantes, poco común en otros países; alcanzó altos niveles en la educación universitaria así como en la preparación de técnicos, ingenieros, médicos y otros profesionales; impulsó las artes y las ciencias y realizó numerosos descubrimientos científicos reconocidos a nivel internacional, sobre todo en el terreno biológico y en la medicina. Música, ballet, teatro, cine y otras bellas artes, así como innumerables deportes, merecieron un fuerte impulso del Estado.

Pero si todos esos logros son innegables y realmente impresionantes, desde el punto de vista de la emancipación humana, para muchos no son de creer.
Hoy, en Cuba vive un pueblo cuya conciencia se ha convertido en voluntad, su voluntad en inteligencia y su inteligencia en organización. Y si semejante afirmación parece exagerada piénsese por qué Cuba, no sólo ha logrado resistir durante más de medio siglo el bloqueo y las numerosas agresiones de que ha sido objeto, sino en este año de 2015 en que todos los países del mundo son capitalistas, y en que ya todos los que fueron o se dijeron socialistas han restaurado abierta y hasta agresivamente el capitalismo, Cuba es el único que sobrevive en medio de esa tragedia humana. Y es que la Revolución Cubana, lejos de ser la última marxista-leninista (ya debemos acostumbrarnos) es la primera de un nuevo tipo de revoluciones que inició el “26 de Julio”. En ella, no fue sólo un decir que José Martí es el autor intelectual de la Revolución Cubana; es el impulsor histórico de la actual moral de lucha y cooperación, y de coherencia  impresionante entre lo que se dice y se hace.

La moral fuerza es, además, una fuente motriz que a partir del pensar de los actores, en lucha por su propio país, los lleva a seguir aquel otro precepto de inmenso valor: el de “Patria es Humanidad”.  Al postularlo enriquece el enlace del internacionalismo proletario y la inmensa cultura en que destacan Marx, Lenin, el Che y, a la cabeza ayer y hoy, el propio Fidel.

De la junta de humanismos surge una manifestación Latinoamericana del socialismo, que entre sus variadas fuentes cuenta con el liberalismo radical y otros humanismos que incluyen  al Padre Varela y al humanismo cristiano que más tarde, y por su parte, se expresa en la teología de la liberación. Esa es la realidad, si nos dejamos de mitos y de dogmas; esa es la esperanza, si ahora repensamos lo que pasó y por lo que se luchó y consideramos lo que puede pasar, y por lo que se debe luchar.

Los hechos son ciertos y las propuestas vienen de un futuro que ya llegó. El futuro que entrevemos nos permite explorar el qué hacer y el cómo hacerlo. Primero nos lleva a fijarnos en el momento que vivimos y a reparar en la política que sigue el complejo empresarial-militar-político y mediático de Estados Unidos de Norteamérica. De inmediato advertimos que en este mismo momento Estados Unidos está pasando más y más a la ofensiva en su proyecto globalizador neoliberal. Sus triunfos son innegables en la Unión Europea, donde ya es el jefe militar de la OTAN y en que con la lógica de “la eficiencia” hace que los Jefes de Estado impulsen por sentido común las empresas de la paz y la guerra, e impongan más y más la política neoliberal de la “acumulación por desposesión” o saqueo, que Estados Unidos encabeza.

Día a día más obsecuentes y sujetos a Estados Unidos. Los países dominantes en la Unión Europea no sólo se pliegan a su creciente fuerza financiera, militar, política y mediática, sino que destruyen su propio proyecto de una Europa Unida con sus presiones sobre Italia y España y su cruel maltrato de Grecia.

Desconocimiento y descalificación de la democracia en Grecia, acaban de convalidar su inexorable imperio financiero sobre los países endeudados a quienes habían ya impuesto una  política fiscal, financiera y monetaria que los llevaba al abismo de la deuda pública y a romper el compromiso de mantener un equilibrio presupuestal. Su creciente asedio a los partidos que proponen una política socialdemócrata está desprestigiando a éstos de tal manera que al “fin de las ideologías” se añade cada vez más el fin de los partidos que luchan por resolver los problemas sociales y nacionales y no cumplen en nada. Que esa responsabilidad es atribuible a la propia Europa y a sus clases dominantes, desde la tristemente famosa Thatcher mal llamada dama de hierro, no cabe duda, pero que seguir esa política primero impulsada por Estados Unidos con Pinochet en Chile, nos presenta un panorama en que el predominio de Estados Unidos es cada vez mayor, y en que ante el desprestigio de los partidos con membrete de izquierda  tiende a suceder --entre los desheredados, los pequeños propietarios y el “Lumpen”--el predominio de nuevos líderes y clientelas neofascistas, como ya ocurre en Francia y se manifiesta cada vez más en Estados Unidos.

En medio de una crisis a la vez financiera, económica, ideológica y política –en que no deja de tener un peso inmenso la restauración del capitalismo en Rusia y China, los demás países gran “campo socialista” y los gobiernos de la Trilateral y de Bandung-, los proyectos globalizadores adquieren un carácter particularmente violento con la resistencia que muestra Rusia a ser tratada como si fuera una república bananera y hace alarde para ello de su inmenso poderío nuclear.

Lejos de detenerse, la política de la globalización continúa y juega con el individualismo y con la lucha de clases para su cosecha. El “individualismo”, el clientelismo, el particularismo, el sectarismo constituyen un arma de muchos filos capaz de destruir las luchas de liberación y las de la clase obrera y los pueblos despojados y  oprimidos  o, las más amplias de los pueblos por sus soberanía y las de los trabajadores que se limitan a la defensa de sus derechos, o las de las de las comunidades por sus territorios y su autonomía,  o las más antiguas por la Patria Chica, la Patria Grande y la Humanidad,  a las que dividen y enfrentan para vencerlas.

Parecida fuerza a la del individualismo tiene otra arma que en términos genéricos es la corrupción. En ella destacan la colusión, la cooptación, el soborno, el cohecho, el mercado negro y sus mercaderes de mayoreo, y hasta llega a quienes usan la economía informal para resolver  problemas  apremiantes que los llevan a ceder y comprar artículos de primera necesidad y que no por ello dejan de desmoralizar a una parte de la población que tiene parecidas carencias y menos o ningún recurso. La profusa y seductora publicidad que al mismo tiempo hace la sociedad de consumo –sin aclarar que del mismo sólo goza una mínima parte de la población- llega a despertar sueños ilusos sobre todo entre los jóvenes que no vieron ni vivieron la inmensa miseria en que estaba Cuba antes de la Revolución, y la que vive la inmensa mayoría de la humanidad. La publicidad -con el individualismo y la corrupción-, es la mejor arma del Complejo empresarial militar.

Allí no queda todo. La globalización neoliberal está extendiendo y acentuando el uso de otra de sus armas principales: la privatización.

