Los especialistas en el tema opinan que no es buena idea desarrollar un fármaco que estimule en el sistema nervioso la formación de neurotransmisores que pueda ser usado como terapia para las adicciones , porque entonces la persona tratada con tal fármaco se haría adicta a esa sustancia.
Existen otras formas de estimular la formación de neurotransmisores , una es el ejercicio aeróbico y otra es la Meditación Trascendental, algo parecido a esta última es la oración , es decir, esa práctica religiosa mediante la cual se intenta establecer una comunión con la divinidad.
En el catolicismo rezar el rosario produce tal cantidad de neurotransmisores que los creyentes al terminar se sienten realmente aliviados , un estado de bienestar que definen como místico. Hay un técnica que inventó San Ignacio de Loyola en la que a cada frase del rosario se hace una aspiración profunda y eso hace sentir a los rezanderos que flotan.
En un hipotético programa de prevención de las adicciones llevado a cabo por un hipotético gobierno responsable , una vez detectados los niños y jovencitos proclives a las adiciones se les iniciaría en una terapia de ejercicio aeróbico , lo que produciría un mejoramiento sustancial en su salud física y emocional. Claro un gobierno responsable no se aliaría con la mafia sindical ni pondría en su manos la educación pública. Y mejor no doy ideas porque puede ser que los mochos en el poder nos pongan a rezar el rosario.
Post publicado originalmente en Año 11 de la Oscuridad el 26 de marzo de 2009.
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