Durante una conferencia de prensa en el Palacio de Convenciones de La Habana el 30 de marzo, el ex presidente de EEUU James Carter rechazó el bloqueo de Washington contra el pueblo cubano, la Ley Helms-Burton, y se opuso al mantenimiento en prisión de los cinco antiterroristas de la Isla.El político norteamericano, quien visitó la Isla durante tres días, calificó el cerco de la Casa Blanca de contraproducente y consideró como un error mantener a Cuba en la lista de países que patrocinan el terrorismo.También se declaró complacido de la buena salud de Fidel Castro y la oportunidad de visitar nuevamente La Habana, brindada por el presidente Raúl Castro, con quien se reunió la víspera.
Conferencia de prensa ofrecida por James Carter, expresidente de Estados Unidos
30 de marzo de 2011, "Año 53 de la Revolución"
(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)
James Carter.— Permítanme decir, primeramente, que agradezco la oportunidad de regresar a Cuba.
Cuando era presidente hice todo lo posible para mejorar las relaciones diplomáticas entre mi país y Cuba. Eliminé todas las restricciones de viajes para que los estadounidenses viajaran acá, y Fidel Castro y yo trabajamos juntos para establecer Secciones de Intereses en Washington y en La Habana, que continúan brindando comunicación de algún tipo entre nuestros dos países.
Considero que deberíamos eliminar inmediatamente el embargo comercial que Estados Unidos ha impuesto al pueblo de Cuba y también que deberíamos tener viajes sin ningún tipo de límites de los estadounidenses hacia Cuba y viceversa, así que creo que es importante que haya venido. En esta ocasión, quería aprender de los principales funcionarios del gobierno cubano sobre el venidero Congreso del Partido, que se realizará a mediados de abril, y he recibido información por parte del Presidente de la Asamblea Nacional, el Presidente Raúl Castro y el expresidente y Comandante Fidel Castro y otros dirigentes del gobierno cubano sobre los planes para el futuro.
Los funcionarios cubanos están muy orgullosos del hecho de que han tenido buenos comentarios del pueblo de Cuba, y muchas sugerencias han sido incorporadas, según tengo entendido, al texto que se analizará durante su Congreso.
Yo espero que en el futuro esto se añada a esos documentos y que haya una completa libertad para que todos los cubanos puedan expresarse, reunirse y viajen, según las normas internacionales de los derechos humanos que se apliquen en Cuba.
Además de reunirme con el presidente Raúl Castro, en una conversación muy extensa, y de reunirme esta mañana con Fidel Castro, que parece estar en buena salud, y nos vimos como viejos amigos, me reuní esta mañana con algunos de los grupos que critican al gobierno cubano, y espero, en gran medida, que en el futuro algunas de sus quejas reciban una respuesta por parte del gobierno.
Me reuní con alrededor de 12 de los prisioneros que fueron liberados por orden del presidente Raúl Castro y con el auspicio del Cardenal. Evidentemente, ellos quisieran ver a otros que regresen desde España o a otros lugares. Me reuní y discutí con el presidente Raúl Castro y lo haré nuevamente tras esta sesión.
Para mí es importante también que las relaciones entre nuestros dos países mejoren.
Creo que la retención de los cinco cubanos no tiene sentido, ha habido dudas en los tribunales estadounidenses y también entre las organizaciones de derechos humanos en el mundo. Ahora, ellos han estado en prisión 12 años y yo espero que en el futuro cercano sean liberados para que regresen a sus hogares.
Me reuní con dos de las madres de los prisioneros y tres de las esposas de los prisioneros y expresé mis sentimientos a ellas, y espero que en el futuro sean liberados, según el derecho estadounidense.
También esta mañana pude reunirme con Alan Gross, un hombre que pienso es inocente de ser una amenaza seria para el pueblo y el gobierno cubanos; ha sido sentenciado a una larga sentencia en prisión, y espero que él también pronto sea liberado.
O sea, hay muchas cosas que pueden hacerse entre nuestros dos países para mejorar las relaciones y llegar a relaciones normales en todas las formas posibles.
Repetiré mi expresión de gratitud hacia el presidente Raúl Castro y a otros funcionarios cubanos, por permitirme venir y tener conversaciones con ellos, y espero, para el futuro de Cuba, que todos los cubanos sean completamente libres y que todos los estadounidenses sean libres para viajar adonde quieran; ahora ustedes saben que muchos de nosotros no podemos viajar libremente a Cuba y estas limitaciones en nuestro país deben ser eliminadas.
Estos son mis comentarios iniciales y ahora me complacería responder dos o tres preguntas de los medios de difusión.
Si no hay ninguna pregunta, terminamos.
Andrea Rodríguez (AP).—Señor, usted mencionó que había visitado al señor Gross. Quisiera saber si usted tiene alguna idea de cuándo sería liberado, si usted, incluso, se lo llevaría a casa, por un lado, y por otro lado, ¿qué posibilidades hay de un canje entre esta persona y los Cinco agentes detenidos en Estados Unidos? ¿Y ha tenido alguna indicación del presidente Raúl Castro en esta dirección? Gracias.