La privatización es −como el individualismo y la corrupción− un arma de muchos filos  que se utiliza en formas abiertas y encubiertas, legales e ilegales, y en este momento hegemónicas entre los dirigentes de los complejos y corporaciones dominantes,  y en los asociados a ellos y sus subalternos, o que  dependen de ellos y dominan  en todos los continentes del mundo.

Los promotores y protectores de la privatización, en este mismo momento, están proyectando −con los gobiernos de cincuenta países− aumentar todavía más el poder y la propiedad de los señores y dueños que tienen como móvil la maximización de utilidades y riquezas. Según la prensa, los gobiernos de cincuenta países se están reuniendo en secreto para elaborar un plan de privatización de todas las actividades económicas a su alcance. Quieren llevar al máximo y a la organización global un proyecto de por sí ya muy avanzado: que las corporaciones tengan a su cargo toda la producción, la distribución, el intercambio, los servicios y el consumo que en el mundo existe.

Imaginar cómo sería un mundo así sería pensar en un inmenso quiebre histórico en que sobre la contradicción entre las fuerzas y las relaciones de producción se montaría la contradicción entre las fuerzas de represión y las relaciones de represión, fenómeno que de por sí ya se está dando con la construcción de soldados que son robots y que tienen capacidad de distinguir (eso piensan sus productores) a quienes deben eliminar y a quienes deben respetar e incluso defender.

Pero no es necesario imaginar semejantes peligros para reconocer aquéllos a que ya nos enfrentamos y de que hay amplias y repetidas pruebas. No me refiero sólo al cambio climático y sus consecuencias para la vida en la Tierra, ni sólo me refiero a la gran cantidad de bombas nucleares y sistemas de lanzamiento que numerosos países tienen con muchos de sus gobernantes y ayudantes que rezuman una creciente cultura del odio, del sectarismo racial, religioso, machista, sádico, xenófobo, por lo demás bien armado y bien provisto de municiones y sustancias letales cuyos productores y proveedores gozan de buena salud y bella vida.

Todo ocurre en medio de supuestas religiones que ni sus rituales cumplen ni sus sagrarios dejan a salvo. Se da con un terrorismo natural y comercial que al amparo de las corporaciones y gobiernos rinde beneficios billonarios de que las huestes no gozan, empeñadas como están en destruirse unas a otras y en destruir sobre todo pueblos, presas, calles, casas, ciudades y zonas arqueológicas de sus propios antepasados.

Esos horrores acostumbrados, y muchos más, que hasta los científicos y especialistas de las comisiones intergubernamentales convalidan,  son mirados e incluso  negados, de la manera más irresponsable que quepa imaginar, por los ideólogos y apologistas del sistema y por sus víctimas subalternas en quienes también domina una especie de patología cognitiva,  que hasta los lleva a perseguir, con todos los descalificativos, y por todos los medios a su alcance a quienes no ven como inevitable el ecocidio antropogénico que amenaza la vida en la Tierra.

Crisis ecológica y crisis social plantean la inminente  necesidad de otra organización del trabajo y de la vida en el mundo, en que no predomine la lógica y la cultura de la maximización de utilidades y riquezas sino la que en busca de la libertad humana se desarrolló desde los inicios del capitalismo mercantil y usurario, y en la cultura, desde el  Renacimiento y la Ilustración hasta el nuevo pensamiento revolucionario, que con Cuba y los Zapatistas, encabeza hoy en Roma el Papa Francisco, y que es cultivada cada vez más por esa juventud que empezó a andar en 1968 y a la que hereda la que hoy no sólo va a prever el futuro sino va a vivir el futuro.

Es en estas condiciones como se advierte que Cuba no debe limitarse a una cultura de la resistencia, sino desempeñar como Estado Nación, un doble papel mundial que ningún otro país puede realizar, y es, en primer lugar, el de ser la  sede de encuentros entre las fuerzas que luchan en su tierra por un mundo mejor y que no por haber recurrido a las formas violentas porque les niegan el derecho de luchar en formas pacíficas, dejan de estar dispuestas a negociar y a defender en formas pacíficas el interés general de comunidades, ciudadanos, pueblos y trabajadores. La experiencia cubana en ese terreno –así como en la resistencia y construcción del socialismo y sobre todo la verdadera democracia y soberanía de esa nación- hace de ella la Isla de la Tierra más adecuada para dar hospitalidad a semejantes tareas.

A la enorme capacidad que tiene Cuba para contribuir a resolver ese proyecto se añade otro no menos sino igual o más importante. En Cuba puede darse la última tabla de salvación para la vida humana y emprender la creación de un organismo autónomo mundial en que los expertos más destacados y responsables de las variadas posiciones críticas y científicas que existen en el mundo diseñen los modelos de una transición pacífica a un modelo de organización de la vida y el trabajo que asegure la vida en la tierra y aleje los actuales peligros de destrucción de la biósfera y del ecocidio.

Que semejantes proyectos suenen a pura ilusión, ingenuidad y utopía es un juicio digno de reconsiderar ahora que se acaba un cruel bloqueo que duró más de medio siglo y más de veinte años de la restauración mundial de países que se decían socialistas y cuyos dirigentes han llevado a cabo la acumulación primitiva más cuantiosa de toda la historia.

Que la revolución cubana es del todo diferente es algo que no se necesita probar porque ya se probó. Sus nuevas relaciones con Estados Unidos se dan sin que la doblaran ni la quebraran.

Es hora de la utopía, del proyecto que no parece realista y que es el único que puede salvar --con la libertad-- la vida en nuestro planeta. Toda la historia de la emancipación y de la humanidad ha empezado con utopías. Esta no será la excepción.

Las utopías abrieron metas sin saber cómo seguir. Por eso y para pensar qué hacer y cómo hacer es necesario por lo pronto luchar por la paz y prepararse para la guerra defensiva, por si acaso. Y hacerlo sin esas divisiones de intereses que hicieron perder a Espartaco.


* Ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Tomado de Alainet
Imagen agregada: Foto de Ismael Francisco/Cubadebate

Fidel: Triunfarán las ideas justas o triunfará el desastre (+ Video)

lunes, 1 de septiembre de 2014
La sociedad mundial no conoce tregua en los últimos años, particularmente desde que la Comunidad Económica Europea, bajo la dirección férrea e incondicional de Estados Unidos, consideró que había llegado la hora de ajustar cuentas con lo que restaba de dos grandes naciones que, inspiradas en las ideas de Marx, habían llevado a cabo la proeza de poner fin al orden colonial e imperialista impuesto al mundo por Europa y Estados Unidos.

En la antigua Rusia estalló una revolución que conmovió al mundo.

Se esperaba, que la primera gran revolución socialista tendría lugar en los países más industrializados de Europa, como Inglaterra, Francia, Alemania y el Imperio Austrohúngaro. Ésta, sin embargo, tuvo lugar en Rusia, cuyo territorio se extendía por Asia, desde el norte de Europa hasta el Sur de Alaska, que había sido también territorio zarista, vendido por unos dólares al país que sería posteriormente el más interesado en atacar y destruir la revolución y al país que la engendró.

