Por Wilkie Delgado Correa
“Un pueblo libre y justo es el único homenaje
propio de los que mueren por él”
José Martí
Después de [más de] diez días de su muerte y las consiguientes honras fúnebres, descansa Hugo Chávez en el Museo de la Revolución Bolivariana del Cuartel de la Montaña. La magnitud del homenaje que le ha rendido el pueblo venezolano en estos días, acompañado de otros muchos pueblos del mundo, es reflejo de la alta estima y del amor por el líder bolivariano. Y es que, según expresara José Martí, “un pueblo libre y justo es el único homenaje propio de los que mueren por él.”
Según el Maestro, “cada cual, al morir, enseña al cielo su obra acabada, su libro escrito, su arado luciente, la espiga que segó, el árbol que sembró. Son los derechos al descanso: ¡triste el que muere sin haber hecho obra!”
Hugo Chávez ha muerto relativamente joven y después de una trayectoria revolucionaria de treinta años, coronada de 14 años como gobernante. Este corto periodo tuvo, gracias a su obra a nivel nacional e internacional, tal impacto y trascendencia que, a pesar de las colosales campañas internas y externas para demonizarlo y derrotarlo, sus intenciones nobles y su obra prevalecieron y le permitieron triunfar en vida y muerte. Así se fue, invicto y, más que muerto, sembrado en el corazón de su pueblo y del mundo.
Los homenajes han rebasado a los extraordinarios ocurridos en su patria. En las Naciones Unidas (ONU), y en voz de su Secretario General y de muchos representantes de los países miembros, se enfatizó en sus aportes al desarrollo de su país y al proceso de unidad e integración en América Latina y el Caribe y se hizo un reconocimiento merecido a sus cualidades como estadista de talla mundial. Igual homenaje fue realizado en la Organización de Estados Americanos (OEA), en que se recalcaron facetas de su personalidad y se realizaron valoraciones sobre los programas solidarios impulsados generosamente por el líder bolivariano. Razones y emociones han estado presentes en estos actos de tributo póstumo.
Un análisis de su trayectoria y obra permite percatarse del multifacético legado a su pueblo y a la humanidad.
Debe señalarse, en primer término, su raíz patriótica y revolucionaria, puesta de manifiesto desde su juventud y desde su enrolamiento en las filas de las Fuerzas Armadas. El soldado y luego oficial, Hugo Chávez, se apropió del legado de Simón Bolívar y otros próceres de Venezuela y América Latina, lo rescató del olvido, la inacción y lo proyectó como sueño y realidad dentro de las filas del ejército a través del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200. Luego de insurgir en la vida política, le dio a ese legado una dimensión estratégica superior, convirtiendo a la República de Venezuela en República Bolivariana de Venezuela, lo cual entrañaba una definición de contenido revolucionario para la república surgida a partir de la aprobación de una nueva Constitución.
Un aporte político e ideológico esencial y trascendente fue el relanzamiento novedoso del socialismo del siglo XXI en América Latina y el mundo, asumiendo parejamente su fe cristiana y socialista y proyectándolas a las masas, contribuyendo así a romper con el viejo mito de que ambas eran incompatibles o dañinas. En este sentido, la fundación y construcción del Partido Socialista Unido de Venezuela fue su obra suprema junto con todas las obras sociales que inspiraran sus ideas socialistas.
Fue muy significativo y definitorio de la estatura política de Chávez, el hecho de que en el acto de juramento como presidente, en su primer mandato, rompiera con el protocolo tradicional y expresara que juraba sobre la constitución moribunda de la IV República y prometía no descansar hasta establecer una constituyente que redactara y aprobara la nueva constitución que requería la nación. Ese proyecto de Constitución, que sentó las bases de la nueva Venezuela regida por él, fue finalmente aprobado por una mayoría abrumadora del pueblo venezolano. En esa constitución, modelo por su concepción y contenido, y en las leyes que dimanaron necesariamente para darle vida, están los aportes jurídicos del presidente Chávez y del nuevo poder popular instaurado en la república. Están los sueños y la clarividencia del dirigente que pensaba en los derechos de los hombres y mujeres que eran la esencia del pueblo venezolano.
