Buscar en este blog

Mostrando entradas con la etiqueta Religión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Religión. Mostrar todas las entradas

Drácula, Dios, qué es la muerte y los viajes en el tiempo

lunes, 30 de julio de 2012
Por Acratosaurio Rex
A ver, que esto va de preguntas trascendentes y tremebundas. Preguntas que me hace uno a la hora de la siesta. ¿Existe Dios? No. Este universo no puede haberlo organizado ningún Gran Fantasma. A la vista está que los fantasmas viven en castillos ululando y arrastrando cadenas. Un fantasma muy grande tendría que ser muy visible y aullante, todos tendríamos que escucharlo, y yo no oigo nada. ¡Pero pudiera ser que Dios existiese de algún modo! En mi opinión, tanto como Drácula. Si existe un vampiro inmortal que duerme en un ataúd de día y sale de noche a beber sangre de víctimas inocentes, Dios existe. Si no, Dios no existe.
¿Y la muerte es definitiva? Pues sí. Cuando uno muere, s'acabó. Pierde su sistema nervioso, su cerebro y la conciencia se diluye y pasa al Universo Inconsciente, igual que antes de nacer. Estar muerto es lo mismo que no haber nacido, por resumir. Acuérdate de ese tiempo de amnesia del que no recuerdas nada, y eso es la muerte. ¿Puede uno resucitar de entre los muertos? Parece que no, porque si miras a tu alrededor, no verás muertos resucitados, lo cual sería muy inquietante, como en las pelis de la Milla Jovovich. Y (por añadir algo) como tampoco ves viajeros del tiempo, o bien los viajes al pasado son imposibles ya que no hay gente con antenas fotografiándonos, o bien somos el futuro más avanzado y aún no hemos aprendido a hacerlos.
Pero eso es muy triste -me dice el pavo-, desaparecer en el olvido, qué palo. ¿Qué consuelo puedes darme a mí, que deseo eludir a la muerte, oh Acratosaurio?
Quien no se consuela es porque no quiere. Hay tres teorías racionales mediante las que podrías resucitar. La primera es la Teoría del Universo Cíclico, dejando pasar suficiente tiempo, todo se volvería a repetir, las moléculas que te constituyen revitalizarían tu combinación, y adquirirías nueva conciencia. Lo malo es que eso podría ocurrir en cualquier sitio, vete a saber, imagina que recuperas la conciencia en medio del espacio. O apareces en lo alto del plato de Hitler... Menudo rollo. Y muy difícil, porque nunca ha pasado, con lo cual volvemos a ser los primeros. La segunda es mediante la Teoría de la Creación de Dios. Dios no existe, pero puede existir algún día. Dado que la vida en el Universo tiende a la complejidad, va de la célula, a los organismos superiores que copulan, en un futuro lejano se irá estructurando un organismo grande e inteligente que iría dotándose de las cualidades de Dios, proceso que seguramente podríamos acelerar los anarquistas lanzándole bombas termonucleares. Una vez creado Dios, solo tendríamos que solicitarle que resucitase a los muertos, nos concediese la inmortalidad y bajase la prima de riesgo a niveles aceptables... Aunque vete a saber lo que haría ese especimen, que lo mismo tiene un mal genio del copón y nos fulmina. La tercera es la Teoría del Unverso raro e inexplicable, que por ser inexplicable no te lo puedo explicar.
Espero haberte consolado. En el Todo, la Nada. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.

El origen del entusiasmo por la Semana Santa

viernes, 6 de abril de 2012
Por Acratosaurio Rex

Estamos en Semana Santa, el viernes es ejecutado Dios, tras su agitada detención en el Huerto. Veamos algunos puntos oscuros del asunto. El primero, que la doctrina cristiana está deslegitimada, porque Pedro fue un violento, que cuando detenían al predicador, cogió la espada y le cortó la oreja a Malco (1), colaborador de la policía y mayordomo de Caifás.  

Exacto. Si por tirar una botella de agua vacía (plástico), o por increpar a un diputado de la Generalitat, los periodistas apesebrados juran que «la protesta ha perdido toda su legitimidad», aunque protesten sordomudos ciegos parapléjicos, ¿qué dirían sus excelencias de Pedro, si cogiera un cúter y le rebanase la pilila al señor Puig durante una de sus emisiones radiofónicas? La que se liaría sería floja. Porque, vamos, puede que Jesús fuese un experto cirujano en lo de coser orejas, pero en Cataluña, hoy día, aunque el carpintero de Nazaret le grapase tres mingas de rata al conseller de Interior pa resarcirle la pérdida, la antiterrorista se la aplicaban de seguido. Seguro. Doctrina Parot, atentado a la autoridad, resistencia a la detención, intento de homicidio contra un funcionario, empleo de armas de guerra…, treinta años de prisión.

