Con sorpresa hemos leído en La Tercera del 23 de febrero de 2011, una declaración del Presidente Obama exigiendo la inmediata libertad de los presos políticos en Cuba. Sorprende sobre todo por la cantidad de mentiras e inexactitudes contenidas en su declaración.
En primer lugar Obama recordó el aniversario de la muerte de Orlando Zapata después de una prolongada huelga de hambre, describiéndolo como un “disidente”. Sin embargo este individuo nunca tuvo vinculaciones políticas, salvo cerca de su muerte, cuando su caso fue aprovechado publicitariamente por la gran prensa norteamericana. Tenía en cambio un nutrido prontuario de delitos comunes, entre los cuales se cuentan violación de domicilio, estafa y por las graves lesiones a un ciudadano tras un ataque con machete. En 2003 fue condenado a 3 años de cárcel, pero esta sentencia se amplió por diversos cargos de agresión violenta a funcionarios de prisión. Es deplorable que el presidente de EEUU y la maquinaria propagandística de su país hayan recurrido a transformar en un mártir a un vulgar delincuente. Mintió también Obama al referirse al maltrato recibido por los disidentes cubanos presos, entre ellos a Zapata. Este recibió hasta el último momento una esmerada atención médica, lo cual fue confirmado incluso por su propia madre. Sin embargo en Cuba, por conceptos éticos y por respeto a convenciones internacionales, está prohibido alimentar por la fuerza a quien no desee ingerir alimentos. Este criterio es válido también en Chile. No hace mucho el Colegio Médico, en relación a la huelga de hambre de los mapuches, amenazó con pasar a la Comisión de Ética a cualquier profesional que se prestara a alimentar en forma forzosa a los huelguistas. Sin embargo, esta práctica es ampliamente utilizada en las cárceles norteamericanas.
Los disidentes no fueron encarcelados por sus opiniones, sino que por recibir fondos de una potencia agresora con al objeto de cambiar el sistema socio político, hecho que está sancionado por las legislaciones de muchos países europeos, México, EEUU, y la mayor parte de las naciones. Las sanciones de los tribunales cubanos contra los mercenarios fueron benévolas respecto a las que se habrían aplicado en esos países. Insistentemente Obama se refieren a mercenarios presos en Cuba como “disidentes”, a pesar de que su gobierno tiene una elevada cuota de responsabilidad en esta situación. EEUU los reclutó, los financió, y los indujo a la situación de violación de las leyes por las cuales fueron condenados.
Obama dijo que su gobierno “mantiene inquebrantable su compromiso para defender el derecho inalienable del pueblo cubano”. Pero el pueblo cubano tiene amargos recuerdos del concepto que EEUU tiene de lo que debe ser Cuba. Antes del triunfo de la Revolución, cuando el embajador norteamericano mandaba más que el presidente de la República, había un tercio de la población desempleada, elevados índices de analfabetismo, tuberculosis y desnutrición, y con el 70% de las tierras en manos de las transnacionales norteamericanas, sin contar con que propició sangrientas dictaduras, que costaron miles de muertos.
Respecto a Zapata, se hicieron públicas comunicaciones entre sus familiares y disidentes cubanos con Miami, en las cuales se manifestaba el interés de que Zapata mantuviera su huelga de hambre “hasta las últimas consecuencias”. Tuvieron en sus manos la posibilidad de que viviera, pero para Miami y la disidencia cubana fue más provechosa políticamente su muerte.
El gobierno de EEUU y su presidente tienen escasa estatura moral para hablar de derechos humanos. Las recientes guerras norteamericanas para consolidar sus intereses en las zonas petroleras del mundo costaron la vida de cientos de miles de civiles inocentes, descritos bajo la hipócrita denominación de “bajas colaterales”. En un país con grandes recursos, pero concentrados en muy pocas manos, hemos visto por estos días enormes movilizaciones de sus ciudadanos luchando por sus derechos económicos y por su libertades, entre ellas principalmente el derecho a la sindicalización. EEUU tiene un 5% de la población mundial, pero un 25% de la población carcelaria, y la reciente crisis ha reducido a la indigencia a sectores de su población.
Obama ha sido el presidente de las promesas incumplidas, tales como el cierre de la cárcel de Guantánamo y el fin de la guerra de Iraq. EEUU lanzó una campaña internacional y contra los derechos civiles de sus propios ciudadanos bajo el pretexto de una “guerra contra el terrorismo”, pero desde su territorio se han realizado impunemente cientos de ataques terroristas contra Cuba, con un saldo de más de dos mil muertos y cuantiosos daños materiales. Los criminales que realizaron estas acciones son considerados héroes populares en Miami y se pasean impunemente por las calles de esa ciudad. Obama no ha sido más que el continuador de Bush, el cual reconoció no hace mucho que había autorizado la tortura.
Las palabras de Obama deben ser comprendidos dentro de lo que es la perpetua ofensiva comunicacional de EEUU contra Cuba. Llamamos a repudiar estas palabras, en primer lugar porque son falsas, y en segundo lugar porque provienen de un hombre sin credibilidad, sin moral y sin ética política.
Senador Alejandro Navarro Brain, Presidente del Comando Amplio de Solidaridad con Cuba
Juan Cuevas Cerda, Coordinador General del Comando Amplio
Gabriel Coustasse, Encargado de Comunicaciones del Comando Amplio
COMANDO AMPLIO DE SOLIDARIDAD CON CUBA
Imagen agregada RCBáez
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