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Declaración de la Presidencia de la Asociación de Artistas Plásticos de la UNEAC

lunes, 29 de diciembre de 2014
 A solicitud de la Presidencia de la Asociación de Artistas Plásticos de la UNEAC CUBARTE reproduce el siguiente texto:
La conocida artista Tania Bruguera ha convocado a un supuesto performance este 30 de diciembre en la emblemática Plaza de la Revolución en La Habana. Ello ha sucedido al margen de cualquier institución cubana y, como sucede en esos casos, la iniciativa ha sido ampliamente difundida por medios de la contrarrevolución, especialmente por el libelo Diario de Cuba, que tomó tempranamente partido contra las declaraciones de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama del pasado 17 de diciembre. Llevamos años en esta batalla frente a los enemigos de la Revolución.  No somos ingenuos, el significado de este performance no va a ser interpretado en modo alguno como una obra artística. Se trata de una provocación política, orientada en el mismo sentido de las tesis de los que la han difundido.

Esta acción no persigue otro propósito que el de situarse en contra de las negociaciones que dan esperanza a muchos seres humanos, en primer lugar a los once millones de cubanos. Será secundada, si acaso, por los pocos mercenarios locales de la política que el mismo Presidente Obama ha considerado fracasada, por los únicos que podrían esperar beneficios de cualquier intento por obstaculizar las negociaciones en curso.

Los escritores y artistas cubanos merecen conocer esta nueva maniobra y no se dejarán confundir por una operación que pretende presentar este performance como un proyecto de pura creación artística. Su evidente intención política se afirma en el propio mensaje de una artista que no busca otra cosa que un protagonismo circunstancial.  

Todo nuestro pueblo festeja hoy el regreso a la Patria de nuestros Cinco Héroes, así como el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos. Rechazamos cualquier acción oportunista que trate de opacar este momento histórico.

Fuente CUBARTE

Las Damas de Blanco luchan su piernita de puerco y las manifestaciones continúan

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Por M. H. Lagarde; Fotos: Ladyrene Pérez



Justo en medio de la conmoción mundial causada por la revelación de los informes de torturas de la CIA, las empleadas de esa agencia en Cuba intentaron sabotear el Festival de Cine en una céntrica esquina habanera.

Una decena de las llamadas Damas de Blanco que intentaron "luchar" parte del aguinaldo de 1 500 dólares enviado por la Fundación Nacional Cubano Americana, fueron repudiadas por la ciudadanía que en horas de la mañana disfrutaba del Festival en el cine Yara, en la esquina de 23 y L, en el Vedado.

Luego de seguir el mandato de su líder Berta Soler, de "la que no sea detenida no cobra" las Damas del Verde abandonaron la escena, conducidas por las autoridades, con la satisfacción de haber cumplido con el deber de asegurarse -si el dinero no se extravía- una piernita de puerco para este fin de año.

Las manifestaciones de miles de cubanos, sin embargo, continúan en La Habana ya sea frente a las puertas de los principales cines o en los parques y plazas donde se celebra con música, venta de libros y ofertas gastronómicas, la jornada por el Día Internacional de los Derechos Humanos.







Tomado de Cambios en Cuba

Declaración de La Habana: V Cumbre CARICOM-Cuba

martes, 9 de diciembre de 2014
Inauguracion de la Cumbre Cuba Caricom. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate.
Participantes en la Cumbre Caricom-Cuba. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

DECLARACIÓN DE LA HABANA EN OCASIÓN DE LA QUINTA CUMBRE CARICOM-CUBA

Aprobada en La Habana, Cuba, el 8 de diciembre de 2014

Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad del Caribe y la República de Cuba, reunidos en La Habana, Cuba, el 8 de diciembre de 2014, en ocasión de la Quinta Cumbre CARICOM-Cuba, y en conmemoración del Cuadragésimo Segundo aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los Estados independientes de la CARICOM y Cuba y el Duodécimo Aniversario del Día Cuba-CARICOM;

Orgullosos de nuestra identidad caribeña común y el sólido y elevado nivel alcanzado por nuestras relaciones políticas bilaterales, fortalecidas por los acuerdos que hemos firmado y en el contexto de los foros internacionales, nos ha permitido avanzar nuestra agenda de desarrollo nacional en pro del bienestar de nuestros pueblos, sobre la base de la solidaridad y la cooperación regional;

Recordando las Declaraciones de La Habana de 2002, Bridgetown de 2005, Santiago de Cuba de 2008 y Puerto España de 2011, y reconociendo su aporte significativo al fortalecimiento de las relaciones entre nuestras naciones;

Conscientes de la importancia de trabajar unidos por el desarrollo sostenible de nuestros países, que nos permita construir sociedades más inclusivas y enfrentar nuestras vulnerabilidades como pequeños Estados en desarrollo, en particular Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, especialmente en las esferas económica y medioambiental;

Reiterando la necesidad de aunar esfuerzos para mejorar la productividad, infraestructura, conectividad aérea y marítima de nuestros países, así como ampliar nuestras relaciones económicas y comerciales mediante la aplicación del Acuerdo revisado de Comercio y Cooperación Económica entre CARICOM y Cuba;

Recordando la importancia de la consolidación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) como un mecanismo de coordinación política y promoción de la unidad y la integración de nuestra región, así como la importancia de sus esfuerzos directos en la erradicación de la pobreza, el hambre y las desigualdades dentro de y entre sus Estados Miembros.

Acordamos:

1.Reiterar que la unidad y la integración de nuestra región caribeña se basa en el respeto a los Propósitos y Principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Por tanto, nos comprometemos a brindar nuestro irrestricto apoyo a la soberanía, la autodeterminación, la integridad territorial, la no injerencia en los asuntos internos de cada país y la protección y promoción de todos los derechos humanos para todos.
2.Acoger con beneplácito los resultados alcanzados en las reuniones periódicas de Ministros de Relaciones Exteriores de la CARICOM y la República de Cuba efectuadas hasta el momento, que continúan sirviendo como plataforma para el compromiso político. Esas reuniones refuerzan el compromiso de nuestros líderes políticos de fortalecer los lazos entre nuestros países.
3.Reafirmar nuestra voluntad de fortalecer la cooperación Sur-Sur, como expresión de solidaridad entre nuestros países, con el fin de impulsar programas bilaterales y regionales, así como la cooperación triangular para el desarrollo, tomando en cuenta las prioridades de desarrollo de nuestros países.
4.Reconocer que la cooperación entre Cuba y los países de la Comunidad del Caribe en esferas tales como la salud, el desarrollo de los recursos humanos, la construcción y el deporte, ha contribuido de manera efectiva al crecimiento y bienestar de nuestros pueblos. En este sentido, expresamos nuestro sincero agradecimiento al Gobierno de Cuba por su apoyo constante y por la extensión de esta buena voluntad para el financiamiento durante el venidero trienio de la Escuela Regional de Artes del Caribe en Jamaica, y el Centro de Estimulación del Desarrollo de Niños, Adolescentes y Jóvenes con Necesidades Educativas Especiales, que será construido en Guyana. Expresamos, además, nuestro agradecimiento por el incremento de becas de estudios universitarios y de posgrado para la especialización en Medicina, el aumento de la admisión de pacientes provenientes de Estados miembros de la CARICOM para recibir asistencia médica gratuita, así como la capacitación en materia de reducción de riesgo de desastres y la respuesta ante desastres naturales.
5.Reiterar nuestro compromiso de continuar impulsando iniciativas sociales, así como la aplicación de proyectos para mejorar la infraestructura y conectividad aérea y marítima entre nuestros países y de ampliar nuestras relaciones económicas y comerciales mediante la puesta en práctica del Acuerdo revisado de Comercio y Cooperación Económica entre CARICOM y Cuba.
6.Acoger con beneplácito el progreso alcanzado en las negociaciones para ampliar el acceso a los mercados y mejorar la cooperación económica en virtud del Acuerdo de Comercio y Cooperación Económica, y estimular a nuestros funcionarios a continuar trabajando con el espíritu de solidaridad y buena voluntad que ha caracterizado sus esfuerzos hasta la fecha, a fin de concluir las negociaciones para finales del segundo trimestre de 2015.
7.Subrayar que la actualización del modelo económico cubano, su Ley de Inversión Extranjera y la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, brindan oportunidades adicionales, de manera mucho más amplia, para acelerar y fortalecer los vínculos económicos entre la CARICOM y Cuba.
8.Reconocer cuán importante es para los países caribeños aprovechar el potencial que ofrecen los mecanismos regionales y subregionales como la CELAC, la AEC, el ALBA-TCP, PETROCARIBE, así como otros mecanismos internacionales como el grupo BRICS.
9.Reafirmar nuestra solidaridad con la República de Haití y reiterar nuestro fuerte compromiso con los esfuerzos de recuperación después del terremoto del 12 de enero de 2010, de conformidad con las prioridades definidas por su gobierno y con pleno respeto de su soberanía.
10.Confirmar los compromisos hechos en la Tercera Conferencia Internacional de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, celebrada en Apia, Samoa, del 1º al 4 de septiembre de 2014, así como los compromisos esbozados en su Documento Final.
11.Confirmar asimismo nuestra disposición de trabajar de conjunto en una Agenda Estratégica Regional para abordar la Gestión del Riesgo de Desastres de una manera integral, teniendo en cuenta la evaluación y reducción del riesgo de desastres, la asistencia humanitaria y la reconstrucción, de conformidad con la Resolución 46/182 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, a fin de enfrentar las graves consecuencias del cambio climático en nuestros países.
12.Fortalecer nuestra cooperación para abordar los efectos negativos del cambio climático. En ese sentido, reiteramos nuestra demanda de contar con un acuerdo vinculante con el fin de estabilizar el incremento de la temperatura global por debajo de los 2º C, teniendo en cuenta el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, y abordar las necesidades de nuestros países frente a los desafíos de la adaptación a los impactos del cambio climático, de conformidad con la Convención Marco y las decisiones de las Conferencias de las Partes.
13.Comprometernos a fortalecer la cooperación para la protección del medio ambiente y el uso sostenible de nuestros recursos, en particular los del Mar Caribe. En ese sentido, apoyamos los esfuerzos realizados por la Asociación de Estados del Caribe (AEC) para declarar el Mar Caribe como Zona Especial en el contexto del desarrollo sostenible, en el marco de las Naciones Unidas.
14.Reafirmar que el cambio climático es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo, y expresar nuestra profunda preocupación ante el continuo crecimiento global de las emisiones de gases de efecto invernadero. Estamos profundamente preocupados por el hecho de que todos los países, particularmente los países en desarrollo, son vulnerables a los efectos adversos del cambio climático y ya están experimentando un incremento de tales efectos, incluidos las sequías persistentes y los eventos climáticos extremos, el incremento del nivel del mar, la erosión costera y la acidificación de los océanos, lo cual amenaza aún más la seguridad alimentaria y los esfuerzos por erradicar la pobreza y alcanzar un desarrollo sostenible. En ese sentido, subrayamos que la adaptación al cambio climático representa una prioridad global inmediata y urgente.
15.Recalcar nuestro compromiso de combatir la trata de personas, el tráfico de drogas ilícitas y el tráfico ilícito de armas pequeñas, teniendo en cuenta las características, alcance y magnitud de estos problemas en cada Estado en particular.
16.Acoger con beneplácito las acciones conjuntas inmediatas adoptadas por el ALBA-TCP, Cuba y la CARICOM, acompañados por los demás miembros de la CELAC, para evitar la propagación de la epidemia del virus del Ébola en nuestra región y combatirla si fuese necesario. Nos comprometemos a promover y ampliar dicha cooperación mediante la adopción de medidas preventivas, la capacitación de personal calificado y la creación de instituciones que lleven a cabo investigaciones sobre esta enfermedad.
17.Reconocer el apoyo y la solidaridad de la República de Cuba al enviar médicos y personal de salud a los países de África Occidental afectados por la epidemia, y en la formación de personal calificado en otros países africanos, para que puedan evitar su propagación y estar preparados para combatirla.
18.Apoyar los esfuerzos para evitar la entrada, la propagación y facilitar el tratamiento de las enfermedades no transmisibles, el VIH-SIDA, y otras enfermedades como el dengue y el Chikungunya en nuestros países. Apoyamos también los proyectos dirigidos a atender a las personas con capacidades diferenciadas en la región.
19.Exigir el fin inmediato del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América contra Cuba y, especialmente, de su carácter extraterritorial y de la persecución financiera contra las transacciones cubanas, cuya severidad se incrementa diariamente; de la inclusión de Cuba en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo elaborada y publicada unilateralmente por el Departamento de Estado estadounidense, y de todas las acciones encubiertas que lleva a cabo el gobierno de los Estados Unidos para subvertir la legalidad y el orden interno en la República de Cuba, incluidas aquellas que entrañan el empleo ilícito de las tecnologías de la información y las comunicaciones, que constituyen violaciones de la soberanía cubana y del derecho a la autodeterminación de su pueblo.
20.Reafirmar la posición inequívoca de la Comunidad del Caribe en favor de que Cuba asista a la Séptima Cumbre de las Américas en Panamá, en abril de 2015, en condiciones de igualdad soberana y sin condicionamientos de ninguna índole, en correspondencia con la postura solidaria expresada en distintos foros en toda la región.
21.Subrayar que la elaboración de la Agenda de Desarrollo Post-2015 debe ser un proceso universal, abierto, transparente e incluyente, basado en el respeto irrestricto de los Propósitos y Principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, y centrado en los tres pilares del desarrollo sostenible: la economía, la sociedad y el medio ambiente. En este contexto, recalcamos que dicha Agenda debe responder a las necesidades especiales de los pequeños Estados en desarrollo, en particular los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID), de acuerdo con sus respectivas legislaciones nacionales y prioridades de desarrollo en lo que respecta al logro del desarrollo sostenible. La Agenda debe incorporar también todos los elementos que conduzcan a un Desarrollo Sostenible, en particular la cultura, que debe ser un tema intersectorial de la Agenda, respecto del cual deben ser incluidas metas específicas en los objetivos pertinentes.
22.Afirmar que aún cuando los países de renta media de la región del Caribe hemos alcanzado significativos avances en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, todavía enfrentamos grandes retos en nuestro camino hacia el desarrollo, incluidos los que se derivan de nuestra condición de pequeñas islas y aquellos relacionados con el cambio climático. En este contexto, reiteramos nuestro llamado a que se adopten indicadores que reflejen de manera más adecuada la realidad de los países de renta media, y en particular los problemas específicos de los Estados caribeños, teniendo en cuenta que los actuales criterios referidos a los ingresos promedio, especialmente los criterios de los indicadores de ingreso per cápita, no reflejan los efectos multidimensionales de la pobreza, la desigualdad y la vulnerabilidad.
23.Celebrar con gran placer el exitoso resultado de la Segunda Cumbre de la CELAC en La Habana, celebrada los días 28 y 29 de enero de 2014, en particular la Declaración de La Habana, la histórica Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y de Gobierno, y las Declaraciones Especiales relativas a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, la cuestión de las reparaciones por la esclavitud y el genocidio de las poblaciones nativas y el establecimiento del Foro China-CELAC.
24.Reafirmar que el fortalecimiento de la CELAC como un foro para el diálogo y como actor político internacional es una de nuestras prioridades. En ese contexto, consideramos fundamental continuar fortaleciendo la integración regional mediante el diálogo político, la cooperación y el incremento del comercio entre los países del Caribe y América Latina. En ese sentido, reafirmamos la importancia de una activa participación de la CARICOM dentro de la CELAC, y apoyamos la inclusión de la Presidencia de la CARICOM en el Cuarteto de la CELAC.
25.Destacar la importancia que confiere la Comunidad del Caribe a la reparación de los daños ocasionados por el genocidio contra la población nativa y la esclavitud en el Caribe y su deseo de entablar un diálogo sobre reparación con los países europeos, íntimamente implicados en el genocidio contra la población nativa y la posesión de esclavos, para abordar las secuelas de este crimen de lesa humanidad;
26.Expresar nuestra gratitud al Gobierno y al Pueblo de la República de Cuba por la cálida acogida y hospitalidad dispensadas durante la Quinta Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad del Caribe y de la República de Cuba.
27.Celebrar la Sexta Cumbre CARICOM – Cuba el 8 de diciembre de 2017, en Antigua y Barbuda, y la Quinta Reunión Ministerial en La Habana en el mes de junio de 2016.
Aprobada en La Habana, Cuba, a los 8 días del mes de diciembre de 2014.

