Por Acratosaurio Rex
Cuando la grey cristiana celebra a ejecución del fundador de la secta, conviene recordar uno de los hechos más escabrosos de la muerte de Jesús, que pongo en vuestro conocimiento para evitar que os confunda esa turba de pederastas que dirigen la organización de los curas. Jesucristo no resucitó al tercer día de su muerte.
Si se repasa la Biblia, podéis comprobar que Jesús cenó el jueves con sus funcionarios, se fue a orar al huerto, y allí lo detiene de madrugada la policía, que le tortura según la legislación vigente. La mañana del viernes le hacen un juicio rápido, Pilatos propone indultar a Jesús pero la multitud elige a Barrabás. Así que condenado a muerte, coge la cruz, sube el Gólgota con el palo a cuestas y sin remonta-pendientes, se cae tres veces, le ayuda Simón de Cirene bajo las imprecaciones y escupitajos del pueblo. Lo crucifican, lo lancean, le dan la esponja de vino con hiel que vaya gusto, y a eso de las tres de la tarde del viernes, pronuncia sus últimas palabras de desesperación y muere.
A continuación José de Arimatea reclama el cuerpo y le mete en el sepulcro, y con su buena piedra tapona la entrada, y allí lo deja. Puede decirse que la hora de su muerte se produjo entre las 15 y las 15:30.
La siguiente referencia que se conoce, es que María Magdalena acude muy de mañana al sepulcro para ungirle el cuerpo con perfumes y aceites aromáticos, y se encuentra con que la piedra ha sido removida y el sepulcro está vacío. Es decir, que desde las 15 horas del viernes, a las 7 horas aproximadas del domingo (muy de mañana), han pasado unas 40 horas.
Teniendo en cuenta que la creencia general es que Jesucristo resucitó al tercer día (setenta y dos horas tras su muerte), podemos decir sin temor a equivocarnos que no, que eso es falso, que Jesucristo no pasó muerto ni siquiera cuarenta y ocho horas. Seguramente no más lo dejaron solo, se levantó y echó a correr, ya que eso de estar muerto, ha de ser muy aburrido... Aunque ya sí que puede decirse que lleva desaparecido casi dos mil años.
Quede constancia de que cuarenta horas no son tres días, y que lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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NOTAS
Juan 2-19. Jesús les respondió: "Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré."
Mateo El signo de Jonás
16. 1, 4 Mc. 8. 11-12 Lc. 11. 16, 29-32
38 Entonces algunos escribas y fariseos le dijeron: "Maestro, queremos que nos hagas ver un signo".
39 Él les respondió: "Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás.
40 Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches.
Cuando la grey cristiana celebra a ejecución del fundador de la secta, conviene recordar uno de los hechos más escabrosos de la muerte de Jesús, que pongo en vuestro conocimiento para evitar que os confunda esa turba de pederastas que dirigen la organización de los curas. Jesucristo no resucitó al tercer día de su muerte.
Si se repasa la Biblia, podéis comprobar que Jesús cenó el jueves con sus funcionarios, se fue a orar al huerto, y allí lo detiene de madrugada la policía, que le tortura según la legislación vigente. La mañana del viernes le hacen un juicio rápido, Pilatos propone indultar a Jesús pero la multitud elige a Barrabás. Así que condenado a muerte, coge la cruz, sube el Gólgota con el palo a cuestas y sin remonta-pendientes, se cae tres veces, le ayuda Simón de Cirene bajo las imprecaciones y escupitajos del pueblo. Lo crucifican, lo lancean, le dan la esponja de vino con hiel que vaya gusto, y a eso de las tres de la tarde del viernes, pronuncia sus últimas palabras de desesperación y muere.
A continuación José de Arimatea reclama el cuerpo y le mete en el sepulcro, y con su buena piedra tapona la entrada, y allí lo deja. Puede decirse que la hora de su muerte se produjo entre las 15 y las 15:30.
La siguiente referencia que se conoce, es que María Magdalena acude muy de mañana al sepulcro para ungirle el cuerpo con perfumes y aceites aromáticos, y se encuentra con que la piedra ha sido removida y el sepulcro está vacío. Es decir, que desde las 15 horas del viernes, a las 7 horas aproximadas del domingo (muy de mañana), han pasado unas 40 horas.
Teniendo en cuenta que la creencia general es que Jesucristo resucitó al tercer día (setenta y dos horas tras su muerte), podemos decir sin temor a equivocarnos que no, que eso es falso, que Jesucristo no pasó muerto ni siquiera cuarenta y ocho horas. Seguramente no más lo dejaron solo, se levantó y echó a correr, ya que eso de estar muerto, ha de ser muy aburrido... Aunque ya sí que puede decirse que lleva desaparecido casi dos mil años.
Quede constancia de que cuarenta horas no son tres días, y que lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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NOTAS
Juan 2-19. Jesús les respondió: "Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré."
Mateo El signo de Jonás
16. 1, 4 Mc. 8. 11-12 Lc. 11. 16, 29-32
38 Entonces algunos escribas y fariseos le dijeron: "Maestro, queremos que nos hagas ver un signo".
39 Él les respondió: "Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás.
40 Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches.
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