Por Jean-Guy Allard
Guido Olimpio, periodista del diario milanés derechista Il Corriere Della Serra, quién publicó hace unos meses una falsa noticia acerca del movimiento libanés Hezbolá que iba supuestamente a usar Cuba y Venezuela de “base” en América Latina, es un colaborador activo de la Jamestown Foundation, de Washington, fundada y controlada por la CIA, y se especializa desde años en producir noticias destinadas a provocar el odio hacia el mundo árabe.
El 31 de agosto último, el Corriere della Sera publicó una nota de apenas medio cuartilla, firmado por Guido Olimpio, su “especialista en terrorismo”, que pretendía revelar la supuesta conspiración involucrando a Cuba y Venezuela, sin citar el menor elemento de prueba que la fundamentará.
Escrito de manera algo incoherente, el artículo anuncia que un misterioso “trío” de representantes de Hezbolá se apareció en La Habana en estos días, pronto “seguido” por 23 “guerrilleros”, con el propósito de establecer una “una cabeza de puente en la isla".
En unas líneas particularmente confusas del escrito, el supuesto experto afirmaba que ya la organización disponía de bases “en muchos poblados” brasileños fronterizos con Venezuela en espera de “oportunidades de actuar contra sus oponentes”. Hezbolá, aseguraba Olimpio, podría “tratar de actuar en América del Sur, atacando a un objetivo israelí”.
La noticia, puro veneno “made in USA” fue instantáneamente retomada por las redes mundiales de la prensa mercenaria y fortaleció aún un poco más la campaña estadounidense para demonizar los países progresistas de América Latina.
EL ENIGMATICO MISTER OLIMPIO
Guido Olimpio no nació en Italia sino en Albania, el 15 de abril de 1957.
No se sabe dónde hizo estudios pero empezó a trabajar en el periódico Il Tempo con 23 años.
Luego pasará al Corriere della Sera donde eventualmente será enviado como – mira pa’eso – corresponsal en Israel.
Pero Guido Olimpio -que el Corriere della Sera califica de “especialista en terrorismo”- tiene detrás de él varias “obras selectas” que demuestran su real especialidad: ensuciar reputaciones, difamar a países, organizaciones e individuos, por cuenta de sus socios de Washington.
Olimpio es uno de los redactores de Terrorism Monitor, de la Jamestown Foundation, una institución creada hace años por William Casey, el entonces director de la CIA.
Desde el 2003 la publicación lleva una atención especial al Medio Oriente, de acuerdo con las prioridades de la inteligencia norteamericana. Su redactor jefe es Mahan Abedin y según los analistas, “difunde una visión paranoica del Islam”, en campañas de odio racista contra los musulmanes.
Además, su suplemento Terrorism Focus ofrece información sobre armamento redactada por un experto de la revista militar-industrial Jane’s, de Londres.
Como si no fuera suficiente, Guido Olimpio, que no esconde sus opiniones fascistas, radica en la capital norteamericana a unos kilómetros de Langley, Virginia, y de la sede de la Agencia Central de Inteligencia,
La afamada investigadora italiana Silvia Cottori contó en un informe para el sitio especializado Mondialisation, otro caso que hace de él un fabricante patentado de información mercenaria.
Olimpio publicó un artículo en 1997 donde afirmaba, sin aportar ninguna prueba tangible, que Youssef Nada, un banquero italiano de origen egipcio, “financiaba a Hamás», el movimiento de resistencia palestino.
Las absurdas acusaciones de Guido Olimpio fueron totalmente desmentidas. Sin embargo, el objetivo se había alcanzado: “infundir miedo a la opinión pública haciendo creer que los musulmanes que viven entre nosotros podrían ocultar a potenciales «terroristas»,” explica Silvia Cottori, en su sitio web
Acusado de difamación, Olimpio declaró ante el Tribunal Penal de Milán, el 9 de octubre de 2002, que tenía contactos con el FBI de Estados Unidos.
Tuvo también que admitir haber «asistido a una audiencia al Congreso de Estados Unidos en 1996 y que había dado testimonio ante la comisión de seguridad del Congreso de Estados Unidos».
No precisó que este testimonio era a favor de las tesis más anti-árabes de los elementos más fanáticos del Congreso y a favor de Israel.
En 2005, Olimpio fue formalmente condenado por este Tribunal y un juicio civil sigue su curso.