En fin, la locura crece y parece que no tendrá fin. La Semana Santa, el Jueves Santo  y el Fantasma Santo, hay que recordar una vez más, de dónde vienen. Aquí, sabedlo, hay mucha veneración a esos ídolos, gracias al fascismo.

En España, tras el golpe de Estado, se reprimió a la población y se prohibieron sus organizaciones. Cárcel, torturas, fusilamiento, exilio, niños adoctrinados en la escuela, y el cura dando informes de todo el mundo: este es ateo, aquél desafecto, el de más allá es chusma republicana. Mátenlos a todos.

Así que, una vez eliminados los disidentes, los aterrorizados sobrevivientes solo tenían dos vías de escape para expresar su sociabilidad: el asociacionismo deportivo, y el religioso. El asociacionismo religioso tenía —además— la ventaja de ser un dato recomendable para las autoridades del Régimen, a la hora del curro, o de recibir el principesco racionamiento de 200 gramos de bacalao salado semanal en 1940.

Claro, antes del fascismo, la religiosidad popular era débil, los curas desacreditados, las iglesias vacías. Entonces las imágenes eran sacadas por estibadores a sueldo, y las gentes laboriosas celebraban bodas sin sacerdote y sin juez. Pero después del triunfo de los fachas, para estar bien visto, cuando llegaba el Viernes Santo, a ponerse un capirote («tonto de capirote») y hala, a hacer el gil llevando el paso y la estación de penitencia. Y una cosa lleva a la otra, y ahora, los nietos de los que fueron ejecutados, martirizados, torturados por los fachas, se apresuran para venerar los tótems de los caciques que masacraron física y mentalmente a sus abuelos. Tiene guasa la cosa.

Trompetas, tambores y siniestros capirotes. El paso, que lo lleven los soldados. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.


NOTA
(1) Nuevo Testamento Juan 18, 10. Arresto de Jesús. Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja derecha. El servidor se llamaba Malco.

FIDEL: La necesidad de enriquecer nuestros conocimientos

viernes, 30 de marzo de 2012

Reflexiones del Compañero FIDEL: La necesidad de enriquecer nuestros conocimientos

Las escenas fílmicas de la matanza en Libia, que comienzan a conocerse, indignan por la ausencia total de humanismo y las groseras mentiras que sirvieron de pretexto para invadir y apoderarse de los recursos naturales de aquel país.

Con más de 25 mil misiones de combate la aviación militar de la OTAN apoyó el monstruoso crimen.
Afirmaron que el Gobierno de Libia poseía fondos en el exterior que superaban los 200 mil millones de dólares. Nadie sabe en este instante dónde está y qué se ha hecho con ese dinero.

 Un proceso electoral fraudulento garantizó el despojo de la presidencia del país más poderoso a favor de George W. Bush, un alcohólico sin tratamiento médico ni los más elementales principios éticos, quien ordenó a los graduados de West Point estar listos para atacar sorpresivamente y sin previo aviso a 60 o más oscuros rincones del mundo.

 Semejante enajenado, a través de una maletica, podía decidir el uso de miles de armas nucleares; con un porcentaje mínimo de las mismas podía poner fin a la vida humana en el planeta.

 Es triste recordar que en el lado opuesto de la superpotencia yanqui, otro enajenado, con tres botellas de Vodka en el estómago, proclamó la desintegración de la URSS y el desmantelamiento de más de 400 emplazamientos nucleares a cuyo alcance estaban todas las bases militares que amenazaban a ese país.

 Aquellos acontecimientos no constituyeron una sorpresa.  A lo largo de muchos años de lucha, la experiencia adquirida, el contacto con los acontecimientos, las ideas y los procesos históricos no daban lugar a sorpresa alguna.

 Hoy los dirigentes rusos tratan de reconstruir aquel poderoso Estado que tanto esfuerzo y sacrificio costó crear.

 Cuando el Papa Juan Pablo II visitó nuestro país en 1998, más de una vez antes de su llegada conversé sobre variados temas con algún enviado suyo. Recuerdo particularmente la ocasión en que nos sentamos a cenar en una pequeña sala del Palacio de la Revolución con Joaquín Navarro Valls, Vocero del Papa, sentado frente a mí. A la derecha estaba un sacerdote amable e inteligente que venía con el Vocero y acompañaba a Juan Pablo II en las misas.

 Curioso por los detalles, le pregunto a Navarro Valls ¿Usted cree que el inmenso cielo con millones de estrellas se hizo para placer de los habitantes de la tierra cuando nos dignamos a mirar hacia arriba alguna noche?  “Absolutamente” -me respondió. “Es  el único planeta habitado del Universo”.

