Los que presumen de inocentes criaturas, los de los fuegos ¿artificiales?:
Por Percy Francisco Alvarado Godoy
Varios documentos desclasificados del Departamento de Policía de Miami-Dade demuestran la preocupación que ha tenido el gobierno norteamericano sobre la actividad provocadora de Ramón Saúl Sánchez Rizo y su Movimiento Democracia, así como la peligrosidad de las flotillas realizadas por esta organización contrarrevolucionaria en relación con el aumento de las tensiones políticas entre Estados Unidos y Cuba.
En 1995 y 1996 se emitieron varios Informes detallados por parte de la Oficina de Inteligencia del referido Departamento, los que llevan el Código de Actualización CIB-306, CIB-313, CIB-314, CIB-317, CIB-96-36 y el CIB-96-45.
En el primero de ellos, CIB-306, elaborado el 5 de julio de 1995 por el detective L. Rodríguez, miembro de la Unidad de Inteligencia de la Policía del condado, alertan sobre la Flotilla Democracia, la cual partió de Key West, en La Florida, al resumir en una de sus partes: “La información reciente recibida de diversas fuentes ha revelado la intención de los organizadores de varias para crear un incidente internacional en el transcurso de dicho evento. Fuente declaraciones han revelado que Ramón Saúl Sánchez (jefe de la Comisión Nacional Cubana) y José Basulto (jefe de Hermanos al Rescate) están actualmente involucrados en un esfuerzo por obtener un buque que se utilizará exclusivamente para entrar en aguas territoriales cubanas y tratar de desembarcar en el Puerto de La Habana.”
Este mismo informe apunta más adelante: “En el caso de que cualquier buque registrado en EE.UU., de los que participan en la flotilla intente entrar en aguas territoriales Cuba, hay una probabilidad de que dicho buque será desafiado o abordado por las autoridades cubanas de la Guardia Costera. Como resultado de tales abordajes, miembros de la tripulación se podría sugerir a una breve detención o posible arresto y el enjuiciamiento.”
Este informe concluye: “Debido a la sensibilidad de este evento, la Sección de Inteligencia Criminal supervisará todas las actividades y se envíen informaciones adicionales en forma expedita.”
En otro informe de seguimiento a la actividad de los miembros del Movimiento Democracia, conocido como CIB-313 y emitido el 4 de agosto de 1995, el propio detective Rodríguez enfatizó: “El 2 de septiembre de 1995, Democracia, la coalición recién formada de grupos de exiliados cubanos disidentes patrocinará una flotilla que viajará desde Key West, Florida, para dentro de 12 millas de la costa de Cuba.[...] Con base en la atención de los medios y el interés comunitario desarrollado a lo largo de un evento similar que tuvo lugar el 13 de julio de 1995, la Sección de Inteligencia Criminal ha dado seguimiento a los planes de ir para dicha flotilla.”
En esta oportunidad se hace referencia a que Richard A. Nuccio, asesor principal de políticas de Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado, participó en una reunión con el órgano de Aplicación de la Ley del Departamento de Policía, ubicado en la 22 Avenue y West Flagler Street, donde discutió la política de la administración con respecto a la flotilla. En este caso se instruyó a la Oficina de Inteligencia Criminal dar seguimiento continuo e informar de inmediato sobre los planes del Movimiento Democracia.
Asimismo, en el informe CIB-314, fechado el 14 de agosto de 1995 y elaborado por el propio detective Rodríguez, se mostraron las contradicciones existentes entre el jefe del Movimiento Democracia y otros miembros de la contrarrevolución asentada en La Florida. En este caso, se informa: “El 8 de agosto de 1995, Arturo Cobo, jefe de la Casa Cuba Balseros, de tránsito en Key West, Florida, fue recibido por las autoridades de la Oficina del Sheriff del Condado de Monroe y él hizo la siguiente declaración: Cobo y otros jefes de las diversas organizaciones del exilio cubano no están de acuerdo con los organizadores de la Flotilla y muy probablemente no participará en la próxima flotilla.” [...] Cobo concluyó que no cree que cualquier envío de armas estaba involucrado, pero un enfrentamiento con la Guardia Costera de los barcos de Cuba sería inevitable.”
El 9 de agosto de 1995, otra vez Richard Nuccio, manifestó la preocupación de la Oficina del Procurador General de los EE.UU. con los planes en curso para una próxima flotilla de organizaciones del exilio cubano. En este sentido, el Departamento de Estado advirtió en esos momentos que “quien intente entrar en territorio cubano, las aguas territoriales o el espacio aéreo sin autorización del gobierno cubano, puede ser sometido a detención u otras acciones por las autoridades cubanas por la violación de las leyes cubanas.” Obviamente, Nuccio valoró la declaración pública del Gobierno de la República de Cuba, emitida el 14 de julio, en la cual reafirmó su "firme determinación" para tomar las medidas necesarias para defender la soberanía territorial de Cuba y para evitar las incursiones no autorizadas en aguas territoriales cubanas y su espacio aéreo. Por ello, se puntualizó: “El Departamento de Estado insta a todas las personas que deseen viajar a Cuba o para entrar en aguas territoriales de Cuba o del espacio aéreo, a hacerlo a través de medios seguros, ordenados y legales, y para evitar riesgos innecesarios a sí mismos y a otros.”