La mayor proeza del nuevo Estado fue crear una Unión capaz de agrupar sus recursos y compartir su tecnología con gran número de naciones débiles y menos desarrolladas, víctimas inevitables de la explotación colonial. ¿Sería o no conveniente en el mundo actual una verdadera sociedad de naciones que respetara los derechos, creencias, cultura, tecnologías y recursos de lugares asequibles del planeta que a tantos seres humanos les gusta visitar y conocer?¿Y no sería mucho más justo que todas las personas que hoy, en fracciones de segundo se comunican de un extremo a otro del planeta, vean en los demás un amigo o un hermano y no un enemigo dispuesto a exterminarlo con los medios que ha sido capaz de crear el conocimiento humano?

Por creer que los seres humanos podrían ser capaces de albergar tales objetivos, pienso que no hay derecho alguno a destruir ciudades, asesinar niños, pulverizar viviendas, a sembrar terror, hambre y muerte en todas partes. ¿En qué rincón del mundo se podrían justificar tales hechos? Si se recuerda que al final de la masacre de la última contienda mundial el mundo se ilusionó con la creación de las Naciones Unidas, es porque gran parte de la humanidad la imaginó con tales perspectivas, aunque no estuviesen cabalmente definidos sus objetivos. Un colosal engaño es lo que se percibe hoy cuando surgen problemas que insinúan el posible estallido de una guerra con el empleo de armas que podrían poner fin a la existencia humana.

Existen sujetos inescrupulosos, al parecer no pocos, que consideran un mérito su disposición a morir, pero sobre todo a matar para defender privilegios bochornosos.
Muchas personas se asombran al escuchar las declaraciones de algunos voceros europeos de la OTAN cuando se expresan con el estilo y el rostro de las SS nazis. En ocasiones hasta se visten con trajes oscuros en pleno verano.

Nosotros tenemos un adversario bastante poderoso como lo es nuestro vecino más próximo: Estados Unidos. Le advertimos que resistiríamos el bloqueo, aunque eso podía implicar un costo muy elevado para nuestro país. No hay peor precio que capitular frente al enemigo que sin razón ni derecho te agrede. Era el sentimiento de un pueblo pequeño y aislado. El resto de los gobiernos de este hemisferio, con raras excepciones, se habían sumado al poderoso e influyente imperio. No se trataba por nuestra parte de una actitud personal, era el sentimiento de una pequeña nación que desde inicios de siglo era una propiedad no solo política, sino también económica de Estados Unidos. España nos había cedido a ese país después de haber sufrido casi cinco siglos de coloniaje y de un incalculable número de muertos y pérdidas materiales en la lucha por la independencia.

El imperio se reservó el derecho de intervenir militarmente en Cuba en virtud de una pérfida enmienda constitucional que impuso a un Congreso impotente e incapaz de resistir. Aparte de ser los dueños de casi todo en Cuba: abundantes tierras, los mayores centrales azucareros, las minas, los bancos y hasta la prerrogativa de imprimir nuestro dinero, nos prohibía producir granos alimenticios suficientes para alimentar la población.

Cuando la URSS se desintegró y desapareció también el Campo Socialista, seguimos resistiendo, y juntos, el Estado y el pueblo revolucionarios, proseguimos nuestra marcha independiente.

No deseo, sin embargo, dramatizar esta modesta historia. Prefiero más bien recalcar que la política del imperio es tan dramáticamente ridícula que no tardará mucho en pasar al basurero de la historia. El imperio de Adolfo Hitler, inspirado en la codicia, pasó a la historia sin más gloria que el aliento aportado a los gobiernos burgueses y agresivos de la OTAN, que los convierte en el hazmerreír de Europa y el mundo, con su euro, que al igual que el dólar, no tardará en convertirse en papel mojado, llamado a depender del yuan y también de los rublos, ante la pujante economía china estrechamente unida al enorme potencial económico y técnico de Rusia.

Algo que se ha convertido en un símbolo de la política imperial es el cinismo.

Como se conoce, John McCain fue el candidato republicano a las elecciones de 2008. El personaje salió a la luz pública cuando en su condición de piloto fue derribado mientras su avión bombardeaba la populosa ciudad de Hanói. Un cohete vietnamita lo alcanzó en plena faena y nave y piloto cayeron en un lago ubicado en las inmediaciones de la capital, colindante con la ciudad.

Un antiguo soldado vietnamita ya retirado, que se ganaba la vida trabajando en las proximidades, al ver caer el avión y un piloto herido que trataba de salvarse se movió para auxiliarlo; mientras el viejo soldado prestaba esa ayuda, un grupo de la población de Hanói, que sufría los ataques de la aviación, corría para ajustar cuentas con aquel asesino. El mismo soldado persuadió a los vecinos que no lo hicieran, pues era ya un prisionero y su vida debía respetarse. Las propias autoridades yankis se comunicaron con el Gobierno rogando que no se actuara contra ese piloto.

Aparte de las normas del Gobierno vietnamita de respeto a los prisioneros, el piloto era hijo de un Almirante de la Armada de Estados Unidos que había desempeñado un papel destacado en la Segunda Guerra Mundial y estaba todavía ocupando un importante cargo.

Los vietnamitas habían capturado un pez gordo en aquel bombardeo y como es lógico, pensando en las conversaciones inevitables de paz que debían poner fin a la guerra injusta que le habían impuesto desarrollaron la amistad con él, que estaba muy feliz de sacar todo el provecho posible de aquella aventura. Esto, desde luego, no me lo contó ningún vietnamita, ni yo lo habría preguntado nunca. Lo he leído y se ajusta completamente a determinados detalles que conocí más tarde. También leí un día que Mister McCain había escrito que siendo prisionero en Vietnam, mientras era torturado, escuchó voces en español asesorando a los torturadores qué de­bían hacer y cómo hacerlo. Eran voces de cubanos, según McCain. Cuba nunca tuvo asesores en Vietnam. Sus militares conocen sobradamente cómo hacer su guerra.

El General Giap fue uno de los jefes más brillantes de nuestra época, que en Dien Bien Phu fue capaz de ubicar los cañones por selvas intrincadas y abruptas, algo que los militares yankis y europeos consideraban imposible. Con esos cañones disparaban desde un punto tan próximo que era imposible neutralizarlos sin que las bombas nucleares afectaran también a los invasores. Los demás pasos pertinentes, todos difíciles y complejos, fueron empleados para imponer a las cercadas fuerzas europeas una bochornosa rendición.

El zorro McCain sacó todo el provecho posible de las derrotas militares de los invasores yankis y europeos. Nixon no pudo persuadir a su consejero de Seguridad Nacional Henry Kissinger, de que aceptara la idea sugerida por el  propio Presidente cuando en momentos de relajamiento le decía ¿Por qué no le lanzamos una de esas bombitas Henry? La verdadera bombita llegó cuando los hombres del Presidente trataron de espiar a sus adversarios del partido opuesto ¡Eso sí que no podía tolerarse!