Desde su condena, Olimpio ha seguido con su tarea de desinformación que resulta a menudo en textos cuyo contenido está al borde del ridículo. A finales de 2010, “revelaba” que Turquía armaba secretamente a Hezbolá con Irán y Siria, gracias a un “nuevo corredor” en su territorio, vigilado por “agentes secretos” por el cual viajaban “los misiles y las bombas sofisticadas”.
LA CONEXIÓN IASW-CIA
Lo particularmente sospechoso acerca de la información deliberadamente propagandística del diario italiano acerca de Cuba, es lo fulgurante de su difusión en Estados Unidos y luego en el mundo,
En unas horas, la “noticia” circuló en varios de los sitios web “anticastristas” mantenido por la CIA, tanto en EEUU que en Europa.
Horas después, fue retomada y considerablemente ampliada, por el sitio web del diario norteamericano Investors Business Daily (IBD), de Los Ángeles, que en una nota no firmada -de más de dos veces el tamaño del material de Olympio- celebraba la supuesta exclusividad del “Corriere”. Como si, al añadirle la retórica de los congresistas extremistas, se pudiera ignorar la absoluta ausencia de referencias.
La propagación relámpago de la noticia “exclusiva” -aunque obviamente falsa- publicada en italiano por el “Corriere Della Sera”, se explica unas horas más tarde, cuando el texto de IBD reaparece en portada del sitio del InterAmerican Security Watch (IASW)… una organización fantasma controlada por Roger Noriega y Otto Reich, ambos sobrevivientes de la era Reagan Bush, y conocidos por sus incursiones en el mundo de la propaganda sucia y su conexión privilegiada con la CIA.
El portal IASW tiene todas las características de aquellos instrumentos de desinformación creados, según sus necesidades, por la extrema derecha estadounidense y sus socios de la inteligencia norteamericana,
Lo cierto es que la noticia del Corriere della Sera, ampliada por el Investors Business Daily y luego difundida por los mecanismos de Noriega y Reich terminó en The Washington Post.
La publicación de la noticia falsa por el supuestamente respetable Post permitió días después a la candidata republicana Bachmann “fundamentar” su rechazo a la normalización de las relaciones entre EEUU con Cuba, bajo los aplausos de Ileana Ros-Lehtinen, jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes y su clan de congresistas cubanoamericanos.
LA PAREJA NORIEGA-REICH NO DUERME
Roger Noriega se dedica desde siempre a atacar los progresistas de América Latina pero su obsesión lo llevó últimamente a un estado febril.
En marzo último, este ex subsecretario de Estado norteamericano de origen mexicano (que recibía en el 2003, en el propio Departamento de Estado, al jefe del grupo terrorista cubanoamericano Alpha 66), acusó en The Washington Post al presidente venezolano Hugo Chávez de dirigir "una red de terror" en América Latina.
Siguió con sus mentiras hasta convertirse recientemente en oncólogo y predecir la muerte del líder bolivariano a pesar de que este está visiblemente en un proceso de rápida y franca recuperación.
En cuanto a Reich, nació en La Habana y en 1960 emigró a Estados Unidos con sus padres austriacos. Después de las aventuras asesinas de Reagan en Nicaragua, la General Accounting Office (Oficina General de Auditoría, GAO por su sigla en inglés), lo condenó por haber "utilizado fondos federales para publicidad o propaganda no autorizada por el Congreso".
Las campañas de intoxicación que dirigió alcanzaron un nivel tal que fue hasta difundir en el mundo entero que los sandinistas tenían Mig soviéticos de combate y que se alistaban para invadir a Arlington, Texas; que "perseguían a los judíos"; y que habían cometido un "genocidio de los indios misquitos".
Para sancionarlo, la administración norteamericana nombró a Otto Reich… embajador en Venezuela donde organizó el retorno a Estados Unidos del jefe terrorista cubano Orlando Bosch, responsable de la destrucción en pleno vuelo de un avión civil cubano.
Así funciona el aparato norteamericano de inteligencia, con una “administración” o la otra, cuidando los intereses imperiales con su tropa de decenas de miles de agentes, colaboradores, “fuentes” y mercenarios.
Noriega, Reich y Olimpio no son otra cosa que tres actores más de esta guerra sucia librada por la CIA para denigrar, difamar, engañar cualquier fuerza que desafía a Estados Unidos, a escala del planeta.
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Imagen agregada RCBáez
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Mecanismos de la desinformación: el caso del agente Guido Olimpio
martes, 3 de enero de 2012
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