Homozapping
La Blitzkrieg petrolera de Peña Nieto, el control de los medios
(Segunda Parte)
Jenaro Villamil
Consulta la primera parte aquí.
Cero Derecho a la Información
En otras palabras, la Blitzkrieg petrolera de
Peña Nieto canceló cualquier posibilidad de derecho a la información.
El artículo 6 constitucional fue abiertamente ignorado y violado.
¿Cuántos mexicanos realmente están enterados de lo que se discutió y
aprobó? ¿En qué momento algún medio masivo se dedicó a difundir,
analizar y contrastar cada uno de los artículos transitorios aprobados a
mano alzada y en medio del júbilo contra los “hipócritas nacionalistas”
(Beltrones dixit)?
¿Por qué se
escandalizan Pepe Cárdenas y compañía de que un joven se cuele en un
evento oficial de Peña Nieto para gritarle que nunca fue consultado por
la reforma constitucional más ambiciosa y de mayores consecuencias para
el futuro no sólo petrolero sino de la economía mexicana?
Ni siquiera el derecho al pataleo merece
una cobertura respetuosa en los medios electrónicos. Y en los impresos,
si acaso menciones marginales.
Sólo en las redes sociales –Twitter,
Facebook, Youtube y decenas de blogs- se discutió, se generó una intensa
movilización de opinión pública, que contrastó con la escasa presencia
de los opositores en las calles aledañas al Senado y a la Cámara de
Diputados.
Esa es otra característica de la “guerra
relámpago” de Peña Nieto. Que no nos extrañe ni nos escandalicemos:
será el signo del sexenio.
Antes de cualquier posibilidad de
información y debate, el gobierno federal le apostará a la máxima
propaganda con la mínima movilización. Y si esta se realizara, buscarán
grandes pantallas o distractores para escurrir el bulto o pasarle el
costo político de la represión a otros gobiernos… a cambio de carretadas
de dinero.
En este caso, el incremento al precio
del Metro en la Ciudad de México, fue una de las medidas más perversas y
dilatorias de cualquier protesta en torno a la reforma energética. Si
no lo sabía Miguel Angel Mancera, jefe de Gobierno capitalino, tiene un
pésimo análisis de escenarios. Y si lo supo, se volvió en cómplice de
estas técnicas facistoides de distracción y golpe a la sociedad
mexicana.
El incremento al Metro se volvió parte de este escenario de aplastamiento.
La guerra relámpago se concretó
el 12 y el 20 de diciembre, en las fechas de mayor movilización
religiosa en México y del inicio de las vacaciones de invierno en casi
todas las ciudades.
No es casual. Como los ladrones,
buscaron el menor escrutinio público. Como los mentirosos nos van a
recetar al estilo nazi una mentira que se dirá hasta el cansancio.
Hasta que se les revierta.
Pero quienes pagarán los costos seremos todos los mexicanos, no ellos.
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