Barcelona 20-05-2011. Sin anuncio de bomba diría que ayer por la tarde el movimiento en la Plaza de Cataluña tomaba consistencia, se cohesionaba.
Entre las cinco y las seis me convencí que el pacífico caos no solo tomaría forma sino empuje para multiplicarse. Aplicando el oído entendí que algunos grupos eran de los de “siempre”, los llamados “antisistema”, tan denigrados por los políticos con ánimo de restar importancia a la evidencia; pero caras y nuevas consignas marcaban un carisma diferente, que quizá no alcance la virulencia de los países árabes, pero razones y número de afectados por la mayor Crisis de la reciente Historia de España provocada por la avaricia y corrupción de la clase político-financiera, si los hay.
La Tele los califica de “indignats” “indignados”, pero el aviso a los políticos va más allá de la indignación; “desnunaments (desahucios) judiciales asociació”, ”no es la crisis es el sistema”, “vivimos todos atrapados en su mentira”, “políticos sois el problema en el país”, “antisistemas por supuesto” “banca a la merda”…
Y en la Plaza del Sol de Madrid concretan más;
Listas abiertas sin imputados
Computar voto en blanco
Partidos sin financiación privada
Favorecer rentas más bajas
Subir impuesto de sucesiones
Derecho a la vivienda digna
Cancelar hipotecas
Democracia real ya
Si tuviéramos suerte y el Régimen no tuviera más remedio que abrirse ¡sigo en mi ingenuidad! descubriríamos unas aberraciones político-financieras de tal calibre que las consignas de los manifestantes nos parecerían ingenuas “indignaciones” de gentes de buena fe, incapaces de entender como pequeños grupos “mafiosos” se llevaban el dinero de las cajas de ahorros en paquetes contables y físicos de miles de millones. Tras cada grúa e hipoteca o crédito decenas de delitos.
Pero yo voy más lejos, por la catadura de los “padres” de esta mal llamada “Democracia” (que con fervor defendieron ayer por la Tele Zapatero, Rajoy o Esperanza Aguirre, y todos sus acólitos) los herederos de Franco ¡y no me refiero a su familia! sino quienes se repartieron el Poder tras la Dictadura ¡y hasta ahora!, este final de rapiña se veía venir.
Dudo mucho que las primeras elecciones “democráticas” en Barcelona fueran limpias… con un Presidente de la Junta Electoral, por Presidente de aquella Audiencia, Alfonso Hernández Pardo, ultrafranquista autócrata y por tanto corrupto moral y material, del que cuenta el abogado y escritor José María Loperena en su poco recomendable libro ¡por sus tristes gracias para las víctimas de la Justicia! el “Circo de la Justicia” “Bufonada de togados y otras gentes de mal vivir”, que “respetaba a los animales más que a las personas”. Leer más sobre el sujeto en www.lagrancorrupcion.blogspot.com .
Se me ha contestado que estoy loco ¡si ganaron los socialistas! Los “antisistema” de entonces. ¡Eso creen los muy ingenuos! y ¡nos lo han hecho creer! pero los triunfadores Narcís Serra y Pascual Maragall, no eran más que empleados pupilos de los también ultrafranquistas Samaranch y Porcioles, encabezando a los propietarios del Plan de la Ribera y demás planes urbanísticos a su medida.
Y para rematar la faena que mejor que un Jordi Pujol, que con el cuento del catalanismo y su habilidad para los “negocios quebrados” iría como anillo al dedo para recalificar revalorizando hasta los fangales repletos de mosquitos, y en concreto la degradada costa barcelonesa con infinidad de quebradas industrias cuyos terrenos eran poco o nada apetecibles para urbanizaciones residenciales. Lo tradicional; la burguesía y clase media del Ensanche hacia la montaña, y los “social-charnegos” a los poco saludables por húmedos y contaminados hasta dar asco, el Mediterráneo del Barcelonés, y los rios-cloaca Besós y Llobregat.
Ayer un comentarista se ofendió por entender que patrocinaba a Ciudadanos por añadir en mi escrito la “antidemocracia” de la Diputación de Barcelona envuelta en el jolgorio del enchufismo, al igual que todas las instituciones. Si sus cifras y argumentos los hubiera utilizado cualquiera de los pretendientes también los hubiera citado. Que con un presupuesto de 660 millones de euros y más de 4.000 funcionarios mantengan entre otras competencias unas buenas bibliotecas públicas, ni quita ni pone, ¡faltaría más! El problema radica en el coste de cada libro o servicio, y más aun si ese coste proviene del estricto cumplimiento de las leyes o de la más pura de las endogamias, partitocracia o amiguismo.
Pero la Junta Electoral Central, en cumplimiento de la Ley y para preservar la limpieza y buen fin de las elecciones del domingo, declara ilegales esas manifestaciones… por lo tanto deberá intervenir la Policía… los antidisturbios, cuyas abundantes e inquietantes furgonetas se muestran en la Plaza del Sol de Madrid…
¿Se acabó la fiesta? Ésta puede que si… ¡pero las causas no solo continúan sino que se multiplican!
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