Intervención del Presidente Raúl Castro en la inauguración de la Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP sobre el ébola

lunes, 20 de octubre de 2014
Estimados Jefes de Estado y de Gobierno y Jefes de Delegaciones:

Excelentísimo Señor David Nabarro, enviado especial del Secretario General de las Naciones Unidas:
Excelentísima Señora Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud: 
Excelentísimo  Señor Didacus Jules, director general de la Organización de Estados del Caribe Oriental:

Les damos la más calurosa bienvenida a nuestro país con motivo de celebrarse la Cumbre Extraordinaria del ALBA sobre el Ébola, convocada a iniciativa del Presidente Maduro.
Compañeras y compañeros:

Una terrible epidemia se propaga hoy sobre los hermanos pueblos de África y nos amenaza a todos. El ébola ha dejado un saldo elevado de casos diagnosticados y fallecidos en varios países, incluyendo dos naciones ubicadas fuera de ese continente. 
Constituye un inmenso reto para la humanidad, que debe enfrentarse con la más absoluta urgencia. Se requieren acciones de la comunidad internacional en su conjunto, bajo la conducción de la Organización Mundial de la Salud, la Organización Panamericana de la Salud y la Misión de las Naciones Unidas para el Enfrentamiento de Emergencia al Ébola. 

Como parte del crisol de las culturas latinoamericanas y caribeñas, por las venas de “Nuestra América” corre sangre africana, aportada por quienes lucharon por la independencia y contribuyeron a crear la riqueza de muchos de nuestros países y de otros, incluyendo los Estados Unidos. 
África y Cuba están unidas por entrañables lazos. Más de 76 mil colaboradores cubanos han prestado sus servicios de salud en 39 países. Se han formado 3 392 médicos provenientes de 45 naciones, de manera totalmente gratuita.

En la actualidad, más de 4 mil cooperantes cubanos de la salud laboran en 32 países africanos y como explicará nuestro Ministro de Salud Pública, se incorporan todos al esfuerzo preventivo contra el ébola.

El pasado primero de octubre, respondiendo a la solicitud realizada por la Directora General de la Organización Mundial de la Salud, doctora Margaret Chan, y el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, señor Ban Ki-moon, una brigada médica especializada de Cuba viajó a Sierra Leona para participar en el enfrentamiento a esta epidemia y mañana martes 21 de octubre partirán rumbo a Liberia y Guinea otras dos brigadas, cuyas avanzadas ya se encuentran en ambos países.

Las numerosas alertas y preocupaciones sobre la insuficiencia de recursos aportados y el ritmo de las acciones, expresadas en días recientes, reflejan una creciente conciencia universal sobre la necesidad de actuar con urgencia a fin de evitar una crisis humanitaria de impredecibles consecuencias.
Tengo la convicción de que si esta amenaza no se frena y resuelve en África Occidental, con una respuesta internacional inmediata, eficaz y con recursos suficientes, coordinada por la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas, puede convertirse en una de las pandemias más graves de la historia de la humanidad. 

Ese noble y urgente objetivo reclama el esfuerzo y el compromiso indispensables de todas las naciones del mundo, según las posibilidades de cada una.
 

