Ante el derrumbe del mito de la omnipotencia imperialista, a los norteamericanos, europeos y sus lacayos de la liga árabe, no les queda más que hacer un histérico elogio a la locura de la guerra, para ver si desde esa posición recobran el valor que la historia humana les ha quitado.WASHINGTON, 6 febrero 2012 (AFP) – La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, aseguró el lunes que China y Rusia acabarán lamentando haber vetado una resolución de Naciones Unidas que condenaba la represión en Siria y les acusó de haber elevado el riesgo de guerra civil en este país con su decisión.
“Rusia y China terminarán, creo, lamentando su decisión, que les ha alineado con un dictador agonizante cuyos días está contados y que les ha puesto en una posición complicada frente al pueblo sirio y la región en conjunto”, predijo la diplomática en una entrevista a la cadena de televisión CNN. El veto de Moscú y Pekín el pasado sábado en la votación del Consejo de Seguridad sobre la propuesta es “una estaca clavada en el corazón de los intentos por resolver pacíficamente el conflicto” en Siria y “aumentó considerablemente el riesgo de violencia [...] e incluso de una guerra civil”, añadió.
En cuanto a la cumbre franco-alemana, síntoma de la influencia que tomó el eje Berlín-París en la arena internacional, tanto Merkel como Sarkozy coincidieron en describir su estado de ánimo luego de veto ruso-chino al afirmar que están "escandalizados".
Merkel, por caso, dijo que Alemania y Francia están además "decepcionados", tras lo cual exigió la dimisión del presidente sirio. "El presidente Al Assad ya no tiene nada que hacer al frente de Siria" y debe dejar vía libre a una transición pacífica, sostuvo a la canciller alemana, según reveló Georg Streiter, uno de sus portavoces. Sarkozy, por su parte, calificó de "escándalo lo que ocurrió ahí", en referencia al veto de Rusia y China en el seno del Consejo de la ONU. "No estamos dispuestos a aceptar el bloqueo a la comunidad internacional", dijo Sarkozy. "Con el nuevo grupo de contacto para Siria se pretende mostrar a la población local que "no están solos", aseguró el mandatario galo, según informó la agencia DPA.
El ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, el príncipe Saud al Faisal, ha anunciado este domingo durante la reunión de ministros de Exteriores de la Liga Árabe que su país va a retirar a sus observadores que forman parte de la misión de la Liga en Sira y ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que ejerza "toda la presión posible" para que el régimen sirio cumpla con la propuesta de pacificación árabe. "Mi país va a retirar a sus observadores porque el Gobierno sirio no ha cumplido con ninguno de los elementos del plan árabe de resolución", ha afirmado Al Faisal durante el encuentro, en el que se estudia la posible prórroga de la misión de observadores.
A raíz de estas declaraciones todos se preguntan con preocupación ¿qué pasará en Siria, luego, que pasará en El Líbano y por último en Irán? Esto conduce a una conclusión pre formulada: serán destruidos, sometidos y saqueados. Se usa para esta conclusión el formato lógico aplicado en Libia y la respuesta, como se ve, es obvia. Desde esa óptica, todas las argumentaciones se formulan tomando como premisas el reconocimiento de la ineludible capacidad dominadora del imperialismo. Y las respuestas tienen un final escatológico. Sin embargo, si reformulamos las interrogantes y tratamos de descifrar, no lo obvio en las relaciones internacionales que aplican los imperialistas a los países que no comulgan con el sometimiento y la humillación, sino que tratemos de comprender la realidad que se busca ocultar tras sus conatos discursivos y prácticas de violencia. Podemos llegar a otras conclusiones, veamos:
Si nos preguntáramos: ¿Qué le pasa al imperialismo? Miremos a que conclusión se puede llegar: ¿qué países forman el imperialismo y cuál es su situación interna?: Estados Unidos, sus aliados europeos y árabes.
Estados Unidos tiene problemas en manejar hegemónicamente la OPEP. La OPEP está integrada por cinco países fundadores: Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait, Venezuela y posteriormente se amplió con siete países más: Argelia, Angola, Ecuador, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos, Libia y Catar. Estados Unidos enfrenta dentro de la OPEP a Irán, Venezuela, Argelia, Angola y Ecuador; países que tienen mucha influencia en la regulación de los precios del crudo.
