Por Josè S. Jandres
Era una mañana de verano, la suave brisa acariciaba las hojas de los árboles, a lo lejos, la profundidad de aquel pueblo cargado de recuerdos, aquella gente, tan gentil y natural, ese es el pueblo que dejé y esa es la gente que lo puebla, con anhelos y con ganas de vivir.
Rumbo al aeropuerto, mil ideas pasaban por la mente, y al momento de despedirme, vi uno ojos negros y tiernos que me hechizaban con su constante mirar, me miraban tan inocentes y tan puros...
Me despedí, y al abordar aquel avión que de prisa se elevaba al cielo, sentí desgarrarse la garganta, sentí un estruendo en el alma, sentí que me alejaba...
A más de ocho mil metros de altura, sobrevolando las nubes, sobrevolando Centroamérica, La Habana, sobrevolamos el océano Pacífico, tan inmenso, tan conmovedor, me sentí muy pequeño, y mientras me hundía en esos cielos abiertos y por la ventana viendo llover, la mente seguía pensando, en lo que dejaba atrás y en lo que podría encontrar en Europa.
¡¡Europa!! Exquisita palabra, cuántas cosas hemos aprendido en las escuelas de este viejo continente, lleno de historia, de magia, de arte, de cultura, y esas cosas eran parte de mi equipaje, en el que también conservaba celosamente mis poesías, mis libros y mis sueños.
Más de una década ha pasado, y en estas tardes de eterna primavera, aún con la juventud cargándola en los bolsillos, me he quedado pensando en las cosas que he vivido, en las tierras en que nací, en el continente que dejé un día, y comparo este majestuoso continente europeo, donde nace parte de la ciencia, de la filosofía, que todavía se toman como base en las escuelas y universidades de casi todo el mundo, modelos de desarrollo ensayados, estilos de vida, costumbres y nativos agradables, necios lectores de la vida, exploradores del ayer e inventores del futuro, esta es Europa, vista desde la piel de un migrante, de una persona de piel morena, contento de venir del llamado nuevo mundo, haciendo referencia a Cristóforo Colombo, italiano aventurero que llegó a España, pero en realidad no nos descubrió, pues, nuestras ancestrales civilizaciones ya estaban bien descubiertas, con un sistema de vida, con modelos de desarrollo social y económico, arquitectura y una indiscutible armoniosa relación con la naturaleza, con nuestras costumbres y tradiciones espirituales, con una concepción del mundo propia, auténtica, pero, llegaron los de la profecía esperada.
En los 80 se intensifica la migración hacia Europa, no existía la Unión Europea, no existía el Euro, y nuestros pueblos pasaban por los momentos más duros de la historia moderna, las dictaduras militares, marginación social, política y económica, los exilios se hicieron más comunes. El éxodo se caracterizaba por la búsqueda de asilos políticos y escapando de la pobreza, los destinos de los latinoamericanos se han venido dibujando en la medida que la demografía llene las estadísticas, España, Italia, Suiza, Portugal, etc. son los países donde más se han verificado asentamientos de grandes flujos migratorios.
En esos años, las dictaduras militares y las guerras civiles eran las principales causas para convertirse en migrante, en la medida se acoplaron los ensayos de neoliberalismo en L.A., y las dictaduras se fueron derrumbando, las guerras civiles se fueron cerrando, se caracterizaron los nuevos oleajes migratorios por motivos básicamente económicos, en la medida que se profundizaba el neoliberalismo como modelo de desarrollo, privatizando todo, ofreciendo los mercados nacionales a las transnacionales, privatizando servicios como el agua, la electricidad, la telefonía, los bancos, etc. aplicando sin anestesia la reducción del Estado para darle paso al control del mercado sobre la política, eso significó acomodar las constituciones de acuerdo a las exigencias del mercado mundial, de los países más desarrollados y de las necesidades de las oligarquías locales y regionales.
