A un mes del inicio oficial de la campaña electoral en Venezuela, para los dos candidatos más importantes, Hugo Chávez, líder de la Revolución Bolivariana, y Henrique Capriles Radonski, abanderado de la derecha y de la oligarquía, la misma ha tenido un importante componente mediático. Así lo señala el historiador y militante revolucionario Amílcar Figueroa, al hacer un balance de las debilidades y fortalezas de esta jornada trascendental para el proceso bolivariano. Desde su perspectiva, la magnitud de lo que está en juego hace que la campaña cuente “con más presencia mediática que movilización en las calles y esto es más notorio en la oposición”.
En el caso del presidente Chávez, su retorno al ruedo tras su enfermedad se ha caracterizado por un agitado tren de grandes concentraciones alrededor de toda la geografía nacional. Sus últimas convocatorias recuerdan al Chávez de 1998, que movilizaba a miles y miles de personas de manera espontánea. Esto se ha producido incluso en estados como Zulia y Miranda, donde existen gobiernos locales de oposición.
Mientras, Capriles opta por caminatas, contacto “casa por casa” y pequeñas concentraciones. Los grandes mítines no son su fuerte. Capriles no es un gran orador y su “maquinaria” no mueve masas, además existe una notoria fractura entre los factores que componen la denominada “Mesa de la Unidad Democrática” (MUD), que no hacen vida en el “Comando Venezuela”, integrado casi en su totalidad por el ultraderechista partido de Capriles, Primero Justicia (PJ) y la agrupación de su socio Leopoldo López, Voluntad Popular (VP), dejando por fuera a sus aliados de la socialdemocracia.
Figueroa reconoce que la oposición trata de sacar provecho “de algunos problemas como el de la inseguridad, que existe pero es magnificado y manipulado por los medios. No son comparables los niveles de violencia en la sociedad venezolana con los de ciudades como Chichago, Ciudad de México o el propio Río de Janeiro, pero a la luz de la gran prensa pareciera que aquí se encuentran los lugares más peligrosos del mundo”.
También, Figueroa sostiene que la derecha está desempolvando algunos reclamos laborales y apoyándose en gestiones regionales que han presentado fallas. “Hay una sólida percepción en cuanto a Chávez, su pensamiento humanista y su vocación de servir al pueblo, por eso no pueden atacarlo directamente en su gestión sino en los entes burocratizados donde hay problemas administrativos y en gobiernos locales no eficientes”, señaló el analista.
La “guerra de encuestas” crece a medida que transcurre el tiempo. Se usa el poder que tiene sobre la gran prensa comercial la familia Capriles, dueña de un influyente circuito mediático en Venezuela, para llenar las portadas de los periódicos con el augurio de un “empate técnico” o el triunfo de la oposición. Aparece el fantasma de “los indecisos” y los “descontentos” que pueden inclinar a última hora la balanza en una contienda que numéricamente, según sondeos serios y científicos, encabeza Chávez con un amplio margen de diferencia con respecto a Capriles, estimado en unos 20 puntos.
Por ello, la insistencia del equipo de Capriles en desconocer al Consejo Nacional Electoral (CNE) e incluso irrespetarlo. Al respecto, Figueroa comentó que “el presidente ganará el 7 de Octubre con una sólida mayoría. La oposición tiene un ataque constante contra el CNE para deslegitimarlo y piensa proclamarse ganadora el 7 de octubre y decir que hubo fraude para pedirle apoyo a sus aliados y jefes en el extranjero, pues quien en verdad dirige su política es el imperialismo”.
Para el analista político, la gran fortaleza de Chávez radica en el crecimiento de la conciencia política dentro de un gran sector de la población y en la gestión que ha favorecido a la mayoría al transferir buena parte de los ingresos petroleros al pago de la deuda social, garantizando la atención plena a la salud primaria, el derecho a la alimentación y ahora con mucho éxito el derecho a la vivienda. “El Gobierno Bolivariano ha entregado más de 300 mil viviendas y está en marcha la construcción de miles. Estos hechos, junto con el acierto en la política deportiva por ejemplo, han frenado el crecimiento de la oposición dentro de la juventud, el movimiento de mujeres y en las mismas capas medias”, indicó Figueroa.
<--Aquí el enlace para leer la versión original en alemán
http://www.jungewelt.de/2012/08-07/020.php
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Imagen agregada RCBáez
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