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Reportaje especial de la TV cubana

viernes, 7 de enero de 2011
Por Jean-Guy Allard

Chávez Abarca: "Posada me reclutó... y me ayudó a disimular los explosivos"

Luis Posada Carriles no solo reclutó y contrató al salvadoreño Francisco Chávez Abarca, un encargado de ventas del taller Moldtrok de San Salvador, para cometer atentados en La Habana en 1997 sino que participó personalmente en la preparación del material explosivo que se usó en las acciones terroristas.

Lo denunció explícitamente el propio Chávez Abarca en el curso de su reciente juicio en La Habana cuyos momentos más relevantes serán presentados este viernes en un reportaje especial de unos 40 minutos de la Televisión Cubana.

En el proceso judicial de dos días que tuvo lugar en la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana, Chávez Abarca reconoció plenamente su culpabilidad al describir las circunstancias de su reclutamiento y de las operaciones que Posada le encargó.

En un momento del interrogatorio de más de 200 preguntas que le hizo la Fiscalía, el acusado cuenta cómo viajó a Cuba con explosivos escondidos “debajo de la plantilla” de sus zapatos.
“Y ¿quién le compró estos zapatos?”, se le pregunta. “Posada”, contesta el salvadoreño. En otro fragmento de su testimonio, Chávez Abarca cuenta como Posada intervendría para esconder con sus propias manos el C-4 en un televisor que transportaría Raúl Cruz León. Este mismo C-4 cuya explosión en el hotel Copacabana, del reparto Miramar, provocaría la muerte del joven turista italiano Fabio DiCelmo, el 4 de febrero de 1997.

Varios peritos, expertos en las distintas ramas de las ciencias policiales intervienen en el curso del juicio para detallar ante el tribunal cada aspecto de la investigación.

El reportaje de la televisión cubana señala otro cómplice salvadoreño en la conspiración para realizar la campaña de terrorismo de 1997 contra Cuba: José Ramón Sanfeliú, “mi jefe” como lo llamara el acusado. Sanfeliú será la persona que le presenta Posada.

Cuando el Fiscal le pregunta: “¿Quién le enseñó a fabricar bombas?”, Chávez Abarca contesta: “Posada Carriles y José Ramón Sanfeliú”.

-     ¿Quién era el especialista, quién sabía más?
-     Sanfeliú.

El “hombre de negocios” Sanfeliú hasta ahora nunca ha tenido que contestar a acusaciones de terrorismo.

Chávez Abarca también denuncia expresamente a Francisco José Hernández Calvo, conocido como Pepe Hernández, quien sigue ocupando en Miami la dirección de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).

El salvadoreño explica cómo participó -en el hotel Radisson de San Salvador, después del tercer viaje- en una reunión donde lo convoca Posada y donde están, además de Pepe Hernández, Arnaldo Monzón Plasencia, el directivo de la FNCA de Nueva Jersey acompañado de dos connotados terroristas cubanoamericanos: Guillermo Novo Sampoll y Pedro Remón Crispín.

La FNCA es “una organización creada por el gobierno de los EEUU”, subraya el Fiscal al recordar cómo la Administración Reagan y la CIA constituyeron el grupo.

Otro elemento nuevo: Chávez Abarca revela que, en el 2000, Posada Carriles lo “invitó” a viajar con él a Panamá para participar en el complot para asesinar al presidente Fidel Castro.
“Fui una marioneta de Posada Carriles, por la edad, por la información, por inmadurez, y de eso él se valió…”, admite Chávez Abarca al concluirse el procedimiento judicial que le valdrá 30 años de reclusión.

Enviado por su autor

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