Poniendo en el plano de las prioridades la inversiones extranjeras (maquilas), pasando sobre los derechos de las trabajadoras y los trabajadores, en la medida que los estados no fueron en grado de ofrecer nuevos y mejores empleos, en la medida que los derechos fueron convirtiéndose en algo abstracto y que el capital financiero tomaba las riendas de las naciones, la gente, inició a descubrir nuevas formas de subsistencia, y se extendió el comercio llamado informal, pero que pagan impuestos y cuyas mercancías las compran a los grandes almacenes y fábricas, esos millones de seres, ofrecen sus productos en las calles y plazas de nuestros pueblos, son los que mueven la llamada micro-economía, pero que sin ellos, el gran mercado no vendería de forma directa sus productos.
La situación se ha vendo empeorando con la corrupción, malversación y medidas reformistas de todos los gobiernos de las derechas, enviando al total abandono social y económico a la ciudadanía en general, y con el agravante en la actualidad, que la clases medias, están entrando a formar parte de los nuevos pobres, los que antes se permitían vivir bien y tener posiciones sociales respetables, hoy, son esas capas sociales, medianos empresarios, egresados de las mejores universidades, técnicos de todo tipo, los que ingresaron a la marginación, a la exclusión social.
De esta forma, mares de gente provenientes de Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Brasil, Argentina, El Salvador, etc. principalmente, de forma masiva, hemos emigrado a Europa, y estamos en todos los países de la Unión Europea, especialmente en España e Italia, países que en la actualidad están pasando su peor momento luego de la segunda guerra mundial; terminada la II guerra mundial, millones de Europeos, incluyendo los españoles e italianos, salieron desesperados para Suramérica y el Caribe, buscando lo mismo que hoy buscamos los latinoamericanos, todo indica que la historia se repite, pero que esta vez, hemos venido a traer a los europeos de regreso a nuestro continente.
Ya miles de españoles han emigrado a Venezuela, Ecuador, Brasil, etc. producto de la profundización del neoliberalismo, que como bestia incontrolable devora empleos, devora sueños, devora todo lo que encuentra a su paso.
Pero no es fácil explicar esto a los nuevos ciudadanos europeos hijos de inmigrantes, en Portugal viven más de 23,500 brasileños, en Italia los peruanos superan a las otras comunidades, seguido de ecuatorianos, los salvadoreños y salvadoreñas estamos llegando a los 70 mil, en España la cifras son elevadas, y en total enviamos alrededor de 25 mil millones de dólares al año en concepto de remesas rumbo a A.L.
La migración rumbo a Europa aumentó en los últimos cinco años, y todo este ir y venir en la historia de la humanidad, modifica las estructuras familiares, vivimos cargando bultos de recuerdos, nos arropamos en las frías noches de invierno con nuestras costumbres, nuestras bromas, nuestras comedias y tragedias acumuladas en las asfaltadas calles de estos países, viviendo en grandes edificios que de lejos se ven como verdaderas ratoneras, con espacios limitados, bajo disciplinas de convivencia que nunca las habíamos visto en nuestros países, muchas son positivas y esquemas que no cuadran con nuestra forma de ver la vida, conjugamos lo rescatable y chocamos con conceptos e ideas que no son las nuestras.
Dada la dramática situación en España, han habilitado un proyecto llamado "Plan de Retorno Voluntario", pues los vientos indican que millones de latinoamericanos, más temprano que tarde regresaremos a nuestros países de origen, para los que provienen de Ecuador, Brasil, Argentina, Venezuela, el regreso es un júbilo en el sentido que sus países están entrando en una nueva situación política, se están recuperando las economías nacionales, se están defendiendo las soberanías alimentarias, se está invirtiendo en soportes humanos, se está invirtiendo en la gente, se elevan las perspectivas de vida, en cambio, para los que provenimos de Centroamérica la cosa no es igual, la doctrina militar retoma sus espacios perdidos en Honduras, Guatemala y El Salvador, el abandono social por parte de los estados es evidente, la indigencia aumenta, las poblaciones son esclavas de la criminalidad, aumenta la violación de los derechos humanos por parte de las fuerzas represivas gubernamentales, las economías no despegan, etc. son precisamente estos tres países que mantienen la idea de ser incondicionales aliados del imperio norteamericano y europeo, los que no pretenden dar un viraje al modelo de desarrollo son los países que menos posibilidades poseen de desarrollarse.
