Por Zenia Regalado
Su nombre no importa. Uno de estos días el fotógrafo atrapó la imagen de esta pequeña que decidió por sí sola rendir tributo al busto de Ernesto Che Guevara en la recién inaugurada plaza en los bajos del periódico provincial.
¿Qué impulsó a la pequeña a interrumpir su juego?. Seguro tras su gesto está la palabra de un maestro que de forma cotidiana habla de símbolos nacionales y de personalidades de la historia.
Mucho se comenta de los valores, vocablo que se puede medir en acciones concretas, y quien lo dude ahí tiene la imagen de la niña que deja a un lado su juego ante la presencia simbólica del guerrillero.
Hay competencia allá afuera entre los juegos electrónicos de violencia extrema y entre el mantenimiento de la memoria histórica en tarjas y monumentos y por todas las vías necesarias.
Quienes acribillaron la vida del Che en La Higuera pensaron que borrarían los ideales de justicia y el pensamiento de lucha por los pobres de aquel argentino cubano.
Se equivocaron. Su imagen se multiplica por tordos los continentes en cuanta buena causa es preciso defender.
Él habló de la arcilla fundamental de nuestra obra, la juventud, del valor incomparable de los ideales.
Y hoy en la isla que le acogió como a uno de los suyos las jóvenes generaciones le rinden homenaje no solo en un acto o en una tribuna, también desde lo cotidiano.
La imagen de esta chiquilla junto al héroe deja el buen sabor de lo que hace posible la enseñanza, de cuánto respeto puede formar en el culto a lo grande, a la historia.
http://imaginados.blogia.com/2011/011101-gestos-ante-los-simbolos.php
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