A pesar de eso lo más cínico del Sr. McCain ha sido su actuación en el Cercano Oriente. El senador McCain es el aliado más incondicional de Israel en las marañas del Mossad, algo que ni los peores adversarios habrían sido capaces de imaginar. McCain participó junto a ese servicio en la creación del Estado Islámico que se apoderó de una parte considerable y vital de Irak, así como según se afirma, de un tercio del territorio de Siria. Tal Estado cuenta ya con ingresos multimillonarios, y amenaza a Arabia Saudita y otros Estados de esa compleja región que suministra la parte más importante del combustible mundial.

¿No sería preferible, luchar por producir más alimentos y productos industriales, construir hospitales y escuelas para los miles de millones de seres humanos que los necesitan desesperadamente, promover el arte y la cultura, luchar contra enfermedades masivas que llevan a la muerte a más de la mitad de los enfermos, a trabajadores de la salud o tecnólogos que según se vislumbra, podrían finalmente eliminar enfermedades como el cáncer, el ébola, el paludismo, el dengue, la chikungunya, la diabetes y otras que afectan las funciones vitales de los seres humanos?

Si hoy resulta posible prolongar la vida, la salud y el tiempo útil de las personas, si es perfectamente posible planificar el desarrollo de la población en virtud de la productividad creciente, la cultura y desarrollo de los valores humanos ¿Qué esperan para hacerlo?

Triunfarán las ideas justas o triunfará el desastre.

Fidel Castro Ruz
Agosto 31 de 2014
10 y 25 p.m.




Video relacionado en Youtube

América bañada de rojo: Una lanza contra el neoliberalismo

miércoles, 10 de octubre de 2012
Por Graciela Guerrero Garay

La noticia de la victoria electoral de Hugo Chávez Frías era esperada, aun cuando medios y "seres" hicieron campañas para desacreditar la real democracia que baña a la hermana Venezuela. Pero la verdad salió a galopar por América desde el siglo pasado y decidió no apretar la palanca del retroceso.

Obviaré los preceptos políticos. Las imágenes que vimos de esa nación cuando las elecciones, al menos para mí, más que un signo de un gobierno bienvenido y respaldado por la mayoría es una fortaleza humana y digna de admirar en estos tiempos de neoliberalismo y hambre con hambruna generalizados. Esa es la enseñanza que me da la tierra de Bolívar.

Unidad sin falso techo ni disfrazada bajo consignas de campaña o reflejos mediáticos. Un Estado que ubica al socialismo en el justo escalón en que su sociedad lo necesita. Trabajo en equipo, gubernamental, como dijo con toda sinceridad Chávez mientras atendió a la prensa y a las personalidades que fueron allí a testificar el desarrollo de las votaciones.

Es un proceso bolivariano y revolucionario convencido de que su propia historia, la loable historia de Venezuela, bebe de sus raíces y no importa la esencia. Paso a paso, con sabiduría, táctica y estrategia. Siempre a la escucha del pueblo y espoleando las razones del porqué y los por cuántos.

América ha triunfado. Otro faro invencible le parió en sus entrañas. Otra vez andan juntos los espíritus de sus héroes. Y el águila tiene que escuchar el estampido. No son las cifras las que hablan –repito, al menos para mí–. Es el clamor de la tierra que se defiende de las botas sucias que le costaron sangre. Es la confianza que emana el Presidente Hugo Chávez desde la cabeza a los pies. Su verbo y su acción, sin pretender ser héroe ni víctima. Quizás, con mi mayor respeto, simplemente venezolano. Un humilde soldado venezolano.

Cuba también está de gloria. Y no por aquello que muchos dicen "del gigante padrino". Sino porque los cubanos saben de estos momentos grandes, donde el obrero es Dios y Dios es un pastor. Más que eso, bañada de roja anda la región y el Sí se Puede de los desposeídos. El siglo XXI tiene ya un buen alegato que contar mañana. Venezuela es el alba con el ALBA. Es el eco de ese poder infinito, imposible de acorralar en urnas ni campañas políticas, del hombre que es hombre de sí mismo y cifra, con sus sombras y sus luces, la pureza vívida de lo que es humanidad.

Fuente Periódico 26, Las Tunas

Cerca de 8 millones de venezolanas y venezolanos votaron por Chávez

martes, 9 de octubre de 2012
Por Andrés Rodríguez*


  Ejercieron su derecho al voto 14 millones 756 mil 841 venezolanos y venezolanas, que representan una participación histórica de 80,79 % / La presidenta del CNE resaltó el comportamiento cívico y democrático del pueblo de Venezuela.

 De acuerdo con el último boletín publicado en la página web del Consejo Nacional Electoral, el presidente de la República Hugo Chávez obtuvo 7 millones 963 mil 061 votos, lo que representa  55,00% de apoyo a la continuidad por cuarta vez del Gobierno Bolivariano y Socialista.

 El excandidato Henrique Capriles obtuvo en total 6 millones 426 mil 286 voto, que equivalen 44,39%, seguido de la excandidata Reyna Sequera, que suma 68 mil 210 (0,47%), entretanto Luis Alfonso Reyes logró 7 mil 946 votos (0.05%), María Bolívar obtuvo 7.269 votos (0.05%), y Orlando Chirinos, 3.996 votos (0.02%).

 El sitio web también reseña el Número Total de Votantes que votaron realmente que alcanza los 14 millones 756 mil 841 venezolanos y venezolanas, que es igual a una participación histórica de 80,79 %.

 Asimismo, presentan los siguientes indicadores:

Número de Votos Escrutados:                                        14.756.841
Número total de Votos Válidos.              98,1 %              14.476.768
Número total de Votos Nulos.                 1,89 %                   280.073
Número de Actas Esperadas.                                                  39.364
Número de Actas Procesadas.                 95,5 %                       37.596

Este domingo en horas de la noche, la presidenta  del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena resaltó el comportamiento cívico y democrático del pueblo de Venezuela: “Una vez más hemos tenido un proceso electoral tranquilo, sin sobresaltos, con la alegría de este pueblo que decidió votar masivamente”.  (FUENTE PÁGINA WEB DE VTV).
 
Es grandioso el gran valor y la presión que nuestros camaradas, y el equipo del PSUV, en conjunto con el pueblo venezolano, realizo la batalla, con una oposición llena de odio y discordia. Ya por TWITTER, mensajes de correo electrónico y ping de BLACKBERRY colocaban consignas como: ignorante, burros, pata en suelo, brutos, etc. ¿Como si ser chavista fuera ser inhumano? LES DIGO A ESA OPOSICION QUE PEDIMOS RESPETO.