 Me dirijo entonces al sacerdote y le digo ¿Qué piensa usted de eso padre? Me responde: “A mi juicio hay un 99,9 por ciento de posibilidades de que exista la vida inteligente en algún otro planeta”. La respuesta no violaba ningún principio religioso. Mentalmente multipliqué no se sabe cuántas veces la cifra. Era el tipo de respuesta que yo consideraba correcta y seria.
Después aquel noble sacerdote fue siempre amistoso con nuestro país. Para compartir la amistad no hay que compartir las creencias.

 Hoy jueves, como ocurre con frecuencia creciente, una entidad europea de conocida solvencia sobre el tema expresa textualmente:

 “Podría haber miles de millones de planetas no mucho más grandes que la Tierra orbitando débiles estrellas en nuestra galaxia, de acuerdo con un equipo internacional de astrónomos.
 “Este número estimado de ’súper-Tierras’ -planetas con hasta diez veces la masa de la Tierra- se basa en detecciones ya realizadas y luego extrapoladas para incluir la población de las llamadas ‘estrellas enanas’ de la Vía Láctea.

 “‘Nuestras nuevas observaciones con Harps arrojan que alrededor del 40% de las estrellas enanas rojas tienen una ’súper-Tierra’ orbitándola en su zona habitable, donde puede existir agua en estado líquido en la superficie del planeta’, dijo Xabier Bonfills, jefe del equipo del Observatorio de Ciencias del Universo de Grenoble, Francia.

 “‘Debido a que las enanas rojas son tan comunes -hay como 160.000 millones de ellas en la Vía Láctea- esto nos lleva a los sorprendentes resultados de que hay decenas de millones de esos planetas solo en nuestra galaxia’”.

 “Sus estudios sugieren que hay ’súper-Tierras’ en zonas habitables en el 41% de los casos, con un rango del 28 al 95%.

 “‘40% de las estrellas enanas rojas tienen una  ’súper-Tierra’ orbitándola en su zona habitable, donde puede existir agua en estado líquido’”.

 “Eso lleva a la pregunta obvia, sobre si alguno de esos planetas no solamente es habitable sino que tiene vida”.

 “Pero estas estrellas son dadas a las erupciones estelares, que pueden bañar a los planetas cercanos con rayos X o radiación ultravioleta, lo que puede hacer menos probable la existencia de vida.

 “‘Tenemos idea de cómo encontrar rasgos de vida en esos planetas’, dijo el investigador del Observatorio de Génova, Stephane Udry”.

 “‘Si podemos ver trazas de elementos relacionados con vida como oxígeno en esa luz, entonces podríamos obtener indicios sobre si hay vida en ese planeta’”.

 La simple lectura de estas noticias demuestran la posibilidad y la necesidad de enriquecer nuestros conocimientos, hoy fragmentados y dispersos.

 Quizás nos lleve a posiciones más críticas acerca de la superficialidad con que abordamos problemas tanto culturales como materiales. A mí no me cabe la menor duda de que nuestro mundo cambia mucho más aceleradamente de lo que somos capaces de imaginar.







Fidel Castro Ruz
Marzo 29 de 2012
8 y 15 p.m.

FIDEL: Los tiempos difíciles de la humanidad

miércoles, 28 de marzo de 2012
Reflexiones del Compañero FIDEL: Los tiempos difíciles de la humanidad

El mundo está cada vez más desinformado en el caos de acontecimientos que se suceden a ritmos jamás sospechados.

Los que hemos vivido un poco más de años y experimentamos cierta avidez por la información, podemos testificar el volumen de ignorancia con que nos enfrentábamos a los acontecimientos.

Mientras en el planeta un número creciente de personas carecen de vivienda, pan, agua, salud, educación y empleo, las riquezas de la Tierra se malgastan y derrochan en armas e interminables guerras fraticidas, lo cual se ha convertido -y se desarrolla cada vez más- en una creciente y abominable práctica mundial.

Nuestro glorioso y heroico pueblo, a pesar de un inhumano bloqueo que dura ya más de medio siglo, no ha plegado jamás sus banderas; ha luchado y luchará contra el siniestro imperio. Ese es nuestro pequeño mérito y nuestro modesto aporte.

En el polo opuesto de nuestro planeta, donde se ubica Seúl, capital de Corea del Sur, el presidente Barack Obama se reúne en una Cumbre de seguridad nuclear, para imponer políticas relacionadas con la disposición y uso de armas nucleares.

Se trata sin dudas de hechos insólitos.

