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Decrece la mortalidad infantil en Cuba

jueves, 10 de febrero de 2011
Un recién nacido. Foto Raquel Pérez.
Si Cuba tuviera la mortalidad media de América Latina,
en el 2010 habrían muerto 1.800 niños más.
 
La mortalidad infantil en Cuba descendió a 4,5 por cada 1.000 nacidos vivos durante el 2010, muy por debajo de la media continental donde, según el último informe de UNICEF, de cada millar de niños que nacen mueren 19 antes de cumplir su primer año.
BBC Mundo penetró en el sistema de Salud Pública cubano para tratar de comprender cómo se logra algo así en un país de clima tropical favorecedor de enfermedades y que lleva además décadas enfrentando serias dificultades económicas.

La principal explicación del fenómeno radica en la cobertura médica que se inicia apenas se detecta el embarazo y que termina mucho después del nacimiento del bebé. Este seguimiento permite prever gran parte de los problemas que puedan surgir.

Todo el proceso descansa sobre la base de un sistema de salud que es gratuito y beneficia a todos los ciudadanos. Esa es la razón por la cual el 99% de las embarazadas –sin importar su ubicación social o geográfica- dan a luz en centros hospitalarios y son atendidas por médicos.

Atención prenatal

Todas las embarazadas cubanas son controladas periódicamente por su Médico de la Familia o en el policlínico del barrio. Si durante los 9 meses los galenos encontraran alguna anomalía, la mujer es atendida e incluso internada en centros especializados.

El médico Alexei Capote, dirige uno de estos centros, el Hogar Materno Leonor Pérez, en la Habana Vieja, donde se atienden 110 embarazadas, la mitad de las cuales son asistidas de forma ambulatoria y el resto están internadas.
"Cada niño que muere es estudiado desde la preconcepción hasta el momento en que fallece. Hay una comisión en cada hospital, a nivel provincial e incluso nacional. Se analiza cada caso, en busca de errores en la atención y para recabar experiencia" / Dr. Eduardo Díaz, jefe del Comité de Fallecidos del hospital William Soler
Estos hogares surgen en los años 60, en las cercanías de los hospitales. Eran residencias para que las mujeres campesinas pasaran los momentos finales de la gestación. Fue el primer paso hacia lograr que todos los partos ocurran bajo la supervisión médica.

Capote nos explicó que hoy el perfil se ha ampliado y allí llegan todos los casos en los que se detecta algún tipo de dificultad como malformaciones, macro fetos, bajo peso de la madre o el bebé y todos los embarazos múltiples.

Las beneficiadas

Bárbara Herrera, de 27 años es vecina de la Habana Vieja y está internada en el Hogar Materno porque los médicos temen que se trate de un macro feto. "Es que ya yo hice un parto anterior y mi bebé pesó 13 libras (casi 6 kilos)", nos explica.

Agrega que "aquí me siento muy segura, no hay ningún riesgo, sé que cualquier cosa que me pase tengo a los médicos y a las enfermeras para atenderme al momento". Además estas mujeres descansan de las tareas del hogar, tienen tranquilidad, limpieza y una alimentación adecuada.

A pesar de ser camarera de una cafetería, Yalorde Maikel López, de 19 años, está internada porque los médicos percibieron que ella y el feto tenían problemas de peso. "Me lo detectaron casi desde el inicio de la barriga" nos explica sonriendo siempre.

Asegura que está satisfecha en el Hogar, "estoy muy bien atendida y no siento ningún peligro". Agrega que llegó "vomitando y con desnutrición, después mejoré y pasé al grupo de bajo peso pero ya he engordado cantidad, entré con 35 kg y estoy en 45 kg".

Caso por caso

Cuando las futuras mamás son trasladadas al hospital traen consigo un historial que les permite a los médicos saber con qué problemas se pueden encontrar y preparar las condiciones para solucionarlos, incluyendo la atención neonatal.

El doctor Eduardo Morales está a cargo del servicio de terapia intensiva neonatal del hospital William Soler, el principal pediátrico de Cuba. Nos explica que "esta especialidad es muy importante porque nunca un ser humano tiene tanto riesgo de fallecer como en esa etapa de la vida".
Yalorde Maikel López, de 19 años. Foto Raquel Pérez.
 La cobertura de salud abarca a todos los sectores sociales.
Yalorde llegó al Hogar Materno desnutrida y ya aumentó 10 kg.
 
La sala de terapia cuenta con incubadoras y otros equipos adquiridos hace 2 años en Japón. Los médicos desconocen los costos, afirman que su misión es salvar vidas y ponen como ejemplo al niño Jorge Batista para el cual se compra un medicamento que cuesta US$1000 cada bulbo.

El médico Eduardo Díaz, jefe del Comité de Fallecidos del hospital, nos explica que a pesar de que reciben casos graves de todo el país, la mortalidad es del 8,3 %, fundamentalmente por deficiencias hepáticas y malformaciones congénitas.

Agrega que "cada niño que muere es estudiado desde la preconcepción hasta el momento en que fallece. Hay una comisión en cada hospital, a nivel provincial e incluso nacional. Se analiza cada caso, en busca de errores en la atención y para recabar experiencia".
Fuente BBC



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