Mientras otros mensajes y otras páginas web nos hablan de niños que mueren por ataques asesinos a sus tierras, o deshidratados, o desnutridos, ésta es la realidad de esa Cuba que denigran en sucias campañas mediáticas...
Donde todos fuimos niños
Por Olga Lilia VilatóSilencio, atención y disfrute pleno, tres cosas muy difíciles de lograr cuando niños de diferentes edades se reúnen, máxime si están enfermos e ingresados, fueron conquistados por actores y actrices del grupo dramático Nino Moncada de Radio Cadena Agramonte, de la ciudad de Camagüey, al permitirles descubrir en el hospital pediátrico provincial Eduardo Agramonte Piña, en vivo y a todo color, a Maricusita, Pepito, la payasita Naricita… de los programas infantiles En busca de un sueño, El ombligo del mundo y Mundo Pioneril, esta vez bajo la dirección de Alejandro Hernández Mora.
Henchidos de alegría, esa que solo los menores saben demostrar, disfrutaron de actuaciones, juegos de participación, canciones, música, adivinanzas, actos de magia, del tesoro escondido…, que los llevaron de la mano hacia sentimientos tan nobles como el amor y la amistad. Muchos de estos niños pidieron cantar y, micrófono en mano, con el desenfado que los caracteriza, pasaron de espectadores a intérpretes.
Recibieron, de las propias manos de hacedoras de muñecos de trapo del proyecto sociocultural Carsueño [1], a Pinocho, a Caperucita Roja…, esos tantos que habían tenido la posibilidad de imaginar al escuchar dichos espacios radiales o al leer los clásicos de la literatura infantil.
Para las integrantes del Proyecto fue como convertir el Consultorio Medijuguete , aquel que con el atuendo necesario ya habían reproducido para “curar” a sus “pacientes”, a propósito de la Fiesta del Tinajón en noviembre último, en una realidad que llenó el espíritu de cada uno de estos niños.
Después de ofrecer alma y corazón en cada escena, los artistas pusieron su talento a disposición de los chicos hospitalizados en las salas de Oncología y Hematología y que por los tratamientos recibidos no estuvieron en el patio de la institución ni entraron en contacto con el resto. Fue esta una muestra de generosidad y entrega que peques y familiares agradecieron con creces, ocasión en que, confieso, todos fuimos niños y creímos hasta en el abrazo del oso.
El proyecto Carsueño confeccionó la muñeca más grande del mundo y para el 4 de abril, nuevo aniversario de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), pretende regalarles a los niños la imagen de la más pequeña del universo.
Foto: Otilio Rivero Delgado
Corrección: Oriel Trujillo Prieto
[1] El Carsueño, es un proyecto sociocultural en el que los artesanos confeccionan muñecas, y enseñan a los niños su confección y donde también reparan juguetes y en general, recuerdan a los niños los llamados juego de roles, “un poco olvidado por el impacto de las tecnologías”. También ofrecen opciones para adultos como la confección e importancia del vestuario infantil.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Seamos el cambio