Más detalles sobre los agentes cubanos infiltrados dentro de la "disidencia":
El capítulo “Los peones del Imperio” de la serie Razones de Cuba, transmitido por este sábado por la Televisión Cuba, devela los estrechos vínculo de la contrarrevolución interna con el gobierno de EEUU.
Carlos Serpa y Moisés Rodríguez, dos agentes cubanos infiltrados en las filas de la llamada “disidencia” cubana, reconocen en el documental que muchas de estas personas son capaces de vender su alma al diablo, y son animados desde los Estados Unidos.
Moisés Rodríguez, un trabajador de la Aduana del aeropuerto internacional José Martí, estableció vínculos en la prisión con el contrarrevolucionario Elizardo Sánchez y a partir de ahí, tuvo la oportunidad de recibir instrucciones para actividades conspirativas incluso de los funcionarios de la Oficina de Intereses de Washington en La Habana.
El agente Vladimir para la Seguridad cubana fue hasta enviado por dicha Oficina a Miami donde tuvo entrevistas con connotados terroristas, entre ellos Luis Posada Carriles y conoció de los planes para tratar de consolidar en Cuba un movimiento desestabilizador.
Para ello, se utilizarían como punta de lanza contra Cuba, las denominadas Damas de Blanco, financiadas directamente desde Estados Unidos por medio de una fundación dirigida por otro terrorista, Santiago Alvárez, subordinado a Posada Carriles.
Los nombres de Marta Beatriz y Laura Pollán, dirigentes de ese grupo, surgieron en las grabaciones de las conversaciones telefónicas con Estados Unidos y en las imágenes de distribución de las cantidades de dinero que continuamente se enviaban para pagar a las Damas de Blanco.
Carlos Serpa, hizo la prueba para la filmación del documental de la transmisión de una inexistente detención que le hacía la policía cubana y la inmediata reproducción por Radio Martí de tal noticia falsa, que jamás fue constratada.
Otro caso similar era el de Laura Pollán hablando con los medios de difusión estadounidenses sobre la represión que sufría en ese momento de parte de la Seguridad cubana mientras las cámaras revelaban que ni un solo agente se encontraba en toda el área donde se concentraban las Damas de Blanco.
Para mí Cuba es lo primero y lo seguirá siendo, dijo Serpa, recordando los momentos difíciles desde el punto de vista familiar pues mientras realizaba la tarea encomendada, su pequeña hija escribía al frente de la casa un mensaje pidiendo libertad para los cinco antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos.
La contrarrevolucionaria Martha Beatriz entregaba dólares a 18 Damas de Blanco para mantenerla activas, afirma uno de los agentes, que aseguraron que estos grupos forman parte de la estrategia de subversión de EEUU contra Cuba.
Carlos Serpa declaró que la SINA es el estado mayor de la contrarrevolución en Cuba, y que el periodismo independiente en Cuba tiene tutores norteamericanos. Añadió que “la contrarrevolución interna lo llamó para inventar supuestos actos de provocación”.
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