A.L. recibe remesas equivalentes casi a la mitad de las inversiones extranjeras, pero las recesiones permanentes en los países más golpeados de la crisis global, aumentan las deportaciones y suspenden leyes que beneficien a los inmigrantes sin tutela legal, y las y los inmigrantes con permisos de residencias estamos siendo golpeados con impuestos y despidos indiscriminados con tintes racistas.
Las puertas de Europa se están cerrando, desde hace muchos años a los ciudadanos peruanos se les exige la visa para entrar a la zona Euro, también a los de Colombia y Ecuador, y los países que todavía no entran en esas categorías, se les ha incrementado los requisitos para permitirles ingresar a los países del primer bloque europeo, todo eso choca con las ganas y la desesperación de millones de latinoamericanos, en la actualidad provenientes de Colombia, Chile y Centroamérica, los países que no se han subido al tren del ALBA son los que más entran en un pantano incontrovertible.
Millones de ciudadanos de A.L. están embotellados entre países del primer mundo europeo donde las garantías del modelo asistencialista se descomponen y entran en vigencias decretos y medidas económicas que destruyen las familias, en estos momentos de angustias, los vínculos emocionales y culturales hacen palpitar en la mente y corazones de las y los inmigrantes la idea del retorno a casa, pero eso implica otro trauma, por un lado, las hijas y los hijos de inmigrantes no quieren volver en la mayoría, no quieren irse a países que son la raíz de sus padres, pero en los que ellos no se sienten parte incluso hablando el español, surgen viejas y nuevas contradicciones, pues el concepto de la felicidad, del bienestar se contrapone a la idea forzada de la sobrevivencia.
En estos amargos tiempos de crisis en Europa, somos los inmigrantes que replanteamos los balances familiares, el concepto de libertad en el capitalismo encarna las cadenas culturales y de consumismo de productos innecesarios para la subsistencia, se gasta más de lo que se gana, Los países europeos son altamente caros para vivir según los tenores de vida que pretendemos, y en estos años de aumento de la crisis, somos los inmigrantes los que nos sacrificamos en comprar menos, en sacrificar los gustos de los hijos, en suspender vacaciones, en no comprar electrodomésticos, vehículos, etc. pero los ciudadanos europeos no están acostumbrados en su mayoría a sacrificarse como nosotros, pues ellos, que vienen de la experiencia del modelo del Estado paterno, del Estado asistencial, no han vivido tiempos de hambrunas como en nuestros países, estos ciudadanos están sufriendo muchísimo, pues su castillo de naipes se derrumba, su estilo de vida se está haciendo pedazos, su libertad de trabajo y consumo se pone en duda, les sirve de poco decir lo que quieran si se están convirtiendo rápidamente en pobres, y se resisten a creer que tienen que renunciar a muchas cosas porque los costos económicos para vivir en son muchos y están subiendo más y más, porque las deudas soberanas, las deudas de los bancos, los quiebres de las fábricas, las seguimos pagando las trabajadoras y los trabajadores.
¿Hacia dónde va Europa?, hacia dónde van las comunidades migrantes?, cuáles son los nuevos paradigmas?, emigraremos todas y todos a L.A.?, están los países del ALBA en grado de recibir a sus hijos en la diáspora, y junto a nosotros millones de europeos también, los papeles se invierten, mientras los gobiernos y partidos de las derechas, empresarios y miles de ciudadanos nos ven con desprecio, con la enfermedad del racismo, nos valoran como seres ignorantes, etc. mientras pasa todo eso en sus pobres mentes, vamos a tener que cargar con ellos también en nuestros países, esas son las perspectivas que se acercan amenazantes.
Vivimos en una Europa que envejece, su locomotora sigue siendo de vapor, su pomposa moneda Euro es un rotundo fracaso, no hay economías nacionales pues la Banca Europea, Fondo Mundial y Fondo Monetario Internacional dictan las reglas, las multinacionales y empresarios nacionales emigran hacia China, India, África y A.L., ni los liberales más puros creen en sus propios países, esto aclara la debacle, el derrumbe de un sueño, el Sueño Europeo.
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