Por Acratosaurio Rex
Elena se maravilla del conformismo con la situación que se degrada más y más y pregunta ¿Cuándo perderemos la paciencia, cuándo?
Hay dos maneras de contestar a esta pregunta: dando un pronóstico con fecha y hora, realizando un estudio cuantitativo y cualitativo, tal
como los que hace la pija de Standard&Poor’s (1). El estudio
cuantitativo permite tener marcadores fiables y objetivos; el estudio
cualitativo modificar los marcadores y poder decir lo que a uno le
salga de los menudos. Si luego llega la fecha y no pasa nada, o todo
está peor, pues se hace otro estudio, y a volar. El Acratosaurio
—desgraciadamente— carece de herramientas adecuadas (becarios,
estudiantes, esclavos…), para llevar a cabo estudios académicos, y no puede dar la fecha.
La otra forma de contestar, es ambigua: nombrar las condiciones
mediante las cuales llegará ese «cuándo». A ver. Sabemos que para que una persona se subleve tiene (entre mil factores) que estar formada e informada, porque la formación genera deseo. Y es el deseo lo que mueve al pueblo, quiero esto, quiero lo otro.
¿Cómo estimulamos aún más el deseo? Pues a través de los sentidos.
Para que la gente desee un cambio, ha de verlo. Las organizaciones
revolucionarias tienen que mostrar que las cosas que hacen ayudan, son interesantes, obtienen mejores resultados que las del poder. Tienen que demostrar que apoyan al débil, que proporcionan medios de vida, que ofrecen tangibles (cosas útiles) e intangibles (conocimientos, satisfacción, felicidad, valor…) al meter al activista en algo grande, productivo y hermoso.
Claro, el pensamiento es fundamental, pero no basta con pensar. Un
pensamiento revolucionario, lo mismo que una hipótesis científica, no es algo que a uno se le ocurra en una noche de borrachera. Que tú veas algo muy lógico, no implica que quienes te rodean lo compartan.
Imagina la cola del INEM, dos kilómetros de gente paciente que van a echar un papel al paro. Si montas allí una concentración de activistas que protestan… Mirarán hacia otro lado. Ellos están allí cumpliendo con las reglas que les permiten seguir viviendo, y tú les estás molestando. Para que incumplan las reglas, han de tener otros
intereses, han de ver que les resulta beneficiosa la desobediencia.
Ellos te observarán: no les das trabajo, y les incitas a que se
compliquen la vida sin resultados inmediatos... ¿Qué harán? Rezar para que te vayas, y votar al PP. Muy molesto para el esforzado militante. No pierdas la paciencia.
Fijémonos en nuestros enemigos: ellos piensan cosas asombrosas, son capaces de poner en pie locuras fulgurantes, son capaces de vender bonos sin hacer un depósito previo, y ganar dinero sin hacer
inversiones (2). Son capaces de imaginar dinero, y de usarlo como si
fuese real. Si ellos pueden, nosotros también podemos imaginar
nuestras opciones y hacerlas reales. Ese día, cuando ellos no
satisfagan los deseos del pueblo (cada vez más deteriorado), y cuando nosotros nos mostremos como una opción conveniente, interesante, sana y fuerte, todos a la vez perderemos la paciencia. Ese día, ni el ejército podrá detenernos. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
---------
NOTAS
(1) La entrevista que se le hace a la directiva de esa Agencia de
Calificación, es un fabuloso ejemplo de cómo una persona puede tirarse
un rato hablando sin decir nada. Peor incluso que el Acratosaurio.
Quien tenga muchas ganas de sufrir, que se lo vea a partir del
37’20’’. http://www.rtve.es/alacarta/videos/los-desayunos-de-tve/desayunos-tve-my...
(2) No. En principio tú no puedes ganar dinero sin invertir ni
endeudarte. Para hacer ese juego de magia y comprar y vender bonos
senior, tienes que disponer del software adecuado, de conocimientos y
de contactos.
