"Con tristeza y el compromiso de seguir firmes en la lucha, despedimos a la compañera Laura Bonaparte, Madre de Plaza de Mayo. Hasta siempre", señaló la agrupación H.I.J.O.S. Capital en su cuenta de Twitter. En la misma red social, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, escribió: "El dolor que nos provoca la partida de la compañera Laura Bonaparte, lo transformaremos en esperanza, para recordarla y continuar su lucha".
La vida de Bonaparte, miembro de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, fue relatada por la periodista francesa Claude Mary en "Laura Bonaparte. Una Madre de Plaza de Mayo contra el olvido". Durante la presentación del libro en la Biblioteca Nacional, en 2010, se destacó su “coherencia en la vida y en la acción”.
En aquel momento se resaltó, además de su militancia por los derechos humanos en el país, su trabajo en la Operación Santuario en los años ’70 y como observadora de Amnistía Internacional en campos de refugiados en El Salvador y en la frontera con Guatemala, durante la guerra en Centroamérica, mientras estaba exiliada en México. Además, más tarde viajó al Líbano para expresar su rechazo a las violaciones a los derechos humanos realizadas por la invasión del ejército israelí, y también a Bosnia para solidarizarse con las mujeres musulmanas, cuyas familias habían sido víctimas de la política de exterminio étnico de serbios y croatas.
En uno de los capítulos del libro de Mary, Bonaparte habló sobre el hecho de pasar de ser madre a ser “madre del desaparecido”:
"¿Qué queda de la identidad de una madre cuando sus hijos desaparecen? Algunas tuvieron el dolor de padecer la desaparición de todos sus hijos. Es el caso de René Epelbaum, fallecida sin nunca haber sabido algo del destino de sus tres hijos secuestrados.
¿Puede desaparecer la genealogía?
En mi caso, ¿me considero madre porque Luis está vivo? Pero ¿cuál es mi papel de madre con respecto a mis otros hijos desaparecidos? Quiero que me entiendan bien, estoy hablando de una función materna, y no de la lucha que llevaré hasta mis últimos días para aportar mi testimonio, para intentar saber cuál fue el destino de mis hijos y el de los treinta mil desaparecidos.
Sé que cuesta mucho escucharlo, pero no hay madre si no viven más el hijo o la hija.
Es el/la hijo/a quien significa a la madre. La madre cuyos hijos desaparecieron se encuentra expulsada del significante. Se vuelve el espectro de lo que ha sido. Se la llama “madre del desaparecido” en un lenguaje que la nombra al mismo tiempo que la despoja. Un lenguaje que borra lo que fue y la nombra por lo que ya no es.
Es el motivo por el cual hablo de la crueldad que esos canallas han incrustado hasta en el lenguaje.
Recuperar nuestra capacidad de pensar en medio de tanta brutalidad quiere decir recuperar nuestra dignidad.
Quisiera que estas palabras lleguen a las mujeres que en todo el mundo están viviendo situaciones parecidas a las nuestras. El surgimiento del movimiento de las Madres de Plaza de Mayo, su fenomenal continuidad hasta hoy en día no se deben a heroicas cualidades propias, de nosotras, madres argentinas".
Fuente Página 12, Argentina
En Facebook compartieron, en su homenaje, este poema de Hamlet Lima Quintana, dedicado a las madres…
Rindamos, desde Cuba, hoy que son despedidos en Argentina los restos de Jesús Cejas Arias, diplomático cubano asesinado por la misma dictadura que le robó a sus familiares, un sincero homenaje de amor y respeto:
Laura Bonaparte: ¡¡PRESENTE!!
Cielo Blanco
H. L Quintana
No veo el cielo madre, sólo un pañuelo blanco
no sé si aquella noche yo te estaba pensando
o si un perfil de sombras me acunaba en sus brazos
pero entré en otra historia con el cielo cambiado.
.No me duele la carne que se fue desgarrando
me duele haber perdido las alas de mi canto
las posibilidades de estar en el milagro
y recoger las flores que caen de tu llanto.
.
No quiero que me llores, mírame a tu costado
mi sangre está en la sangre de un pueblo castigado
mi voz está en las voces de los "iluminados"
que caminan contigo por la ronda de Mayo.
.
No quiero que me llores ahora que te hablo
mi corazón te crece cuando extiendes las manos
y acaricias las cosas que siempre hemos amado
la libertad y el alma de todos los hermanos.
.
No sé si aquella noche amanecí llorando
o si alguna paloma se me murió de espanto
la vida que ha esperado tanto
es el cielo que crece sobre tu pañuelo blanco.
.
No quiero que me llores, mírame a tu costado
mi sangre está en la sangre de un pueblo castigado
mi voz está en las voces de los "iluminados"
que caminan contigo por la ronda de Mayo.
Ver
El último adiós a una Madre
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-223003-2013-06-25.html
A los 88 años, falleció la querida Laura Bonaparte
http://m.infonews.com/tiempo/notas/104368.php
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