Consideramos que debe evitarse cualquier politización de este grave problema que nos desvíe del objetivo fundamental, que es la ayuda en el enfrentamiento a esta epidemia en África y en la prevención en otras regiones. 
A partir de lo que le expresé al Secretario General de la ONU el pasado 5 de septiembre, orientamos a nuestros representantes que participaron en eventos realizados en la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas, ratificar que Cuba está dispuesta a trabajar codo con codo, con todos los países, incluyendo los Estados Unidos.

Según las modestas experiencias del sistema de salud cubano, se necesita voluntad integradora, organización, planificación y articulación del trabajo no solo asistencial y curativo, sino preventivo, que requiere, como complemento indispensable, una labor sistémica y permanente, gran disciplina en el cumplimiento de los protocolos médicos, rigor y exigencia. En el transcurso de la reunión, trataremos los aspectos prácticos.
 

La manera de evitar ser afectados por el virus es prepararnos intensamente y trabajar colectivamente en las Américas en medidas preventivas y de manejo de la enfermedad para evitar su propagación.

Deseamos ofrecer a los integrantes del ALBA y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), propuestas de cooperación colectiva que puedan contribuir a la capacitación del personal de la salud y diseñar y aplicar medidas eficaces e integrales de prevención, dando prioridad a Haití y a los países del Caribe. Debemos contribuir todos con los estados que presenten mayores vulnerabilidades. Invitamos también a cooperar en este empeño a las naciones de América del Norte. 

Si los respectivos gobiernos estuvieran de acuerdo, nuestros colaboradores de la salud, que actualmente prestan servicios en América Latina y el Caribe, están dispuestos a apoyar, en todo lo que esté a su alcance, para prevenir, entrenar personal y ofrecer asesoría.
En pocas palabras, en 25 países de Nuestra América  contamos con 45 mil 952 colaboradores de la salud cubanos, de ellos 23 mil 158 médicos, el 50.4 por ciento, quienes junto a sus colegas del continente, constituyen una poderosa fuerza para cumplir este objetivo.
Tengamos presente, que muchos países de nuestra región disponen de 23 mil 944 médicos graduados hasta hoy en universidades cubanas, fundamentalmente en los últimos 15 años. 

Finalmente, el 14 de diciembre, conmemoraremos en una nueva Cumbre, en La Habana, el X Aniversario de la Alianza, fruto de la voluntad de los pueblos de nuestra región y la acción de Hugo Chávez Frías y Fidel Castro Ruz. Los esperamos y podremos pasar balance a lo que hoy acordemos.  

Sin más, dejamos inaugurada esta Cumbre Extraordinaria.

Muchas gracias.


Fuente ALBA-TCP

Siga paso a paso desarrollo de la Cumbre en
http://www.cubadebate.cu/noticias/2014/10/20/minuto-a-minuto-cumbre-del-alba-tcp-sobre-el-ebola/#.VEVBqRaoDIU

FARC-EP: No estamos en la recta final

martes, 2 de septiembre de 2014


Video en Youtube

Altos funcionarios del gobierno están creando la sensación de que con la visita de las primeras víctimas del conflicto y la presencia del general Javier Flórez y de un grupo de coroneles en La Habana, lo que sigue por añadidura es la entrega de las armas y la desmovilización de la guerrilla.   

En desarrollo de esta ficción, el presidente Santos ha anunciado la creación de un Comando Estratégico de Transición que estaría encargado de supervisar “cómo es que vamos a hacer esa transición, cómo es que vamos a supervisar la desmovilización del enemigo, cómo vamos a supervisar y garantizar la entrega de armas”. Atrevida argumentación si se tiene en cuenta que ninguno de estos asuntos ha sido tema de debate en las conversaciones, y que conceptos como “transición”, “desmovilización” y “entrega de armas”, no existen ni en la gramática del acuerdo de La Habana, ni mucho menos en el lenguaje de la guerrilla.

Es necesario precisar con relación a la creación del Comando de Transición, que de ninguna manera las FARC aceptan una jerarquía militar para resolver asuntos que son de carácter político por definición, y que aspectos tan importantes como la dejación de armas, también implican la desmilitarización de la sociedad y del Estado.

Nos preguntamos entonces a qué juega el gobierno con sus anuncios, cuando lo normal sería no crear falsas expectativas, y por el contrario explicar, que si bien se avanza en varios campos, lo que está por definirse, como es el caso de las transformaciones institucionales, aún toma tiempo.

Pareciera que la estrategia es hacer creer que el proceso de paz ha entrado en la recta final, en el mismo viejo esquema, carente de imaginación, de entender la paz como entrega de las armas, ahora subordinada al alto mando militar, y sin que se den los cambios sociales, económicos y políticos que reclama el país.

No deja de causar molestia que el gobierno siga actuando como si los puntos de vista de la contraparte en la mesa no tuvieran valor ni consecuencias. Así ocurre por ejemplo en el tratamiento del denominado marco jurídico y justicia transicional, respecto al cual hemos expresado nítidamente nuestra posición adversa por la unilateralidad como se viene imponiendo. Sobre esto, además, el Ministro de Gobierno, Juan Fernando Cristo, insiste en acelerar su trámite en el congreso anunciando la aprobación de la Ley Estatutaria correspondiente en una legislatura y no en dos, como si no hubiésemos advertido que toda esa maleza jurídica que están sembrando en el campo de la paz, deberán arrancarla más adelante, si se quiere llegar al Acuerdo Final.

Esto ocurre, pese a que en reiteradas ocasiones y de manera argumentada hemos explicado que en tanto en el conflicto colombiano no hay un vencedor ni un vencido, no es viable que el Estado imponga su juridicidad o pretenda fungir como juez y parte. El único marco jurídico que admitimos es el acuerdo general de La Habana en el que Estado e insurgencia son partes iguales. Recordemos que ahí, el numeral 5 del punto 3 referido a Fin del conflicto, expresa que “El Gobierno Nacional revisará y hará las reformas y los ajustes institucionales necesarios para hacer frente a los retos de la construcción de la paz”.

Los alardes y el ventajismo que colocan la visita del general Flórez a La Habana, como una demostración de victoria del establecimiento, no se corresponde con la disposición que la insurgencia ha mostrado en aras de buscar caminos dignos hacia la reconciliación.

Las tergiversaciones y reconceptualizaciones que el gobierno viene haciendo del acuerdo general de La Habana, de su agenda y de varios de los convenios que hemos hecho en su desarrollo nos obligan a pedir de manera pública una reunión de emergencia que permita repasar y esclarecer el sentido de lo pactado y retomar la bilateralidad que debe primar en la marcha de las decisiones que tengan que ver con el proceso.