La desaprobación de Saúl Ramón Sánchez Rizo a las posiciones del gobierno norteamericano se puso de manifiesto en una reunión que sostuvo el 10 de agosto de 1995 con el sargento Joe López y el Detective Luis Rodríguez, del Departamento de Policía de Miami Dade, a los que comunicó que mantendría sus planes de llevar a cabo la incursión provocadora de septiembre de 1995. Sin parpadear apenas, amenazó a los miembros de la Oficina de Inteligencia Criminal con incitar a la desobediencia civil en el caso de que le prohibieran sus planes en marcha. En esta reunión participó el terrorista César Ray, miembros de la criminal organización Comandos L.
Días después, el 23 de agosto, la Oficina de Inteligencia del Departamento de Policía de Miami Dade emitió el informe CIB-317, elaborado por el detective Luis Rodríguez, en el cual destacó lo siguiente, ante la continuación de los planes de Sánchez Rizo: “Como resultado, el gobierno cubano ha aumentado su presencia militar en o alrededor del área de la playa de Varadero. En anteriores comunicado, el gobierno cubano informó al Departamento de Estado de EE.UU. que la violación de las aguas cubanas y del espacio aéreo se traducirá en una represalia militar contra los culpables tales. Como quedó demostrado en una flotilla antes, el gobierno cubano de la Guardia Costera y la Fuerza Aérea tendrá un papel importante en la prevención de aeronaves extranjeras o los vasos de entrar en su territorio soberano.”
Lo importante de este informe CIB-317, es que la propia policía de Miami Dade reconoció en aquellos momento tener conocimiento sobre la preparación de la oleada terrorista contra Cuba, por parte de contrarrevolucionarios cubanos asentados en su ciudad. Al respecto, se dice en este informe: “En la actualidad, se sabe que varias organizaciones del exilio cubano están planeando etapa de actos de sabotaje contra instalaciones del gobierno cubano. Tales actos, aunque independiente de los planes de la flotilla deben ocurrir el 2 de septiembre de 1995. [...] Como resultado, los representantes de ABC Charters Inc. han expresado su preocupación por la seguridad de los pasajeros, ya que uno de sus vuelos se llevará a cabo durante esa fecha. Estas preocupaciones se han puesto en conocimiento del Departamento de Estado de EE.UU. y el personal del aeropuerto del Distrito debe ser consciente de la misma, en caso de posibles actos de terrorismo en contra de la Compañía Charteadora o las aerolíneas LACSA.”
Posteriormente se confirmó que ABC Charters utilizaría un avión de LACSA durante su vuelo del 2 de septiembre.
Otro de los detectives de la Oficina de Inteligencia Criminal de Miami Dade, W. Vigoa, emitió el informe CIB-96-36, fechado el 22 de abril de 1996, en el cual anuncia los planes para implementar otra flotilla por parte del Movimiento Democracia, precisamente para realizarse el día Primero de mayo de 1996, cuando miles de cubanos desfilarían en la Plaza de la Revolución. Según el informe: “La flotilla fue organizada para coincidir con el evento anual, para provocar la comunidad cubana de la isla a rebelarse contra el gobierno cubano.”
El Movimiento Democracia preparó otra provocación para el 13 de julio de 1996, según informó el detective A. Godoy en el informe CIB-96-45, con fecha de 12 de julio de ese mismo año. El policía miamense destaca al respecto: “Los planes para una flotilla patrocinado por el Movimiento Democracia siguen vigentes. La flotilla se moverá desde Key West, Florida, el 13 de julio de 1996, con el fin de llevar a cabo una ceremonia de duelo en aguas internacionales. Ramón Saúl Sánchez, líder del movimiento ha declarado que la flotilla, hasta la fecha, se compone de 25 buques registrados y 9 aviones pequeños. [...] Fuentes de inteligencia han puesto de manifiesto, que los líderes del movimiento han expresado su intención de mantener los barcos fuera de las aguas cubanas y obedecer el decreto presidencial. Sin embargo, pasadas declaraciones de Sánchez han dado a entender que los buques designados de la flotilla podría cruzar el límite de 12 millas.”
Todos estos informes evidencian que las autoridades norteamericanas estuvieron siempre al tanto de las actividades provocadoras de Saúl Ramón Sánchez Rizo y del empleo de las flotillas como elemento para enrarecer las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
(Continuará)
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