 Creer en un sistema-país que incluya a todos por igual, es incluirlo a ustedes que también a diario se benefician de este sistema. Mi pregunta, ¿dónde está la dictadura? Y como expusieron algunos escuálidos, que piden la intervención de los yanquis. ¿Será que ellos poseen bombas y balas que identifican quién es chavista, y quién es escuálido? El odio visceral que poseen ustedes nos les permite utilizar la escasa materia gris que poseen.

 Los chavista se están preparando a diario en un sistema educativo que les permite desarrollarlos y prepararlos como ciudadanos dignos de esta patria. Esos chavistas que llaman Uds. pata e suelo, burros e ignorantes, se están preparando académicamente y técnicamente, en áreas de educación, tecnología, militarismos, defensa, agricultura y área petrolera.

 Es mejor que analicen quién es quién realmente, creo que la disociación psicótica que les trasmite GLOBOTERROR y los mal llamados medios de comunicación privado los están dañando. Intégrense como lo hicieron algunos de ustedes, y vean que ser chavista y revolucionario es grandioso.

 ¡Viva Chávez, carajo!!

 (Pensamiento Soberano, No. 15)

*Abogado y profesor de la Bolivariana; descendiente del ex Presidente Cipriano Castro
@andre_ayuda
andresrodri71@hotmail.com   

Agradecimientos: Pagina Web Ciudad Caracas, La Polilla Cubana, Alcaldía Municipio Santiago Mariño

Chávez: una nueva y trascendente victoria electoral

lunes, 8 de octubre de 2012
Por Salvador Capote*

Hoy, cuadragésimo quinto aniversario del asesinato del Che en Bolivia, ¿Qué homenaje puede ser mayor al Guerrillero Heroico que el nuevo y más importante triunfo obtenido en las urnas por el presidente Hugo Chávez Frías? Y cuando decimos  Chávez decimos  el pueblo venezolano,  los países del Alba,  América Latina, y  todos los hombres de buena voluntad en cualquier parte del mundo donde residan.

En Venezuela triunfó el derecho del pueblo a los servicios de salud, de educación, a un trabajo digno, a una vivienda decorosa, a la asistencia social, al amparo seguro en la vejez. Triunfó el derecho de cada ciudadano a desarrollar al máximo sus capacidades físicas e intelectuales, a desarrollar su talento en las ciencias, en las artes, en el deporte, a escalar las cimas más altas de la cultura, de los valores éticos, de la espiritualidad, a participar activamente en las decisiones que atañen al futuro de la nación. Triunfó la dignificación de la mujer y su indispensable protagonismo social, la protección de la niñez, la apertura de horizontes infinitos para la juventud.

Triunfó el derecho a expresarse libremente, a profesar la religión que se desee o a no profesar ninguna, a preservar la integridad física y moral, a sentirse dueños  y señores  de la vasta y hermosa tierra bolivariana, de sus paisajes, de  sus tesoros, de su historia; a sentirse  iguales  entre los iguales y militantes apasionados en la construcción de un mundo mejor. Triunfó el ser humano como protagonista de su propio destino.

Con Chávez triunfó la recuperación de las riquezas nacionales, la reforma agraria, la soberanía alimentaria, la estructuración racional de la economía, la planificación física y el desarrollo de infraestructuras modernas en armonía con el ambiente. Triunfó el acceso de Venezuela a las tecnologías de punta, incluida la más avanzada ciencia satelital. Triunfó la capacidad militar para defender la Patria, con fuerzas armadas surgidas del pueblo y conscientes de su deber histórico y revolucionario.

Con Chávez triunfó la construcción del socialismo del siglo XXI en libertad y democracia, las misiones sociales, la posibilidad de un desarrollo sostenido en beneficio de toda la nación,  la voluntad de conservar y proteger la naturaleza, de mantener libres de contaminación las aguas, la atmósfera, la tierra, el derecho a disponer de los recursos naturales en beneficio del pueblo, el derecho al voto de millones de excluidos y la preservación y enaltecimiento de la cultura e identidad de los pueblos indígenas.

Con Chávez triunfó la integración de los países latinoamericanos y del Caribe, la voz genuina del pueblo en los foros internacionales, la solidaridad, el internacionalismo, las fuerzas del progreso, de la justicia social, de la igualdad entre los hombres, de la fraternidad.  Triunfó la alegría de edificar, de construir, de crear con amor, de ayudarnos todos a ser mejores, más completos, más dignos, a unir nuestras fuerzas para vencer las dificultades, para alcanzar metas más allá de lo soñado,  para realizar cotidianamente lo imposible.

Con Chávez triunfó la visión de un mundo multipolar, la solución de los conflictos por la vía del diálogo fraterno, la voluntad de preservar la paz. Triunfó la soberanía, la autodeterminación, la independencia, la preservación del patrimonio nacional,  la memoria sagrada de los héroes y mártires, el sueño ancestral de los libertadores, el inmortal legado de Bolívar.

 Triunfó, en fin, la vida, la esperanza y el futuro.

*Bioquímico cubano, actualmente reside en Miami. Trasmite con cierta regularidad por Radio Miami el Programa “La Opinión del Día”, que aparece poco después en laradiomiami.com. Es colaborador de Areítodigital.net; participa, con la Alianza Martiana, en la lucha contra el Bloqueo impuesto a Cuba por Estados Unidos.

Enviado por su autor
Imagen agregada RCBáez

La otra Revolución de octubre

domingo, 7 de octubre de 2012
Por René Tamayo

Chávez y la Revolución Bolivariana, un símbolo mundial. Crecimiento, bienestar, inclusión, participación protagónica, solidaridad y el fin del neoliberalismo

Chávez nunca se anda por las ramas. Su liderazgo atraviesa un contínuum revolucionario. Un proceso de madurez histórica. Cada etapa de su vida política ha estado marcada por ideas y programas que ha sabido sostener y concluir.

Viene del «por ahora» del 4 de febrero de 1992 (aceptación del fracaso entonces de la rebelión cívico-militar que comandó y del proyecto de país que proponía, pero en el que insistiría) hasta su actual II Plan Socialista Simón Bolívar.

Este es el «programa de transición al socialismo y de radicalización de la democracia participativa y protagónica». Lo presentó sin ambages y sin que le temblara la voz, el pasado 11 de junio, ante toda la nación venezolana.

Ese día oficializó en el Consejo Nacional Electoral (CNE) su candidatura para el período presidencial 2013-2019. Fue claro: va por el socialismo.

El marxismo no le es ajeno. Hizo sus lecturas desde joven. Antonio Gramsci le es cercano. Y hasta Nietzsche está entre sus autores preferidos, del que ha hecho una interesante interpretación antropológica sobre la naturaleza del ser humano y el destino que este debería cumplir, siempre en armonía con sus pares y la naturaleza.

