Para que tus hijos no le lleguen a las drogas II

Toda adicción nace de una deficiencia orgánica, tal deficiencia es de orígen genético y tiene repercuciones psicológicas durante toda la vida del afectado.

Actualmente se conoce con precisión el cromosoma y la porción de éste donde se aloja el gene que determina la propensión de las personas afectadas a padecer depresión y ser proclives a alguna adicción.

Este gene determina el mal funcionamiento del hipotálamo, el órgano del sistema nervioso encargado de regular la producción de diversos neurotransmisores que entre otras cosas producen la sensación de bienestar; la carencia de estos neurotransmisores se traduce a nivel de conducta como un malestar generalizado, baja tolerancia a la frustración y al dolor, tanto físico como emocional. Todo esto produce una personalidad depresiva, esto no es propiamente depresión pero a la larga se puede transformar en éste padecimiento.

El carácter depresivo se define como la pareja formada por la hipersensibilidad a los estímulos ambientales en unión de la inhibición social y la inseguridad de sí mismo acompañada de timidez en especial hacia las personas del otro sexo. Así vive una persona con proclividad a las adicciones toda su niñez y adolescencia hasta que encuentra el estímulo que compensa la deficiencia del hipotálamo y logra que su cerebro produzca los neurotransmisores que lo hagan tener la sensación de bienestar; cuando encuentra ese estímulo de pronto se convierte en el más valiente, el más extrovertido y el más popular en su medio social, tales "logros" realimentan su deseo de repetir una y otra vez la experiencia hasta que se convierte en adicción.
El estímulo que le cambia la vida a estas personas pueden ser el alcohol, las drogas, la comida, las relaciones destructivas o las actividades que provocan la secreción interna de adrenalina.
Un programa gubernamental intensivo para detectar en edades tempranas a este tipo de personas sería más efectivo en el combate al narcotráfico que vaciar los cuarteles y militarizar el país, pero atender la salud pública es populista ,fuchi,fuchi.

A manera de Apendice coloco este comentario al post y mi respuesta:
Carlos dijo...
agarrarse a los "depres" desde chavitos para hacer a todo mundo feliz y sociable?
medio suena a Brave new world (Huxley), pero la verdad es que estando en ese estado (felicidad, etc.), a uno le gustaría estar siempre así... así que pues... si fuera política gubernamental...

9:10 PM
Ernesto dijo...
Mi idea es más bien darle la información a los chavos, por ejemplo que un adicto en recuperación pronuncie conferencias en las escuelas primarias y secundarias y relate como era él de niño y adolescente , no faltará el chamaco que diga "¡ah chinga yo me siento igual!" y entonces sepa que, sin restarle libertad a sus actos, hay opciones , claro una es adherirse a una adicción, otra es hacer ejercicico y conocerse a sí mismo.

Post publicado originalmente en Año 11 de la Oscuridad el 25 de marzo de 2009