Perplejo, noqueado, anonadado. Reconozco que después de esto la música ya no me sonara igual y el agua tendrá un cierto sabor a estupidez. Leo la noticia que encabeza este post (la que está en letras mayúsculas) y utilizando la parte de mi cerebro que nos protege de; “menos mal que el incendio no ha sido en España” (que hace que las tragedias sean más llevaderas y que nuestros hombros aguanten mejor la carga de los innumerables daños, en este caso, materiales y ecológicos), me hace estar más tranquilo, ya que me pareció que había sucedido fuera de nuestro suelo patrio y por lo tanto la sensación de dolor fue menor. Pero cuál es mi sorpresa cuando leo que EIVISSA esa que yo conocía el en antiguo mapa de Castilla la Vieja y la Nueva ¿recuerdan?, como IBIZA, ahora les ha dado por escribir en Mallorquín. Esto y con ello no quiero herir sensibilidades patrióticas, es un gi-li-po-llez como la copa de un pino ya que pienso que a pesar de ser un defensor de las otras lenguas del estado, el esnobismo lingüístico al que nos están sometiendo por aquello del centralismo, nos está llevando a que seamos un país de patéticos clownes (palabro mío), estos medios de comunicación tan modernos que sufrimos en silencio. Porque puestos a estupideces de todo tipo podríamos escribir también القدس *, que es Jerusalén en la lengua que les pario a todos los árabes que allí ha nacido o al latín (Hierosolimitani *) quedando delante de ustedes como un intelectual “supermegacultodenarices” con posibilidades para el Premio Príncipe de Asturias de la verborrea.
JORDI PUJOL, 50 AÑOS DE CDC, MÁS EL EMÉRITO.
Hace 4 días
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