Chávez avanzó del tradicional y mejor nacionalismo «nuestroamericano», al antiimperialismo. Y de ahí, al socialismo. Empezó a manejar el concepto —como ideal de proyecto— sobre 2005, según me cuentan amigos muy atentos al devenir de este proceso. En 2006, inicio de su tercer mandado, fue su luz señera.

Para su cuarto período presidencial al hilo, el líder bolivariano propuso cinco objetivos estratégicos de escala local y global y casi una treintena hacia lo más interno del país.

Los cinco «grandes objetivos históricos» del II Plan Socialista, en palabras de Chávez, son: Defender, expandir y consolidar la independencia nacional; continuar construyendo el socialismo bolivariano del Siglo XXI; convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político; contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional; y contribuir a la preservación de la vida en el planeta y salvar a la especie humana.

Más del 50 por ciento de los venezolanos —según estudios de opinión— optan por el socialismo. Pero no es cualquiera. Ni los que fueron. Ni los que son. Ni los que otros tratan de aplicar. El socialismo bolivariano —el que aceptan y promueven las mayorías populares— es único, exclusivo, irrepetible. Considero que hoy nadie tiene los suficientes datos históricos para definirlo. Ni la misma historia ya los ofrece. Es lo que está por construir. O se está construyendo.

El socialismo bolivariano y, por ende, el triunfo de Chávez, está cantado. No será victoria fácil. Pero algo sí es evidente. Para los venezolanos de hoy, «socialismo» es la antítesis del neoliberalismo. Y ellos sí saben de este último. Han dejado sangre y pellejo oponiéndosele. Es lo que no quieren.
Némesis del neoliberalismo

En no pocos países del firme americano, el neoliberalismo está, en lo político, acorralado; en lo social, amortiguado (en mayor o menor medida, según los planes contra la pobreza de los gobiernos progresistas); en lo cultural, estigmatizado y constantemente zaherido por los sectores populares movilizados y los científicos sociales de izquierda.

No obstante, en lo económico —tanto en lo macro como en la «economía real»—, cada vez que llega un nuevo día, el dinosaurio sigue ahí. Arrullando a más de un incauto y a toda la clase burguesa nacional y global. Esperando. Listo por si lo zafan. Presto a desbocarse de nuevo.

Los últimos años han sido propicios para la región. Gracias, primero, a los altos precios de los productos básicos —su línea exportadora—. Luego, a la coincidencia histórica de movimientos populares que han alcanzado el poder e impuesto políticas encaminadas a reducir la brecha social, el desempleo y la miseria. También, porque avanzan en la integración.

El neoliberalismo, empero, sigue definiendo el curso económico regional. Sí, en algunas naciones se ha logrado maniatar. Arrastrarlo a una versión light. Mas ningún país, incluyendo a los mandatados por líderes progresistas, ha logrado finiquitarlo, desarraigarlo finalmente. La excepción es Venezuela.

La economía bolivariana parece predestinada a convertirse en el paradigma antineoliberal en las primeras décadas del siglo. Quizá más. Es su némesis. Y no digo «economía venezolana». Más que país, este es un concepto. Una cualidad. La confluencia en un solo espacio —la Revolución Bolivariana— de un hacer económico, un actuar político y un liderazgo único.

Son de esos procesos que se repiten pocas veces en una vida. De lo que aquí se trata, es de un modelo socioeconómico que no podría existir sin la Revolución que le sostiene, el consenso popular que esta ha generado, y el liderazgo de una persona que sigue validando el papel que pueden ejercer determinados individuos en el curso general de la historia.

Tampoco es crisol. En economía, más de un error hubo y seguirán apareciendo. El proceso —ya cerca de cumplir 14 años— pudo avanzar mucho más. Ser más eficaz. De haber ocurrido así, incluso, los comicios de hoy pintarían menos tensos de lo que son; y los altos niveles de polarización política que se viven fueran más llevaderos. Pero eso es un ideal. Una revolución es telúrica. Constantemente remueve todos los cimientos, incluido los «suyos». Y si algo ha sido más atacado y vilipendiado en esta última década, es el bolivarianismo y su líder, el presidente Chávez.

A estas alturas de la vida -con tantos palos que le han dado, y ha sabido resistir- la Revolución Bolivariana ha alcanzado plena madurez.

Así las cosas, si la balanza de la historia hace justicia, este 7-O será una victoria de Venezuela. Una victoria de América Latina. Y una victoria del mundo. Será, para la historia, la segunda Revolución de octubre.

Fuente Juventud Rebelde

Elegimos nacer al futuro de la mano de la Revolución Bolivariana

lunes, 1 de octubre de 2012
Por Daniela Saidman*


Elegimos nacer al futuro. Encontrarnos de ojos abiertos ante la alegría de lo nuevo que brota día a día de la palabra honda, inmensa, de Gustavo Pereira cuando nos regaló lo que desde antes nos pertenecía, su poesía enarbolando la Constitución que nos dimos como dignos hijos de Bolívar, del mañana luminoso que viene también de las manos que han sabido sembrarnos de versos como los del Chino Valera Mora. Con él, amanecimos de bala, para fundar la Patria de la esperanza y con Alí nos fuimos cantando voz adentro, campo adentro, ciudad arriba, para reconocernos vivos a pesar de tanta muerte que nos dieron a fuego y hambre.

Con las voces de Amaranta y Solimar nacimos nuevos en los tiempos de la cosecha, asegurando la profecía del compañero presidente Salvador Allende. Nos animamos por fin a transitar las anchas alamedas para contarnos los sueños, para hacerlos realidad y dejarles a nuestros hijos e hijas un país que nos reconoce en todos los colores y cadencias de nuestros idiomas originarios, de nuestras tierras más sabias, de nuestra memoria más ardiente.

Elegimos edificar el futuro, levantarlo bloque a bloque, frisarlo de alegrías, revestirlo de cuerdas y tambores, para bailarlo y sentirlo como a un cuerpo amado. Elegimos, sí, darnos enteros al mañana que germina en cada risa niña con escuela y en cada estrella que nombra nuestra historia.

Y ese futuro está como no, en los versos de Luis Camilo y en la voz clara de Mimina… está también, en las tablas que tienen el tacto de Rengifo y en los trazos de Calzadilla y Reverón. Son tantas y tantas las miradas que nos hacen quienes somos, son tantas y tantas las caricias que nos animan a seguir, que estamos seguros que el futuro es presente, que se anuncia con su canto más nuevo, con su beso más tierno.

¡Cómo no estar si están a nuestro lado Luis Alberto y Luis Britto, Carmen Bohórquez y Yolanda Delgado, Roberto Hernández y Roberto Malaver, entre tantos nombres infinitos que nos dicen y nos cuentan, nos nombran y nos regalan lo más alto y lo más hondo de los haceres humanos!. Ellos, con su arte, nos han demostrado que la poesía no se compra ni se vende, porque no se puede mercantilizar el amor ni los pensares, ni los sueños, ni la vida… ellos nos alumbran el camino y desde antes tantos otros nombres imprescindibles.

