Por Carlos Enrique Dallmeier*
Con el mayor desparpajo y desvergüenza y con el mismo aire prepotente
conque los hacendados norteamericanos del algodón se dirigían a sus
esclavos, el Secretario de Estado norteamericano John Kerry se dirigió
recientemente en la OEA a los que él considera subditos o patio trasero
de Estados Unidos para anunciar el fin de la llamada “Doctrina Monroe”
para America Latina.
Quizás
basándose en las especulaciones que los cagatintas de El Universal
extrapolaron de ese anuncio afirmando erróneamente que “El secretario de
Estado norteamericano, John Kerry, aseguró hoy el fin definitivo de la
política intervencionista de Washington en América Latina” seguramente
los miserables lacayos de la MUD, cuya única fuerza y esperanza para
alcanzar el poder estriba en una intervención norteamericana en
Venezuela, deben haber palidecido con este anuncio, así como algunos
pánfilos del lado de los patriotas se deben haber alegrado por un
supuesto final del intervencionismo gringo.
Aquí se aplica perfectamente la frase del vendepatria de Rubio de “Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contario”.
En
efecto, ni los lacayos deben entristecerse ni los pánfilos esperanzarse
ya que Kerry no anuncio “el fin definitivo de la política
intervencionista de Washington en América Latina”, lo que si detallo
cuales son las próximas victimas de ese intervencionismo:
Cuba,
por ser un país en donde no hay elecciones al estilo norteamericano y
Venezuela que sufre, según él, un “reciente debilitamiento de las
instituciones democráticas”, es decir, del CNE, lo cual se corresponde
con las declaraciones casi simultaneas de uno de sus acólitos, el rector
Vicente Díaz, en donde denuncia el fraude gubernamental en marcha para
las elecciones del 8 de diciembre y que dará pie para una futura
intervención, a corto o a mediano plazo... Es decir, mencionan los
mismos argumentos que se utilizaron en el pasado para derrocar
muchísimos gobiernos democráticos, incluido el de Rómulo Gallegos, por
eso es que el gobierno no se puede hacer ningún tipo de ilusiones sobre
el desmantelamiento de los planes golpistas norteamericanos en nuestro
país. Es más, con esta intervención en la OEA, John Kerry le declaró
abiertamente la guerra al chavismo y deja claro la orden de derrocar al
Presidente Maduro a como dé lugar.
Que
nadie se llame a engaños. Ya los futuros acontecimientos nos mostrarán
de qué fibra están hechos los revolucionarios de este país.
LA DOCTRINA MONROE
Es
bueno recordar que la Doctrina que hoy defenestró Kerry se estableció
cerca de 200 años y reclamaba para Estados Unidos el dominio de América
Latina y fue establecida para, una vez consolidad la independencia de la
mayoría de los países, impidiera la presencia de los imperios europeos
de aquella época en nuestras tierras.
El
hecho de que, paralelo a este anuncio, estén detallando ahora nuevas
intervenciones en nuestro continente, lo que deja claro es que el peso
alcanzado por América Latina es demasiado grande para ser dominada por
Estados Unidos, y que necesitaran para ello la ayuda de sus socios de la
OTAN, tal como han hecho en el Oriente Medio, terminando de esta forma
la veda para los europeos en nuestra región,
Es decir, que ahora hay una nueva doctrina, la Doctrina Kerry, que establece “América Latina para los países de la OTAN”.
Ante
esa amenaza las naciones latinoamericanas deben prepararse
adecuadamente, fortaleciendo y dándole organicidad a las instituciones
multinacionales que se han creado recientemente, como la UNASUR, el
ALBA, MERCOSUR, tanto en lo político como en lo económico y militar.
Una
eficiente y aguerrida resistencia local y una respuesta regional
contundente son las mejores garantías de conservar nuestra soberanía
Lamentablemente,
después de la muerte de Chávez, parece que ese proceso que marchaba
aceleradamente se ha ralentizado y caído en una especie de letargo
criminal, en un verdadero suicidio en primavera.
Conviene transcribir las opiniones del analista Nil Nikandrov, el cual afirmó que:
"Ganar
una pequeña guerra" en Venezuela permitiría a Obama incrementar su peso
político, devolvería a Washington el dominio en el sector energético y
proporcionaría a EE.UU. nuevo terreno para bases militares, opina el
columnista ruso Nil Nikandrov.
"Lo
que está pasando en Venezuela hoy en día recuerda mucho el escenario de
1973 en Chile: primero, debilitar, luego, comprometer y, finalmente,
derrocar", asegura Nikandrov. Según él, la causa es muy simple: la
imagen de Barack Obama tanto en casa como en el extranjero esta
"catastróficamente deteriorada", lo que le obliga a buscar todo tipo de
"alternativas de emergencia" para restaurarla. Vencer a "un régimen casi
marxista" en Venezuela sería la solución ideal. Le proporcionaría
influencia política y le permitiría controlar las riquezas petroleras
más importantes del mundo.
“Sin
embargo, estas no son las únicas razones. El plan estratégico de EE.UU.
en Venezuela, elaborado por la CIA y la Agencia de Inteligencia de la
Defensa, entre otros servicios, prevé una desestabilización completa del
país, incluyendo enfrentamientos sangrientos entre la oposición y las
fuerzas del orden. Una vez se haya desarrollado esta situación,
Washington la aprovechará como pretexto para trasladar sus bases
militares a Venezuela desde Colombia”, insiste el analista.
Guerra avisada no mata soldado.
Recibido por correo electrónico
*Venezolano, colaborador habitual de Aporrea y otras páginas digitales
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