En consonancia con lo estipulado por la Carta Magna, Chávez, a través de su acción gubernamental, fue realizando la obra desarrolladora en todos los sectores y esferas del país.
Es destacable, en particular, el sistema electoral, amparado en la Constitución y sustento de la democracia participativa en Venezuela, en el que el voto de los ciudadanos en las elecciones tiene la garantía de confiabilidad, pues el sistema automatizado y la forma de verificación, le hace “el mejor del mundo”, según lo ha declarado el presidente norteamericano James Carter. Existe otro rasgo importante, que es el carácter revocable de los cargos, mediante determinados requisitos, incluyendo el de la presidencia.
Pero en un mundo en que la mayoría de las veces la llamada democracia carece de expresión real más allá de elecciones, y se clama en todas partes por inclusión social, justicia, equidad, eliminación de la discriminación y la marginación, etc., el caso de la Venezuela de Chávez constituye una referencia imprescindible por los éxitos alcanzados en estos terrenos en un breve lapso. Los diversos programas implantados bajo la denominación de Misiones hicieron realidad lo que parecía imposible.
La Misión llamada Barrio Adentro, garantizó el acceso fácil y gratuito de la atención médica primaria a millones de seres humanos. Esta atención primaria luego fue fortalecida por cientos de instituciones médicas especializadas y de alto nivel, y llegó hasta los hospitales.
Un aspecto especial en el orden médico y social lo constituye la misión Milagro, por medio de la cual millones de personas de Venezuela y otros países del mundo tuvieron acceso a tratamientos quirúrgicos e integrales de las afecciones de la vista.
También lo constituye la misión de descubrir y atender en forma integral a millones de personas minusválidas, con un estudio científico inicial.
La misión Robinson con la aplicación del método cubano Yo sí puedo se llevó a cabo para acabar con el analfabetismo, y se hizo realidad en un corto periodo la meta de declarar a Venezuela libre de ese mal social. Así que, a partir de ese primer nivel elemental, continuó la superación de millones de personas de todas las edades, incluyendo todos los niveles de educación, promovida a través de las misiones correspondientes, como las Ribas y Sucre. Como remate de este esfuerzo se crearon nuevas universidades y miles de personas se incorporaron a este nivel de enseñanza.
La misión Mercal para suministrar alimentos a la población, a precios más baratos y subsidiados, hoy beneficia a millones de personas con infraestructuras variadas para estos fines.
La misión Vivienda Venezuela está en marcha, ya con la entrega de miles de viviendas dignas para la población menos favorecida, y tiene el propósito de resolver en forma definitiva uno de los problemas más difíciles que enfrentan los países en cualquier parte del mundo.
Toda esta obra de carácter social llevada a la práctica por más de treinta Misiones, ha sido posible por el respaldo de los recursos económicos. Y aquí está presente uno de los elementos de la ecuación Chávez-Cambios, pues el rescate de las riquezas provenientes del petróleo, antes enajenada por una élite burocrática y entreguista, implicó revertirlas al pueblo venezolano. La nueva PDVSA pasó a ser realmente una entidad de Venezuela y fue puesta en función del desarrollo integral de la nación. Igual suerte tuvo el Banco Central de Venezuela. De esta manera miles de millones de dólares se destinaron a pagar una centenaria deuda social que estaba pendiente desde la independencia del país en el siglo XIX.
A nivel internacional la nueva política petrolera de Venezuela fortaleció su papel dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La misma posteriormente se proyectó solidariamente con otros países en la forma de la Organización de PetroCaribe, y también con los países de América del Sur. Un plan especial lo constituye el suministro de petróleo, a precios preferenciales, a la población pobre de los Estados Unidos, a través de sus organizaciones comunitarias.