Sabemos cuál es el futuro que nos llama, cuál es el mañana necesario y no es otro que seguir haciendo nacer la Patria de la mano de la Revolución Bolivariana.

*Poeta venezolana, “escribidora y vividora de vidas, sueños y utopías realizables”, según se autodefine en Twitter
@DanielaSaidman

Imagen agregada RCBáez

12 de agosto, Día Mundial de la Juventud

domingo, 12 de agosto de 2012
Por Pablo Portillo de Jesús*


La Organización Mundial de las Naciones Unidas, ONU, reconoció el 12 de agosto como el Día Mundial de la Juventud, este acuerdo se adoptó por iniciativa de la Conferencia Mundial de Ministros de Asuntos de la Juventud, que se reunió en Lisboa, Portugal, entre el 8 y el 12 de agosto de 1998. En este día, los pueblos destacan la situación de los jóvenes y el papel protagónico que deben cumpliren la sociedad.

La juventud, de acuerdo con la ONU, es la etapa de la vida que se ubica entre los 15 a los 24 años; esta fecha es apropiada para valorar la situación de los jóvenes, especialmente en muchos países de este continente, donde generalmente es víctima de discriminación y explotación; asimismo para reconocer el papel que les corresponde desempeñar como actores de la nueva sociedad.

En las sociedades donde impera la cultura de los adultos se discrimina a la juventud por su corta edad y se acostumbraa convertirlos en sujeto pasivo, que debe esperar el tiempo para convertirse en sujeto activo; esta discriminación la contrarrestan con las justas actitudes de rebeldía ante los que los que torpedean su entusiasmo y energía.

Los jóvenes deben de preparase con interés y disciplina: estudiar y luchar es la consigna que deben abrazar, porque los jóvenes son los constructores del mundo nuevo, los jóvenes no deben esperar el futuro para empezar a actuar, desde hoy deben empezar a estudiar y trabajar para construir paso a paso, día a día, ese futuro luminoso  que espera la sociedad.

La juventud debe de asumir el protagonismo en todos los campos de la vida, en el estudio, en la cultura, en la política y en la solidaridad; para asumir el papel de sujeto activo necesitan prepararse permanentemente… los jóvenes de este tiempo necesitan apartarse de los vicios de la hipocresía y la corrupción que les han heredado los “políticos de oficio”.

Los jóvenes de varios de nuestros países se encuentran en condiciones de subordinación y de marginación social, muchos viven en condiciones de extrema pobreza y son objeto de exclusión social; por eso necesitamos cambiar el actual modelo neoliberal que nos han impuesto los grupos que se han apropiado de nuestros países y de los recursos naturales.

Fidel Castro, en su libro “Educación y Revolución” aseguró: “es  necesario que creamos en los jóvenes… Creer en  los jóvenes es ver en ellos, además de entusiasmo, capacidad, heroísmo, amor a la patria, confianza en sí mismos, convicción profunda de que la juventud puede, de que sobre sus hombros se pueden depositar grandes tareas… Creer en la juventud es ver a los mejores continuadores de nuestra propia generación”.

El ser joven nunca ha sido excusa para no participar en los procesos de transformación, existen ejemplos en las luchas emancipadoras que libraron los pueblos: Simón Bolívar a los 30 años realizó la campaña admirable; Antonio José de Sucre a la edad de 29 años venció en Ayacucho, Perú; Fidel Castro a los 32 años dirigió la revolución más admirable de nuestro continente, la revolución cubana.

Camila Vallejo, la admirable lideresa juvenil chilena, ha conducido grandes movilizaciones de jóvenes donde participan estudiantes, profesores y trabajadores exigiendo educación pública de calidad y señala que es necesario impulsar cambios sustentados en una democracia participativa y en un nuevo modelo económico, social y político que garantice el bienestar del pueblo.

A pesar de las esperanzas que tienen los pueblos en la juventud, reconocemos con preocupación que muchos jóvenes han caído en la ideología del capitalismo, atrapados especialmente por las rampas del consumismo, por poderosas redes mediáticas que difunden antivalores y hábitos perversos como el consumo de drogas que, en el fondo, expresan los intereses de las élites de poder de Estados Unidos.

También muchos jóvenes asumen posiciones abiertamente reaccionarias, que se subordinan a los grupos terroristas deNorteamérica para desestabilizar a los gobernantes progresistas de nuestra América, varios jóvenes se han apoderado de centros de estudio y desde allí sabotean los programas de transformación que impulsan los gobiernos que se identifican con los pueblos.

Un factor que no contribuye al desarrollo de la conciencia política y ética de los jóvenes radica en la educación que reciben en los centros educativos privados de todos los niveles, verdaderos “supermercados del conocimiento”; en éstos es difícil que los jóvenes asuman el rol protagónico que les corresponde, es más fácil que sean capturados por la cultura del consumismo y del individualismo.

Pero los jóvenes tendrán que emanciparse y asumir el protagonismo con la alegría propia de su edad, con la rebeldía necesaria para transformar esta sociedad desigual, hoy más que nunca debe incorporarse de manera activa, a los procesos de cambio que se están construyendo en muchos países de América Latina y el Caribe y escapar de la influencia de los grupos reaccionarios.

Francisco Morazán, nuestro Héroe Nacional, al rendir cuenta de su gestión en la novena legislatura federal, el 21 de marzo de 1836, dedicó un bello mensaje a los jóvenes:

“La educación de la juventud, de esa porción escogida para regir algún día los destinos de la República, ha merecido muy particularmente la atención del gobierno”.

Enorme responsabilidad heredada a la juventud, dirigir los destinos de la patria.

*Profesor de Educación Superior, Tegucigalpa, Honduras

¿Por qué tenemos que callar?

jueves, 10 de noviembre de 2011

Por Franklin Ledezma Candanedo

 
Guardar silencio en tiempos en que hasta por pensar nos fusilan, en que se persiguen ideas contrarias a los fabricantes de la miseria y de los horrores que cabalgan sobre el lomo del planeta, es hacerle el juego a quienes pretenden reeditar épocas cavernarias o las más tenebrosas de la inquisición; ser cómplices, por acción u omisión de los que con el ropaje de santos, siguen crucificando al Cristo que se hizo hombre, para redimir a ese mismo hombre, que hoy mira de soslayo lo que le hacen a sus hermanos. 

 El auto llamado homo sapiens se ha deshumanizado y quienes se dicen “gobernantes”, dirigen la piara que, con el beneplácito de organismos internacionales que padecen de elefantiasis burocrática crónica, con sus garras infestadas de todas las pestes fabricadas en laboratorios mercantiles, hace una fiesta diaria de muerte y desolación, incluso contrala biodiversidad planetaria.   

