Rafael del Barco Carreras

Barcelona 26-03-2013. La tragicomedia por capítulos. Bárcenas, los EREs andaluces, o la posibilidad de otro TRIPARTITO encabezado por Artur Mas, conforman capítulos de la triste serie televisiva que bien se podría titular LA GRAN CORRUPCIÓN.

Decía que los casos no son hechos aislados, son fotos de una larga película sobre los últimos 34 años augurando un final que todos deseamos sea lo menos trágico posible. La Corrupción abraza todas las cumbres políticas, y los multimillones defraudados presuponen el conocimiento o encubrimiento por acción u omisión de todos los líderes. Pero no es el dinero el personaje principal y nexo de unión, es la forma de gobernar; digo la degeneración del franquismo sucedido por la cerrada partitocracia, manteniendo en el Poder u Oposición a los mismos desde la llamada Transición… y el Poder corrompe.

Griñán se defiende con el triste argumento o metáfora de proponer una comparecencia en el Congreso por los casos Bárcenas y EREs. Pero la mascarada se multiplica con dos jueces, Gómez Bermúdez y Ruz, peleándose por el caso Bárcenas, escena tragi-cómica, de la que es casi imposible conocer el exacto trasfondo, en el que nada tiene que ver la Justicia en mayúscula. La fusión de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial imposibilita una interpretación lógica. Los dos jueces madrileños, que deberían detener a Bárcenas, y parte de esos nombres que asoman por periódicos y mentideros, no alcanzan la efectividad, o les dominan extraños presupuestos, de la jueza Álava, que aparecida tras meses de baja laboral, cumple sin contemplaciones su obligación. Griñán y Chaves, la incógnita, la línea roja, tan peligrosa de traspasar como la detención de Bárcenas, o la de cualquiera de los Pujol y Narcís Serra en Cataluña.

Pero si en Andalucía, Madrid o Valencia, LA GRAN CORRUPCIÓN se debate en los juzgados, en Cataluña los políticos se mantienen en la fantasía de la catalanidad, con los juzgados en muy segundo plano.

Hoy a la consulta por la independencia añaden la posibilidad o imposibilidad de un gobierno de Unidad Nacional. Un gobierno que uniría, repito e insisto, a todos los responsables de la mayor quiebra de la historia de Cataluña, Catalunya Caixa, 80.000 millones de euros de PASIVO, y la quiebra de la Generalitat, unos 60.000 millones ¡y subiendo! por su incontrolable déficit; CIU, PSC Y ERC, otro podrido TRIPARTITO, añadiendo si cabe más quiebras y paro, recortes y caos.

El cinismo antepone a la realidad la catalanidad, concepto abstracto-sentimental, es decir; Cataluña superaría en cifras per cápita de corrupción y quiebra a Portugal, Irlanda, Grecia, y por supuesto a Chipre.

Y mientras los políticos españoles se sumergen en su peligroso guirigay, Europa amenaza. Y lo hace tan alto y claro a bancos y países, que hasta el charlatán Oriol Junqueras lo entiende, y en su obsesión independentista dice que salir del EURO no sería “tan mal negocio”.

Puede que no hubiera otro remedio, pero la palabra “negocio” no es la apropiada; sería una catástrofe para España, y en particular para Cataluña.

Si una “nueva peseta” se devaluaría en minutos por el peso de la deuda estatal y financiera anterior, la “peseta catalana” se vendería por maletas en los sumergidos mercados-buitre, como las monedas que imprimen los más miserables países del Tercer Mundo. La desbandada de multinacionales, el sálvese quien pueda, la especulación entre la miseria y el paro.

Aquellos 40-50 que tan bien recuerdo; el estraperlo, los recogecolillas, y los míticos Rigat y Hotel Ritz.

PRENSA Y TELEVISIÓN

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