Personalmente no me percaté de estas realidades por simple casualidad. Fueron las experiencias vividas durante más de 15 años desde el triunfo de la Revolución cubana -tras la batalla de Girón, el criminal bloqueo yanki para rendirnos por hambre, los ataques piratas, la guerra sucia y la crisis de los cohetes nucleares en octubre de 1962 que puso al mundo al borde de una siniestra hecatombe-, cuando llegué a la convicción de que marxistas y cristianos sinceros, de los cuales había conocido muchos; con independencia de sus creencias políticas y religiosas, debían y podían luchar por la justicia y la paz entre los seres humanos.

Así lo proclamé y así lo sostengo sin vacilación alguna. Las razones que hoy puedo esgrimir son absolutamente válidas y aún más importantes todavía, porque todos los hechos transcurridos desde hace casi 40 años lo confirman; hoy con más razón que nunca, porque marxistas y cristianos, católicos o no; musulmanes, chiítas o sunitas; libre pensadores, materialistas dialécticos y personas pensantes, nadie sería partidario de ver desaparecer prematuramente a nuestra irrepetible especie pensante, en espera de que las complejas leyes de la evolución den origen a otra que se parezca y sea capaz de pensar.

Gustosamente saludaré mañana miércoles a Su Excelencia el Papa Benedicto XVI, como lo hice con Juan Pablo II, un hombre a quien el contacto con los niños y los ciudadanos humildes del pueblo suscitaba, invariablemente, sentimientos de afecto.

Decidí por ello solicitarle unos minutos de su muy ocupado tiempo cuando conocí por boca de nuestro canciller Bruno Rodríguez que a él le agradaría ese modesto y sencillo contacto.



Fidel Castro Ruz
Marzo 27 de 2012
8 y 35 p.m.

ASIGNACION A LA IGLESIA

jueves, 26 de enero de 2012
LECORBUSIER - TIEMPOS MODERNOS

Estamos en las rebajas de enero desde hace unos años en prácticamente todos los campos, ¿en todos? en todos no, hay en algunos donde no se ha metido la tijera y en por lo que yo sé estos son fundamentalmente dos: uno, los privilegios de los cargos políticos que andan chupando del frasco del dinero público y que los tíos no ha bajado su tren de vida y el otro es la iglesia que la única crisis que tienen son las de la vocaciones porque la cantidad de dinero que recibe de las administraciones sigue también intacto. A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar no sea que…   SEGUIR LEYENDO..................

Dios existe

lunes, 22 de agosto de 2011
Por Koldo Campos Sagaseta



La primera prueba de su existencia la tuve hace algunos años, cuando Fidel Castro enfermó y, en Miami, la gusanera salió a la calle festejando la grave dolencia del dirigente cubano y celebrando anticipadamente su muerte a la espera de que Dios la complaciera: ¡Que muera el dictador, que muera el dictador!

Y Dios los complació. Días más tarde moría Alfredo Stroessner.

No cesaron en Miami de reclamar la gracia divina, matizando, eso sí, que no era el dictador paraguayo a quien querían muerto sino al otro, al hijo puta.

Y Dios volvió a complacerlos. Días más tarde moría Pinochet.

La segunda prueba de que Dios existe la tenemos todos los años en Semana Santa, cuando la lluvia impide los cortejos de la Macarena, de las Siete Palabras o del Jesús del Gran Poder ante la desolación de nazarenos, manigueteros, pertigueros, acólitos, fariseos, palmeros, portaestandartes, flagelados, crucificados, caballería, soldados romanos y pueblo de Belén en general, turistas incluidos, que en lugar de aceptar la lluvia como penitencia y empaparse una vez al año de meas culpas, que al fin y al cabo también llovía en el Calvario, insisten en que sus oraciones sean atendidas por Dios y que el sol haga posible la indescriptible emoción contenida durante un año, ese fervor popular que levanta los pasos bajo cuyos faldones corre el aguardiente tanto como la cera por las calles.

Tan acostumbrados como están a encontrar en el buen tiempo pruebas de la voluntad divina, no entiendo porqué no se les ocurre considerar, también, como señal divina los aguaceros en esos días, porque tantas húmedas circunstancias como han venido acompañando las procesiones sólo pueden ser indicio de que Dios existe y, además, se ha cansado de que se tome su nombre en vano apelando al sabotaje del agua como forma de expresar su indignación, de que Dios no quiere penitentes descalzos ni envenenadas saetas, que no acepta que se suban los precios de las sillas y los palcos, ni la sobreventa de balcones y terrazas, o el llamado “Rito de los Caramelos” que promueven las hermandades en su página web, que Dios ya está aburrido de tanta mojiganga y cofradía, de tanto capirote, de tanta hipocresía, de tanta vela en tan ajeno entierro, que Dios, simplemente, ya está harto de que sigan perpetuando la pasión de su hijo como turístico reclamo de vulgares mercaderes.