Miembros de la Liga Árabe: Egipto, Irak (fundador), Jordania (Fundador), Líbano (Fundador), Arabia Saudita (fundador), Siria (Fundador, suspendido desde el 2011), Yemen (Fundador), fusión con Yemen del Sur), Libia, Sudán, Marruecos, Túnez, Kuwait, Argelia, Emiratos Árabes, Bahrein, Catar, Omán, Mauritania, Somalia, Palestina, (representada por la OLP), Yibuti, Comores.
Los países de esta liga que toman la iniciativa contra Siria son: Marruecos, Turquía, Catar, Arabia Saudita y Estados Unidos. Aunque las iniciativas contra Sirias son determinadas por cinco o seis países de la Liga Árabe. Cada uno de los países internamente no está en sus mejores momentos para emprender una guerra contra Irán: Hay problemas internos en Catar, Baherein, Túnez, Egipto, Libia, Somalia, Palestina, Sudán, Irak, y la misma Arabia Saudita (en este país existe hasta esclavismo, miseria y escasez de agua; solamente el 85% de la población tiene acceso al agua) que una guerra los retrotraería a una situación vivida en los años setentas.
A pesar de esa situación, los norteamericanos están haciendo un alto negocio con la venta de armas a los países en mención, con el argumento de la amenaza de Siria e Irán. (Quien quiera puede investigar cuántos miles de millones en compra de armas están destinando tales países para enfrentar la amenaza creada por la bisutería ideológica imperialista). Ojo, pueden los imperialistas incluso dotar de armas nucleares a Arabia Saudita, Catar o Baherein, y así lograr la presencia ansiada para controlar la OPEP, por lo menos en Medio Oriente y condicionar las relaciones de Siria e Irán con Rusia y China.
En relación a los aliados europeos: los más destacados son los que salieron favorecidos con el petróleo de Libia: España, Italia, Francia, Inglaterra y Alemania quienes son incondicionales aliados en la guerra contra cualquier país.
Sin embargo, España, Italia e Inglaterra en este momento poseen problemas sociales que han fragmentado la vida social interna. Caracterizada por un descontento masivo por la medidas de recortes sociales que tienen que ver con el desempleo, la pérdida de viviendas, los recortes en beneficios sociales (salud, seguridad social, educación, etc.). Lo mismo sucede en Estados Unidos. Esta situación dificulta la unidad social para promover el falso patriotismo o la seguridad nacional.
En términos militares los imperialistas se atoraron en Pakistán, Afganistán, Irak, Libia y están reconcentrando sus fuerzas en Libia.
Obama necesita de un triunfo militar sorprendente y los republicanos de mucho dinero extra para devolverle la confianza al electorado norteamericanos y así poder ganar las elecciones de este año; sin embargo, en las condiciones expuestas ¿será favorable a Barak Obama empezar una nueva guerra? las condiciones militares no son las mejores para esa aventura, aunque la venta de armas, sí. Esto le da perspectivas electorales favorables a los republicanos.
Por otra parte, la Liga Árabe y Estados Unidos han sufrido un revés político muy fuerte en el Consejo de Seguridad; ya no cuentan con el apoyo formal de rusos y chinos. Esto significa que Siria ha iniciado a revertir interna y externamente la amenaza de invasión, logrando el Gobierno de Bashar Al Assad más respaldo popular y unidad política interna. Esto no solamente ha irritado, hasta la histeria, a los imperialistas norteamericanos, a sus aliados europeos y a sus lacayos de la Liga Árabe, sino que ha impulsado mayor participación de los rusos en la solución del conflicto interno sirio. Esta medida aísla las pretensiones violentas imperialistas.
Irán por su parte logra altos avances técnicos y político-sociales. Lanza nuevos satélites al espacio y ensaya una panoplia diversificada de misiles. En el campo interno logra mayor acercamiento entre los poderes religiosos-políticos-sociales y militares, lo que les da gran movilidad e integración interna para prepararse ante cualquier intento de agresión.
En resumen: ante una Liga Árabe vapuleada, un ejército imperial que no ha tenido triunfos militares fundamentales, una sociedad rota por los graves problemas económico de su ciudadanía y un movimiento mundial pacifista y antiimperialista en avanzada que se gesta en América Latina ( Cristina Fernández, retomando las palabras de John Lenon, dijo, haciendo alusión a la agresión de los ingleses a las Malvinas: “Denle una oportunidad a la paz”), junto a la posición de China y Rusia que comienza a cobrar un poco de firmeza ante las agresiones, los imperialistas y sus aliados se van quedando aislados, abrazados a sus misiles, contando un puñado de billetes y haciendo un histérico elogio a la locura de la guerras.
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Imagen agregada RCBáez
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