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Participación

domingo, 9 de enero de 2011
En el tema Humanismo decíamos que no siempre se consideró al ser humano capaz de tomar sus propias determinaciones y decidir su destino, en la Antigüedad la abrumadora mayoría de los pueblos adoptó una forma de gobierno monárquica absolutista y no pocas consideraban a su gobernante una deidad con lo que la participación del pueblo en los asuntos de gobierno era prácticamente inexistente. Si en materia de noción del Universo los griegos fueron la excepción, no podía ser de otra manera en materia política.
El gobierno del pueblo tuvo un importante papel en las democracias de la era precristiana. A diferencia de las democracias actuales, las democracias de las ciudades Estado de la Grecia clásica y de la República de Roma eran democracias directas, donde todos los ciudadanos tenían voz y voto en sus respectivos órganos asamblearios. No se conocía el gobierno representativo, innecesario debido a las pequeñas dimensiones de las ciudades Estado (que no sobrepasaban casi nunca los 10.000 habitantes). La primigenia democracia de estas primeras civilizaciones europeas no presuponía la igualdad de todos los individuos, ya que la mayor parte del pueblo, que estaba constituido por esclavos y mujeres, no tenía reconocidos derechos políticos. Atenas, la mayor de las ciudades Estado griegas regida por un sistema democrático, restringía el derecho al voto a aquellos ciudadanos que hubieran nacido en la ciudad. La democracia romana era similar a la ateniense, aunque concediese a veces la ciudadanía a quienes no eran de origen romano. El estoicismo romano, que definía a la especie humana como parte de un principio divino, y las religiones judía y cristiana, que defendían los derechos de los menos privilegiados y la igualdad de todos ante Dios, contribuyeron a desarrollar la teoría democrática moderna

Las principales características de la democracia moderna son la libertad individual, que proporciona a los ciudadanos el derecho a decidir y la responsabilidad de determinar sus propias trayectorias y dirigir sus propios asuntos, la igualdad ante la ley, el sufragio universal y la educación. Estas características han sido proclamadas en grandes documentos históricos, como la Declaración de Independencia estadounidense, que afirmaba el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano francesa, que defendía los principios de libertad civil e igualdad ante la ley, y la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en diciembre de 1948. En ella se recogen los derechos civiles y políticos fundamentales que atañen a personas y naciones, tales como la vida, la libertad, la intimidad, las garantías procesales, la condena y prohibición de la tortura, de la esclavitud, y los derechos de reunión, asociación, huelga y autodeterminación entre otros.

Mas, a pesar de que en la democracia griega todos los ciudadanos tenían derecho a expresar sus opiniones y a emitir su voto, existían personas que no se interesaban por los asuntos públicos; a estas personas los griegos los designaban con el término de idiotas, La raiz idio que significa “propio” y es la misma que en idioma e idiosincrasia, es decir que originalmente idiota era el que sólo se ocupaba de sus intereses privados.

Actualmente, como todos sabemos, la palabra idiota designa un trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida en las primeras edades de la vida. Y coloquialmente el término idiota se usa de manera peyorativa.

Pero no siempre la no participación política se debe a que el individuo se interese sólo por sus propios asuntos, en ocasiones la no participación implica una crítica pasiva al sistema político en que se vive. Durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX el abstencionismo se convirtió en parte integrante de los programas políticos de dos movimientos revolucionarios: el anarquismo y el sindicalismo, que se sirvieron de él como instrumento de análisis del concepto de representación y de la democracia de masas, o como instrumento para estimular la acción directa del proletariado. Ya William Godwin, el primer exponente del anarquismo filosófico, había señalado los defectos inherentes a la democracia representativa, que para él se fundaba en un mecanismo institucional que, por una parte, desnaturalizaba la función de la delegación y, por otra, conducía de modo inexorable al dominio de las mayorías sobre las minorías, concluyendo que el voto era un método engañoso e ilusorio para obtener la libertad. Mijaíl Alexándrovich Bakunin, líder de los anarquistas después de su expulsión de la I Internacional, contrapuso entonces a la lucha por el sufragio universal un proyecto de insurrección general de los obreros industriales y los campesinos. Seguidamente, los teóricos del sindicalismo revolucionario, entre los que figuraba Georges Sorel, sostuvieron la necesidad de concentrar todas las fuerzas del proletariado industrial en la huelga general.

En la actualidad, la abstención se ha incrementado en casi todos los países occidentales, sobre todo en forma de desafección o desconfianza del sistema político. Incluso, en algunas ocasiones (especialmente en determinados referendos), algunos políticos han animado a los votantes a abstenerse con la intención de invalidar la legitimidad de la consulta electoral por falta del quórum necesario.
Puntos de vista muy válidos los del sindicalismo y el anarquismo, sin embargo, en mi opinión, al menos así lo percibo en México, la mayoría de los no participantes lo son por apatía. Tenemos la libertad de decidir si ejercemos nuestro derecho o no, pero cuando decidimos no decidir, estamos dejando las decisiones en manos de… ni siquiera sabemos en que manos; debido al sistema de representación proporcional se convierten en legisladores personajes como La Tigresa o como el seudo boxeador Kawagi, porque que millones de mexicanos deciden usar el domingo de las votaciones de 8 de la mañana a 6 de la tarde en sacarse el queso de las patas en vez de ir a votar.

Post publicado originalmente en Año 11 de la Oscuridad el 18 de febreo de 2005.

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