Al mismo tiempo, cordialmente invitamos al Ministro de Gobierno a hacer presencia en La Habana para intercambiar sobre nuestros puntos de vista en torno a los problemas anteriormente expuestos y para darle nuestras apreciaciones sobre lo que realmente hemos acordado con los plenipotenciarios gubernamentales. Esto, en el entendido de que el proceso de paz no puede seguir andando por el riel de la agenda mediática y de las interpretaciones amañadas. Una sola es la agenda, y su contexto es el Acuerdo del 26 de agosto del 2012. Lo demás es fantasía.

Delegación de Paz de las FARC-EP
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Tomado de ANNCOL

La diversidad nace, la unidad se hace

miércoles, 29 de enero de 2014
Por Jorge Gómez Barata
CELAC, la cumbre de Nuestra América II

La CELAC contiene a todos los países latinoamericanos y caribeños pero también a todas sus contradicciones y conflictos; de ahí la pertinencia del llamado del presidente Raúl Castro a: “Mantener la unidad en la diversidad”.

 La unidad a que se refiere el presidente cubano no alude sólo a la historia compartida de países que habitan la misma región, formaron parte del sistema colonial ibérico, conocieron la esclavitud en la misma época y fueron saqueados con idéntica voracidad. Tampoco se limita a la lengua y la cultura común sino a las coincidencias políticas que permiten impulsar un proceso continental asociado al progreso y a la justicia social desde diferentes ópticas ideológicas, con proyectos propios de cada país y liderazgos diversos.

 La unidad y la cohesión política no emanan del acatamiento de la misma doctrina ni de sistemas políticos idénticos. Antes de la Revolución Cubana toda la América Latina era capitalista, oligárquica y aliada de Estados Unidos, lo cual no significaba que estuviera unida. Países que hablaban la misma lengua, tuvieron próceres comunes y creían en el mismo Dios, se aniquilaban salvajemente en los campos de batalla. La competencia por territorios y mercados y no la colaboración era la regla.

 Por su parte la diversidad tampoco se refiere a elementos externos sino a metas y tareas nacionales específicas. La variedad es un proceso espontaneo, mientras la unidad se construye conscientemente. Tampoco estar unidos implica deponer juicios particulares ni supone enfoques unánimes. De lo que se trata es de las tendencias generales que no son desmentidas sino enriquecidas por enfoques particulares. Hacer como que las diferencias y las contradicciones no existen no contribuye a aproximar las posiciones y le hace un flaco servicio a la unidad.

 Lo importante ahora, cuando el clima político predominante en América Latina, si bien no suprime las contradicciones ni las fricciones, permite que se traten de modo adecuado y en las instancias que corresponde es reforzar la cohesión hemisférica. La CELAC no es una corte de arbitraje ni un espacio para dirimir diferencias, sino todo lo contrario, un esfuerzo por reivindicar lo que une y encontrar objetivos y tareas comunes.

 La sabiduría de la Troika que ha acompañado a Cuba en la conducción de la organización durante este período ha sido formular una agenda basada en temas de máxima prioridad para todos los países, que por su carácter son susceptibles de enfoques colectivos y de esfuerzos comunes. Al alejarse de la cotidianidad política, de los puntos de vista doctrinarios y de los litigios, los debates al interior de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, pueden generar consensos mayores.

 Ese clima político al cual, a su aire, tributan todos los países, propicia un ambiente que auspicia a otras entidades y foros de concertación que desplieguen sus posibilidades. En un entorno político como el promovido por la CELAC funcionan mejor foros como el MERCOSUR, PETROCARIBE y la ALBA, que favorecidos por la unidad y la comprensión alcanza mayor eficacia.

 Por su enfoque plural y unitario la comunidad latinoamericana y caribeña favorece los proyectos binacionales y convive con opciones en la que participan algunos países y que por diferentes razones no constituyen un consenso regional. La integración económica necesita, como mínimo, la unidad y la cohesión política. Allá nos vemos.

Fuente: Blog Cayo Hueso
 Tomado de Cine reverso

Del “Destino manifiesto” a la Cumbre de CELAC

Por Manuel E. Yepe

El Destino Manifiesto, concepción desarrollada en las últimas décadas del siglo XVIII, atribuía a Estados Unidos la misión especial de llevar su sistema de organización económica, social y política, primero, a toda la América del Norte y, posteriormente, a todo el Hemisferio Occidental.

La expansión al Oeste se completó a fines del siglo XIX: los aborígenes fueron prácticamente aniquilados y los mexicanos vecinos perdieron casi la mitad de su territorio.
En 1823, el presidente estadounidense James Monroe proclamó su Doctrina, también conocida como Doctrina de América para los Americanos, que establecía que toda interferencia por cualquier potencia europea en las repúblicas latinoamericanas que surgían, sería considerada acto inamistoso contra Estados Unidos, que se atribuía el deber y el derecho de “proteger a la región” en gesto paternalista que pronto probó ser axiomático expansionismo.

A inicios del siglo XX, el recién proclamado Presidente de los Estados Unidos Teodoro Roosevelt, elaboró el añadido a la Doctrina Monroe conocido como el Corolario Roosevelt: “En el hemisferio occidental, la adscripción de los Estados Unidos a la Doctrina Monroe podría  forzarle, por muy renuente que ello resulte,…al ejercicio de una fuerza policial internacional.”

En 1912,  el Presidente estadounidense William H. Taft dijo que “no está lejos el día en que tres banderas de las estrellas y las barras, en tres puntos equidistantes marquen nuestro territorio: uno en el Polo Norte, otro en el Canal de Panamá y el tercero en el Polo Sur. Todo el hemisferio será nuestro, como ya nos pertenece moralmente en virtud de nuestra superioridad racial.”

Años más tarde, en los 60 del siglo XX, como parte de la estrategia de Estados Unidos para contrarrestar la influencia de las ideas liberadoras promovidas por la revolución cubana en América Latina, el Presidente John Kennedy proclamó la Alianza para el Progreso, un programa de supuesta complementación económica con Latinoamérica manteniendo las bases del intercambio desigual.

 A partir de la década de los 80, una implacable orientación neoliberal fue impuesta a las naciones de Latinoamérica y el Caribe con el objetivo de modelar sus economías a los requerimientos del imperialismo estadounidense en su etapa actual.

Con sus características recetas de privatización, apertura de mercados y liberalización, el neoliberalismo engendró estrategias de desarrollo supuestamente enderezadas a lograr la inserción de América Latina en la economía mundial globalizada. El mercado “libre” mundial —en verdad controlado por los países desarrollados y sus grandes corporaciones transnacionales— desplazaría a los mercados nacionales y al comercio regional latinoamericano que, inevitablemente, quedarían subordinados a aquel.