En el orden político internacional, Chávez se convirtió en un agente catalizador de la unión de América Latina y del Caribe. La fundación de la Alianza Bolivariana de los Pueblos (ALBA), la Unión de Naciones de América del Sur (UNASUR), de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la integración de Venezuela al MERCOSUR, la creación del Banco del Sur y de la televisora regional (TELESUR), son hitos de este amplio proceso integrador y hechura de los sueños y obra de Hugo Chávez.
Un aspecto destacado de la visión política de Chávez, además de su carácter desarrollador de su país y del resto de los países de América Latina y del Caribe, lo constituye el afianzamiento de su país a través de las relaciones con países en todos los continentes, propugnando un mundo multipolar, que permita la paz como objetivo cardinal. Las relaciones con Rusia, China y distintos países árabes, junto con las de Europa, fueron concebidas como estrategias para la creación de un mundo mejor.
Una faceta particular y esencial de la personalidad y actividad de Hugo Chávez fue su vínculo afectivo en forma directa con los hombres, mujeres y niños en que predominó la comunicación y un diálogo cariñoso permanente. Su programa televisivo semanal “Aló, Presidente” fue vehículo para irradiar luz a las conciencias y para el intercambio de ideas y emociones con el pueblo.
En conclusión, Hugo Chávez forjó una historia diferente en Venezuela, América Latina y el Caribe, y en el resto del mundo, y de ahí que quedará inscripto indeleblemente en los tiempos futuros. Por lo tanto, el recuerdo imperecedero le mantendrá vivo y triunfante porque durante su trayectoria puso en su lugar al protagonista principal que le acompañó en su protagonismo individual, es decir, el pueblo, del cual han surgido los factores que pueden decidir la continuidad de la revolución bolivariana: el partido y el polo patriótico, las organizaciones sociales diversas, las fuerzas armadas bolivarianas, el sistema político estatuido por la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la dirección colectiva del proceso revolucionario reflejado en miles de cuadros a todos los niveles y, en especial, a nivel nacional, que deben garantizar la unidad y la victoria en el futuro.
*Médico cubano; Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.
“Un pueblo libre y justo es el único homenaje
propio de los que mueren por él”
José Martí
Después de [más de] diez días de su muerte y las consiguientes honras fúnebres, descansa Hugo Chávez en el Museo de la Revolución Bolivariana del Cuartel de la Montaña. La magnitud del homenaje que le ha rendido el pueblo venezolano en estos días, acompañado de otros muchos pueblos del mundo, es reflejo de la alta estima y del amor por el líder bolivariano. Y es que, según expresara José Martí, “un pueblo libre y justo es el único homenaje propio de los que mueren por él.”
Según el Maestro, “cada cual, al morir, enseña al cielo su obra acabada, su libro escrito, su arado luciente, la espiga que segó, el árbol que sembró. Son los derechos al descanso: ¡triste el que muere sin haber hecho obra!”
Hugo Chávez ha muerto relativamente joven y después de una trayectoria revolucionaria de treinta años, coronada de 14 años como gobernante. Este corto periodo tuvo, gracias a su obra a nivel nacional e internacional, tal impacto y trascendencia que, a pesar de las colosales campañas internas y externas para demonizarlo y derrotarlo, sus intenciones nobles y su obra prevalecieron y le permitieron triunfar en vida y muerte. Así se fue, invicto y, más que muerto, sembrado en el corazón de su pueblo y del mundo.
Los homenajes han rebasado a los extraordinarios ocurridos en su patria. En las Naciones Unidas (ONU), y en voz de su Secretario General y de muchos representantes de los países miembros, se enfatizó en sus aportes al desarrollo de su país y al proceso de unidad e integración en América Latina y el Caribe y se hizo un reconocimiento merecido a sus cualidades como estadista de talla mundial. Igual homenaje fue realizado en la Organización de Estados Americanos (OEA), en que se recalcaron facetas de su personalidad y se realizaron valoraciones sobre los programas solidarios impulsados generosamente por el líder bolivariano. Razones y emociones han estado presentes en estos actos de tributo póstumo.
