@lecorbusier2
Quien mi iba a decir a mí que en el barrio de Burgos donde los camiones militares me dejaban para dar el relajante paseo castrense en aquel año que serví a la patria y a los intereses particulares de mi subteniente, se iba a convertir en la capital de la dignidad vecinal en su lucha contra los tiburones del ladrillo y de la política. Quien le iba a decir al gobierno de la colonia Norteamericana y teutona, que un barrio insignificante, lleno de obreros y por lo tanto de parados, iba a suponer la espoleta incendiaria de las harturas de toda la ciudadanía; nadie, absolutamente nadie. Porque ¿Quién ha dicho que las revoluciones se hacen porque en un momento determinado el político de turno se le ocurre una tontería que nos fastidia a todos? no lo sé. Las revoluciones saltan normalmente por una insignificancia que sin que nadie lo predijera se convierte en la gota que rebosa todas la rabias que había contenida en un vaso de agua.
Gamonal representa o es la guinda, de lo que ha sido España desde que esta aparece en los libros de historia y donde se juntan a modo de toreros y tonadilleras, a políticos y empresarios que comparte mesa, mantel y el gusto por el dinero ajeno. Usurpadores del poder en beneficio propio que se han aprovechado de todo el entramado legal que les protege para hacer de las suyas mientras que a los que defienden la decencia en las calles son pisoteados en nombre de la democracia por personajes de uniforme carentes de escrúpulos y de humanidad.
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