Hace algún tiempo escribí sobre la
búsqueda de la
verdad revolucionaria lo cual me dio la escusa perfecta para indagar en
mis
propias contracciones y de encontrar la fórmula mágica de la
solución de todos los problemas que nos acechan,
desde la izquierda más izquierdosa del panorama político. Esto ni que
decir
tiene se hace con gusto ya que requiere un esfuerzo intelectual (¡!) y
una pose
al exterior, de cara a mí mundo cercano,
de mirada perdida a ninguna parte de tanto
pensar,
que preocupa a las personas que me rodean ya que creen que he tenido una
subida
de tensión arterial y hay que mandarme al hospital a resetearme. SEGUIR LEYENDO................
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