Un análisis de su trayectoria y obra permite percatarse del multifacético legado a su pueblo y a la humanidad.
Debe señalarse, en primer término, su raíz patriótica y revolucionaria, puesta de manifiesto desde su juventud y desde su enrolamiento en las filas de las Fuerzas Armadas. El soldado y luego oficial, Hugo Chávez, se apropió del legado de Simón Bolívar y otros próceres de Venezuela y América Latina, lo rescató del olvido, la inacción y lo proyectó como sueño y realidad dentro de las filas del ejército a través del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200. Luego de insurgir en la vida política, le dio a ese legado una dimensión estratégica superior, convirtiendo a la República de Venezuela en República Bolivariana de Venezuela, lo cual entrañaba una definición de contenido revolucionario para la república surgida a partir de la aprobación de una nueva Constitución.
Un aporte político e ideológico esencial y trascendente fue el relanzamiento novedoso del socialismo del siglo XXI en América Latina y el mundo, asumiendo parejamente su fe cristiana y socialista y proyectándolas a las masas, contribuyendo así a romper con el viejo mito de que ambas eran incompatibles o dañinas. En este sentido, la fundación y construcción del Partido Socialista Unido de Venezuela fue su obra suprema junto con todas las obras sociales que inspiraran sus ideas socialistas.
Fue muy significativo y definitorio de la estatura política de Chávez, el hecho de que en el acto de juramento como presidente, en su primer mandato, rompiera con el protocolo tradicional y expresara que juraba sobre la constitución moribunda de la IV República y prometía no descansar hasta establecer una constituyente que redactara y aprobara la nueva constitución que requería la nación. Ese proyecto de Constitución, que sentó las bases de la nueva Venezuela regida por él, fue finalmente aprobado por una mayoría abrumadora del pueblo venezolano. En esa constitución, modelo por su concepción y contenido, y en las leyes que dimanaron necesariamente para darle vida, están los aportes jurídicos del presidente Chávez y del nuevo poder popular instaurado en la república. Están los sueños y la clarividencia del dirigente que pensaba en los derechos de los hombres y mujeres que eran la esencia del pueblo venezolano.
En consonancia con lo estipulado por la Carta Magna, Chávez, a través de su acción gubernamental, fue realizando la obra desarrolladora en todos los sectores y esferas del país.
Es destacable, en particular, el sistema electoral, amparado en la Constitución y sustento de la democracia participativa en Venezuela, en el que el voto de los ciudadanos en las elecciones tiene la garantía de confiabilidad, pues el sistema automatizado y la forma de verificación, le hace “el mejor del mundo”, según lo ha declarado el presidente norteamericano James Carter. Existe otro rasgo importante, que es el carácter revocable de los cargos, mediante determinados requisitos, incluyendo el de la presidencia.
Pero en un mundo en que la mayoría de las veces la llamada democracia carece de expresión real más allá de elecciones, y se clama en todas partes por inclusión social, justicia, equidad, eliminación de la discriminación y la marginación, etc., el caso de la Venezuela de Chávez constituye una referencia imprescindible por los éxitos alcanzados en estos terrenos en un breve lapso. Los diversos programas implantados bajo la denominación de Misiones hicieron realidad lo que parecía imposible.
La Misión llamada Barrio Adentro, garantizó el acceso fácil y gratuito de la atención médica primaria a millones de seres humanos. Esta atención primaria luego fue fortalecida por cientos de instituciones médicas especializadas y de alto nivel, y llegó hasta los hospitales.
Un aspecto especial en el orden médico y social lo constituye la misión Milagro, por medio de la cual millones de personas de Venezuela y otros países del mundo tuvieron acceso a tratamientos quirúrgicos e integrales de las afecciones de la vista.
También lo constituye la misión de descubrir y atender en forma integral a millones de personas minusválidas, con un estudio científico inicial.