Según el discurso neoliberal, el mercado —liberado de toda regulación oficial— sería capaz de garantizar a cada país, de manera automática, las ventajas comerciales que determinarían su acceso a los beneficios derivados de los intercambios.

Pero la dura y cruel realidad en los años del reino neoliberal, demostró que, sin regulación y con la privatización como fórmula suprema, el mercado no generó desarrollo sino injusticia social, pobreza, exclusión, enriquecimiento ilícito, corrupción y humillante dominio imperialista sobre la región. Se requirieron brutales dictaduras militares para imponer sus reglas de juego y ni siquiera éstas pudieron acallar por mucho tiempo la rebeldía popular y los movimientos sociales.

En 2001, el General Colin Powells, entonces Secretario de Estado de Estados Unidos, confesó en un discurso que "nuestro objetivo es garantizar para las empresas norteamericanas el control de un territorio que se extiende desde el Ártico hasta la Antártica y el libre acceso, de nuestros productos, servicios, tecnologías y capitales por todo el hemisferio sin obstáculos de ninguna clase."

Por los mismos motivos que tuvo hace cinco siglos el imperio inglés para defender la “libertad de los mares” en el mundo -porque contaba con una flota contra la que ninguna otra nación podía presentar competencia-, el imperialismo estadounidense ha venido  enarbolando en estos tiempos la bandera de la “libertad de comercio” a partir de la enorme ventaja que le brinda su nivel de desarrollo económico ampliamente superior en el continente.

Hoy, cuando el discurso  imperialista es tan agresivo como en su peor momento anterior y Washington declara guerras asimétricas y lanza cruzadas contra naciones del tercer mundo bajo falsas acusaciones de terrorismo, narcotráfico, violación de derechos humanos y otros delitos en los que la superpotencia sobresale como transgresor a nivel global, el panorama político del continente cambia aceleradamente. 

La II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, foro de unidad en la diversidad recién celebrado en La Habana con la participación de prácticamente todos los jefes de Estado y de Gobierno de la región, así lo prueba.

Enero 29 de 2014.

CELAC: Ganadores y perdedores de la Cumbre de La Habana

Por Juan Manuel Karg*

Al momento de escribir este texto, finalizaban en La Habana, Cuba,  las reuniones presidenciales en el marco de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos. 

Tras propuesta del país anfitrión, se declaró a América Latina y el Caribe como "territorio de paz". Asimismo, se avanzó en un plan contra el hambre y la desigualdad, y se firmaron una serie de documentos con el eje puesto en la soberanía. ¿Qué niveles de acuerdos se lograron? ¿Cómo continuará la integración regional? ¿Qué significado tuvo la presencia de Ban Ki Moon (ONU) y José María Insulza (OEA) en La Habana?

Finalizada la II Cumbre de la CELAC, podemos afirmar que uno de los grandes derrotados de este cónclave ha sido nada menos que el gobierno de EE.UU. No sólo por su ausencia en la reunión, algo que ya estaba previsto desde la propia conformación de la CELAC -que lo excluye, junto a Canadá, de su funcionamiento-, sino porque la II Cumbre fue en Cuba, lo que significó un revés instantáneo para Washington en su intento de aislar a la isla en su otrora “patio trasero”, y en el mundo. La visita del propio Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, legitimando la reunión, sus reuniones con Fidel y Raúl Castro, y su visita a la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) fueron parte de un triunfo político, diplomático (y también simbólico) de la isla. “Cuba tiene una larga historia de cooperación. Los médicos cubanos son los primeros en llegar y los últimos en retirarse. Cuba puede enseñarle al mundo sobre su sistema de salud, basado en la atención primaria, con importantes logros como una baja mortalidad, una mayor esperanza de vida y una cobertura universal”, fue la contundente frase de Ban Ki Moon durante su recorrido por la ELAM, algo que, en general, los grandes medios de comunicación del continente no han difundido.

Los discursos y la acción

En la plenaria general de Presidentes, Rafael Correa despabiló a todos con su crítica frontal a la OEA. Lo escuchaba nada menos que su Secretario General, José María Insulza- quien fue a La Habana con bajo perfil, asumiendo una derrota (aún relativa) del organismo que conduce en manos de la propia CELAC-. “¿Para qué sirve la OEA si no es capaz de rechazar el colonialismo británico en las Islas Malvinas; si tiene su sede en el país del criminal bloqueo a Cuba?”, se preguntó el presidente ecuatoriano, quien también afirmó que “la única forma de liberarse del imperio del capital es la integración real de las naciones del área”.

A su vez, la lucha por la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas fue un eje transversal en la casi totalidad de las intervenciones, incluida la de Cristina Fernández de Kirchner, quien denunció la violación del Tratado de Tlatelolco -relativo a la desnuclearización de América Latina- por parte de Gran Bretaña, a través de submarinos nucleares en el Atlántico Sur. También hubo consenso, en líneas generales, en que “sin Puerto Rico la CELAC está incompleta”, una frase que se repitió constantemente para hacer alusión a la ausencia de la isla y a su situación neocolonial, a raíz de la propuesta venezolana de poder integrar a la isla a esta herramienta de integración.

El combate a la pobreza y la desigualdad fue otro tópico trabajado por la mayoría de los Jefes de Estado, en una América Latina y el Caribe con unos 50 millones de pobres. Acá, sin embargo, encontramos un contrapunto entre aquellos países que plantearon la necesidad de una mayor intervención estatal en la generación de nuevos puestos de trabajo, y otros que han defendido (y defienden) una apertura mayor a los capitales privados –incluso transnacionales- para el “desarrollo” de los países de la región. El mejor ejemplo para graficar esta última posición fue la intervención del presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien venía de asistir al Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. Peña Nieto defendió la reciente “reforma energética” –que no ha sido otra cosa que la pérdida del monopolio estatal sobre los hidrocarburos- como forma de estimular el crecimiento del país. Además fue el único presidente que, durante su intervención, no saludó a Cuba por su presidencia pro témpore durante el año que pasó, algo que se repitió en todos los demás oradores.

¿Como sigue la CELAC en 2014?

La presidencia pro témpore pasó ahora a manos de Costa Rica, país que el próximo 2 de febrero tendrá una elección crucial entre, precisamente, dos modelos de país: el actual, representado en Johnny Araya (PLN) y el de un horizonte de transformación política y económica representado en el joven candidato del Frente Amplio José María Villalta. El resultado de esta elección –y de una posible segunda vuelta- también tendrá que ver con el desarrollo de la CELAC en el año. La voluntad de Cuba, durante 2013, ha sido vital para el desarrollo del organismo –quien aún depende, por su pronta gestación, de cierto “voluntarismo” de algunos actores-. ¿De ganar Villalta, asumirá un papel de protagonismo en su carácter de presidencia pro témpore de este importante organismo regional? Sin dudas propulsará un mayor impulso a la CELAC que de continuar el PLN.