La tercera prueba de la existencia divina la he tenido ahora, en estos días, cuando después de anticipar más de 40 grados de infierno durante todo el día a la muchedumbre que esperaba al Papa, debiendo ser atendidos más de un centenar de peregrinos por lipotimias, ya en la noche, casi coinciden Rouco Varela, que estaba de cumpleaños, el Papa y la lluvia.

“Dios nos manda sus bendiciones en forma de lluvia” declaró el Papa debajo del paraguas para consuelo de los asistentes.

Y Dios, que también lo oyó, no quiso desmentir al Papa ni dejar sin regalo el cumpleaños del cardenal y desencadenó todas las bendiciones que le quedaban en forma de vendaval llevándose por delante el solideo papal y derribando la cruz de las JMJ.

El impresionante diluvio tumbó carpas, provocó varios heridos y creó el pánico, llegando a dañar, según leo en los medios, 600 mil hostias que habrían de engullirse al día siguiente. “Que ninguna adversidad os paralice” aún tuvo tiempo de agregar el Papa antes de interrumpir su discurso.

Y sí, Dios existe y, además de cubano, trabaja como meteorólogo...


 -Con autorización expresa de su autor para redifundir

 -Imagen agregada RCBáez

No tengas miedo

viernes, 6 de mayo de 2011
La sociología de la religión es una rama de las ciencias sociales que estudia la relación entre la curiosidad innata de la humanidad por conocer e inteligir las cosas, con la creación de instituciones y sociedades afines. La religión es tan importante como la política; de hecho tendrían el mismo origen junto con la ciencia en un momento remoto de la existencia humana cuando no estaban tan definidas las funciones de cada una, sino más fusionadas y confusas.

La influencia de la religión en la vida cotidiana de las personas se vuelve tan intensa que luego pasa desapercibida, como algo natural. La religión marca las reglas de conducta en sus grupos de influencia. Los grandes filósofos del siglo XIX, como Hegel, Marx, Saint Simon y Comte (este último pretendido padre de la sociología moderna) escribieron mucho al respecto. Hoy es posible estudiar las relaciones de poder entre iglesia y Estado o bien entrar a lo profundo de las creencias sobre lo sagrado en los cultos populares como el de la Santa Muerte, las sectas suicidas, los ritos satánicos y no menos interesante, estudiar fenómenos alienantes como el fanatismo.

Fácilmente se pueden regionalizar los países donde predominan las grandes religiones de masas en el mundo contemporáneo, donde destacan el Islam, la religión con la feligresía más grande y de mayor crecimiento, seguida por el cristianismo, el hinduismo, taoísmo, budismo, hasta la poco populosa, pero muy influyente religión judía. Pero la cifra es indeterminable, hay cantidad de religiones por todas partes, de muy diversos tamaños e influencias. El fenómeno de lo que actualmente llaman sectarismo, no es otra cosa que el descubrimiento moderno de cómo surgen o se desprenden de otras religiones, nuevos cultos que luego tendrán la oportunidad, como todas las creencias religiosas, de trascender la barrera del tiempo. La religión es un fenómeno sociológico, más que social: hay al menos una intención de que la creencia, cualquiera que esta sea, se contagie, se disperse a otras personas para que deje de ser una locura personal a una compartida.

En el caso del cristianismo, que anda celebrando sus 2011 años de existencia, con influencia principalmente en Europa y América descansa en tres grandes ramas: el catolicismo, el protestantismo y la ortodoxia. En México la Iglesia católica es la principal religión (83%) de una población que se declara como tal, aunque en la práctica dista de serlo e incluso se contrapone a la posición de sus jerarcas en temas como el aborto o la protección a curas pederastas. El catolicismo mexicano, si es que se le puede llamar así, tiene a la vez varias vertientes: la Teología de la Liberación, de inspiración marxista; el movimiento carismático, inspirado por el movimiento pentecostés evangélico; las distintas órdenes (jesuitas, franciscanos, dominicos, etcétera) coadyuvantes en la colonización de la Nueva España; congregaciones conservadoras y polémicas como los Legionarios de Cristo o fraternidades tipo los Caballeros de Colón.

La influencia de la Iglesia católica en México es fundamental para comprender mucho de la historia de este país. No son aislados los conflictos políticos donde interviene la iglesia, como la Independencia, la Guerra de Reforma e Intervención francesa y la Guerra cristera o bien los protagonismos de sacerdotes como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Agustín Pro o Samuel Ruiz. En Chihuahua esta religión ha tenido su cuota de participación en la historia regional: inaceptable explicar las luchas por la apertura democrática en la década del ochenta del siglo pasado sin la decidida participación del catolicismo. Hoy la iglesia no sólo actúa aliada del poder político y económico, también actúa a través de una infraestructura educativa, de beneficencia, además de sus templos, a la vez que surgen nuevos movimientos hacia dentro de su grey, como antaño hacían las comunidades eclesiales de base (CEBs) pero ahora inclinados hacia los derechos humanos.

