dom, 02 nov 2014 22:14
Alan
Gross, detenido en La Habana en 2009 y condenado en 2011 a 15 años de
prisión por distribuir sofisticados equipos de comunicación satelital
por encargo de una empresa contratada por el Departamento de Estado.
Foto Ap
Alan
Gross, detenido en La Habana en 2009 y condenado en 2011 a 15 años de
prisión por distribuir sofisticados equipos de comunicación satelital
por encargo de una empresa contratada por el Departamento de Estado.
Foto Ap
México, DF. El diario The New York Times pidió
que Cuba y Estados Unidos realicen un canje de presos como única
fórmula viable para hacer volver a casa al subcontratista estadunidense
Alan Gross y avanzar en la normalización de relaciones entre los dos
países.
En un editorial en su edición digital el domingo, el diario recordó que Gross lleva casi cinco años preso en Cuba y que podría ser intercambiado por los tres agentes cubanos aún detenidos en Estados Unidos y que, a su vez, han cumplido más de 16 años de cárcel.
Aunque “un creciente número de líderes en Washington y La Habana parecen estar ansiosos por comenzar a normalizar la relación entre los países, el caso de Gross se ha convertido en el principal obstáculo para lograr un avance diplomático”, señaló el diario.
El diario agrega que Gross fue arrestado en Cuba como resultado de “una estrategia irresponsable”, por la cual la agencia de ayuda internacional estadunidense “ha enviado a contratistas privados para realizar misiones secretas en un estado policial que está rotundamente opuesto a la agenda pro-democrática de Washington”.
Gross perdió más de 45 kilos en prisión, está perdiendo la vista en un ojo, tiene dolencias en las caderas y su madre falleció en junio. En mayo, al cumplir 65 años, el prisionero dijo que este sería su último aniversario en la cárcel, “amenazando estar dispuesto a quitarse la vida si no recobra la libertad”, dice el Times.
Si Gross muere en prisión, “la posibilidad de establecer una relación más saludable con Cuba desaparecerá por varios años. Obama tiene que reconocer que esto es enteramente evitable, pero hay que actuar pronto”, añade el editorial.
Para efectuar el canje, señala el Times, Obama tendría que suspender el resto de las condenas de los tres cubanos.
La acción sería justificable “si se tiene en consideración el largo periodo que han estado presos, las críticas válidas que han surgido respecto a la integridad del proceso judicial que enfrentaron y los posibles beneficios que un canje podría representar para lograr un acercambiento bilateral”, apunta el diario.
El Times recuerda que los cubanos aún presos fueron detenidos como parte de una red de la inteligencia cubana infiltrada en la emigración cubana en Florida.
El diario subraya que un panel de jueces de apelación revocó los fallos en agosto de 2005, sobre la base de que diversos factores “impidieron que los acusados tuvieran un proceso justo”, por la “enorme hostilidad” contra el gobierno cubano en Miami.
También evoca que entidades independientes, Amnistía Internacional y un panel de Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias, han criticado el proceso.
Un canje “podría abrir el camino para reanudar lazos diplomáticos, lo cual permitiría que Estados Unidos tuviera mayores oportunidades de fomentar cambios positivos en la isla, mediante la expansión de comercio, turismo y mayor contacto” entre ambos pueblos, agrega el Times.
“De lo contrario, se perpetuará la enemistad que ha reinado durante más de 50 años, continuando así un ciclo de desconfianza y actos de sabotaje por ambos lados”, concluye
En un editorial en su edición digital el domingo, el diario recordó que Gross lleva casi cinco años preso en Cuba y que podría ser intercambiado por los tres agentes cubanos aún detenidos en Estados Unidos y que, a su vez, han cumplido más de 16 años de cárcel.
Aunque “un creciente número de líderes en Washington y La Habana parecen estar ansiosos por comenzar a normalizar la relación entre los países, el caso de Gross se ha convertido en el principal obstáculo para lograr un avance diplomático”, señaló el diario.
El diario agrega que Gross fue arrestado en Cuba como resultado de “una estrategia irresponsable”, por la cual la agencia de ayuda internacional estadunidense “ha enviado a contratistas privados para realizar misiones secretas en un estado policial que está rotundamente opuesto a la agenda pro-democrática de Washington”.
Gross perdió más de 45 kilos en prisión, está perdiendo la vista en un ojo, tiene dolencias en las caderas y su madre falleció en junio. En mayo, al cumplir 65 años, el prisionero dijo que este sería su último aniversario en la cárcel, “amenazando estar dispuesto a quitarse la vida si no recobra la libertad”, dice el Times.
Si Gross muere en prisión, “la posibilidad de establecer una relación más saludable con Cuba desaparecerá por varios años. Obama tiene que reconocer que esto es enteramente evitable, pero hay que actuar pronto”, añade el editorial.
Para efectuar el canje, señala el Times, Obama tendría que suspender el resto de las condenas de los tres cubanos.
La acción sería justificable “si se tiene en consideración el largo periodo que han estado presos, las críticas válidas que han surgido respecto a la integridad del proceso judicial que enfrentaron y los posibles beneficios que un canje podría representar para lograr un acercambiento bilateral”, apunta el diario.
El Times recuerda que los cubanos aún presos fueron detenidos como parte de una red de la inteligencia cubana infiltrada en la emigración cubana en Florida.
El diario subraya que un panel de jueces de apelación revocó los fallos en agosto de 2005, sobre la base de que diversos factores “impidieron que los acusados tuvieran un proceso justo”, por la “enorme hostilidad” contra el gobierno cubano en Miami.
También evoca que entidades independientes, Amnistía Internacional y un panel de Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias, han criticado el proceso.
Un canje “podría abrir el camino para reanudar lazos diplomáticos, lo cual permitiría que Estados Unidos tuviera mayores oportunidades de fomentar cambios positivos en la isla, mediante la expansión de comercio, turismo y mayor contacto” entre ambos pueblos, agrega el Times.
“De lo contrario, se perpetuará la enemistad que ha reinado durante más de 50 años, continuando así un ciclo de desconfianza y actos de sabotaje por ambos lados”, concluye
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