Por Acratosaurio Rex
Esta mañana, mientras comentaba en el Itziar con la parroquia, la penosa derrota del Athletic frente al Espanyol, al llegar el Deia y empezar a buscar las páginas deportivas, nos encontramos con que se han cargado a Ben Laden.
Por supuesto, no podía ser de otro modo, todo el mundo quería saltarse la noticia e ir a lo del fútbol. Pero me he negado. El asunto es trascendente y surrealista. Si el relato del periódico es mentira, es una más de esas a las que estamos acostumbrados. Y si hay en ella un 10% de verdad, la cosa es esperpéntica.
El Ejército gringo, cumpliendo órdenes del Gobierno USA, se mete en Pakistán con tres helicópteros, bombardea la mansión del tipo, forma un cisco del que ahora harán una película que veremos en un año o asín, y asesinan a la escolta, a mujeres, hijos y a Ben Laden…
¿No podían cogerlo vivo o qué? Lo digo por dar una apariencia de Derecho Liberal al asuntillo, dado que la mayor democracia del mundo es la que lo gestiona. Lo digo por hacerle cantar, para que los jueces españoles (ahora que no está Garzón) lo reclamasen de cara a enterarnos de cómo gestaron el 14-M. Lo digo para que la peli, en vez de ser de asesinato selectivo, fuese de juicios de sobremesa. Uno está harto de pelis de juicios, pero, desde luego, dan más juego. Esos abogados, esas leyes, ese jurado, ese ujier gritando “en pie”…
Podrían haberlo cogido vivo. Afirmo. Como en esas circunstancias es difícil rendirse (con la parienta en la cama, en calzonas, medio dormido, escuchando tiros, los niños por medio…). Pues podrían haberle echado gases lacrimógenos, o gases rusos adormecedores (como los del teatro aquel secuestrado por chechenos), cogerlo vivito y coleando, y a los Estados Unidos… Pues no. Cuatro tiros y todos muertos.
Pero lo más de todo, ha sido eso de tirar el cuerpo al mar, “para cumplir con la tradición musulmana”. Llevaban todo previsto, análisis de ADN, fotógrafo y clérigo musulmán, para echar al muerto al agua. De toda la vida de Dios, los asesinos muestran el cuerpo del muerto para ejemplar acojonamiento de los partidarios. Pero en este caso, no. Los marinos querían enterrarlo en el día, y poder comer la merienda en Ohio. Será cumplir la tradición, pero vaya, que a los Ejércitos del Occidente cristiano no es que les importen las tradiciones populares gran cosa.
Muy raro todo. Muy sangriento. Porque buscar al terrorista más buscado, matarlo con su familia y tirarlo al mar…, no es enterrarlo, sino enaguarlo. Y, la verdad, suena todo muy poco cristiano, muy bestia, muy criminal. Será democrático, pero criminal.
Ben Laden tiene su tumba en el mar. ¿Qué pensarán los peces? ¿Qué pasará cuando nos bañemos? Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
JORDI PUJOL, JUICIO NOV-25.
Hace 2 días
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