La misión Robinson con la aplicación del método cubano Yo sí puedo se llevó a cabo para acabar con el analfabetismo, y se hizo realidad en un corto periodo la meta de declarar a Venezuela libre de ese mal social. Así que, a partir de ese primer nivel elemental, continuó la superación de millones de personas de todas las edades, incluyendo todos los niveles de educación, promovida a través de las misiones correspondientes, como las Ribas y Sucre. Como remate de este esfuerzo se crearon nuevas universidades y miles de personas se incorporaron a este nivel de enseñanza.
La misión Mercal para suministrar alimentos a la población, a precios más baratos y subsidiados, hoy beneficia a millones de personas con infraestructuras variadas para estos fines.
La misión Vivienda Venezuela está en marcha, ya con la entrega de miles de viviendas dignas para la población menos favorecida, y tiene el propósito de resolver en forma definitiva uno de los problemas más difíciles que enfrentan los países en cualquier parte del mundo.
Toda esta obra de carácter social llevada a la práctica por más de treinta Misiones, ha sido posible por el respaldo de los recursos económicos. Y aquí está presente uno de los elementos de la ecuación Chávez-Cambios, pues el rescate de las riquezas provenientes del petróleo, antes enajenada por una élite burocrática y entreguista, implicó revertirlas al pueblo venezolano. La nueva PDVSA pasó a ser realmente una entidad de Venezuela y fue puesta en función del desarrollo integral de la nación. Igual suerte tuvo el Banco Central de Venezuela. De esta manera miles de millones de dólares se destinaron a pagar una centenaria deuda social que estaba pendiente desde la independencia del país en el siglo XIX.
A nivel internacional la nueva política petrolera de Venezuela fortaleció su papel dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La misma posteriormente se proyectó solidariamente con otros países en la forma de la Organización de PetroCaribe, y también con los países de América del Sur. Un plan especial lo constituye el suministro de petróleo, a precios preferenciales, a la población pobre de los Estados Unidos, a través de sus organizaciones comunitarias.
En el orden político internacional, Chávez se convirtió en un agente catalizador de la unión de América Latina y del Caribe. La fundación de la Alianza Bolivariana de los Pueblos (ALBA), la Unión de Naciones de América del Sur (UNASUR), de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la integración de Venezuela al MERCOSUR, la creación del Banco del Sur y de la televisora regional (TELESUR), son hitos de este amplio proceso integrador y hechura de los sueños y obra de Hugo Chávez.
Un aspecto destacado de la visión política de Chávez, además de su carácter desarrollador de su país y del resto de los países de América Latina y del Caribe, lo constituye el afianzamiento de su país a través de las relaciones con países en todos los continentes, propugnando un mundo multipolar, que permita la paz como objetivo cardinal. Las relaciones con Rusia, China y distintos países árabes, junto con las de Europa, fueron concebidas como estrategias para la creación de un mundo mejor.
Una faceta particular y esencial de la personalidad y actividad de Hugo Chávez fue su vínculo afectivo en forma directa con los hombres, mujeres y niños en que predominó la comunicación y un diálogo cariñoso permanente. Su programa televisivo semanal “Aló, Presidente” fue vehículo para irradiar luz a las conciencias y para el intercambio de ideas y emociones con el pueblo.
En conclusión, Hugo Chávez forjó una historia diferente en Venezuela, América Latina y el Caribe, y en el resto del mundo, y de ahí que quedará inscripto indeleblemente en los tiempos futuros. Por lo tanto, el recuerdo imperecedero le mantendrá vivo y triunfante porque durante su trayectoria puso en su lugar al protagonista principal que le acompañó en su protagonismo individual, es decir, el pueblo, del cual han surgido los factores que pueden decidir la continuidad de la revolución bolivariana: el partido y el polo patriótico, las organizaciones sociales diversas, las fuerzas armadas bolivarianas, el sistema político estatuido por la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la dirección colectiva del proceso revolucionario reflejado en miles de cuadros a todos los niveles y, en especial, a nivel nacional, que deben garantizar la unidad y la victoria en el futuro.
*Médico cubano; Profesor de Mérito del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Seamos el cambio