En cuanto a la superestructura desarrollada por el catolicismo en el estado, es importante reconocer la influencia de los franciscanos en el proceso de colonización primero, de los grupos originarios, luego en la aculturación bajo su batuta hacia una sociedad humilde y sumisa, despolitizada acorde con la ideología propuesta por su fundador: un cristianismo con tendencia al sacrificio y sufrimiento. Esta influencia permitió el desarrollo de sociedades dóciles, aunque luego vinieran otras órdenes a evangelizar bajo su creencia. El impacto de los misioneros franciscanos en el antiguo Paso del Norte o en la Sierra Tarahumara es evidente. La domesticación de la población de esta manera permite la explotación del poderoso sin temer una reacción violenta a sus actos.

Actualmente el catolicismo y el cristianismo en general siguen recurriendo a la política del miedo para mantener la unidad de su feligresía:miedo al pecado, miedo al infierno, miedo a las posesiones satánicas del cuerpo, miedo a Dios y por consecuencia, miedo a la autoridad. A diferencia de la doctrina original de Jesús el Cristo, la fastuosa Iglesia católica actúa exactamente en sentido opuesto a la propuesta cristiana: aliada de los poderosos y severa con su grey, condenando a esta última a una vida ideológicamente esclavizada, no permitiendo su desarrollo y libertad, precisamente lo que criticaba Jesús de su época.

La ignorancia es un enemigo invisible, pero combatible e eliminable. Muchas religiones prefieren mantener a sus seguidores en la oscuridad de la ignorancia que auxiliarles a ser personas libres e inteligentes. El miedo es una forma aberrante pero eficaz para mantener sometida a una sociedad dada y lo más difícil para la persona es precisamente dejar de creer en lo que se le ha enseñado desde la niñez, cuestionarle o cuestionarse sobre la verdad de las cosas y de aquello que considera como incuestionable, es desmoronar, hacer pedazos su realidad y eso también genera miedo: aceptar haber vivido equivocado.
 
Hoy vivimos en Chihuahua con miedo. Miedo a la violencia, miedo a la inseguridad, miedo a que las cosas se pongan peor, pero lo único que logramos con tanta preocupación es la inmovilidad. Si su religión le ofrece más miedos, conformismo o ni siquiera toca los temas que llaman la atención urgente, en vez de confortarle e invitarle a asumir la realidad de otra manera más propositiva y valiente, probablemente esa religión no le esté ayudando, sino perjudicando a usted y a la sociedad en general, creyente o no creyente.

Jesucristo no resucitó al tercer día

sábado, 26 de febrero de 2011
Por Acratosaurio Rex

Cuando la grey cristiana celebra a ejecución del fundador de la secta, conviene recordar uno de los hechos más escabrosos de la muerte de Jesús, que pongo en vuestro conocimiento para evitar que os confunda esa turba de pederastas que dirigen la organización de los curas. Jesucristo no resucitó al tercer día de su muerte.
Si se repasa la Biblia, podéis comprobar que Jesús cenó el jueves con sus funcionarios, se fue a orar al huerto, y allí lo detiene de madrugada la policía, que le tortura según la legislación vigente. La mañana del viernes le hacen un juicio rápido, Pilatos propone indultar a Jesús pero la multitud elige a Barrabás. Así que condenado a muerte, coge la cruz, sube el Gólgota con el palo a cuestas y sin remonta-pendientes, se cae tres veces, le ayuda Simón de Cirene bajo las imprecaciones y escupitajos del pueblo. Lo crucifican, lo lancean, le dan la esponja de vino con hiel que vaya gusto, y a eso de las tres de la tarde del viernes, pronuncia sus últimas palabras de desesperación y muere.
A continuación José de Arimatea reclama el cuerpo y le mete en el sepulcro, y con su buena piedra tapona la entrada, y allí lo deja. Puede decirse que la hora de su muerte se produjo entre las 15 y las 15:30.
La siguiente referencia que se conoce, es que María Magdalena acude muy de mañana al sepulcro para ungirle el cuerpo con perfumes y aceites aromáticos, y se encuentra con que la piedra ha sido removida y el sepulcro está vacío. Es decir, que desde las 15 horas del viernes, a las 7 horas aproximadas del domingo (muy de mañana), han pasado unas 40 horas.
Teniendo en cuenta que la creencia general es que Jesucristo resucitó al tercer día (setenta y dos horas tras su muerte), podemos decir sin temor a equivocarnos que no, que eso es falso, que Jesucristo no pasó muerto ni siquiera cuarenta y ocho horas. Seguramente no más lo dejaron solo, se levantó y echó a correr, ya que eso de estar muerto, ha de ser muy aburrido... Aunque ya sí que puede decirse que lleva desaparecido casi dos mil años.
Quede constancia de que cuarenta horas no son tres días, y que lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
--------------------------------------------
NOTAS
Juan 2-19. Jesús les respondió: "Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré."
Mateo El signo de Jonás
16. 1, 4 Mc. 8. 11-12 Lc. 11. 16, 29-32

38 Entonces algunos escribas y fariseos le dijeron: "Maestro, queremos que nos hagas ver un signo".
39 Él les respondió: "Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás.
40 Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches.