Ahora bien, otra conclusión ha sido la necesidad de avanzar a una mayor "cotidianeidad" de la CELAC. El contexto de América Latina y el Caribe necesita un esfuerzo diario para que la integración en todos los niveles -social, económica, política y cultural- pueda producirse. Aquí probablemente pueda mencionarse como interesante la propuesta de "gabinete permanente" que el uruguayo José Mujica llevó a la plenaria presidencial, propuesta luego retomada por el presidente venezolano Nicolás Maduro. Significaría el involucramiento de más actores en la toma cotidiana de decisiones de índole de integración, con contacto directo con los presidentes -con el ideario de no replicar la burocracia de "cuadros intermedios" que, de acuerdo a los análisis hechos por varios Jefes de Estado, torna más lenta las definiciones-. Las funciones de este "gabinete permanente" sería aumentar el flujo de tareas entre cumbre y cumbre, algo necesario para no repetir algunos errores del pasado.

En definitiva, tras la II Cumbre de La Habana, la CELAC se ha consolidado como herramienta integracionista de primer orden para los 33 países involucrados, y en una referencia a nivel internacional, como lo ha comprobado la propia presencia de Ban Ki Moon -mal que le pese a Washington-. Es tarea de los países involucrados no sólo preservar, sino profundizar, lo logrado hasta el momento. Otra integración, autónoma, abierta a los intereses de las grandes mayorías y no de las élites de nuestros países, no sólo es necesaria sino también es posible.

* Licenciado en Ciencia Política UBA, Investigador del Centro Cultural de la Cooperación - Buenos Aires
 Enviado por su autor a Cubacoraje
Caricatura de Vicman

Concluye hoy II Cumbre de Celac con importantes pronunciamientos


La II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) concluye hoy con importantes pronunciamientos, en particular al proclamar a la región como Zona de Paz y libre de armas nucleares.

Tal acuerdo resulta trascendental cuando persisten conflictos bilaterales en la región, que en el caso, por ejemplo de Chile y Perú, provocó una decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre un diferendo territorial.

Se trata de una propuesta de Cuba, que en su calidad de presidente pro témpore de la agrupación también impulsó el combate al hambre, la pobreza y la desigualdad, temas que merecerán significativos pronunciamientos de los mandatarios del bloque.

Otra de las iniciativas que parece tener luz verde es la creación de un foro Celac-China, con énfasis en los temas económicos y el papel fundamental que está jugando el gigante asiático en el mundo.

La cumbre se pronunciará decisivamente en favor del proceso de paz que el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (Farc-EP) negocian desde hace más de un año en La Habana.

Precisamente la insurgencia colombiana había solicitado a Celac mayor involucramiento en el apoyo a estas pláticas.

La cita de La Habana reiterará el acompañamiento al reclamo soberano argentino sobre las islas Malvinas, entre otros asuntos que daran sustancia a varios comunicados especiales de esta reunión.

Quizás lo más importante de la cumbre cubana sea refrendar a la Celac como espacio de unión dentro de la diversidad de los países que la integran, todos los del continente excepto Estados Unidos y Canadá.

Por ello el presidente cubano, Raúl Castro, consideró prioritaria la creación "un espacio político común, en el que avancemos hacia el logro de la paz y el respeto entre nuestras naciones".

Así lo expresó al inaugurar la segunda cumbre de este grupo integracionista. En la ocasión expresó que Celac debe considerar como principios irrenunciables a la autodeterminación, soberanía e igualdad soberana de los Estados.

En esta jornada de clausura, Cuba entregará la presidencia pro témpore de la agrupación a Costa Rica, que la recibirá la mandataria de ese país centroamericano, Laura Chinchilla.

De aquí a la Cumbre de San José, la tercera de Celac, esta joven agrupación podrá haber dado un paso más en el camino de la unidad y de su propia maduración, según valoran analistas de la región.

Fuente: Prensa Latina
 Tomado de AlbaTV

 Lea, relacionado con la II Cumbre de CELAC

Maduro: "Convirtamos a la CELAC en un territorio libre de colonialismo"

Presidente Correa pide que Celac sustituya a la OEA

Texto de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, II Cumbre CELAC, La Habana, enero de 2014



(El Original ha sido firmado por las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)

Las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), reunidos en La Habana, Cuba, los días 28 y 29 de enero de 2014 en la II Cumbre, en nombre de sus pueblos e interpretando fielmente sus anhelos y aspiraciones,

Ratificando el compromiso de sus países con los Propósitos y Principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, y conscientes de que la prosperidad y estabilidad de la región contribuyen a la paz y seguridad internacionales,

Conscientes de que la paz es un bien supremo y anhelo legítimo de todos los pueblos y que su preservación es un elemento sustancial de la integración de América Latina y el Caribe y un principio y valor común de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC),

Reafirmando que la integración fortalece la visión de un orden internacional justo, afirmado en el derecho y en una cultura de paz que excluye el uso de la fuerza y los medios no-legítimos de defensa, entre ellos las armas de destrucción masiva y, en particular, las armas nucleares,

Destacando la relevancia del Tratado de Tlatelolco para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe que estableció la primera zona libre de armas nucleares, en un área densamente poblada, siendo este una contribución a la paz y la seguridad regional e internacional,

Reiterando la urgente necesidad del Desarme Nuclear General y Completo, así como el compromiso con la Agenda Estratégica del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (OPANAL), adoptada por los 33 Estados miembros del Organismo, en la Conferencia General de Buenos Aires en agosto de 2013.