James Carter.—No vine aquí con la idea de coordinar ningún tipo de intercambio. Creo que los dos casos, el de Gross y el de los Cinco, son separados, distintos y no deben interrelacionarse. Creo que Alan Gross debe ser liberado porque es inocente de un delito serio y creo que los cinco cubanos deben ser liberados porque han estado 12 años en prisión ya y las circunstancias originales de sus juicios, que se consideraron dudosas, incluso por los jueces y el sistema judicial estadounidense. Por lo tanto, no he venido con ese objetivo.
Tuve un encuentro muy bueno esta mañana con Alan Gross, evidentemente él profesa su inocencia, como lo hizo en su juicio. Hará una apelación a través de sus abogados a los tribunales de nivel superior en Cuba. Espero que estos tribunales de mayor nivel declaren que él es inocente de cualesquiera de los delitos por los que ha sido castigado, y si este no es el caso, entonces, posiblemente en el futuro, se emita una orden ejecutiva para concederle un indulto o una liberación por motivos humanitarios. Su hija está muy enferma, a otros miembros de su familia los ha perdido; él ha perdido como 40 kilogramos de su propio peso corporal, pero parece estar de buen ánimo y plantea su inocencia.
No he venido con la expectativa de llevármelo a casa. De hecho, los funcionarios cubanos dijeron claramente, antes de que yo saliera de mi casa, que la liberación de Alan Gross no será concedida.
Fernando González (Associated Press Television).—Tengo entendido que no vino como visita oficial o gubernamental, pero quisiera saber si usted piensa reunirse con el gobierno de Obama y, si lo hace, qué es lo que le va a decir.
James Carter.—Bueno, antes de salir he hablado ampliamente con la Asesora de Seguridad Nacional y Secretaria de Estado Clinton sobre las circunstancias que existen entre nuestros dos países. Como ha sido mi costumbre siempre, en cualquier viaje al extranjero, antes de salir voy a la Casa Blanca y doy un informe completo del viaje al Presidente de Estados Unidos y al Secretario de Estado. Esto se hará uno o dos días después que regrese a Estados Unidos y expresaré los criterios que les he expresado a ustedes en este auditorio, más otros asuntos más confidenciales que debo compartir solo entre mi persona y los funcionarios estadounidenses.
Periodista.—Sobre la base de sus conversaciones en Washington antes del viaje y sus conversaciones aquí con el presidente Raúl Castro, ¿qué pasos piensa usted que deben darse, qué debe hacer cada país para mejorar las relaciones?
James Carter.—Quisiera ver que en las leyes actuales se dé un paso más en la eliminación de las restricciones a los viajes por parte de ciudadanos estadounidenses a Cuba; quisiera ver que las restricciones que existen hoy sobre la transferencia de los fondos humanitarios a Cuba se eliminaran.
Me reuní con un gran número de embajadores radicados aquí en La Habana y representantes de las Naciones Unidas, y dijeron que les ha sido muy difícil en los últimos dos años depender de los canales normales para la ayuda humanitaria al pueblo cubano, porque los estadounidenses restringen las transferencias. Esto también me lo dijeron los líderes de la Unión Europa, el Embajador de Brasil y otros en el grupo. Esto es algo que podría hacerse inmediatamente por parte del Presidente de Estados Unidos con respecto a la ley existente.
Tengo entendido, a partir del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba y también de todos los embajadores, que estas restricciones sobre la transferencia normal de fondos humanitarios al sistema bancario se han restringido mucho en los últimos dos años. Desde que el presidente Obama está en el cargo he compartido esta información con él.
Yo espero, respecto a otras posibilidades, como ya he expresado, ver, bueno, que el señor Gross sea liberado y que los cinco cubanos regresen a Cuba.
Además de esos aspectos, yo personalmente quisiera que la Ley Helms-Burton fuera derogada completamente. Creo que fue un serio error cuando fue aprobada y firmada por el presidente Clinton.
Cualquier esfuerzo por parte de Estados Unidos para mejorar la vida del pueblo cubano con ayuda financiera u otros medios es sospechoso o ilegal, según la Ley Helms-Burton, porque esa Ley, como ustedes saben, expresamente tiene el objetivo de poner fin al régimen de Castro, de cambiar el régimen. Por lo tanto, esta Ley —en mi opinión— es contraproducente. No existía cuando yo era presidente, y yo podía hacer lo que quisiera básicamente con las restricciones de los viajes y el establecimiento de las relaciones, etcétera.
Estas son algunas de las cosas que son evidentes para todos, y los líderes del Congreso que tienen un origen cubano actúan de manera muy contraproducente al tratar de culpar o castigar al régimen cubano, cuando en realidad están castigando al pueblo cubano con sus restricciones.
Periodista.—Señor Carter, usted es una de las pocas personas, de los pocos políticos que tiene el respeto de las dos partes, ¿aceptaría jugar un papel mediador entre los dos países?