IESU COMMUNIO

martes, 15 de febrero de 2011
Sor Veronica Berzosa
LECORBUSIER - TIEMPOS MODERNOS

Restriéguense bien los ojos, yo lo hice varias veces ante mi incredulidad ya que nace otra nueva congregación de monjas en suelo español de la mano de una hermana del obispo de Ciudad Rodrigo, Verónica Berzosa. No seré yo quien de consejo de cómo vivir su vida o de cómo vivir su religiosidad, pero me parece a nivel personal muy triste que personas muy jóvenes se condenen en vida a permanecer encerradas por tener cualquier creencia. No es lógico ni de recibo que esta forma de vida sea consentida por la iglesia y que esta anime a seguir los pasos de esta nueva congregación porque no es cristiano ni humano que arranque a personas tan jóvenes (me da igual la edad) del seno de sus familias y amigos para permanecer encerradas durante toda la vida en un convento, condenando no solo a estas pobres chicas, sino también a todas esas personas que les han dado cariño y han compartido parte de sus vidas. Debe de ser a nivel personal desgarrador y todavía no entiendo que esto sea una práctica legal en este país. SEGUIR LEYENDO....

¿Para qué sirve la iglesia?

domingo, 23 de enero de 2011
Por Carlos Tena
religic3b3n.jpg

Más de dos mil años después del presunto sacrificio de Jesús de Nazaret, en aras del género humano, sus seguidores y fieles discípulos se dedicaron hasta ayer mismo a la noble tarea de la evangelización del mundo, llevando a los hombres y mujeres que nada sabían de aquel profeta de Belén (pero sí de otras deidades más cercanas),  una cruz y una espada con las que cercenaban las ideas y la cabeza, respectivamente, para demostrarle al orbe que el Hijo de Dios había llegado al planeta Tierra, prometiendo cielo y paraíso a los desheredados de la fortuna, e infierno y castigo a los ricos epulones, pecadores e inmorales.

Más de dos mil años después de la presunta crucifixión de aquel rabí, los inmorales, pecadores y potentados ocupan el paraíso terrenal, mientras que los pobres y miserables han de contentarse pensando en que, después de esta vida de angustia y sufrimiento, se les ha prometido una estancia eterna al lado del Señor. Muchos de ellos y ellas no están satisfechos con tal posibilidad. No sé, pero me da en la nariz que hay pocas personas que se hayan convencido de que después del último suspiro, va a llegar un ángel para llevarles a la presencia del Ser Supremo.


Más de veinte siglos después de la fundación de la Iglesia cristiana (con todas sus variantes, papas, concilios, escisiones y herejías, invasión de naciones, países, tribus y pueblos de los cuatro puntos cardinales), la riqueza y el dinero impregnan la existencia de los mensajeros del Dios de los cristianos, cuya actividad más destacada es una llamada de atención constante a los gobiernos que se declaran socialistas (es decir, a los sistemas que tienen como meta la igualdad, la salud, el trabajo, la cultura y la vivienda para todos los seres humanos), recriminándoles, con mayor o menor enfado, el sagrado cumplimiento de las libertades, entendidas como la facultad que tienen veinte familias muy devotas para monopolizar los bienes de un país. Ah, y sus medios de comunicación.


Más de veinte siglos después de la presunta ejecución de Jesucristo, esa Iglesia cierra filas en torno a sus cuentas corrientes, se niega a condenar (pero sí lamentar) los miles de casos de pedofilia y abusos sexuales de menores protagonizados por los representantes de aquel enviado de Dios. Hasta se da el caso de que un seguidor de Hitler, el actual papa Benedicto XVI, fuera elegido como sucesor de San Pedro en la tierra, se supone que para dejar sentada la complacencia hacia el nazismo del divino redentor. Claro, cómo no, si le mataron los judíos, dice una vecina del PP.