Elena se maravilla del conformismo con la situación que se degrada más y más y pregunta ¿Cuándo perderemos la paciencia, cuándo?
Hay dos maneras de contestar a esta pregunta: dando un pronóstico con fecha y hora, realizando un estudio cuantitativo y cualitativo, tal
como los que hace la pija de Standard&Poor’s (1). El estudio
cuantitativo permite tener marcadores fiables y objetivos; el estudio
cualitativo modificar los marcadores y poder decir lo que a uno le
salga de los menudos. Si luego llega la fecha y no pasa nada, o todo
está peor, pues se hace otro estudio, y a volar. El Acratosaurio
—desgraciadamente— carece de herramientas adecuadas (becarios,
estudiantes, esclavos…), para llevar a cabo estudios académicos, y no puede dar la fecha.
La otra forma de contestar, es ambigua: nombrar las condiciones
mediante las cuales llegará ese «cuándo». A ver. Sabemos que para que una persona se subleve tiene (entre mil factores) que estar formada e informada, porque la formación genera deseo. Y es el deseo lo que mueve al pueblo, quiero esto, quiero lo otro.
¿Cómo estimulamos aún más el deseo? Pues a través de los sentidos.
Para que la gente desee un cambio, ha de verlo. Las organizaciones
revolucionarias tienen que mostrar que las cosas que hacen ayudan, son interesantes, obtienen mejores resultados que las del poder. Tienen que demostrar que apoyan al débil, que proporcionan medios de vida, que ofrecen tangibles (cosas útiles) e intangibles (conocimientos, satisfacción, felicidad, valor…) al meter al activista en algo grande, productivo y hermoso.
Claro, el pensamiento es fundamental, pero no basta con pensar. Un
pensamiento revolucionario, lo mismo que una hipótesis científica, no es algo que a uno se le ocurra en una noche de borrachera. Que tú veas algo muy lógico, no implica que quienes te rodean lo compartan.
Imagina la cola del INEM, dos kilómetros de gente paciente que van a echar un papel al paro. Si montas allí una concentración de activistas que protestan… Mirarán hacia otro lado. Ellos están allí cumpliendo con las reglas que les permiten seguir viviendo, y tú les estás molestando. Para que incumplan las reglas, han de tener otros
intereses, han de ver que les resulta beneficiosa la desobediencia.
Ellos te observarán: no les das trabajo, y les incitas a que se
compliquen la vida sin resultados inmediatos... ¿Qué harán? Rezar para que te vayas, y votar al PP. Muy molesto para el esforzado militante. No pierdas la paciencia.
Fijémonos en nuestros enemigos: ellos piensan cosas asombrosas, son capaces de poner en pie locuras fulgurantes, son capaces de vender bonos sin hacer un depósito previo, y ganar dinero sin hacer
inversiones (2). Son capaces de imaginar dinero, y de usarlo como si
fuese real. Si ellos pueden, nosotros también podemos imaginar
nuestras opciones y hacerlas reales. Ese día, cuando ellos no
satisfagan los deseos del pueblo (cada vez más deteriorado), y cuando nosotros nos mostremos como una opción conveniente, interesante, sana y fuerte, todos a la vez perderemos la paciencia. Ese día, ni el ejército podrá detenernos. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.
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NOTAS
(1) La entrevista que se le hace a la directiva de esa Agencia de
Calificación, es un fabuloso ejemplo de cómo una persona puede tirarse
un rato hablando sin decir nada. Peor incluso que el Acratosaurio.
Quien tenga muchas ganas de sufrir, que se lo vea a partir del
37’20’’. http://www.rtve.es/alacarta/videos/los-desayunos-de-tve/desayunos-tve-my...
(2) No. En principio tú no puedes ganar dinero sin invertir ni
endeudarte. Para hacer ese juego de magia y comprar y vender bonos
senior, tienes que disponer del software adecuado, de conocimientos y
de contactos.
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