Recordando los principios de paz, democracia, desarrollo y libertad que inspiran las actuaciones de los países miembros del SICA,

Recordando la decisión de las Jefas y Jefes de Estado de UNASUR de fortalecer a Suramérica como Zona de Paz y Cooperación,

Recordando el establecimiento, en 1986, de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur,

Recordando también nuestro compromiso, acordado en la Declaración de la Cumbre de la Unidad de la América Latina y el Caribe, el 23 de febrero de 2010, de promover la implementación de mecanismos propios de solución pacífica de controversias,

Reiterando nuestro compromiso de que en América Latina y el Caribe se consolide una Zona de Paz, en la cual las diferencias entre las naciones se resuelvan de forma pacífica, por la vía del diálogo y la negociación u otras formas de solución, y en plena consonancia con el Derecho Internacional,

Conscientes también del catastrófico impacto global humanitario y a largo plazo del uso de las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva, y de las discusiones en curso sobre este tema

Declaramos:

1.  América Latina y el Caribe como Zona de Paz basada en el respeto de los principios y normas del Derecho Internacional, incluyendo los instrumentos internacionales de los que los Estados miembros son parte, y los Principios y Propósitos de la Carta de las Naciones Unidas;

2.  Nuestro compromiso permanente con la solución pacífica de controversias a fin de desterrar para siempre el uso y la amenaza del uso de la fuerza de nuestra región;

3.  El compromiso de los Estados de la región con el estricto cumplimiento de su obligación de no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro Estado y observar los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos;

4.  El compromiso de los pueblos de América Latina y el Caribe de fomentar las relaciones de amistad y de cooperación entre sí y con otras naciones, independientemente de las diferencias existentes entre sus sistemas políticos, económicos y sociales o sus niveles de desarrollo; de practicar la tolerancia y convivir en paz como buenos vecinos;

5.  El compromiso de los Estados de la América Latina y el Caribe de respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones;

6.  La promoción en la región de una cultura de paz basada, entre otros, en los principios de la Declaración sobre Cultura de Paz de las Naciones Unidas.

7. El compromiso de los Estados de la región de guiarse por la presente Declaración en su comportamiento internacional;

8. El compromiso de los Estados de la región de continuar promoviendo el desarme nuclear como objetivo prioritario y contribuir con el desarme general y completo, para propiciar el fortalecimiento de la confianza entre las naciones.

Instamos a todos los Estados miembros de la Comunidad Internacional a respetar plenamente esta Declaración en sus relaciones con los Estados miembros de la CELAC.

Foto Oficial de la Cumbre, por Marcelino Vázquez Hernández

¿Veremos “ruinas humeantes” durante la Cumbre de la CELAC?

Por Iroel Sánchez

El “luchador por la libertad” Guillermo Fariñas 
junto a Luis Posada Carriles
“Fuerzas invasoras aislaron hoy el puerto de Bayamo, en la costa sur de la provincia de Oriente”, decía un día después de iniciada la invasión que terminaría derrotada en Playa Girón la agencia UPI. Pero ni Bayamo tiene puerto ni allí ocurrió ningún combate por aquellas jornadas.

La agencia AP, por su parte, había reportado el día anterior: “La mayor parte de la milicia de 400 mil hombres reclutada por Castro ya ha desertado y la batalla decisiva se realizará dentro de unas horas”. Mientras, la emisora Radio Swan decía que “los luchadores por la libertad atacaron el hotel Hilton (actual Habana Libre) durante la noche pasada y lo incendiaron. El hotel ardió toda la noche y ahora es un montón de ruinas humeantes”. Sin embargo, en el emblemático edificio de la capital cubana no se había escuchado un solo disparo.

La combinación de dinero, “luchadores por la libertad” y mentiras mediáticas no ha dejado desde entonces de acumular derrotas para Washington en sus acciones contra Cuba y parece estar en la víspera de otro resonante papelón a propósito de la celebración en La Habana de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

El Segundo Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos ha llamado, desde su cuenta en Twittera los periodistas llegados a La Habana para cubrir el evento a ”buscar voces independientes sobre la realidad en Cuba”. Insatisfecho con la hegemonía mediática de que goza su país, el extraño diplomático trata a los profesionales de la prensa extranjera en Cuba como si fueran sus subordinados y les dice abiertamente lo que tienen que hacer y con quién deben hablar.

Tweet enviado por Conrad Triblle, Segundo Jefe de la Sección de Intereses de EE.UU. en Cuba en la tarde del 25 de enero.
Tweet enviado por Conrad Triblle, Segundo Jefe de la Sección de Intereses de EE.UU. en Cuba en la tarde del 25 de enero.

Lo que este señor llama “voces independientes” son las personas que EE.UU. paga y controla para cumplir sus objetivos de “cambio de régimen” en la Isla. En los documentos revelados por Wikileaks y suscritos por los propios diplomáticos estadounidenses se dice que estos individuos “dirigen sus mayores esfuerzos a obtener recursos suficientes para solventar las necesidades del día a día de los principales organizadores y sus seguidores claves” y que “si bien la búsqueda de recursos es su principal preocupación, la segunda más importante parece ser limitar o marginar las actividades de sus antiguos aliados de manera de reservarse el poder y el acceso a los escasos recursos”. Los “escasos recursos” son los veinte millones de dólares anuales que les destina el presupuesto federal estadounidense.

Otros cables publicados por Wikileaks hablan de la penetración de estos grupos por la contrainteligencia cubana, cosa que acaba de comprobarse con la filtración del documento que pensaban publicar durante un evento “alternativo” a la Cumbre de la CELAC. Suscrito por personas que han llamado a la CELAC “versión subdesarrollada de la OEA” no sorprende que su lenguaje sea el de Washington, particularmente el de las declaraciones del Secretario de Estado John Kerry sobre Cuba,  y utilice sus mismos términos como “concierto hemisférico” en vez de “Patria grande” o “Nuestra América”. CADAL, la organización que desde Argentina patrocina el nuevo show ha sido ausada en medios solventes de ese país como el diario Página 12 por ”su estrecha relación con dos entes como la Usaid (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional) y laNED (Fundación Nacional para la Democracia) que la financian, la aproximan demasiado al exilio anticastrista de Miami”.

La USAID es la principal aportadora de fondos para el cambio de régimen en Cuba y la NED -que en el 2011 entregó 60 000 dólares a CADAL- ha sido señalada por The New York Times como una pantalla de la CIA El diario neoyorkino la describió en su primera plana el 31 de marzo de 1997, en un texto firmado por John M. Broder,  como una organización creada “para hacer de manera abierta lo que ha hecho la Agencia Central de Inteligencia subrepticiamente durante décadas, dona 30 millones cada año para brindar apoyo a cosas como partidos políticos, sindicatos, movimientos de disidentes y los medios de prensa en decenas de países.”

El “luchador por la libertad” que sirve de anfitrión  a CADAL en Cuba es Guillermo Fariñas, un mitómano que no ha vacilado en retratarse orgullosamente junto al terrorista Luis Posada Carriles, autor de la explosión en pleno vuelo de un avión civil cubano que costó 73 vidas y condenado en un tribunal panameño por intentar el asesinato de Fidel en el paraninfo de la principal universidad istmeña.

Si los medios de comunicación internacionales quieren ver su credibilidad convertida en un “montón de ruinas humeantes”,  como pasó a AP, UPI y Radio Swan en los días de Girón, tal vez lo mejor que pueden hacer es seguir las torpes instrucciones que en su desesperación les intenta hacer llegar el Segundo Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba.

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