James Carter.—En la posibilidad, muy poco probable, de que ambos países soliciten mi servicio, yo me complacería en ayudar; pero creo que esto es bastante poco probable.
Periodista.—Señor Presidente Carter, cuando usted era presidente no estuvo de acuerdo con las actividades de exiliados violentos contra Cuba. ¿Usted tiene opiniones sobre quitar a Cuba de la lista de los países terroristas?
James Carter.—Sí creo que se debe sacar a Cuba de la lista de los países que auspician el terrorismo. Como ustedes posiblemente sepan —no sé si lo saben—, ha habido una cooperación muy estrecha, tengo entendido, entre los servicios de inteligencia cubanos y estadounidenses para enfrentar las amenazas de Al Qaeda y otras organizaciones en la región del Golfo.
Los únicos alegatos de Estados Unidos en cuanto a terrorismo contra el gobierno cubano se relacionan con algunos de los grupos en Colombia, las FARC, y la ETA en España.
Cuando yo me reuní con los embajadores de España y Colombia, ayer por la mañana, me dijeron que no tenían objeción en lo absoluto, que pensaban que la capacidad de los miembros de la ETA y de las FARC en Colombia de venir a Cuba era algo muy positivo para ellos, porque les daba la oportunidad de comunicarse de manera amistosa en Cuba con personas que causaban problemas en sus propios países. Por lo tanto, los alegatos estadounidenses, sus afirmaciones de terrorismo no tienen base alguna, y ese es otro aspecto que el Presidente de Estados Unidos podría hacer, o sea, eliminar la declaración de que Cuba está promoviendo el terrorismo, porque evidentemente es una afirmación incierta.
Puedo responder una pregunta más.
Michael Boston (BBC).—Usted se ha reunido con el presidente Raúl Castro y el expresidente Fidel Castro. Ha hablado sobre su deseo de ver la libertad de expresión, la libertad de reunión, el derecho de los cubanos a viajar al exterior; ha hablado también sobre los cambios económicos que deben analizarse en el Congreso, ¿ha tenido algún indicio de que habrá algún cambio político que se analice?
James Carter.—En lo absoluto.
Bueno, yo diría que tanto los líderes que usted mencionó como las autoridades familiarizadas con mis propias opiniones sobre las libertades de viajes, de reunión y de expresión en Cuba —cuando estuve hace nueve años hablé ante el pueblo de Cuba, en la televisión, en la radio, y mis palabras fueron presentadas en el Granma tal y como las dije, expresando estos deseos y estas recomendaciones hacia los cubanos—, conocen mis propios criterios de que debe haber cambios, y lo repetí en la conferencia de prensa.
Yo no estoy familiarizado con los detalles o los aspectos del texto que ahora se analiza para el Congreso del Partido. Me han dicho que aproximadamente 8 millones de cubanos participaron dando opiniones. El Ministro de Relaciones Exteriores me dijo que hubo miles de enmiendas propuestas al texto original. También se dice que más del 65 % de los párrafos han sido modificados a partir de las propuestas; pero no conozco el texto original ni la versión modificada.
Los grupos disidentes esta mañana, sin embargo, dijeron que muchos se han abstenido de expresar sus solicitudes sobre las libertades personales, porque no quieren que los asocien con el procedimiento, porque no están de acuerdo con la integridad de este.
Otros grupos con quienes me reuní esta mañana sí han expresado su solicitud de que la libertad internacional estándar debe ser promovida. Por lo tanto no estoy familiarizado con lo que tienen intención de hacer.
Muchísimas gracias a todos.
Incluimos además fotos del encuentro entre Fidel y Carter en La Habana
“Hoy tuve el gusto de saludar a Jimmy Carter, quien fue Presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981 y el único, a mi juicio, con suficiente serenidad y valor para abordar el tema de las relaciones de su país con Cuba…”, escribió Fidel en su Reflexión de hoy.
Carter, en conferencia de prensa y luego en la entrevista que le concediera a Arleen Rodríguez, en La Habana, confesó que Fidel “es mi amigo”.
“Las circunstancias no eran ciertamente propicias en nuestro complejo mundo. La existencia de un país verdaderamente libre y soberano en nuestro hemisferio no se conciliaba con las ideas de la extrema derecha fascista de Estados Unidos, que se las arregló para hacer fracasar los propósitos del Presidente Carter, que lo hicieron acreedor del Premio Nobel de la Paz. Nadie se lo obsequió gratuitamente.
“La Revolución apreció siempre su gesto valiente. En el año 2002 lo recibió calurosamente. Ahora le reiteró su respeto y aprecio.
“¿Podrá realmente la oligarquía que gobierna esa superpotencia renunciar a su afán insaciable de imponer su voluntad al resto del mundo? ¿Podrá hacer honor a ese propósito un sistema que genera con creciente frecuencia presidentes como Nixon, Reagan y W. Bush, cada vez con mayor poder destructivo y menos respeto por la soberanía de los pueblos?
(Fragmento de las Reflexiones de Fidel)
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