/ Samih Al Qassim: poeta palestino
La libertad cuelga
de la cuerda de una horca
sus hijos son palabras
que salen de los labios de un hombre
(nada en él recuerda a un hombre)
que me prohíbe visitar a mis vecinos.
Pero es la certidumbre
en la penumbra de la cárcel
y bajo el puño de la privación
la certidumbre
de que soy un hombre
más fuerte que el tiempo.
Que los carceleros se pongan en guardia
contra el sobresalto de los desesperados
El marco se ha destrozado
(era de papel pintado)
y el muro se desmoronó.
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