 Matar hoy es un oficio legal e institucionalizado, que condonan organismos creados, precisamente, para garantizar la concordia y paz universal. ¡Qué fiesta más grande tuvieron hace poco los que mataron al Comandante Alfonso Cano, olvidando que, en vez de eliminarlo físicamente, lo reeditaron y lo multiplicaron, lo mismo que al guerrillero heroico, CHE GUEVARA y a los insobornables comandantes MARULANDA, MONO JOJOY, REYES, ALFONSO CANO y muchos más! 

 En este hoy de pánico e incertidumbre, dolor, lágrimas y hambruna, únicamente se dan elecciones “puras” cuando el vencedor es títere del imperio genocida, pero se desata la jauría mediática y mediocre, cuando  un DANIEL ORTEGA es confirmado por la mayoría de los electores. 

 Idéntico fenómeno desnaturalizado se da en casos de dirigentes indo americanos, que han hecho suya la lucha de próceres de la causa independentista de colonias subordinadas al insaciable imperio español (Bolívar, Martí y  San Martín, entre otros). No otra razón cabe en este espectro aberrante, cuando se ataca, se ofende y se calumnia, a los Presidentes Chávez, Correa, Evo Morales e, incluso, a la reelecta Presidenta de Argentina, aunque, por causas desconocidas, no se ha integrado al ALBA, lo que efectivamente hicieron dirigentes de naciones pequeñas, que no le temen al devastador poder imperial (Dominica, Saint Kits y Nevis, San Vicente y las Granadinas, entre otras).

Callar en  una época en que todos nos jugamos el futuro, significa que muchos le dan poco valor a la vida, a la legalidad, a la justicia, a la libertad, a la paz y al derecho legítimo de autodeterminación de los pueblos. ¿Qué otro significado puede tener el olímpico desprecio a la voluntad expresada, por más de 180 países durante más de  20 años, en el seno de la ONU, de rechazo frontal al infame bloqueo que padece la hermana república de Cuba.

 ¿Es que muchos olvidaron las excusas de opereta, que sirvieron para invadir pueblos hermanos y eliminar a sus dirigentes, en el pretérito Irak (Sadan Husein),  guerra inventada que no termina, ni la de Afganistán y, la más reciente, Libia, donde se escenificó un brutal genocidio y se festejó el asesinato del líder Muamar el Gadafi,  cuyo objetivo único y real fue (no la salvación de un pueblo noble, quizás confundido), la apropiación, por parte de mercaderes de la muerte, de su petróleo, vital recurso estratégico?  

 ¿Por qué tenemos que callar, cuando nos venden gato por liebre, en este zoológico infernal, en que únicamente un monstruo tiene patente de corso para fabricar (desde el siglo pasado), los más sofisticados armamentos de destrucción masiva? ¿Se desconoce, acaso, que inventaron una bomba, que en período de prueba, devastó dos ciudades japonesas y que en territorio del Corinto Bolivariano (Isla San José), se experimentó el gas mostaza, con el arrasaron poblaciones enteras de la gran patria vietnamita que los puso de rodillas?

 ¿Es que cabe en alguna cabeza, salvo que sea la de un mandril que, en pleno siglo XXI insiste en buscar la vida sobre lianas en selvas de cemento,  que justifica que únicamente el imperio hegemónico tiene el derecho exclusivo de fabricar armas mortíferas de cualquier tipo, mientras otros países soberanos, entre ellos, IRAN y muchos otros, no tienen igual derecho?

 ¿Por qué callar en momentos en que sólo tiene valor la muerte, vía la tecnología al servicio del policía del mundo? ¿Es que el resto del mundo nada tiene que decir? ¿Acaso se piensa que por el hecho de guardar silencio se protegerá nadie de la voracidad hegemónica (en Cuba, Méjico, Nicaragua y Panamá lo hemos vivido), que se multiplica en progresión geométrica, a pesar de su colapso, y no sólo económico, y que ya pagan los propios ciudadanos del propio espacio geográfico del minotauro imperial? Recuérdese, entre otros factores de destrucción, Katrina, la periodicidad de terribles huracanes y el corredor anual de tornados, sumado a la discriminación y xenofobia, que allí tienen carta de ciudadanía.


 En esta misma línea de pensamiento, pocos recuerdan lo que olvidan muchos, y es que ese monstruo tiene, en sus entrañas, no uno, sino muchos gérmenes de su propia destrucción, sin contar y, por añadidura, que puede ser digerido por otro que florece en el horizonte mundial, en no pocos aspectos y tiene una formidable historia de coraje, entrega y sacrificio, además de un sostenido y extraordinario crecimiento integral y es poseedor de mucho de lo que ignoran quienes viven en el limbo de su mediocridad. 

 ¿Quién le dio patente de corso, al estilo del otorgado  por el monstruo imperialista de la época (España), a piratas de nacionalidades diferentes (Morgan, Drake, Patterson y tantos más), a la potencia que, en pleno siglo XXI, vigila la conducta de los demás países soberanos, en tanto que no corrige sus propias deformaciones socio-económicas-políticas-culturales, de las que hace partícipes a toda la humanidad?

 ¿Por qué callar cuando es tiempo propicio y hora oportuna para seguir el ejemplo de tantos, tantos que ofrendan diariamente sus líquidos vitales, sin precio ni condición, al estilo de tantos patricios de la América Meridional y del universo, que no se restaron, sino que se multiplicaron y se convirtieron en alboradas y primaveras de honor y dignidad,  para que brillara el sol de la justicia y de la libertad en el mundo.  

 Son muchos, ciertamente, los tontos útiles, que participan, como cuadrúpedos llevados al matadero, en este ajedrez mortal.   Afortunadamente, existe conciencia cierta, en número inesperado, y no sólo a lo interno del imperio y sus batracios aliados, sino en el ámbito mundial, en cuanto a la responsabilidad histórica que nos corresponde a los socialmente comprometidos, de hacer realidad la utopía, que no es –ni será utopía- sino realidad concreta: El diseño  de otro mundo posible, con imperio absoluto de valores que la bestia y sus aliados dejaron extraviados en algún lejano estanco histórico: PAZ, LIBERTAD, JUSTICIA, SOLIDARIDAD Y CULTURA AMIGABLE AL AMBIENTE Y A TODAS LAS ESPECIES. 

 ¿Por qué tenemos que callar? Hablar y actuar ahora, es momento propicio,  antes que el imperio construya hoy y para siempre, el sepulcro de la palabra y de la vida del planeta.  
Panamá, 10  de noviembre de 2011

Enviado por su autor a Cuba coraje 



 *Franklin Ledezma Candanedo,  periodista, escritor y poeta, es miembro de la Asociación Americana de Periodistas Bolivarianos, Capítulo de Panamá – (www.aapebcap.es.tl), Secretario de Educación y Cultura de Prensa Universitaria Internacional –PUI- de la Red de Comunicadores Agro Ambientales de Panamá y Periodista especializado en turismo sostenible
 Imagen agregada RCBáez
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