La expansión del cristianismo se ha distinguido a lo largo de ese tiempo por haber invadido a sangre y fuego, en nombre de la bondad y la fraternidad, a media humanidad, desde Europa a Latinoamérica, desde el lejano Oriente al océano Ártico, masacrando civilizaciones, etnias, culturas y poblaciones que adoraban otra clase de deidades, que aunque crueles en sus exigencias de sacrificios y ofrendas, les eran más propias que los latigazos y hogueras de aquellos frailes, curas, sacerdotes y obispos, encendidos de cólera ante el paganismo que hallaban durante sus santas guerras.


El Cardenal Rouco Varela se acaba de reunir con Zapatero para ver qué pasa con el dinero de la Iglesia Católica española en estos tiempos de crisis. Y pregunto:


¿No deberían ser los fieles, quienes sostuvieran económicamente a sus predicadores?


¿No es más lógico que los madridistas sean quienes sustenten a su equipo?


¿No son los ciudadanos españoles de cualquier ideología, credo, sexo o raza, quienes soportan al estado con sus impuestos?


¿No es el estado el que con el dinero de todos financia la ruina de los bancos privados?


¿No es lógico que fueran los militantes quienes nutrieran las arcas de sus partidos políticos?


¿Qué hace entonces un presidente de gobierno discutiendo acerca de los bienes de la Iglesia, si la labor de esta multinacional es ante todo de carácter espiritual?


¿Qué pinta este monopolio recibiendo de las arcas del estado, no sólo millones de euros, sino edificios, suelo urbanizable, exenciones tributarias, rebajas de impuestos, y mil triquiñuelas más, dignas no de un colectivo que se diga cristiano, sino de un aquelarre tan inútil como rastrero?


Dos mil años de impostura, de hipocresía, de defensa de las dictaduras más asesinas y genocidas, de apoyo a las masacres pero condena de la violencia, de alerta ante la inmoralidad pero silencio y lágrimas de cocodrilo ante los casos de pederastia propios.


Dos mil años de publicidad engañosa, de spots gratuitos en todas las cadenas del mundo, de financiación procedente de la droga y la especulación. Y aún así, cada día hay menos muchachos que acudan a los seminarios para hacerse sacerdotes e impartir las enseñanzas de Jesús entre los pobres y desheredados.


Cada día hay menos vocaciones entre las jóvenes para dedicarse a emular a la madre Teresa de Calcuta. Eso ya son cosas de algunas ONG y sus monaguillos a lo Alejandro Sanz, estremeciéndose  por los millones de niños infectados de SIDA en el tercer mundo, evadiendo impuestos a paraísos fiscales, o en el colmo del sarcasmo, apoyando a las multinacionales de la industria farmacéutica, que se niegan a fabricar medicamentos baratos.


Pero afortunadamente cada día hay más sospechas fundadas de que la Iglesia Católica, y todas las demás, son mucho más que el opio del pueblo. Son su contaminación, sus heces, su castigo, su paranoia, su prisión y su muerte. No soy ateo, sino agnóstico; nunca he pegado o maltratado a una monja o un hermano marista. Jamás he insultado a un sacerdote, aunque fuera el confesor de Rubalcaba. Prometo que no soy anticlerical profundo, pero lo que no soporto es la impunidad del delito en sesión continua, la impostura durante veinte siglos, la mentira desde hace dos mil años.


Quédese Dios en el corazón de cada cual y enciérrense en las chabolas, chozas y favelas del mundo, todos aquellos que campan en el Vaticano, que simpatizan con el Papa y sus enseñanzas, para cumplir lo que les ordenó su líder espiritual. Mientras tanto, lo que más me llama la atención es la piedad del ser humano para con sus impostores, sus verdugos y torturadores.


Y es lo que yo digo: Rousseau tenía toda la razón cuando hablaba de que el ser humano es bueno por naturaleza. Un día crucificaron a Cristo, pero de 264 papas que ha habido en la historia, solo veintiuno murieron como mártires; cuatro fallecieron en el exilio y uno en la cárcel. A esa lista se pueden añadir otros nueve pontífices que desaparecieron en circunstancias violentas: seis fueron asesinados, dos la palmaron por las heridas en el curso de revueltas y uno por el derrumbe de un techo. Dos papas fallecieron víctimas de su glotonería: Pablo II murió en 1471, después de haber comido dos melones enormes, y Clemente XIV que se fue al otro mundo en 1774 por una indigestión.


¡Ah¡… y el papa Juan Pablo I, quien falleció tras ingerir una sopa que le llevó a la cama una monjita, preparada al parecer en la cocina del cardenal Ratzinger. No se hizo la autopsia al cadáver, ni se analizó el líquido, por obvias razones que sólo el Vaticano y el Señor conocen. Por eso no me fío ni de Dios. Y menos aún de Rouco Corleone Varela.


Con la tecnología de Blogger.
 

Buscar en:

Entradas populares